"Este es el verdadero rostro de la libre empresa, de la libre entrega, filosofía oficial del régimen..."
Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense:
"El aplastamiento de la clase obrera va acompañado de la liquidación de la industria nacional, la entrega de todos los recursos, la sumisión a los organismos financieros internacionales.
Asistimos avergonzados a la culminación, tal vez al epílogo de un nuevo período de desgracias.
El gobierno rebajó los aranceles de importación, los monopolios aplicaron la ley de la selva -el dumping-, los fabricantes nacionales hundiéronse.
Este es el verdadero rostro de la libre empresa, de la libre entrega, filosofía oficial del régimen por encima de ilusorias divisiones... incapaces de ocultar la realidad de fondo que son los monopolios en el poder.
Este poder de los monopolios que con una mano aniquila la empresa privada nacional, con la otra amenaza a la empresa del Estado donde la racionalización no es más que el prólogo de la entrega y anuda los últimos lazos de la dependencia financiera.
Es el Fondo Monetario Internacional el que fija el presupuesto del país y decide si nuestra moneda se cotiza o no en los mercados internacionales.
Es el Banco Mundial el que planifica nuestras industrias claves.
Es el Banco Interamericano de desarrollo el que indica en que países podemos comprar.
Son las compañías petroleras las que cuadriculan el territorio nacional y de sus mares aledaños con el mapa de sus inicuas concesiones.
El proceso de concentración monopolista desatado por el gobierno no perdonará un solo renglón de la actividad nacional. Poco más y sólo faltará desnacionalizar la tradición argentina y los museos.
La participación que se nos pide es, además de la ruina de la clase obrera, el consentimiento de la entrega.
Y eso no estamos dispuestos a darlo los trabajadores argentinos".
Y al final de la cita, Amichetti aclara:
No es un documento redactado en estos días, es parte del texto del Programa del Primero de Mayo de la CGT de los Argentinos elaborado hace 50 años...
¡Medio siglo!
Sólo algunos matices diferencian al poder oligárquico.
Su proyecto sigue siendo irreconciliable con los intereses del pueblo trabajador argentino.
Los discos del año, última parte: La otra, un programa para escuchar clickeando acá
Ella sabe siempre cuando las personas necesitan una caricia
y le atraen los lechos de muerte y los divorcios
soñé que ella cuidaba de mi abuelo moribundo
y yacía boca abajo en su cama.
Ella insiste en que se note su presencia
y sabe cómo llegar a todos nosotros
ha entrado en mí miles de veces
y deshizo nudos en mis momentos más difíciles.
La música también ama.
Alcanza a huérfanos y refugiados
y los abraza con mantas térmicas
su recuerdo favorito de la infancia
fue estar en la sala de un hospital con discapacitados.
La vi dándole su afecto a las viudas
y va a los funerales de desconocidos
el recuerdo al que más se aferra
es cuando alimentó a niños con lepra.
La música también cura
estoy aquí para defenderla.
En el programa de anoche de La otra, finalizamos el repaso de las ediciones musicales más notables del año 2017. Esta vez fue el turno de nuestro colaborador músico super melómano, Cristian Bonomo, un omnívoro del arte de la escucha. Por lo que la canción de Bjork cuya letra antecede describe bien el espíritu del programa: la música como forma de redención vital. Desde Claudio Monteverdi, el compositor-bisagra de la música occidental, nacido hace 450 años, creador de tantos conceptos musicales de los que todavía seguimos usufructuando, hasta los artistas que le ponen audio a nuestra época, como Kencdrick Lammar o Gorillaz, la música que Bonomo nos trajo cubrió un amplísimo rango.
ADVERTENCIA ALX LECTXR: Esto es un anticipo de lo que vendrá.
por Oscar Cuervo
La hermana de Nietzsche, Therese Elisabeth Alexandra Förster-Nietzsche (10 de julio de 1846 – 8 de noviembre de 1935), es la administradora de su legado ya desde el momento en que él enloquece, a principios de 1889, durante la década en que él sobrevive a su colapso (él muere en 1900) y hasta la muerte de ella. Al regresar de su fracasada incursión germanófila en tierras paraguayas, Elisabeth crea y dirige los Archivos Nietzsche en Weimar, que contienen una profusa cantidad de fragmentos póstumos y de cartas que ella se encargó de salvar del fuego, en algún momento en que él quería quemarlos. También a Elizabeth se le ocurre montar una escena bizarra con la instalación de su hermano, ya colapsado, en una habitación por la que desfilan notorios miembros de la aristocracia europea, para asistir al espectáculo del tipo hierático y absorto en su niebla mental.
El escritor Karl Böttcher describe su vista de diciembre de 1897 a la exposición a la que Elizabeth sometía a Nietzsche: "Al entrar en la amplia habitación, iluminada desde dos lados, la encuentro vacía. Pero no, allí en el rincón, en el sofá detrás mismo de la mesa, reposa en bata una figura algo encogida... Hundido, con los ojos apretados un tanto enfermizamente, pálido, reposando la mano sobre el pecho. La conversación con la hermana continúa en tono de susurro... Volvemos a la biblioteca... Tras algún tiempo entro otra vez en la sala de estar del enfermo. Ahora ha salido ya de su dulce sueño y está acurrucado en su silla junto a la ventana. La ancha espalda inclinada sobre un libro gordo en el que aparentemente lee, aunque lo sostiene en sus manos al revés... De vez en cuando balbucea algunas palabras como en un monólogo. 'En esta casa vivían muchas buenas personas' y más tarde 'He escrito muchas cosas bonitas'... Le dan un trocito de pan, que al parecer le gusta. 'Este es un hermoso libro' dice con seriedad. (Citado por Kurt Paul Janz en Friedrich Nietzsche. 4. Los años del hundimiento. 1889/ 1900, Alianza, p. 166).
Con una selección oportunista de los póstumos ella edita, ya muerto el hermano, las primeras ediciones de La voluntad de poder (1901 y 1906). Casada con el fanático antisemita Bernhard Förster, Elisabeth habilitará ese legado a los doctrinarios del nazismo, como Alfred Rosenberg, Alfred Bäumler y Ernst Krieck. Para construir un Nietzsche que respalde la doctrina nazi, deberá ocultar los fragmentos en los que él se refiere a la estupidez de los alemanes, se reivindica como descendiente de la nobleza polaca -filiación inventada o alucinada- o expresa su repulsión a los antisemitas.
Porque Nietzsche odiaba a los antisemitas, si bien a su manera peculiar:
"Envidia, resentimiento, rabia impotente como motivo director del instinto: la pretensión de los 'elegidos'; la perfecta mendacidad moral frente a sí mismo; esto es lo que tienen en la boca constantemente la virtud y las grandes palabras. E indiquemos como señal típica que ellos ni siquiera notan el hecho de que son semejantes hasta confundirse con lo detestado. Un antisemita es un envidioso, es decir, el judío más estúpido". (Obras completas en 15 volúmenes, edición a cargo de Colli y Montinari, vol 13, 81).
