lunes, 3 de octubre de 2011

Buenos Aires Negro

Cuatro tejedores de canciones y un programa para guardar


por Oscar Cuervo

El programa de anoche fue enteramente dedicado a esos tejedores de canciones que son nuestros auténticos héroes. Una serie de conincidencias afortunadas o desafortunadas así lo quisieron:

- Está en Buenos Aires el catalán Albert Pla, que es el Diógenes de la canción y una figura emblemática para La otra; ya en el número 4 de nuestra revista le dedicamos una de las dos tapas; .en aquel momento, sin haberlo visto nunca en vivo, intentábamos definir su arte de esta manera: "se inscribe en la ilustre estirpe de la cançó catalana, pero también de esos cantautores de cualquier parte que se encargan de poner en versos el latido más íntimo de una ciudad: Jacques Brel, Lou Reed, Moris...". Ayer lo vimos tocar en Niceto (repite el viernes próximo) y volvió a cantarnos y encantarnos. Buenos Aires ya lo adoptó como uno de los suyos.

- La versión argentina de la revista Rolling Stone puso en tapa a Bob Dylan a propósito de su cumpleaños número 70; un equipo de dylanólogos eligieron para la ocasión las 70 mejores canciones que compuso (según sus criterios, que no coinciden demasiado con los nuestros); Dylan, el más grande tejedor de canciones del último siglo. Esta discrepancia con la RS fue un buen pretexto para hacer un programa con más canciones de Dylan, desde el primer disco hasta el último. En 2012 se cumplirán 50 años de la aparición de su primer Long Play. Será un buen pretexto para seguir haciendo programas especiales, notas de tapa en La otra (revista) y más post en este blog. Sin Bob no seríamos casi nada.

- La canción de Bob que no podía faltar es una que grabó para su disco Infidels, pero que dejó, inexplicablemente, afuera, para desesperación de su productor artístico, Mark Knoffler. Se llama Blind Willie McTell y permaneció inédita por varios años, hasta que Bob se decidió a incluirla en un disco recopilatorio. Inexplicablemente, porque es una joya exraordinaria, en la que rinde homenaje a una de las figuras legendarias de la música popular norteamericana, precisamente el ciego Willie McTell, quien con seguridad es un modelo para el propio Dylan, como se encarga de repetir obstinadamente a lo largo del tema: "y yo sé que nadie puede cantar los blues/ como Blind Willie McTell". Willie nació en Georgia, probablemente el 5 de mayo de 1898. Fue músico callejero en Atlanta, donde consiguió convertirse en el Rey. Grabó mucho entre 1927 y 1956, cuando desapareció de los lugares que solía frecuentar. En los 60 corrían rumores de que seguía tocando en lugares de reputación dudosa, pero en realidad había muerto en la miseria, en agosto de 1959, cuando fue brutalmente golpeado por unos malhechores, que se llevaron su guitarra. Nadie tocaba los blues como él.

- Pero el sábado ocurrió un hecho desgraciado, la muerte de Hugo Peche Estévez, líder de la agrupación Buenos Aires Negro, que ponía en tensión el tango con el rock, el blues, una lírica furiosa y un amor entrañable. Las circunstancias de la muerte son aún confusas, hay quien habla de asesinato. Maxi Diomedi lo conocía y admiraba mucho. Hace un tiempo relató así su primer encuentro:

