martes, 8 de julio de 2008
El granero
Por Oscar A. Cuervo
El pobre campesino con la piel curtida por el trabajo de sol a sol le ha dicho basta al matrimonio voraz que se apoderó de la Casa Rosada. El interior del país está exhausto, ha sido históricamente el productor de la riqueza argentina, los chacareros son los que nos dan de comer a todos y se hartaron de ser maltratados. Esta pueblada es un grito desesperado, ya no quiere que esta pareja formada por un psicópata peligroso y una mujer bipolar le meta la mano en el bolsillo. ¿A vos te gustaría que el gobierno te robara tu bicicleta?
Afortunadamente tenemos una oposición lúcida que ha encontrado el límite de lo tolerable en este estado totalitario y ha sabido denunciar la escalada anti-republicana, que supo ver venir el fraude cometido en las últimas elecciones, sin cuya ejecución muy diferentes hubieran sido los resultados electorales. Pero fue la voz profunda del interior la que galvanizó a las reservas morales del país. Elisa Carrió no estaba equivocada cuando profetizaba el apocalipsis inminente. La prensa independiente, que soportó con estoicismo los continuos ataques gubernamentales que amenazaron seriamente la libertad de expresión, ha terminado por reconocer lo que la clarividente líder de la resistencia venía anticipando durante los últimos años: el diario La Nación se ha atrevido a decir el 29 de junio pasado, en un equilibrado análisis: “La nación política está al borde mismo de una monumental crisis institucional.”
Aunque algunos datos no terminan de cuajar con el panorama anteriormente descripto:
- Según un análisis difundido por la publicación Márgenes Agropecuarios, un productor sojero de la pampa húmeda con 200 hectáreas, con el precio de la soja cotizado en 579 dólares la semana pasada, aplicándole un 48,18 % de retenciones móviles según lo dispuesto por la versión original de la resolución 125 (es decir: sin tener en cuenta los reintegros aprobados el último sábado por la cámara de diputados) estaría ganando un 38 % más que lo que había proyectado en octubre pasado, en el momento de la siembra. Si reclama las compensaciones ahora aprobadas, entonces el incremento de sus ganancias sobre lo proyectado al sembrar se eleva al 99 %. El pequeño productor de 200 hectáreas suponía que iba a ganar 142.700 pesos; si hubiera vendido la semana pasada con la vigencia de la resolución 125 y sin obtener compensaciones, habría ganado 202.000; si ahora se acoge a la compensación, se llevará en total 260.775 pesos. ¿Será por eso que Eduardo Buzzi, un insobornable defensor de los pequeñitos, el sábado se abrazó alborozado al final de la votación con el diputado Rossi, jefe de la bancada kirchnerista?
- Los ingresos apuntados no parecen corresponder a un sector empobrecido, con derecho a impedir a los otros habitantes del país a transistar por los caminos, con derecho a fomentar el desabastecimiento y a presentarse como la reserva laboriosa de la patria federal. Más bien se trata de un sector que, de acuerdo con una lógica estrictamente comercial, se ve extraordinariamente favorecido por la escalada de los precios internacionales y que prefiere que el estado no interfiera en sus considerables ganancias. Para decirlo con palabras que no sean ofensivas: se trata de un sector al que le conviene un modelo de país agro-exportador, con un estado que se abstenga de intervenir en el devenir natural de las cosas: naturalización de la propiedad de la tierra, naturalización de un destino argentino como granero del mundo. Naturalización de un proceso de liberalización para que la mano invisible del mercado mundial diseñe suave y graciosamente un país que le dé trabajo sólo a la mitad de la población activa.
- No se trataría tanto de un matrimonio psiquiátricamente desbordado, como el monótono relato de la nueva derecha (que encuentra entusiastas apóstoles en pequeño-burgueses que ni siquiera tienen una maceta con malvones, pero decoran sus encendidas invectivas con citas al genial Foucault y sagaces referencias al hegelianismo malaprendido de la mujer golpeada que ocupa el sillón presidencial) nos quiere hacer creer. No, más bien se trataría de la vieja lucha de clases, oh. Para la cual no hace falta que el matrimonio disciplinar se revista del fiero aspecto de líderes proletarios. No, por mucho menos que eso irritan la piel de los beneficiarios del paradigma Argentina; granero del mundo. Basta con que se propongan las modestas metas del peronismo histórico, que nunca propugnó la revolución proletaria, sino un país socialmente integrado (cosa que, hasta el momento, y tras los invalorables aportes de la dictadura, el plan austral, la prodigiosa década menemista, la debacle radical y la pesificación asimétrica de Duhalde, los Kirchner están lejos de lograr), para despertar la furia de la nueva derecha, la misma vieja derecha del siglo 19, la de la década infame y la del gobierno de caballeros de 1976.