A los nazis les serán muy útiles algunos fragmentos inéditos conservados por su hermana, como este: "Se trata de ganar aquella enorme energía de la grandeza, a fin de que, mediante el cultivo de la especie -y, por otra parte, de la destrucción de millones de malogrados- se configure el hombre futuro, y no perezcamos por el sufrimiento que producimos, un sufrimiento de tal tamaño como no lo hubo con anterioridad".
Entre el enorme volumen de textos inéditos que hoy se consideran una parte fundamental de su filosofía hay esbozos extraordinarios, minados de ideas con las que Nietzsche hizo estallar la filosofía de los siglos xx y xxi, como si el tipo de los bigotazos y el ceño fruncido no hubiera cesado de escribir hasta hoy. Esta vida después de la muerte se la debemos agradecer a la abyecta Elizabeth: sin ella no tendríamos no solo al ilustre precursor del nazismo sino tampoco el insumo que alimenta la indetenida proliferación de comentarios, ahora que la filosofía ya no se sabe si sirve para otra cosa más que para sacar libros y papers. Los que ponen a Elizabeth como la mala de la película son un poco desagradecidos: ella les guardó la materia prima para manufacturar sus valores agregados. La voluntad de poder, volumen con variadas ediciones póstumas, no es, como se dice con rencor, un libro meramente apócrifo: ella eligió, omitió y decidió una arquitectura entre las varias posibles con las que su hermano se debatía indeciso antes del ataque en Turín de 1889. Decir que es apócrifo habilita a sugerir engañosamente que Nietzsche no escribió esos textos.
Lo que ella hizo es una compilación de fragmentos elegidos entre cientos de cuadernos, igual que las sucesivas ediciones de póstumos que se siguen publicando, solo que más sesgada y mucho más incompleta. Si se recusa la edición que Elizabeth hizo hace más de un siglo de La voluntad de poder porque no es un libro que Friedrich haya terminado y decidido publicar, lo mismo deberíamos hacer con todas las ediciones posteriores de inéditos, incluso con los tomos de las exhaustivas "obras completas" que hoy se citan con aire de autoridad. ¡Tampoco son libros de Nietzsche! Con idéntico criterio, la Metafísica de Aristóteles sería un libro apócrifo, así como también casi toda la obra de Kafka y el Museo de la novela de la Eterna de Macedonio, editado por su hijo tras sesiones espiritistas. De Wittgenstein, solo el Tractatus no sería apócrifo. Y de los presocráticos no quedaría nada. Menos todavía de todas las doctrinas atribuidas a Sócrates, de cuyos libros se conoce a un solo lector.
Elizabeth era odiada y amada por Nietzsche y solo en los meses finales, cuando él estaba muy mal con todo y con todos, también consigo mismo, se decidió a romper definitivamente con ella: él ya había publicado toda su bibliografía oficial (es decir: los que decidió editar como libros). El resto lo conocemos por ella, por repugnante que nos resulten los manejos que hizo de su hermano cuando lo tomó a su cargo sin que él pudiera decidir ya nada. Como todo en el universo nietzsheano, Elizabeth tiene un perfume ambivalente, entre exquisito y putrefacto.
Los discos del año 2017 (última parte): este domingo a las 12 de la noche en La otra, Radio Gráfica, FM 89,3
Este domingo en La otra (Radio Gráfica, FM 89,3; online acá o acá) cerramos el ciclo por el que durante todo enero estuvimos revisando lo mejor de las ediciones musicales del año anterior. En programas anteriores pasaron varios de nuestros columnistas, que abarcan campos musicales diferentes, y esta semana viene Cristian Bonomo, un músico y melómano con un rango de intereses amplísimo, admirador de Claudio Monteverdi (de cuyo nacimiento en 2017 se cumplió el 450° aniversario) y Björk (que presentó Utopia, su disco más reciente). Bonomo en su listado abarcó desde Random, el nuevo disco de Charly hasta DAMN de Kendrick Lammar (la lista completa la pueden consultar acá).
Dos anticipos de lo que el domingo trae Cristian, cuya elección explicará con pasión y solvencia: un soneto de Petrarca musicalizado por Monteverdi, incluido en el disco Monteverdi: Night. Stories of Lovers and Warriors:
A la hora en la que el cielo y la tierra y el viento enmudecen,
y las fieras y los pájaros descansan atrapados por el sueño,
el carro estrellado de la noche empieza a girar
y en su lecho el mar sin olas reposa,
yo miro, pienso, sufro, lloro y aquel ser que siempre
está frente a mí es también la causa de mi dulce pena.
Guerra es mi estado, de ira y de duelo llena,
y sólo pensando en ella consigo un poco de paz.
Así, de una sola fuente clara y viva,
surgen la dulzura y la amargura que son el alimento mío.
Es la misma mano la que me cura y me hiere.
Y como mi sufrimiento no llega a su fin,
mil veces por día muero y mil veces nazco,
tan grande es la distancia que me aleja de mi salvación.
En la otra punta, Bonomo también eligió entre sus discos preferidos de 2017 a Drunk de Thundercat:
La rueda que mueve al mundo
va a girar y girar
la rueda que mueve al mundo
va a girar y girar
dinero, sangre, humo,
eso la hace girar
dinero, sangre, humo,
eso la hace girar
la rueda alimenta
a unos pocos
para nosotros no hay
más que palizas o entretenimientos
para poder aguantar
vamos a trabajar y después a comprar
y a hacer la rueda girar y girar y girar.
Pobre
pobrecita la madre tierra
sí, pobre
pobre vieja madre tierra
pudrimos los mares,
pudrimos los ríos
pudrimos las aguas
que beben los niños
los niños que quieren crecer
para comprar y vender
los niños que quieren crecer
para comprar y vender
para vender y comprar,
para usar y tirar
y hacer la rueda girar y girar.
Y aunque el cielo se vuelva oscuro
va a girar y girar
aunque los chicos se mueran en tu puerta
va a girar y girar
aunque tu abuela junte cartones
va a girar y girar
la rueda que mueve al mundo
va a girar y girar
la rueda que mueve al mundo
va a girar y girar.
Este análisis, que demuestra que la denominada "política de metas de inflación" tiene por verdadero objetivo imponer desde el gobierno un tope a las paritarias para intentar bajar la inflación mediante la caída del salario real, fue elaborado en base a datos provistos por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda
PODER ADQUISITIVO DE LOS SALARIOS DE CARA A LA DISCUSIÓN PARITARIA DEL AÑO 2018
En los últimos días volvió a la agenda económica el debate sobre el poder adquisitivo de los salarios, a partir de la modificacón abrupta de las metas oficiales de inflación.
