Pirro, al contemplar el resultado de la batalla de Ásculo, dijo:
«Con otra victoria como esta estoy perdido»
Más allá de la estructura de sentimientos que cada uno tenga, lo evidente es que CFK ya no conduce. El operativo clamor fue armado desde su despacho y no consiguió apoyos relevantes. En Berisso estaba casi todo el peronismo como respuesta al apriete brutal al que sometieron a Axel durante días.
¿Alguien imagina que el peronismo pueda ser conducido con amenazas de excomunión, con tuits replicados por Mayra M., Wado, Cynthia Garcia u Oscar Parrili? Ella puso toda la carne en el asador para doblegar a Axel, se mostró despótica y sectaria.
Si aún yo estuviera de acuerdo con estos procedimientos, aún si la proyección política de Axel fracasara, igual estaría muy preocupado por la cantidad de fuerza que ella tuvo que gastar en un objetivo magro como es la presidencia del PJ. Ya no puedo imaginarla conduciendo un movimiento diverso y plural. Solo mandando a grupos herméticos y expulsivos.
No puedo imaginar qué pasaría en el caso de que ella se adjudicara el rol de conducción en un eventual gobierno propio. Ante el primer conflicto delicado, una estructura rígida se quiebra. ¿Quién que no fuera su hijo, Mayra Mendoza o Wado de Pedro se sometería a un rol tan humillante?
La desmesura que aplicó tratando de doblegar la voluntad de Axel, la escalada de amenazas a través de mensajeros sin juego propio, evidencia que no sería socia confiable de ninguna alianza. Un aliado solo podría traicionarla o abdicar.
No sé qué hará Axel, pero si después de este maltrato terminara apoyándola, su carrera se termina para siempre. Axel solo tiene futuro si se mantiene firme sin ceder a sus imposiciones.
Pensando en la dureza de su dictamen ("en el peronismo no hay lugar para Pilatos ni para Judas") lo que hizo es expulsar a muchos otros posibles aliados. No es el tipo de alianza que el país necesitará después de milei. Después que se agote la eficacia de la horrenda crueldad mileista, Argentina necesitará un período amoroso y no más latigazos.
Al contrario, su apelación teológica (Pilatos, Judas) muestra que Cristina hoy ejerce un mandato cruel y mesiánico, especialmente con los propios, especialmente con los más capaces de aportar ideas. Igual que milei.
Obvio, si milei se desmadra y ella tiene la ocasión de presentarse en 2025 como diputada bonaerense, puede todavía ganar. El proceso de demolición de su liderazgo empezó aún si en un contexto muy acotado ella pudiera ganar. Lo único que aún puede es hacer daño a los propios. Pero ya no habrá un futuro cristinista. Ella misma se encargó de sellarlo.
Paradójicamente si Axel comprende que ahora es su oportunidad para desligarse de ella, entonces Cristina habrá ayudado a resolver el problema de su sucesión, lo que no lograría si lo designara a dedo.
El año pasado había 16 gobiernos provinciales alineados a Unión por la Patria. 7 perdieron sus elecciones.
— Matias Mowszet (@MatiMow) October 19, 2024
De los 9 que se retuvieron, hay dos (Salta y Misiones) que se abrieron apenas ganó Milei.
De los 7 que quedaron, Jaldo (Tucumán) se abrió en enero para convertirse en…
Me olvidé de Gildo Insfrán. Merezco la muerte.
— Matias Mowszet (@MatiMow) October 19, 2024
Gran análisis.
ResponderEliminarCuanta más desmesura, menos fortaleza real.
Pero hay algo que me viene produciendo urticaria hace rato.
La Cristina de los ambiguos homenajes en el Patria, la de las extensas cartas de tono economicista, la de los discursos casi calcados unos de otros, la del silencio de radio por largos meses en que su pueblo atravesó la desesperación...no parece ser la misma que conociéramos en el recordado decenio de oro. Y no se trata de previsibles secuelas traumáticas por el lawfare y el atentado que sufrió.
La mujer que habla hoy ya no tiene la profundidad de antaño y remata con frases del tipo "todos alguna vez fuimos a Disney" (en alusión a un supuesto imaginario clasemediero y miamesco que no refleja a un peronista, ni de cerca)
¿Quién es esta nueva persona? No puedo resolver este dilema.
Lo que sí resulta patente es que en ese cerradísimo circulo que la rodea existe una confianza exagerada en el vínculo emocional de Cristina con su núcleo votante. Y sucede que las relaciones mutan, porque es su destino ser plásticas. Ese vínculo tuvo que mutar, por fuerza de años y de hechos.
En lo personal, ni remotamente deseo que Cristina conduzca el Peronismo, porque éste es mucho más diverso y vasto que su mirada faccional. Es fantasioso pensar que una sola corriente del Peronismo puede conservar hegemonía en todo tiempo. No sucedió antes y no sucederá después. Nuevamente, recordemos la plasticidad propia de las relaciones. Y vos venís de señalar, precisamente, esta rigidez faccional.
Lo que vos y otros pocos se animaron a decir, en consonancia con el pensamiento de muchos inorgánicos y orgánicos, es que ese liderazgo tan nítido del pasado está en franco declive. Y que repetir como letanía que ella aún conduce no convierte en realidad esa frase.
El afecto y el respeto por un referente no está reñido con la observación del final de un ciclo. No son percepciones antagónicas, sino constatación de que la dialéctica histórica, simplemente, existe.
El Peronismo nació de la mano de una dupla creativa y novedosa y por ser recién nacido en circunstancias tan extraordinarias, no supo darse la organicidad programática y sucesoria, típica de otros partidos tradicionales. Esa es la gran deuda pendiente por saldar. Porque sería ingenuo pensar que una estructura decisional solo atada a liderazgos carismáticos encontrará, con intermitencia, conductores de las mismas características.
Saludos.