- “En definitiva, de lo que se trata es de resolver quién determina la estructura productiva argentina. A saber, el mercado mundial o nosotros mismos. Si sucediera lo primero, transfiriendo los precios relativos internacionales al mercado interno sin interferencia (las retenciones) del Estado, el campo sería un apéndice del mercado mundial en vez de un sector fundamental de la economía nacional. El resultado, entonces, sería el siguiente: como el campo, es decir, toda la cadena agroindustrial, genera sólo el 40 % del empleo total, en la Argentina, todavía un país subpoblado, sobraría más de la mitad de la población”. (Aldo Ferrer, “La estructura productiva del país es lo que está en juego en este debate”, Miradas al sur, 6/7/2008).
- Las retenciones móviles serían un exiguo paso hacia un modelo en el que la puja política en un estado democrático le ponga alguna regulación a los tradicionales dueños de la tierra. Viendo cuán torpemente ha sido instrumentada esta medida por parte del gobierno y cuán feroz respuesta ha obtenido del Poder oligárquico, considerando el aceitado mecanismo con que los medios lograron instalar una fábula estúpida para consumo de una clase medio tonta, constatando la nulidad de una oposición que toda junta no atina a esbozar siquiera una tímida idea alternativa y propone votar “no”, apostando a que el gobierno siga comentiendo errores; teniendo en cuenta todo esto, no puedo sino desear que esta batalla por las retenciones móviles sea ganada por el gobierno.
El pobre chacarero es el que sufre las verdaderas consecuencias como los que no son abastecidos. Los grandes capos (integrantes algunos de la elitista SOc.Rural) nunca van a pasar hambre porque carnean una vaquillona y listo.
ResponderEliminarPatricia
Patricia:
ResponderEliminarPobre chacarero, vos decís los del Mocase, o de los que tienen una chacrita familiar. Y qué me decís del que tiene 200 hectáreas, ¿dónde lo ponemos? ¿un pobre chacharero? 260.000 no está nada mal. Yo nunca vi juntos ni la décima parte de eso. Pero claro, él tiene 200 hectáreas. Yo sé que hay gente que gana mucho más que 260.000 en algunos meses, lo que no entiendo es que nos quieran vender que los tipos la están pasando mal.
Sí,a los que tienen apenas un pequeño puñado de tierra, y si cae una helada o la lluvia no deja su huella, pierden el trabajo,su sacrificio no habrá valido la pena.
ResponderEliminarEllos, estoy casi segura, no "luchan" junto a los terratenientes (por usar una palabra que suena a época feudal...), o poco saben las manos callosas de tantas palabras inútiles.
Patricia
Patricia:
ResponderEliminaryo evidentemente no soy experto en temas agropecuarios, pero la voz de esos que vos decís no aparece en este conflicto. Me gustaría escucharlos, porque si no, cualquier arreglo a que se llegue en el Senado o donde sea, que deje satisfechos a los de la Pampa Gringa, va a dejar abierta esta cuestión/herida. Quisiera que me expliquen eso Buzzi o Lozano, que hoy sólo representan a esta nueva clase media/alta. ¿Esa clase va a a hacer qué?
Rubios, bien vestidos, hijos que estudian Agronomía, versados en economía globalizada. No quiero demonizar a esta gente, está bien que una clase social se prepare para defender sus intereses (ojalá todoas las clases sociales pudieran hacer lo mismo, pero es evidente que para eso hace falta plata, como también para estar 100 días al borde de las rutas).
Pero, más allá de los patroncitos y sus hijos, ¿dónde están los peones? ¿qué dicen? Y esos granjeros con un puñado de tierra, ¿dónde están? ¿Y dónde están las comunidades que han sido desalojados por la fuerza, como en Santiago del Estero, para hacer rendir la tierra? Esos no son "El Campo". ¿Cómo los llamamos, ya que su voz no aparece?
Si se usa este nuevo actor económico (la clase media rural con una renta de 260.000 pesos en una cosecha) para desgastar al proyecto kirchnerista, ¿qué proyecto se va a instalar después? No es una pregunta retórica, es una pregunta para la que no tengo respuesta, me gustaría que alguien me ayudara a pensarla.
La historia argentina es un river-boca eterno y que disimula de este modo los verdaderos problemas de fondo.
ResponderEliminarAl presentar un colectivo inexistente como "el campo" (vs. el gobierno) se pierde de vista que el campo no tiene una unidad tal como la están planteando, de hecho De angeli hace artes y malabares tratando de convencer a todos que su bolsillo es algo tan tan importante, y que nos debería concernir a todos, que es nuestra obligación defender los mismos derechos que el... bla bla. Pura politiquería de cuarta.
POr otro lado este conflicto puso contra las cuerdas al gobierno pero no es menos cierto que se refugio en una defensiva izquierdista sorda y sin ideas, y con un pésimo dominio de sus problemas internos. Las políticas siguen siendo tan escuetas como siempre, y el impulso de la producción del país tan abandonado como en otras etapas.
Kirchner también tuvo políticas coincidentes con los sectores más acomodados y oligarcas del país, así como no tiene ningún empacho en pagar la deuda cuando se vence. Tal vez con Lavagna o Lopez Murphy sería peor, eso no lo niego, pero no podemos hacer menos que pedirle un poco más a un gobierno que se pone a la altura de Clarín, en cuanto a sus mentiras y manipulación.