Con esta modificación, el gobierno busca contener las demandas salariales, para evitar la traslación de los aumentos paritarios a los otros precios de la economía (inflación de costos).
En ese marco, pretende imponer un esquema de “metas de paritarias”, para minimizar los desvíos alcistas por sobre el 15%. En un escenario donde pocos analistas alinean sus expectativas en torno a la meta oficial, el techo de las paritarias implica nuevamente una baja en el salario real.
Cuando se examina este fenómeno a la luz de los dos años previos, se tienen dos casos distinguibles: 2016 tuvo una inflación que superó el ajuste de los convenios colectivos en la casi totalidad de los casos. En cambio, en 2017 un importante número de gremios logró incluir una cláusula gatillo que pudo compensar parcialmente los desvíos. El esquema que funcionó como muro de contención, pero el gobierno no quiere convalidarlo en el corriente período.
Basándose en los datos oficiales publicados por el Indec, el Instituto de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires y el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social se infiere que el proceso de desinflación en los últimos dos años no logra consolidarse. Cuando se computa el promedio de inflaciones anuales de los años 2015 a 2017, se ve que en 2017 la inflación todavía estuvo 1,3 % sobre la de 2015. El último número anual del IPC Caba supera el de noviembre del año 2015.
Las expectativas de los analistas ortodoxos para 2018 se ubican en un 17,4%. Esta es una visión conservadora, que no incluye la modificación de las metas inflacionarias ni mucho menos la escalada del dolar y su incidencia sobre los precios de la canasta básica. Con todo eso, estas predicciones conservadoras postulan 2,4 % por sobre el objetivo declarado del gabinete económico.
Este desvío no es inesperado y está subestimado. En 2017, las expectativas de este mismo relevamiento oficial nunca convergieron hacia el número de inflación final. Empezaron el año 10 % por debajo y lo terminaron 1,3 % menos que el 24,8% finalmente verificado.
La sistemática subestimación oficial del problema inflacionario constituye el intento oficial de ponerles a las paritarias un tope por debajo de la inflación real, lo que provoca una caída en el poder adquisitivo de los salarios reales de la mayoría de los gremios.
Entre los principales gremios, se registra un deterioro del salario real del 8,5% en los gremio del transporte, 8,2% en el promedio de las paritarias docentes, 7,8% en petroleros y 7,1% en estatales.
Incorporando la estimación oficial para 2018, en comparación a la inflación (conservadora) proyectada por el mercado, se tienen resultados todavía peores. Si se verifican las estimaciones mencionadas, la caída en el salario real acumulada hasta 2018 alcanzará los dos dígitos para el transporte (-10,4%) y docentes (-10%), mientras quedará un poco por debajo del 10% para petroleros (-9,7%), estatales (-9%) y la UATRE (-8,3%).
Si se cierran convenios colectivos en el sector privado en torno a la hipótesis oficial del 15% y la inflación del 2018 se acerca a las estimaciones de mercado del 17,4% (a esta altura muy optimistas y poco probables ante la devaluación en curso), entonces la caída promedio de poder adquisitivo de los trabajadores alcanzaría el 7,6% en el acumulado de los últimos tres años.
En nuestro país se verifica una sistemática inflación de costos derivada de la puja por el poder adquisitivo. Cada incremento nominal de salarios es seguido de remarcaciones de precios, lo que genera una constante inercia inflacionaria. No es un fenómeno novedoso, sino persistente en nuestra historia económica. Su falta de comprensión y la ausencia de un tratamiento integral que ataque a sus causas estructurales recurre a soluciones simplistas que sólo atacan una de las causas del proceso. El ejemplo más típicoo son los análisis ortodoxos que asocian la inflación a un desequilibrio entre la oferta y la demanda de dinero, como producto de "una emisión irresponsable". Esta simplificación postula una automaticidad determinista para los fenómenos económicos, desconociendo las especificidades de mercado que distinguen a una economía de otra. Son esquemas abstractos y descontextualizados. Por otro lado, esta teoría monetarista está refutada por la experiencia. El contexto actual de una retracción monetaria sostenida que convive con una inflación alta es la mejores evidencias del fracaso de estas teorías unicausales.
La persistencia de la inflación trasmite tensiones sobre la distribución del ingreso, en el marco de un mercado laboral que no termina de recuperarse de la crisis de 2016. En este contexto, las paritarias deberían cumplir un rol decisivo en el sostenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores de ingresos fijos. La tendencia general de las negociaciones colectivas de salarios también tiene una influencia muy alta sobre los demás precios de la economía, incluso el del trabajo no registrado. La política oficial que induce a pactar salarios inferiores a la inflación produce la retracción general del poder adquisitivo y, por ende, del consumo.
Por estos días es generalizado el consenso de que el cumplimiento de la meta corregida es altamente improbable. Los aumentos de los servicios regulados, después del desfasaje de las correcciones interrumpidas por motivos electorales en el segundo semestre pasado, presiona sobre el nivel general de precios. Con la acumulación de dos años consecutivos de graves desvíos en relación a los objetivos oficiales, la credibilidad del esquema de las metas de inflación es cada vez menor.
La importancia de las expectativas es central para un desarrollo justo de las negociaciones colectivas. La medición de las expectativas en nuestro país siempre está expuesta a sospechas sobre los reales intereses de esos actores que forman esas expectativas. La mayoría de los “especialistas técnicos”
formadores de opinión no dejan de estar siempre influidos por sus visiones ideológicas y por los intereses de clase que representan. Actualmente, la única medición sistemática y oficial de expectativas está dada por el Relevamiento de Expectativas de Inflación que hace el Banco Central de la República Argentina. Más allá de las críticas metodológicas que se pueden formular sobre la naturaleza de las variables relavadas, llama la atención el evidente sesgo de los sellos económicos consultados en esta encuesta mensual.
El sesgo de las mediciones de expectativas conduce a desvíos que influyen sobre las paritarias, promoviendo la baja del salario real. La cláusula gatillo implementada en determinados convenios colectivos durante 2017 fue una solución parcial. Si bien permitió activar recomposiciones, dado que la inflación superó determinado umbral, sin embargo este acompañamiento siempre corre por detrás del alza del costo de vida (en algunos casos casi un semestre) y esto implica que en el “punta a punta” el deterioro salarial supera el número de la inflación anual. Además, en algunos casos la definición sobre las condiciones que gatillarían el ajuste planteó condiciones amañadas, que derivó en conflictos la mayoría de las veces resueltos en contra de los trabajadores. Ahora que el gobierno pretende que no se aplique el ajuste imperfecto de la cláusula gatillo, los mecanismos de fijación de expectativas cobran aún más relevancia.
Contención salarial como política antiinflacionaria
En recientes declaraciones, el Ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, dijo que “en las paritarias se debe tener en cuenta el objetivo de bajar la inflación”. En esta frase se resuma de la manera más clara el objetivo del gabinete económico en los últimos dos años: el esquema de “metas de paritarias” es el principal arma para contener el proceso de puja distributiva y
tratar de reducir la inflación.