"A Peche lo conocí un mediodía de la primavera del 2004. En ese entonces él vivía en el corazón del barrio de Once y me citó a su casa para hacer una nota. Llegué a las once y media. La casa era un quilombo, pero de esos quilombos amorosos: algo de ropa en los sillones, los CD desparramados, los pibes jugaban en la habitación un poco desordenada, la tele estaba prendida en el canal de los dibujitos y Peche estaba en la cocina… cocinando. Me dice: "si querés hacemos la nota rápido, la otra opción es que te quedes a comer los mostacholes que estoy haciendo y charlamos después de almorzar". Me quedé. Mientras tomaba un vino de parado, charlábamos y me hacía probar la salsa que estaba haciendo. Me decía que lo poco que había se compartía, en alusión a los fideos. Creo que fueron los fideos más ricos que comí en mi vida. Después del almuerzo (muy bien regado, porque si hay algo que a Peche siempre tiene a mano es algo rico para tomar) charlamos. Más tarde hicimos la nota. Fue una nota con el entrevistador y el entrevistado ya entrados en copas, por lo tanto fluyó. Hablamos de música (recuerdo que una de sus sentencias a lo Peche fue –refiriéndose al tango- “hoy lo pibes tocan el bandoneón como si tuviesen encima una máquina de escribir”), del peronismo (es un peronista de Perón) y de su trabajo como limpiavidrios (toda su vida laburó limpiando vidrios en Belgrano). Cuando terminó la nota, yo estaba sobre Rivadavia esperando el colectivo, a las tres de la tarde y no entendía nada. Estaba borracho, y no sabía si Peche Estevez era músico o superhéroe". (Para leer más, acá)

Peche se definió a sí mismo en una canción titulada El resentido:

Los pobres duran pocos años
no es como en Belgrano
que no se puede caminar
de tanto viejo que hay.
En Soldati nadie llega a anciano
si no te mata el sida o la bala policía
te lleva la jubilación.

Yo soy el resentido porque soy la historia prohibida.
Yo soy la historia prohibida que al periodismo lenguaraz
no le dejan contar porque no le da divisas
a quién maneja nuestra identidad.

El que comentan las vecinas y las señoras de buen hogar
sólo disparo la basura que recojo de tu sociedad.
Mi abuela siempre lo dijo nene: vos no sabés guardar.
Yo soy el resentido, soy la historia prohibida.

Yo no quiero ser “estón” ni bobito de salón
cuido que no me gane la falopa ni mis ganas de matar
y agradézcalo señora, me conformo con cantar.

Por ser la historia prohibida de mi origen nacional
de "mintieron en la escuela", de "miente la televisión"
no se llama democracia, vender la patria es traición.
Yo soy el resentido, soy la historia prohibida.

Hacen rap los negritos neoyorquinos
hacen blues los negritos un poquito más al sur
sueñan volver al África los negros rastas de Jamaica
y acá, monitos imitadores y clubsillos de fans
acá en el último sur, les abrieron una sucursal
y yo, que siempre fui de escupir el asado al patrón
les canto un tango y muevo mis pies como me dicta el corazón
y no la radio, ni una multinacional
ni la televisión, ni la puta madre que los parió
les canto un tango.

Porque soy el resentido, soy la historia prohibida.

Peche, Blind Willie McTell, Albert Pla y Bob Dylan podrán ser tipos muy distintos en varios aspectos, pero hay un hilo invisible que los une y que fuimos descubriendo un poco azarosamente en el programa de anoche  de La otra.-radio y que los lectores de este blog pueden descargar siguiendo este link: 

4 comentarios:

  1. Hermoso programa el de ayer. Perfecto para revivir esa noche de sábado totalmente mágica, como cualquier noche en compañía del Albert.
    Muchas grcias.

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  2. Qué buen programa hicieron! Lo recordaré para siempre como aquel lunes por la madrugada en que comencé a hacerme fanático de Bob Dylan. Hasta me da un poquito de culpa decirlo.. ¿por qué será que recién ahora puedo comprender esas hermosas canciones? :-/

    Espero que se vuelva costumbre esto de grabar los programas y subirlos.. yo se los agradezco mucho porque últimamente se me hace casi imposible escucharlo en vivo.

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  3. Gracias Alura y Demís.

    vamos a ir subiendo de a poco algunos de los muchos programas que tenemos archivados, no necesariamente siempre el de esa semana.
    saludos

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  4. El martes me quise meter en su sitio para ver cuando tocaban y tropecé con la noticia. Me alegra que alguien en algún rinconcito de la web recuerde a este monstruo de nuestro underground…

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