jueves, 27 de octubre de 2011

A usted no le gusta la verdad. 4 días en Guantánamo

Lasciate ogne speranza, voi ch'entrate


por Oscar Cuervo

Un potente testimonio de los crímenes del estado norteamericano 
se exhibe en la Lugones por  pocos días

EEUU creó la cárcel en un territorio usurpado a Cuba. Guantánamo es una tierra de nadie, en una zona donde la propia ley norteamericana y el derecho internacional no rigen. Es la avanzada de un estado terrorista (el más poderoso de la tierra) a resguardo de cualquier objeción. Se instauró una justicia militar no atenida a ninguna legislación, con normas y procedimientos que nadie somete a control. Se detiene allí a los acusados de formar parte del "terrorismo internacional" y no se les reconoce ningún derecho. Sólo se admite, como una especie de concesión graciosa, que algunos abogados civiles asistan como consejeros de los defensores militares designados por el Pentágono.

Omar Khadr es uno de esos detenidos. Omar, un canadiense de familia árabe, fue apresado en 2002, cuando era un chico de 15 años y hoy, 9 años después, sigue allí. Según el gobierno norteamericano, Khadr mató a un soldado de las Fuerzas Especiales estadounidenses, en un enfrentamiento ocurrido en Julio de 2002 en Afganistán. Pero la acusación no cuenta con ninguna prueba concreta.

Dennis Edney es un abogado canadiense que se comprometió personalmente en una lucha para defender a Omar. Durante años, Edney frecuentó Guantánamo, venciendo constantes obstáculos. El propio Edney paga los gastos del proceso, incluidos sus viajes a Guantánamo. El gobierno canadiense no hizo nada para asistir a este muchacho de esa nacionalidad. Por el contrario, servicios de seguridad canadiense participaron de interrogatorios al Omar. Estos interrogatorios, registrados por cámaras de seguridad de la cárcel, forman parte de A usted no le gusta la verdad, 4 días en Guantámo, el documental de Patricio Henriquez y Luc Côtée que se está exhibiendo en la sala Lugones en 24 únicas funciones, del martes 25 al domingo 30 de octubre (a las 14.30, 17, 19.30 y 22 horas).

¿Cómo fue posible que los interrogatorios filmados por los porpios carceleros tomen estado público a través de esta película? El abogado Edney peleó durante meses hasta lograr que la Corte Suprema canadiense ordenara al gobierno que entregue los documentos de los interrogatorios a los que el chico había sido sometido. Así fue como recibió siete horas de video de los interrogatorios de los servicios canadienses a Kadr. El interrogatorio transcurrió cuatro días de febrero de 2003, cuando Kadr era aún menor de edad. Antes de entregarlo, el servicio de información candiense borró tramos enteros de la banda de sonido argumentando «motivos de seguridad nacional». Lo que queda es, de todas formas, terrorífico.

La película tiene un tono conciso, seco y aséptico, El punto de vista de las cámaras de seguridad contribuye a construir esa mirada fría sobre actos atroces. La violencia que el film muestra no es física, sino de otro orden. Los agentes someten al chico a una manipulación emocional que va desde mostrarse amigables hasta hacerlo sentir indefenso en manos de un poder omnímodo, sin que se lo reconozca como sujeto de derechos. Poder absoluto y soledad absoluta: Lasciate ogne speranza, voi ch'entrate. En el momento de leer estas líneas Omar Kadr sigue aún encerrado, a merced de sus carceleros.

A usted no le gusta la verdad, 4 días en Guantámo subordina cualquier ambición estética al más urgente objetivo de exponer a la mirada pública un crimen de estado que sigue ejecutándose.

Todos los siglos de civilización y las conquistas humanas se vuelven nada si en la Tierra es posible que esto suceda. Además de lesionar el cuerpo concreto de Omar Kadr, el bien lesionado es la humanidad misma.


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