Aún con la cláusula gatillo en 2017, el acumulado de los últimos dos años muestra un empeoramiento general en los diferentes agrupamientos gremiales. Sacando contadas excepciones, se verifica un aumento salarial anual menor al avance del nivel general de precios entre 2016 y 2017.
Como se ve en este cuadro, los principales gremios perdieron poder adquisitivo durante los dos años de este gobierno. Una amplia dispersión entre los diferentes sectores de actividad hace que logren negociar las mejores paritarias los gremios con mayor poder de negociación o cuya actividad se beneficia por una coyuntura positiva. Por ejemplo, el sindicato de los Aceiteros es el único de los relevados por el Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV que logró mejorar su situación salarial en el bienio 2016-2017, a partir de una suba real (neta de inflación) del 3,2%. En el otro extremo, los trabajadores del transporte integran el sector que más perdió en el último bienio (-8,5%). Con una postura dialoguista frente al macrismo, el gremio que encuadra a los colectiveros obtuvo pésimos resultados en las dos últimas rondas paritarias. El caso de los docentes es particular ya que, clausurada desde el año pasado la paritaria nacional, el número consolidado se compone de un promedio de las diferentes jurisdicciones provinciales. Existe una alta heterogeneidad en las provincias donde la capacidad negociadora de los gremios es baja frente a la patronal estatal. El acumulado de deterioro medio de los docentes fue de 8,2%.
Buenos Aires, 24 de enero de 2018.- La Asamblea de Trabajadores del Canal de la Ciudad convoca a los medios a una conferencia de prensa mañana - jueves 25 de enero a las 11 hs. - para informar sobre la grave situación del canal público de la Ciudad de Buenos Aires.
Este mes, 24 trabajadores y trabajadoras del Canal de la Ciudad fueron despedidos sin preaviso, sin causa y sin indemnización. Entre ellos, se encuentran Mariana Giordano, la Delegada de ATE Capital, y miembros de la asamblea, lo que representa una clara señal de persecución gremial.
Desde entonces, el Canal de la Ciudad lleva 9 días de inactividad y quienes aún conservan su empleo no pueden ingresar a su lugar de trabajo por decisión patronal.
¿Por qué hablamos de persecución gremial?
A comienzos de enero, cinco compañeros fueron despedidos y los trabajadores y las trabajadoras del canal realizaron una asamblea en el estudio del canal para reclamar por los puestos de trabajo perdidos, así como respuestas por parte del Director del Canal, Eduardo Cura. El Sr. Cura nunca se presentó a pesar de los recurrentes pedidos. Una semana después y debido a dicha asamblea, 19 personas más fueron despedidas. Desde entones, el canal tiene sus puertas cerradas, está rodeado de seguridad, y no dejan ingresar a ningún trabajador. Además del miedo a perder el empleo hay amenazas de que se produzcan más despidos por parte del director del Canal, Eduardo Cura, y de su mujer, Patricia Rey, a cargo del Departamento de Recursos Humanos.
Los trabajadores y trabajadoras del Canal de la ciudad exigen la reincorporación de los 24 despedidos.
JUNTA INTERNA ATE CAPITAL - DELEGADOS CANAL DE LA CIUDAD
Los discos 2017 - La otra.-radio para escuchar acá
Las listas de los mejores discos de fin de año, las listas en general, existe una manía en algunos de nosotros de hacerlas. A medida que pasan los años, cada vez hay más blogs y páginas digitales, por ende cada vez hay más listas. No sé muy bien hasta qué punto sirven: depende de la autoridad que uno le confiere al medio en el que se publican. Otros usos más pragmáticos: son ayuda-memoria, a veces uno recuerda lo que pasó ese año a partir de la música que estaba escuchando. Ese recurso me resulta lindo, la forma en que la música señaliza nuestra experiencia. Y otra cosa interesante es que uno lee listas de otros y entre unos discos que ya conoce descubre otros que no había escuchado. Este año me pasó con un disco que eligió César Colman, The Ooz, de King Krule. No tenía idea de la existencia ni del disco ni del músico. La ventaja de editar un blog como este o de hacer el programa de radio: uno siempre aprende de sus colaboradores, llega con la vista y el oído más allá de tus horizontes habituales.
El domingo pasado vino César Colman a respaldar su lista de discos preferidos de 2017, sin duda muy buenos. Colman tiene cierta predilección por el rock clásico, lo que hace que haya prestado atención al último de Deep Purple, que puede que sea el último definitivamente. Y suena muy bien.
Y ambos compartimos nuestra debilidad por Robert Plant y su medio siglo de carrera en un nivel muy alto de calidad, fiel a sus intuiciones iniciales y astuto para no transformarlas en un clisé fácilmente vendible. Varios de los integrantes de La otra disfrutamos mucho del Plant solista y no queremos que ceda a la tentación de reunir a una de las más grandes bandas de la historia, por la que todo el mundo lo conoce. Su carrera solista es de mucho más bajo perfil pero no cede en calidad, algo que quizá no sería posible de lograr ante el deber de mantener las expectativas que todos depositan en Zeppelin. ¡Robert, no cedas!
Otro hallazgo de la lista de Colman es To the bone, el nuevo disco de Steven Wilson, ex Porcupine Tree, que simplificó su arquitectura sonora y desconcertando a los fundamentalistas del rock progresivo con un disco de potente elegancia.
Esto es una invitación para escucharlo clickeandoacá.
La otra.-radio, el programa de anoche, con la segunda parte de la entrevista a Roque Di Pietro, autor de Esta noche toca Charly, para escucharacá
La entrevista que hace poco le hicimos a Roque Di Pietro, autor del magníficolibro Esta noche toca Charly, nos dejó mucha tela para cortar. El 11 de diciembre pasamos la primera parte de la conversación (escuchar acá), anoche pasamos la segunda parte (acá). Y todavía tenemos material para una tercera parte, que vamos a pasar en los próximos programas: la charla fue extensa y jugosa y el libro que escribió lo amerita. Tres pasajes de esa conversación resumen el núcleo que da sentido a esta pesquisa a lo largo de la extensa e intensa presencia de Charly.
- El cuerpo de García también es un objeto muy relevante para la cultura de este país- dice Di Pietro-. Por la manera como lo puso, lo intervino y lo exhibe. Aún hoy lo exhibe sin pudor. Todo el mundo dice: "Eh... Charly no puede caminar...". Bueno, es verdad, pero no está haciendo otra cosa que lo que hizo toda su vida. Exhibirse de una manera brutal y exponerse al asombro de los tipos, de todos nosotros. ¿Quién no se asombró? "Loco, le faltan los dientes a Charly...". Los dedos. Los dedos como martillos. Cuando le pegan una piña en la Trastienda, los tipos de seguridad del propio lugar donde iba a tocar, y al otro día le da una nota a Majul. Te interpela de un modo como ningún otro.