Ahora bien, ¿porque en este conflicto el gobierno debería dar un paso atrás?(o de una manera más cruda)¿porque debería dar el brazo a torcer?. ¿Acaso porque los afectados tienen el poder de mantener un conflicto mediático durante 120 días? o porque son capaces de cortar las rutas, detener camiones con alimentos, o desabastecer a un país entero. Será que ellos nos regalan la carne que producen, o será que pagamos tan barato el pan y la leche que la verdad que tendríamos que importar porque sus magnifícos alimentos son solo para quien puede pagar bien por ellos.
Finalmente el conflicto llegó al congreso y allí pudieron desplegarse todos los antidemocráticos de los medios que nos dijeron que los diputados están influenciados por el gobierno, y que no pueden ejercer su trabajo...o sea ¿hay que cerrarlo y que venga la dictadura?. ¿No se ejerce la democracia con los legisladores legislando?. Ellos fueron votados para representar a sus representados, y habrá que atenerse a lo que elijan, no es un chantaje, es ni más ni menos que el sistema en el que tenemos que vivir. En todo caso su elección pone en tela de juicio que y como elegimos nosotros para que nos representen.
También aprovecho este espacio para decir que Michael Foucault es uno de los grandes autores pero pésimamente leído y peor interpretado. Tanto como lo fueron otros como Nietzche, Heidegger o el propio Marx. Que los análisis de hoy se basen en algunas de estas lecturas a veces distan mucho de ser en grado alguno representativas de los pensamientos originales de estos autores.
ResponderEliminarLa lectura de Foucault es altamente recomendable pero requiere una lucidez para entender qué pensó, como y porque aquello que dice, en ese momento, y a que quiere llegar cuando interpreta la historia en sus términos. En cualquier caso, precisa que uno se ponga del otro lado, en su punto de vista complejo y atravesado por sus circunstancias. Yo aconsejaría que aquel que hable de Focucault haga una cita de algún texto para que al justifique sus argumentos con las genialidades de algún pensador tan complejo no lo estemos destruyendo sino reinterpretando de una manera no distorsiva.
Saludos.
Fede:
ResponderEliminarno sé si con la referencia a Foucault que vos hacés te referís a algún dicho mío. Sólo te aclaro que yo no hablé de Foucault, sino de los que, especializándose en Foucault, terminan opinando con una mentalidad liberal del siglo 19, eso en el mejor de los casos (cuando no terminan diciendo lo mismo que La Nueva Provincia). Esto que digo, por supuesto, ni li roza a Foucault. En los archivos del blogs vas a encontrar un diálogo que sostuve con Jose´Miccio donde hablamos bastante del tema. Ahora, si no te referías a mí con tu comentario, OK, entonces mi aclaración no te habrá hecho falta.
OC: yo me refería a una charla que mantuvimos con Gabriel Muro cuando hablaba de una revolución alegre y otros desvaríos, en ese momento citaba a el "genial Foucault", un poco para justificar su posición neoconservadora. En ese momento le dije que estaba confundiendo todo y cruzaba autores adaptándolo a su propia mentalidad...Casualmente Tomás Abraham también admite ser un gran lector de Foucault pero en sus notas de Perfil parece no haber siquiera leído un resumen de microfísica del poder o algo que se le parezca.
ResponderEliminarTambién leí los diálogos que hiciste en la entrada sobre el Mayo francés y resulta paradójico como convergen ideas aparentemente tan opuestas. De cualquier manera no tenemos más que aceptarlas tal vez como un efecto de la postmodernidad donde se confunden los términos y Vilma Ripoll termina defendiendo los intereses de los productores agropecuarios.
La lectura de Foucault se presta para muchas interpretaciones, incluso no propone un camino de izquierda convencional, él mismo se fue del Partido Comunista, al ver que lo discriminaban por su condición sexual. Planteaba por ejemplo que no se puede ir hacia la búsqueda de un hombre nuevo si partimos desde la misma concepción de la dominación.
Es por esa ambigüedad que tuvo en su complejidad que la izquierda más acérrima prefiere refugiarse en el Marxismo, a veces malinterpretándolo, pero al menos garantiza una seguridad ideológica.
Con respecto a la pregunta que habías planteado antes, sobre que proyecto de país se va a instaurar si lograr desgastar a kirchner, por mi parte lo desconozco, espero que alguien responda tu pregunta porque todavía no la tiene. Pienso que en esta alianza van a tener que acomodarse los actores y ver quien sale mejor parado, lo que si creo que en este conflicto van a quedar mejor parado los de derecha que los de izquierda. Incluso los peronistas, como Reuteman, Duhalde o De la sota. Carrio, Ripoll, y algún otro van a tener que acomodar un poco las ideas, y los dirigentes rurales que también tiene sus internas de poder van a probar hasta ver quien es el conductor.
El único que falta en este conflicto es Blumberg, ¿alguien se acuerda de Blumberg?, tal vez esté con el campo, pero no, cierto que era ingeniero… tal vez un día nos preguntemos ¿que fue de ese De angeli?.
Aclarado el punto, Fede.
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