(Con este artículo se incorpora Pablo Chacón al staff de La otra)
El empresario Mauricio Macri -actual jefe de gobierno porteño- convirtió en sonsonete de campaña la necesidad de combatir los permanentes piquetes que complican el tránsito en una ciudad atestada de autos (donde jamás se renovó la estructura urbana y vial para soportar su multiplicación) y que redunda en embotellamientos fenomenales y accidentes cada vez más frecuentes. Este no es el espacio para hablar de ese tema, pero podemos sumarlo a otras ideas-fuerza de la política del hijo de Franco: recuperación del espacio público, suspensión de supuestas prebendas culturales, inversiones de riesgo, remoción de empleados públicos, policía propia, palos para recuperar la seguridad perdida, palos para el sindicalismo municipal y otros tópicos que no sólo la clase media y media alta de Buenos Aires compró, al punto de que este hombre, ex presidente de Boca Juniors, ganó en segunda vuelta con el sesenta por ciento de los votos. Los porteños viven ahora bajo el paraíso de Mauricio.
Enumerar los resultados de su gobierno a poco más de tres meses de asumir, tampoco es tema de este artículo. Señalaremos solamente que algunas desavenencias empiezan a estragar su gabinete, escuálido de cuadros políticos.
Empecemos por la invitación al evangelista argentino-norteamericano Luis Palau, que no llegó a la Argentina invitado oficialmente por Macri, pero a quien este, haciendo uso de su potestad como alcalde, le ofreció el Obelisco y adyacencias para sus multitudinarias y espectaculares misas. Estas ceremonias entorpecieron la circulación del transporte público como nunca lo hizo ningún reclamo “piquetero”.
Pero las cosas vienen de antes.
Este cronista prefiere aclarar que un paseo in situ, el viernes a la noche, y la conversación con diversos fieles, lo convencieron no sólo de la crisis de la iglesia de Pedro, que empieza a apoyarse a regañadientes en los evangelistas con objeto de no perder adhesiones al ritmo que viene ocurriendo, sino la desesperación encubierta de la mayoría de los asistentes, quienes encuentran en la religión no sólo una forma banal del opio de los pueblos, sino también un antídoto contra la ausencia de expectativas existenciales.
En las palabras que escuché, además de la condena al aborto y las drogas y los ruegos contra la inseguridad, late el embrión de un foro común, una esperanza de comunidad, una variante de la psicología de masas y una suerte de proyecto a larguísimo plazo (tanto que incluye al trasmundo) que sería necio negar. Moralizar con el prospecto de la alienación suena a diagnóstico adulterado: su causalidad no debería confundirse con los intereses políticos en juego, que incluyen el tráfico de influencias, dinero y la reproducción de una ideología tan reaccionaria como la que en el orden político están jugando Macri y sus aliados, incluido el propio Palau.
Este hombre alto, fornido, de presencia notoria y voz firme, no puede esconder el autoritarismo inercial que hace de él un líder. Ese “sí a la vida” -que quien esto escribe detesta- está pensado precisamente para provocar una oposición falsa: quienes detestan esa afirmación (proabortistas, feministas, tipos que fomentan la libertad de conciencia, la eutanasia, los derechos humanos, el suicidio voluntario, etcétera), serían representantes de un fantasmal eje del mal que diría “no a la vida”; oposición que, en el mejor de los casos, en lugar de fomentar la rebelión y la acumulación de poder personal de marginados y excluidos, los empuja a una tarea de evangelización casa por casa. Para no cargar todas las tintas sobre Macri, hay que decir que Palau ya había sido recibido por Eduardo Duhalde cuando ocupaba el interinato en la presidencia de la nación, y por el “progresista” Aníbal Ibarra quien, aunque para el jubileo no le dio la 9 de Julio -“para no entorpecer el tránsito”-, le ofreció el monumento a los Españoles, circa Palermo Rúcula. El ex alcalde, según fuentes que prefirieron no dar el nombre, habría pagado más de 100 mil dólares para tener su foto con líder religioso y multitud de fondo.
Palau tiene 73 años. Nació en Ingeniero Maschwitz, trabajó como bancario hasta que en 1960 emigró hacia los Estados Unidos, donde se convirtió al pentecostalismo de la mano de Billy Graham, un pastor con entrada libre a la Casa Blanca durante el mandato de Ronald Reagan. La leyenda encuentra a Palau orando junto a Bill Clinton (tras una sesión del ex presidente demócrata con la becaria Lewinsky) y con George W. Bush, después de la tragedia del 11 de septiembre del 2001, el mayor éxito mediático-terrorista de la televisión estadounidense. El lunes pasado Palau dictó en el Milton de Puerto Madero una conferencia titulada Los negocios más relevantes de la vida. Hubo 1500 presentes, a razón de $ 150 la entrada. Saquen cuentas. Por supuesto, el dinero y el poder son una ilusión que a los políticos les hace perder el norte. Aunque el sur también exista.
Las versiones respecto de ese acto son encontradas: pero todas coinciden en subrayar la presencia de Macri y los agradecimientos que dispensó el empresario sobre Palau, aunque se cuidó muy bien de disimular cierta molestia por tener que devolver favores: la cantidad de dinero que el evangelista habría puesto para su campaña electoral por intermedio de Eugenio Burzaco (evangelista convencido, especie de rothweiller preparado en materia de seguridad, un vigilante que responde a Horacio Rodríguez Larreta y número puesto de los primeros bocetos del gabinete Pro; raleado a último momento, dicen, por la presión inédita de la politóloga católica y vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti). El otro contacto clave es la diputada nacional por Recrear -el sello de López Murphy- Cynthia Hotton, evangelista también e intermediaria con los “artistas” que animaron la fiestita del capo di tutti capi en el Obelisco, entre los que figuraban Amelita Baltar y Maximiliano Guerra. El tercer miembro de número es el diputado de Recrear en la Legislatura porteña Marcelo Meis, un representante de la derecha más atrabiliaria, quien logró su objetivo: el Palacio de las Leyes nombró a Palau visitante ilustre. Meis es el legislador que, inmediatamente después de la represión de los cartoneros en Belgrano, pidió (a la manera de Domingo Bussi con los linyeras en 1978) echarlos de la ciudad y no dejarlos entrar nunca más. El otro “notable” que recibió al predicador de la buena nueva sin sotana fue el radical -y vicepresidente de la Nación- Julio Cleto Cobos.