- Yo pensaba que Charly García inventó la cultura de este país. Lo digo yo, que tengo limitaciones en mi formación, pero para un tipo como yo Chalry inventó el ser nacional. Su obra inventa una manera de ver a este país. Incluso la música de Charly es música folklórica, pero no por el tiempo transcurrido, desde su nacimiento. ¿Viste lo que decía Billy Bond del tango? Para mí es así: "Canción para mi muerte", un tango. E "Inconsciente colectivo" es una deconstrucción de una baguala, con un ritmo que parece una zamba, tocado por una máquina. Un ritmo absolutamente simple además. Un bombo, las congas, las palmas, pero combinado de una manera tan genial... Para mí el pulso de la máquina de ritmo Roland TR-808 en "Inconsciente colectivo" es como el Himno Nacional. Para un tipo como yo ponés a sonar eso, y nada más que eso, y, loco, viva la Patria. Es el latido del corazón de este país.
CHARLY Y LA CLASE MEDIA
(Aún sin emitir)
- Pregunta: En el epílogo vos decís algo interesante: Yo soy de clase media, con todos los clisés y uno de ellos es Charly García, decís. Charly es un artista popular. ¿Vos creés que él atraviesa todas las clases argentinas?
- Mirá -dice Di Pietro-. Es volver a "Para quién canto yo entonces". Yo creo que es popular porque lo conoce todo el mundo, literalmente. Mi tía lo conoce, que no tiene un puto disco de Charly, lo conoce, y creo que no tiene un puto disco de nada quizás. Una persona de 80 años sabe quién es. Porque lo veía tirándose del noveno piso de un hotel, lo veía tirándole una maceta al reportero de Nuevediario, o se enteró en 83 de que se bajó los pantalones dos días antes de la asunción de Alfonsín. Ahora, yo creo que la gente que lo escucha y lo tiene incorporado en su ADN emocional es la clase media.
- Qu a su vez no es poco, porque la clase media argentina...
Los muertos siempre los ponemos nosotros, palabras de Raúl Zaffaroni en una entrevista a Radio Caput.
Me impactó esta frase, como siempre (he leído algunos libros de este genio). Me remite a nuestra historia reciente.
En las crisis profundas que hemos vivido siempre, pero siempre, los muertos son del campo popular.
¡Qué triste! No sólo en Argentina sino también en nuestra América, ha sido muy costoso encontrar el camino hacia la equidad, hacia esa justicia que se nos niega a los que luchamos por patrias justas y soberanas.
Pero qué esperanzador es pensar que, a pesar de los muertos, los mártires, los confinados, nos hemos levantado e intentamos siempre, enjugando lágrimas y pesares, alzar la bandera del compañero caído, llevándola orgullosos, con la seguridad de que no estamos solos.
Cuánto camino sufrido. Cuánto nos queda por recorrer para llevar a todos nuestros hermanos paz, pan y trabajo.
Tenemos en esta etapa que transitamos que tener la mente despierta, el ánimo estable, las energías excelsas y el corazón que hierva.
Necesitamos la lucidez de nuestros mayores, que nos marcaron el camino, cada quien tome al que más lo motive, y en esas reflexiones reescribir nuestro presente.
Ya tendremos tiempo para honrar a nuestros muertos, que son demasiados. Ni uno más, hay que impedirlo por difícil que sea (a veces creo que es imposible). Que no se tenga que regar de sangre nuestra Patria.
La unidad del campo popular es más urgente de lo que pensamos, la cuerda se tensa cada día más, la provocación es cada día mayor.
Compañeros, compañeras, hermanos y hermanos en la fe en la dignidad de los hombres, mujeres y niños que la han perdido, con grandeza, coraje y valor juntemos nuestros corazones para que el daño sea el mínimo posible.
Robert Plant & otros, los mejores del año: domingo a las 12 de la noche en Radio Gráfica, FM 89,3, online acá o acá
Robert Plant encontró un modelo único de envejecer en el rock, quizá el mejor posible. Fue el frontman de una de las cinco bandas más grandes de la historia, hace cerca de medio siglo. No murió para dejar un cadáver hermoso. No vivió del eterno reciclaje de su lustro prodigioso, como hace su compañero de entonces Jimmy Page, consagrado a la remasterización perpetua de Zeppelin. Casi sigilosamente, Plant siguió cantando sin parar, con una voz que perdió algo de volumen y de agudos para ganar belleza y expresividad. Indiferente a las demandas del mainstream rock, ya demasiado main para permitir el riesgo y la exploración. Fue el sex symbol más icónico de un género basado en la exhuberancia sensual y supo desplazarse hacia una delicadeza que ya estaba presente en aquellos discos todavía insuperables de Zeppelin.
Podría haber estirado hasta el agobio el rendimiento del repertorio y las giras gigantescas en la era en la que esa banda habría sido amplificada como nunca antes, durante las décadas en las que el heavy perdió sutileza, matices y ganó histeria, velocidad y estridencia.
Robert Plant es un clásico pero no trabaja de clásico. En el siglo xxi conoce su segunda edad de oro. Ya no es una bomba sexy de voz perforante. Hoy es un viejo de arrugas y discos bellos. Su seguidilla de obras solistas de la última década lo muestra como un maestro para afirmar la antigua y siempre joven inspiración y el refinamiento como camino para la vigencia. Plant hoy no necesita de Zeppelin, lo que es decir demasiado para una escena que no cesa de reciclar sus highlights ya demasiado lejanos. Su disco Carry Fire es lo mejor de 2017, una proeza para quien fue parte de los mejores discos de la mejor época del rock.
En Carry Fire está la esencia Zeppelin sin sus clisés: el sabor insustituible del blues, la limpidez del folk, la busca de los aires orientales, el misterio y, sí, la sensualidad de una voz única, modelo de tantas otras que nunca se le aproximaron en ningún parámetro. El marco musical que se da elude la potencia anabólica que arruina la música industrial del presente: Plant está un poco más adelante. Carry Fire es ese disco que no se puede dejar de escuchar.
Mañana domingo en La otra.-radio vamos a escucharlo, como parte de los que César Colman, nuestro columnista especializado en rock clásico, eligió entre los mejores del año que terminó.
Lo que dice este documento es básicamente cierto. Lo podemos suscribir sin ninguna objeción. Se parece a lo que, por ejemplo, en este blog venimos publicando desde el verano de 2016. Lo reproducimos íntegro:
QUIÉN QUIERA OÍR QUE OIGA
DECLARACIÓN DE MAR DEL PLATA
El 10 de diciembre de 2015 asumió un nuevo gobierno, muchos Argentinos depositaron las esperanzas en un cambio positivo que viniera a corregir lo que estaba mal y a sostener lo que estaba bien. Que viniera a luchar enérgicamente contra la inflación que se come el sueldo de los trabajadores. Que viniera a pelear frontalmente contra la pobreza y que viniera a dotar a la República de más institucionalidad.
