Por Martha Silva
Conocí a Paco Giménez cuando era prácticamente un adolescente, en el Teatro de la Ciudad Universitaria de Córdoba, a comienzos de la década del 70. Debería explicar que ese era un lugar especialmente bello, donde cada carrera tenía asignado un pabellón con el nombre de un país, con una arquitectura acorde. Paco cursaba su Licenciatura en la Escuela de Artes, que juraría que llevaba el nombre de México, vecino al mío.
Todavía era actor y cantante. Era morocho, eléctrico, de ojos saltones y vivaces y tenía el aspecto de no haber sufrido ninguna pérdida en su vida. Lo recuerdo como el ser de mayor carisma y teatralidad que yo hubiera visto hasta el momento, actuando y cantando A tonga da mironga do kabuleté. Pensaba que todo el país era feliz también, porque no había sufrido por entonces ninguna herida grave como las que padeció después.
Luego Paco se exilió en México durante siete largos años. Recorrió el mundo, se transformó en director de teatro y también escribió obras que fue exhibiendo en distintos países de Latinoamérica. No recuerdo en qué momento se volvió célebre y recibió becas y distinciones. Lo cierto es que ahora es una institución en Córdoba, donde fundó su grupo teatral La Cochera y además, se traslada a Buenos Aires con frecuencia, donde dirige “La Noche en Vela”, un grupo de actores excelente, con los que recrea textos clásicos y propios como Fiori de Merda, inspirado en novelas y películas de Pasolini.
Este año lo vimos en un unipersonal musical llamado Paco peca, una ficción que marcaba el derrotero de cualquier persona a través de la vida: nacer, vivir, morir, con todas sus peripecias y sus amores ganados y perdidos. El cordobés derrocha allí su talento.
Conviene no perderse tampoco Los últimos felices, la pieza con la que reabre la sala Cunil Cabanellas del San Martín. Con ese nombre se autodenominó un conjunto de escritores, poetas y artistas plásticos que brillaron entre los años 20 y 30, convocados ahora por obra y gracia del espiritismo. Desfilan, en una serie de cuadros un tanto surrealistas, personajes como Girondo, Norah Lange, Nicolás Olivari, los Tuñón, Arlt, Macedonio y la infaltable Victoria Ocampo fundando Sur. Es desopilante el alegato de Storni en contra de Alfonsina y el Mar, entre otras cosas.
La asesora literaria e histórica Beatriz Sarlo parece defender la tesis de que entre la Semana Trágica y La Década Infame fuimos todos felices, entre comillas. ¿Es posible acaso mensurar el estado de la felicidad? “Sí –dice Paco-, pero sólo es posible hacerlo después, desde la desdicha”. Quién lo probó, lo sabe.
Gracias Martha por tu comentario. Estaré entre Los últimos felices, para explorar esa rareza que es para mi el teatro.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, habrà que ir a ver la obra de Paco. Me gusta mucho la generaciòn de los 20 en literatura.
ResponderEliminarSaludos
Sil/Medusa
Muchas gracias chicas.
ResponderEliminarEs una puesta muy cuidada y cambiante ( dinámica) con once actrices y actores muy buenos.
A mí el teatro me sigue maravillando y esos detalles tan propios del fenómeno teatral como decir al irse: SIGAN VIENDONOS COMO ESTAMOS AHORA.
martha
Creo que �ste es el blog m�s completo e interesante que he visto hasta el momento, as� que felicitaciones a quienes lo hacen. Hay poco de pl�stica y comentarios de libros pero lo que hay est� bueno.
ResponderEliminarFelisa
Gracias Silvia por enviarme la crítica de un diario tan importante. Ese es un crítico de verdad que no seolvidó de los videos y además al que le gusta la prolijidad, detallar cada rubro etc.Ahora, cual sería la hipótesis acerca de los seres felices del título, se le olvidó.
ResponderEliminarY tiene razón ché, todo eso es filosofía barata, sin ni siquiera zapatos de goma.
martha
muchas gracias martha!!!
ResponderEliminarpor el comentario y la foto que pusiste y por la recomendación.
los esperamos a todos los de la otra!!! y a todos los que quieran, por supuesto...
natalia
(de los últimos felices)
Gracias Natalia! El elenco es muy parejo pero en el programa no figuraban los nombres. Un saludo. Y me gustó el saludo final. Fue como manifestar ese ansia de permanencia que debe ser caracterñistico de los actores de teatro.
ResponderEliminarMartha
Muy buena tu reseña, Martha. Hoy la ví. Tenés razón, fue muy gracioso el personaje de A.Storni ridiculizando "Alfonsina y el mar"...También me gustó mucho la referencia a Fijman y la ironía respecto a las conductas "esperables" para las mujeres de la época.
ResponderEliminarSi, tiene muchas cosas que se piensan despu�s y son muy ingeniosas, Lili. Chau. Martha
ResponderEliminarYO LA FU� A VER. mE QUED� PENSANDO QUE EN MATERIA DE TEATRO OFICIAL, ALGUNAS COSAS , POR SUERTE ESCAPAN DEL ALMIDONAMIENTO HABITUAL EN ESAS SALAS. Me diverti todo el teimpo ,hay buenos cuadros como el del m�dico que receta leer x cantidad de poes�as de poemas de Girondo, por ejemplo.
ResponderEliminarfelisa
hola martha
ResponderEliminaren verdad en el programa sí están los nombres nuestros, lo que no está son los nombres de los personajes, y eso fue una decisión, en parte porque no todos elgieron personajes tan claros o tan definidos, algunos más bien tomaron y mezclaron ideas de varios, y porque la idea de la obra no era contar o representar tan decididamente la vida de ninguno, sino más bien intentar mostrar un carácter, o una animosidad o un espíritu, o una manera de estar o de vivir, al menos como nosotros creímos o interpretamos que tenían en esa época. es cierto también, que algunos son más reconocibles o identificables, porque son más conocidos sus textos o algunas cosas de su vida.
en cuanto a lo que decís de lo del ansia de permanencia de los actores de teatro, qué bueno, yo hace poco que pienso en eso.
hace unos meses alguien que conocí que es escritor me decía que él tenía la ilusión o el deseo de trascender, de seguir existiendo en los demás a través de sus textos (o algo así) y yo le dije que como actriz, sobre todo de teatro, lo que me quedaba era quedar de alguna manera en la memoria de algunos... y ahora, una compañera que vos citaste,dice exctamente al final "sigannos viendo, aunque ya no estemos".
a mí también me gusta esa frase.
tal vez para los escritores,los pintores y los actores en cine no es tan complicado lo de trascender,pero el teatro, es así.
también hace poco la escuché a leonor manso en un reportaje diciendo que le gustaba más el teatro porque del cine,le daba impresión que sus nietos después dijeran -uy!mirá qué cambiada que está la abuela! me dio gracia
bueno martha, espero no haberla hecho muuuy larga, y sigan viniendo mientras estemos!!
gracias por todos los comentarios
natalia
Gracias a vos Natalia.
ResponderEliminarSería bueno poder seguir charlando sobre estos temas. Martha
sí, claro, estaría bueno.
ResponderEliminarpor acá o querés que nos juntemos?
natalia
Con miras a un breve reportaje: Cuánto tiempo estarán en cartel? YA SÉ: Hago una pregunta difícil.
ResponderEliminarY en este momento estoy en unas Jornadas de Teatro. Nos comunicamos. Martha
hola martha
ResponderEliminaren principio, seguro estamos hasta el 31-08. la posibilidad de continuar ahí o reestrenar en otro lado todavía no la confirmamos.
gracias
natalia
gRACIAS A VOS. MARTHA
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