Por Martha Silva
En estos tiempos de cambios veloces nadie debería asombrarse de que Javier Daulte, un prestigioso autor de la Nueva Dramaturgia, esté dirigiendo esta obra en un teatro comercial de la calle Corrientes. Este talentoso director y dramaturgo se ha paseado por todos los circuitos teatrales: el alternativo –más a menudo-, el oficial –¿Estás ahí? se representó en el Teatro Cervantes- y el comercial -dirige en Barcelona un teatro comercial, según ha manifestado recientemente. El modo de producción en Argentina tampoco es tan preciso: ha habido transformaciones también en la categoría “teatro independiente”, desde llamarlo “underground” a “teatro off”, o “teatro alternativo” (que tampoco es independiente en todas las ocasiones, ya que a veces está subsidiado).
En resumen: Javier Daulte dirige una obra que no es suya -una comedia un tanto negra- con un texto ya probado en otras ciudades, y lo hace en una enorme sala, sostenida por empresarios teatrales. ¿Esto implica un juicio de valor sobre su trabajo? Depende del resultado de la experiencia.
En Buenos Aires esta obra se denomina Baraka, que es el grito de guerra que distingue el encuentro de cuatro amigos que se vuelven a unir después de mucho tiempo. En otros países se llamó Cloaca. La obra de María Goos ha sido representada en el Teatro Renaissance de Berlín y Kevin Space la estrenó nada menos que en el Old Vic de Londres.
Aquí se pone en escena con eficacia este doble reencuentro: el de los personajes que alguna vez han sido compinches y el de los cuatro actores que formaban hace 17 años el grupo “Errare humanun est” que estrenaran las recordadas obras: Los mosqueteros del Rey y Los lobos: nada menos que Leyrado, Marrale, Grandinetti y Arana.
Ellos sí han tenido bastante éxito en el reencuentro, porque reeditan el éxito de público con buenas actuaciones. La de Darío Grandinetti está elaborada en forma sobresaliente. También es destacable la labor de la joven Paula Kohan, que en pocos minutos logra adueñarse de la escena con una comicidad irresistible.
Todos los detalles de la puesta están cuidados al extremo, como corresponde al dinamismo y la teatralidad que suele derrochar Daulte. El ritmo solo decae en cierto momento en que el político -el personaje que representa Juan Leyrado- cuenta su frustrado matrimonio, aunque es probable que la escena esté señalando el derrumbe agónico de esa falsa amistad, que ya no puede sostenerse ni gritar triunfalmente Baraka. La obra pone en la mira el deterioro de las relaciones humanas cuando no consiguen sobrevivir a las presiones sociales. Constituye una fómula ya probada en la vieja El tiempo y los Conway de Priestley, o en el cine con Reencuentro, de Lawrence Kasdan.
En Conjunto, revista teatral de Casa de las Americas, Javier Daulte nos recuerda que hubo un tiempo en la Argentina (Teatro Abierto) en que, desde la escena, había que hablar de “lo importante”: la dictadura militar. Hoy ya no se pueden distinguir tan fácilmente las cuestiones importantes de las que no lo son. Estos límites se han desdibujado y no hay que lamentarlo. Hay que festejarlo, dice: «La determinación “a priori” de lo importante, conlleva naturalmente una actitud didáctica, verticalista y dictatorial».
Teatro Metropolitan (Sala 2). Miércoles a domingos, en distintos horarios.
Me copa. Lo he visto aquí y en Barcelona. O sea que los argentinos nos vamos a Barcelona a ver teatro de un argentino.
ResponderEliminarHe visto una puesta de La Metamorfosis, de Kafka y la versión de Estás ahí? (Ets ahí) Y hay otra que es una historia de robots porque el trabaja con eso, con la inexpresividad pues para que sea el espectador el que se tenga que conmover..
Les juro: me destruyó el disco rígido. Joel
lean mi post porfa, importantes premios
ResponderEliminarhttp://iamwatingfortheday.blogspot.com/
che, lean el blog del mostro, de verdad, que este muchacho se va a poner mal en serio
ResponderEliminarJoel: eeso de "me destruyó el disco rígido" te lo voy a copiar, seguro.
ResponderEliminarVos sabés que hace cosa de un mes a mi me donaron el libreto de "Metamorfosis" en la versión de Daulte. Estoy esperando que se estrene aquí pero me han dicho que el tema del traslado de los cubos de cristal que simbolizan las caparazones de Gregorio Samsa y el otro pibe, es un impedimento, por el tamaño.Un saludo y gracias. Martha
Quise ir a ver esta obra que comenta Martha pero la verdad que ni contando las moneditas. La entradas que quedaban eran de $60 a 80 pesos. No entiendo muy bien cuál es el mecanismo. Digo, porqu qué es tal la diferencia entre estas obras de la Calle Corrientes y las del Abasto, supongamos. Y la cantidad de gente que entraba ,pese a eso, era imponente.
ResponderEliminarFelisa
Hay en este momento una cuadra de cola y todo tipo de gente en ella.
ResponderEliminarSupongo que es mucho más cara por el modo de producción: los actores son muy conocidos y juntos llevan muchísima gente: por la obra que viene probada en el exterior deben haber pagado sus derechos altos; la dirige Daulte que es un fenómeno como director famoso en el exterior y que, aunque hable de conflictos atroces, garantiza diversión. Todo es de primera auqnue la trama en sí no sea demasiado original. Ah! Y ese teatro es enorme , no se puede comparar a los pequeños teatros del Abasto o cualquier barrio. En escenografía no gastaron demasiado pero hay excelencia en todos los rubros.Es muy difererente. ESO HAY QUE PAGARLO según las leyes del mercado del espectáculo. MS.
LA VI ANOCHE !! ES MUUUUY BUENA, ME ENCANTO LA OBRA Y MAS QUE NADA LA ACTUACION DE LOS 4 GENIOS ARRIBA DEL ESCENARIO...
ResponderEliminar( MARRALE - ARANA - LEYRADO - GRANDINETTI )
NO TIENE DESPERDICIO!
TAMY !