Creíamos y creemos en la necesidad de una Argentina de encuentro y diálogo institucionalizado, sustentable en el tiempo, en una mesa a la que se debe convocar a TODOS, tal cual lo reclama el Papa Francisco.
Un diálogo que nos debe resolver los enormes problemas de los argentinos, con un norte claro puesto en la PRODUCCIÓN, EL TRABAJO, EL EMPLEO Y LA EDUCACIÓN, pero en el que no pueden ni deben estar ausentes las distintas realidades de nuestra Patria.
Lamntablemente nos encontramos desde un principio con un gobierno de CEO'S directores, accionistas, dueños de empresas nacionales y multinacionales que en una clara afrenta a la ley de ética pública asumían sus cargos con total desparpajo conservando acciones e injerencias en sus empresas y beneficiando claramente de manera ostensible sus propios intereses.
Y como para la construcción de un relato desde un lugar confortable, se necesita un enemigo, todo aquello que se opusiera era el pasado, era el peronismo, eran los sindicatos, mezclando en la comunicación situaciones de funcionarios, sindicalistas y algunos (por cierto, pocos) empresarios investigados por corrupción.
El diálogo paso a ser un monólogo, mesas a las que sentados todos, nadie se iba con obligaciones (salvo por supuesto los trabajadores).
Proyectos que se planteaban en determinados términos y que luego aparecían escritos con la innegable pluma de los asesores empresariales, contradiciendo los acuerdos alcanzados.
Hoy entrando en su tercer año de mandato nada de lo que se prometió se ha cumplido, por el contrario:
Es imposible suponer que se va a eliminar la pobreza o tan sólo bajarla si se sigue sosteniendo un trazado económico contrario al interés Nacional. Es imposible suponer que las inversiones se van a realizar en sectores productivos que generan mano de obra si siguen fomentando la timba financiera con intereses y emisiones de deuda que generan ganancias especulativas siderales .
Es imposible pensar una mejor institucionalidad y calidad democrática, mientras se sancionen leyes como la reforma previsional y tributaria que siguen favoreciendo a los sectores concentrados de la economía y castigan a los más amplios sectores alcanzados por la seguridad social, tal el caso de los compañeros jubilados y pensionados a quienes se les ha disminuido el ingreso.
No es posible creer que se busca transparentar la defensa de los trabajadores cuando se alienta la desafiliación sindical desde el propio estado, incurriendo en una práctica desleal. Tampoco es posible creer que anulando por decreto la paritaria docente se busca un mayor equilibrio entre los actores.
Es imposible suponer que haciendo denuncias mediáticas, judiciales, tributarias y a través de un aparato comunicacional afín con amenazas de auditorías, etc. se logra una mayor eficacia en la defensa de los derechos de los trabajadores.
En todo caso este tipo de estrategia gubernamental sólo busca la deslegitimación de las organizaciones sindicales ante la sociedad para avanzar con rapidez sobre el salario y las condiciones de trabajo.
Lo único que ha hecho el gobierno en estos más de dos años ha sido:
a) Hacer perder el poder adquisitivo de jubilaciones y salarios.
b) Condonar y blanquear las deudas de los evasores.
c) Rebajar el sueldo de jubilados, pensionados y programas sociales.
d) Llenar las góndolas argentinas con productos extranjeros que conspiran contra el trabajo de los argentinos.
e) Endeudar el país de manera inaudita.
f) Hacer más ricos a los ricos y mas pobres a los pobres.
POR ELLO DECIDIMOS
1.- Repudiar enérgicamente los recortes a los jubilados y reclamar la derogación de la ley sancionada en la materia y poner a disposición de nuestros compañeros nuestros servicios de asesoramiento jurídico gratuito para iniciar acciones judiciales y todas las medidas pertinentes.
2.- Exigir negociaciones paritarias libres y sin topes.
3.- Habida cuenta que el Poder Ejecutivo impulsó la reforma laboral en un contexto donde la verdadera intención era la reforma Previsional que conlleva la rebaja del ingreso de los sectores más desprotegidos de la sociedad, decidimos no acompañar el proyecto de reforma laboral presentado en el Senado por el Poder Ejecutivo.
4.- Rechazar el DNU 27-18 particularmente en lo atinente a los temas laborales (inembargabilidad del sueldo, tal como rezan las resoluciones de la OIT), prohibición de disposición de los fondos del ANSES para la timba financiera, desfinanciamiento del sistema de Seguridad Social), por ser notoriamente inconstitucional .
5.- Apoyar y acompañar activamente a las organizaciones que se declaren en conflicto en razón de estos fundamentos expresados en el presente documento.
6.- Convocar a técnicos, asesores y a todos los compañeros para elaborar un programa básico de coincidencias, respecto al destino y modelo de País.
7.- Requerimos a los legisladores que no acompañen con su voto la sanción de leyes que vulneran y cercenan derechos de los trabajadores y los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El presente documento es dado en la ciudad de Mar del Plata (Pcia. de Buenos Aires) a los 18 dias del mes de enero de 2018 para ser presentado ante las autoridades de la C.G.T.
Algunos medios titulan la noticia como una "dura declaración de la CGT", pero todavía no se trata de eso. Las preguntas inmediatas son: ¿por qué ahora, si todo esto se sabe desde hace rato? ¿Por qué no se pronunciaron, por ejemplo, antes de las elecciones, cuando se podría haber evitado el triunfo oficialista que hoy posibilita esta ofensiva antiobrera? La respuesta pragmática dice: nunca es tarde.
El documento es el resultado de una reunión en Mar del Plata en la que participaron dos de los triunviros que hoy conducen la CGT, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, que representan la continuidad de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo respectivamente en la actual conducción. No estuvo Héctor Daer, el tercer triunviro.
El documento fue redactado por Schmid y el secretario de los Bancarios, Sergio Palazzo, líder también de la Corriente Federal; es decir, dos de los sindicalistas de formación política más sólida entre los sectores reunidos, independientemente de sus diversos posicionamientos políticos en los últimos años.
En la mesa desde donde los líderes sindicales se pronunciaron estaba presente también el ferroviario Omar Maturano. El y Palazzo son los dos nombres que este sector del sindicalismo promueve como candidatos a una conducción unificada de la CGT. No estuvieron los llamados "gordos" de los grandes gremios de servicios, los autodenominados "independientes", en realidad oficialistas de todos los gobiernos, los sindicatos de la industria como SMATA y UOM, ni los colectiveros de la UTA, decisivos a la hora de convocar a un paro general. Es decir, la reunión muestra objetivamente una versión fortalecida de las alianzas que ya se expresaron en los últimos meses, como en la marcha del 29 de noviembre pasado, o en el extraño paro general convocado el mediodía del 18 de diciembre, en oposición a la llamada "reforma previsional".