En ese grupo que escuchó en el Hilton a Palau no faltaron figurones: Diego Santilli, Paula Bertol, López Murphy, Francisco de Narváez, Federico Pinedo, el historiador José Ignacio García Hamilton, la titular del bloque de diputados nacionales de Recrear, Nora Ginzburg (impugnada en el INADI por sus declaraciones homofóbicas y antisemitas a un semanario) y el ex ministro de salud de De la Rúa, evangelista histórico, Héctor Lombardo. Faltaron, sin aviso, los peronistas de Macri: Martín Borrelli y Cristian Ritondo. Rodríguez Larreta estaría escondido; Michetti probablemente reunida con su confesor y hombre en las sombras de tan ecuménica visita: el arzobispo primado Jorge Mario Bergoglio, autor de Luz para hoy. Nuevo Testamento en lenguaje actual que prologa la Biblia que recibió, de regalo, cada uno de los comensales.
Para tragar sapos no se necesitan rodilleras.
PABLO E. CHACÓN
publicado en NACION APACHE
ResponderEliminarNota Editorial: El ejercicio de derecho a réplica (en este caso a una acusación de plagio flagrante), es en cuanto al tema en cuestión. Se han retirado insultos y agravios a la persona de Nicolás González Varela y su entorno. Desde ya esta es la única y última oportunidad que Pablo E. Chacón publica un texto en Nación Apache. Sepan disculpar el escaso nivel intelectual del sujeto de marras que, obviamente, corresponden a un marco de la realidad que excede el objetivo de este sitio.
Anónimo:
ResponderEliminareste no es el lugar para dirimir este tipo de conflictos. No uses a La otra para esto. Los próximos mensajes con acusaciones de este tipo (para colmo anónimas) serán suprimidos.
el copy paste del texto de nacion apache lo postee yo. disculpas por no haber puesto el nick.
ResponderEliminarmi irritabilidad con varios comments y textos de chacon tiene algo de data previa.
rizla_
ResponderEliminarte propongo que no debatamos el tema aquí, donde no existe ninguna posibilidad de aclarar nada. Este tipo de acusaciones se resuelven en tribunales y La otra no está y nunca estará para intervenir de esa manera.
Para todos los debates de ideas, inclusive las discrepancias fuertes, sí.
saludos
Oscar
si, todo bien, aunque no me guste nada chacon, fue bastante miserable lo mio.
ResponderEliminarme extraña que te refugies en el argumento menemista "que lo defina la justicia", preferible que digas: por feeling, por humanidad no le voy a negar un espacio. Andá a Nacion Apache y te queda clarísima la situación de plagio. Lo que no entiendo es que te aporta esto, mas bien te mancha. A vos se te banca a muerte, hacé lo que quieras, pero sabé que esto perjudica tu credibilidad.
ResponderEliminarNo soy fiscal, ni vigilante. No me interesa ir a ningún lugar a constatar nada, también me tiene sin cuidado tu referencia al menemismo.
ResponderEliminarNo muevo un dedo por mi credibilidad, no soy candidato a concejal. No pido que me crean. Léanme si quieren y si no, no me lean.
Chacón está acá por lo que escribe acá. El resto resolvelo en otro lado.
suerte!
Realmente no entiendo nada de lo que vienen hablando porque ni idea de qué es Nación Apache. No teniendo tampoco la más puta idea de quiés es Chacón, ni de qué hizo.Pero hay en un punto que sí me resulta interesante conocer qué fue lo que hizo, más precisamente sus posturas ideológicas, y ese punto es en relación a cómo leer el texto. Ya sé que lo podemos leer de una manera inmanente (¿ahora para qué entonces firmar, darle una autoría?), pero convengamos que si este texto sobre Palau lo hubiese escrito otro, como por ejemplo Lombardi, sí importaría quién lo escribió, y esto debido al "plus", por llamarle de algún estúpido modo, de sentido.
ResponderEliminar¿Me explico?
Y yo a la única vida que le digo que no es a la de Palau y a la de todas las ratas que lo sostienen y se hacen sostener por él!!!
Che, Cuervo, yo sí pongo la cara y los huevos. Y te digo que donde te cruce te cago a trompadas. A vos y al chorro de Chacón. ¿Te quedó claro o necesitás algún eufemismo menemista más?
ResponderEliminarLos sigo a Pablo a ver qué más me puede robar invocando el espíritu maligno de los hackers... todavía quedan inocentes en la blogósfera que creen en su media palabra.
ResponderEliminarLúcido y querido Pablo. Me entristece muchísimo su muerte
ResponderEliminarY muy interesante lo que decís, Oscar, acerca de los blogs (de algunos, por lo menos), como incubadoras de la perversidad discursiva que campea por estas pampas. Abrazo.
ResponderEliminarGracias Pía! Los blogs también nos permitieron conocernos a nosotros dos! Y sos una de las lectoras más fieles, sino la más fiel, desde 2008, que tiene La otra. Por lo menos algo bueno tendrán algunos blogs...
ResponderEliminarclaro que sí.
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