Por Marcela Medina
Ere erera baleibu icik subua aruaren: Como su título, este filme es una especie de onomatopeya, si puede decirse, del lenguaje cinematográfico. Estos fotogramas, pintados por el artista plástico José Antonio Sistiaga, pasan por toda la gama de colores hasta llegar al blanco y negro.Sin sonido o con el sonido del proyector y de las butacas de muchos que se levantan de la sala, durante más de una hora se suceden en la pantalla manchas que pueden ser, según la imaginación, globos, flores, nubes, piedras, papelitos, pájaros o murciélagos, un viaje psicodélico sin necesidad de apelar a ninguna sustancia.
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