Al final del documento se dice que será presentado a las autoridades de la CGT. ¿Se trata de un salto cualitativo de los sectores sindicales contra el gobierno o de una consolidación de un polo opositor en la interna cegetista? ¿Esta vez sí se puede confiar en la decisión del moyanismo y el barrionuevismo, que desde el multitudinario acto del 29 de abril de 2016 vienen amagando con oponerse, para terminar reculando? ¿Aprietan para negociar? ¿Se decidieron realmente a llevar a la acción las intenciones que declaran en el documento con mucha precisión? ¿Algunos de los presentes ayer puede volver a cruzar la línea hacia el oficialismo, si sus intereses personales vuelven a encontrar eco en el gobierno? ¿O el paso que ayer dieron no tiene retorno y significa el lanzamiento de una CGT realmente opositora, que se pliegue a lo que desde hace mucho tiempo vienen sosteniendo las dos CTA? Es difícil decidirse categóricamente por alguna de estas posiciones.
Se sabe que las CGT Regionales están en su mayoría de acuerdo con estos términos. Y también que un sector muy importante de la burocracia sindical no muestra ninguna intencións de pasar a la oposición.
Gabriel Fernández, de La Señal Medios, expone una perspectiva optimista. Dice:
"La llegada de los gordos de la CGT al frente opositor denota que la profundidad del sendero oligárquico carece de retorno y ni siquiera permite pasos tácticos de contención hacia aquellos con intención negociadora. La Corriente Federal, el moyanismo y las dos CTA hace rato que tenían claro el panorama. Ahora, los que quisieron estirar las gestiones, observan que no hay nada, para nadie. El capital rentístico no reparte ni siquiera a sus cercanías sociales. Absorbe y fuga, sin más. Como señaló hace algunos meses la CFT, si no cambia la política económica, el país va a la quiebra. El movimiento obrero, a diferencia de otras franjas irresolutas, se pone al hombro el conjunto de la economía nacional y señala el camino: aumento del poder adquisitivo, presencia activa estatal, protección industrial, carga impositiva a las grandes fortunas".
Pero lo cierto es que no todos los gordos -ni mucho menos- estuvieron ayer firmando el documento y es arriesgado afirmar que cuando se presente en el Consejo Directivo de la CGT este órgano lo apruebe. El periodista Mariano Martín, especializado en noticias gremiales de Ambito Financiero, se muestra más escéptico acerca de la unidad del "movimiento obrero" detrás de este diagnóstico y del virtual plan de lucha que de él se derivaría:
"Entre los sectores ausentes ayer, los de mayor vocación de diálogo con el Gobierno, afirmaban que el pronunciamiento no tendrá viabilidad en el Consejo Directivo de CGT. Basaban esa confianza en que ayer concurrió al hotel marplatense Presidente Perón, de los gastronómicos, un puñado poco representativo de los 37 miembros de la conducción. Incluso en esos espacios se mofaban de la vocación al parecer beligerante de los gremialistas por entender que corrían el riesgo de quedar asociados, con sus denuncias, a sindicalistas investigados o incluso encarcelados como Marcelo Balcedo" dice Martín.
En pocas semanas se verá si este es otro amague destinado a disolverse en la nada, si cristaliza la división entre una CGT oficialista y otra opositora o, en el mejor de los casos, si toda la CGT se pliega a esta posición. Se verá también cómo repercute este documento en otros sectores del peronismo vacilante y del opoficialismo encarnado hoy por los gobernadores pejotistas y el cenador Peceto.
(y un recuerdo sobre el mejor recital de la historia) Conversación con Roque Di Pietro, el autor del libro definitivo sobre Charly García. Domingo 12 de la noche. La otra, Radio Gráfica, FM 89,3, online acá o acá
Hay que decir que Esta noche toca Charly es el libro del año. Yo no soy crítico literario ni anduve leyendo 28 libros en 2017, pero no hace falta ser muy vivaracho para darse cuenta. El objeto que Roque Di Pietro pretende abarcar, y lo hace admirablemente, es la obra integral, lo cual incluye todas las actuaciones en vivo que hubieran quedado registradas o de las que se tenga alguna noticia, junto con observaciones muy atinadas y atentas de la faz compositiva y los accesibles discos del más importante artista argentino vivo. Son 600 páginas y es solo la primera parte, ya que transita por los recitales de Charly entre 1956 y 1993, desde que daba sus conciertos infantiles en un conservatorio de Caballito hasta su mutación Say No More. Lo que sigue aparecerá en un segundo volumen ahora en preparación.
Primero está el objeto en cuestión, Charly. ¿Hay algo que se pueda agregar a esta altura sobre él? Sí, y la mayor parte está en el libro, como los refinados análisis de las mutaciones que va operando el quía en su arquitectura musical, que reúne tantas condiciones decisivas juntas que es improbable que se vuelvan a concitar en otro artista en las próximas décadas, virtudes poéticas, melódicas, hallazgos armónicos, desbarajustes rítmicos, exploraciones tímbricas, inspiración, crudeza, verdad, violencia, ternura, en obras de cuatro o cinco o seis minutos, para disfrute de las masas. Charly lleva el rock argentino a un registro de pulsación de una sociedad enferma y destructora, indócil e invencible. No es un simple star del rock, es un junco de una ambición de poder inhumana, que ninguna miseria ha podido quebrar.
¿Es posible hacer un libro sobre su vida/obra -difícil diferenciar- que esté a su altura? No sé, pero lo que hizo Di Pietro se le aproxima.
Hay que decir que yo viví una parte de ese trayecto, me crucé con Charly accidentalmente al menos tres veces por la avenida Corrientes, es decir, no como fan, no como artista y admirador (nunca hablé con él), sino como dos habitantes. No hay mérito en esto, solo privilegio de la disposición del universo. Un sábado a la noche estuve en un cine de Corrientes y Callao que ya no existe, dos filas atrás de Charly, viendo una película de Brian De Palma, Magnífica Obsesión. Él estaba acompañado solo por el bajista de La Máquina, José Luis Fernández, y, a pesar de que ya había llenado varias veces el Luna, nadie se acercaba a molestarlo ni a pedirle autógrafos, Charly era un transeúnte más de la ciudad. Cuando terminó la película me arrimé disimuladamente unos metros atrás de mi ídolo, no iba a hablarle, no, solo quería escuchar qué comentaba sobre la película. Escuché que dijo, refiriéndose al protagonista: "el loco tiene un mambo super-mental".
