lunes, 26 de agosto de 2013

El placer del amor dura sólo un momento, la pena del amor dura toda la vida

Un programa para descarga, clickeando acá
Primera parte del programa
Segunda parte del programa



El placer del amor dura sólo un momento
la pena del amor dura toda la vida
Tú me dejaste por la bella Sylvie
ella te dejó por otro amante
El placer del amor dura sólo un momento
la pena del amor dura toda la vida
A medida que el agua fluye suavemente
por este arroyo que bordea el prado
"te amaré" te repite Sylvie
el agua fluye y por lo tanto cambia.
El placer del amor dura sólo un momento
la pena del amor dura toda la vida.


www.mariachemes.site90.net


Cuando nos encontramos con María Chemes en la previa del programa de radio de anoche, le pregunté cuál de las canciones de su disco creía que podía vincularse más directamente con la figura del cineasta Werner Schroeter (de quien ella venía a hablar). Sin dudarlo me respondió: "Plaisir d'amour". No sé o no recuerdo si me explicó cuál era la relación entre esta canción y Schroeter. Pero el relato que María desplegó durante el programa, el recuerdo que guarda de Schroeter, el entusiasmo con que nos trasmitió la experiencia de haberse cruzado en la vida con él, pueden ser la respuesta, en apariencia paradójica. Si solo tomamos el título de la canción, está clarísimo el placer del amor que ella siente por este hombre ("mi director, mi maestro, mi amigo") que la señaló a comienzos de los años 80, primero como una de sus interlocutoras privilegiadas en la Argentina, siendo ella jovencísima ("a los 20 años yo era irreductible, no tenía dudas"), luego como la cantante lírica que él la conminó a ser, mediante la escucha atenta de los discos de pasta de María Callas.

Paradójicamente: porque de lo que la canción habla es del placer del amor que dura un instante para después convertirse en el dolor del amor que dura toda la vida, un tópico que puede condensar el sentido de la filmografía de Schroeter: las mujeres apasionadas por una intensidad amorosa que termina doliendo. Sin embargo, anoche cerramos el círculo: si María conoció a Wermer a sus 20 años y ahí empezó a filmarse la película De la Argentina que esta semana ella va a ver finalmente por primera vez (y nosotros con ella), toda su experiencia de Werner, que ella revivió ante nosotros, es una prueba de que el placer del amor que los une dura toda la vida. Y el dolor, en todo caso, se ha transfigurado en placer por la certidumbre de que el amor sigue y sigue. 

Asi será.

(En el tramo del final del programa, escuchamos junto a Maxi Diomedi algunos nuevos temas de Lucas Martí ,de su disco El gran desconocido popular).



POR EL VERTIGO

Tengo tanto que hacer que anularme es lo mejor
ya he salido del ring y decir perdi es muy poco .
Tan adverso fue el sorteo que he ligado lo peor
me entretengo con rodeos e imaginacion.

Sé elegir para mi una idea, una vision
elegir y seguir hasta hacerlo tuyo un poco
nunca cerca, nunca un foco
siempre es una foto gris
como naves del espacio que jure que vi .

Veo a mis amigos
sus preguntas nunca estrechas
no se matan ni castigan por vivir.

Muéstrame el camino que aunque sea peligroso y tenso
quiero estar contigo y ese vértigo.
Algo fue elegido, la matriz fue todo hasta que hicimos
cosas con sentido persiguiendo amor.

Una mas para mi y una buena para vos
repartidos asi nos turnamos con los otros
si exigimos, conseguimos alterar lo que se pasó
nadie quiere estar tranquilo con lo que heredó.

Veo a mis amigos
sus preguntas nunca inquietas
no se matan ni castigan por vivir .

Muéstrame el camino que aunque sea peligroso y tenso
quiero estar contigo y ese vértigo .
Algo fue elegido, la matriz fue todo hasta que hicimos
cosas con sentido persiguiendo amor.

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