Yo lo había visto por primera vez en vivo un domingo a la mañana y lo vi por última vez en el Teatro Colón y, entre medio de todo eso, lo vi una cantidad indeterminada de veces, no las conté, con La Máquina de Hacer Pájaros en en la Bola Loca y en Unidos de Pompeya, con Serú Girán en el Auditorio Kraft, el Bauen, el Premier, en Valentín Alsina, en Pinar de Rocha, lo vi a principios de este siglo en ese boliche chiquito llamado Say No More, que duró unos meses en Palermo, solo él en una mesa, acompañando con su teclado el Album Blanco entero. Lo vi en las presentaciones de la Hija de la la lágrima, dos noches, una memorable y otra deprimente. Lo vi el 17 de octubre de 2004 en el Quilmes Rock, en medio de un aguacero de gloria. Estuve en Obras cuando tocaron juntos Spinetta Jade y Serú, y cuando Charly estuvo solo en medio de un recital de Gilberto Gil. Y antes vi como casi nadie entendía la presentación de Serú Girán, vi al publico de Charly salir cantando de Obras "nos cagó, y Charly nos cagó", porque no entendían "Eiti-Leda" o "Seminare" y pedían "El blues del levante". Vi la presentación sorpresiva de unos temas de La Hija de la Lágrima en el hall del San Martín -"Charly Rubio"- y fui a ver la presentación de Say No More en la que la sorpresa fue que no tocó, porque la noche anterior tuvo un brote en medio del segundo tema, en el Opera. Y lo fui a ver casi todas esas otras veces en las que todos lo vieron. Hay una vez que para mí fue la mejor de todas, una noche que me dura hasta hoy, pero después la digo.
Así que puedo atestiguar una cosa: prácticamente todo lo que yo recuerdo del período que abarca el libro de Di Pietro figura ahí. Es un libro hecho de acordes, de porrazos, de variaciones de arreglos, de letras cambiadas, de acoples, de momentos celestiales, de broncas, de críticos de mierda, de buenas vibraciones y de mala onda. Es decir, tratándose de Charly y de un registro tan minucioso, es un libro hecho de un pedazo del temblor argentino, de momentos oscuros y explosión de luces. Que en el libro conste la mayoría de eso, casi todo lo que yo recuerdo y, por supuesto, lo que no llegué a ver porque sucedió en otras partes o en lugares en los que no estaba, es prueba suficiente de un par de cosas: uno, que no puede haber sido editado este año un libro mejor.
Dos, que Di Pietro se mandó un trabajo monumental, que solo puede explicarse no porque sea un historiador avezado y obsesivo, sino porque ama el arte de Charly. No hay otra manera de explicarlo.
Tres, que ese amor no basta: Di Pietro tuvo una idea genial, a saber: que a un artista como Charly no puede abarcárselo solamente por sus discos, que la intensidad de las noches en que toca Charly en tu ciudad, en lo que va hacer, en lo que va a decir, en lo que se le va a ocurrir sin que estuviera previsto y en lo que pueda ocurrirle, son imprescindibles para comprender a este artista. Los discos, algunos, muchos, geniales, son como fotos de una mutación permanente. Lo que hace Di Pietro es advertir que si no queda constancia de esa mutación continua hay algo que queda sin contar, no sobre la carrera de Charly, sino sobre la vida argentina o algo así.
El solo tiene una pobre antena que le trasmite lo que decir. Y eso no para de andar cuando un disco o como mierda se llame ahora el cosito donde se escucha música se apaga. Charly sigue encendido, Di Pietro advirtió lo que difusamente sabíamos y con eso hizo un libro.
No creo que se escriba otro mejor sobre Charly. tendría que ser una cosa que no cabe en mi imaginación: algo mejor que todas las noches en que tocó Charly... imposible. Eso me pone un poco triste: ya no saldrá sobre Charly otro libro mejor, a lo sumo la segunda parte de este, el período Say No More, un poco más truculento, más entrópico.
Por supuesto en el libro figura esa noche en la Charly estuvo mejor que nunca, el recital más caliente, más duro, más dramático, el más rockero y furioso que se haya dado en Argentina -"la gente se asusta porque nunca vio rock and roll en serio"-, el lunes 14 de octubre de 1985 a las 3 de la madrugada, en Velez, después de tres jornadas catastróficas: después de que el viernes una moneda le hiciera sangrar la cara a Miguel Abuelo, el mismo día en que tocó por única vez en Buenos Aires Nina Hagen, después de que por la lluvia del sábado la cancha se convirtiera en una ciénaga asquerosa, con miles de personas con en el barro hasta las rodillas, después de que la gente se descargara tirándole barro a los músicos que no eran de su agrado, como pasó cuando Miguel Mateos dijo "No nos tiren barro, que no somos ingleses", después de una olvidable actuación de INXS. El domingo a la tarde, antes de Soda Stéreo, tocó Sumo y Luca puteó porque "unos boluditos me tiran baro [sic] porque tienen una vida difícil", tengo su voz todavía en mi cabeza. Faltaba Charly, pero Sumo estuvo bárbaro y Soda estuvo bien. Y nosotros chapoteábamos el barro. Entonces a la noche se larga un vendaval, con granizo y todo. Se corta la luz en Velez, pánico y locura en Liniers. ¿Y ahora? Para la tormenta y sigue la llovizna, estamos hechos percha, en el mismo lodo. Con la luz de la cancha cortada, sin micrófono, con un impermeable, sube al escenario Charly y se las arregla para hacernos entender que nos quedemos tranqui, su figura espigada haciendo mímica en medio de una cancha oscura y sin sonido es lo único que nos puede tranquilizar, porque nadie se va. Charly nos ha pedido con señas que esperemos, que esto sigue. Cuando vuelve la luz hay que bancarse a un grupo gallego y otro brasileño que no terminan nunca. Y así llegamos al lunes a las 3 de la mañana cuando hace Charly el mejor recital que yo haya visto. Ahora ya no nos calma, hace falta que alguien lo calme a él. No importa la hora, el cansancio, el lunes, el granizo, el enchastre: esta noche toca Charly.
Terminó a las 4 y media de la mañana del lunes. Por supuesto que las 15 mil personas que se fueron de Liniers estupeactas ese día faltamos todos al trabajo. Creo que no debe haber habido en la historia argentina otro recital a esa hora. Lo que es seguro es que no hubo uno mejor a ninguna hora. Para mérito de Di Pietro hay que decir que todo eso está perfectamente contado a lo largo de 7 páginas. Para el asombro: Di Pietro no vio ese recital, porque recién empieza a ir a los recitales de Charly en el 86 u 87.
Hace poco junto a Maxi Diomedi conversamos con Roque sobre ese recital y sobre el libro, yo apenas empezaba a leerlo, así que nuestra conversación se basó más que nada en su insólita memoria de noches en las que en gran parte no estuvo, en todo lo que sabe Maxi y en mi memoria bastante intensa de las veces que sí estuve.
La primera parte de la entrevista salió al aire el 10 de diciembre pasado. Este domingo a las 12 de la noche en Radio Gráfica -online acá o acá- sale al aire la segunda parte, donde hablaremos entre otras cosas de esa noche increíbe y vamos a escuchar versiones rarísimas de los temas de Charly.