Por Oscar A. Cuervo
Ayer a la noche estuve en la casa de unos amigos y tuve la oportunidad de ver el último capítulo de Vidas robadas, la telenovela de TELEFE que no había visto hasta este final. No lamento haberme perdido los capítulos anteriores.
Aún así, ver el programa me sirvió para pensar un poco en la experiencia de esta neo-ficción televisiva. Creo que la factoría Villarruel-Llorente viene practicando este género desde Resistiré con bastante éxito. Lo cual no significa una gran audiencia: parece que este último capítulo llegó a picos de 33 puntos (mucha gente), pero el rating no acompañó de igual forma el desarrollo de la telenovela. La finalidad del canal parece ser otra que la de ganar el rating, una extraña mezcla de prestigio institucional (que en última instancia resulta en mayor facturación) con una función pedagógico-humanista.
Lo que Villarruel parece haber inventado es el teledramón-amarillo-progre. Con una bajada de línea tan burda que avergonzaría si se tratara de una ficción autónoma. Los personajes cada tanto declaman una frase del tipo “en la vida hay que luchar para que se haga justicia, aunque a veces haya que hacer algunas pequeñas concesiones, para que al final triunfe el bien”. Solita Silveyra parece ser la persona más competente del país para encarnar esta extraña mezcla de actriz de catástrofes humanitarias, predicadora electrónica y militante de la vida, lo que le permite defender sucesivamente las causas de discapacitados, menores abusados, víctimas de la trata de blancas, nietos de desaparecidos, expulsados de la casa de Big Brother e insulinodependientes, sin dejar de facturar y con vistas a un nuevo lifting.
Los actores jóvenes que cubren los roles protagónicos son -en los mejores casos- horrendos, pero como las frases que dicen son ridículas, la combinación resulta eficaz. Por detrás de ellos, para atenuar una sensación de torpeza que podría llegar a empalagar, están los secundarios, una raza de actores que siempre salen bien parados: Virginia Innocenti, Mabel Manzotti, Carlos Portaluppi actúan con las ganas de estar participando en un producto de 20 puntos promedio, para que los reconozcan en la calle por el nombre de sus personajes y más adelante los llamen a participar en proyectos más prestigiosos aún. Es inevitable pensar que estos actores con mucho pasado se deben sentir un poquito avergonzados al compartir escenas con ineptos con algún futuro.
La factura técnica, que seguramente responde a un concepto craneado por el propio Villarruel, cultiva una idea de la modernidad visual cuyo paradigma puede ser el palurdo de Tony Scott (hace poco canonizado por la revista que dirige... ¡Gustavo Noriega!). Hay escenas destinadas a catapultar a los secundarios hacia el Martín Fierro del año próximo, tomados en primerísimos planos que dan cuenta de su destreza para decir con dignidad frases idiotas. Los bonitos con cartel por lo general no soportarían semejante acercamiento, la cámara los toma desde una distancia que se agradece. Y también está Jorge Lanata, cada vez más compenetrado con su personaje de gordo chanta de pronunciación afectada, que se adapta perfectamente al concepto de neo-ficción de denuncia pergeñado por Villarruel. Los redactores de Crítica deben estar felices por pertenecer a las huestes de semejante luminaria.
El supuesto fin humanitario es recalcado por los solemnes momentos en que Solita le habla a cámara, tanto como en la placa final que redondea una moraleja, en el estilo del más retrógrado cine argentino de los años 50. Después, en el final apoteótico organizado en el teatro Opera, con la presencia de un público eufórico, el figurín Juan Gil Navarro arengará a la multitud: “mi único anhelo es que más allá de esto, podamos disfrutar del gran premio que sería tener justicia por una vez en la vida en este país”. Lo cual llenará de emoción a Jorge Lanata y a sus lúcidos lectores.
Hay algunos detalles que no concuerdan con semejante pretensión de compromiso progre: me refiero a la suerte que se les reserva a los villanos (en este caso, Jorge Marrale), invariablemente sometidos a una venganza ardiente o sangrienta. Algo parecido ya se vio en Montecristo, una ficción supuestamente comprometida con los derechos humanos, que fue aplaudida incluso por las Abuelas de Plaza de Mayo. ¿Alguien se habrá percatado de que la noción de venganza es incompatible con cualquier credo progresista?
Marcelo Tinelli con su kermesse heroica parece un entretenimiento infinitamente más respetable.
Oscar
ResponderEliminarte mando un cuetionario que le hicieron en Pag 12 a Suar y a Villarroel
mira lo que responde
No e habias dado cuenta que Villarroel tiene un gusto exquisito?
Libros de cabecera?
A. S.: –El arte de la guerra, de Sun Tzu, y El anatomista, de Federico Andahazi.
C. V.: –Altazor, de Vicente Huidobro, simplemente por su belleza. Seis personajes en busca de un autor, de Luigi Pirandello, porque a veces me encantaría conocer al que escribe mi vida. Bartleby, de Herman Melville, porque “preferiría no hacerlo”.
–Música que habitualmente escucha.
A. S.: –Me gusta el rock. U2 y Los Fabulosos Cadillacs.
C. V.: –Clásica: Domenico Scarlatti, Mozart, Wagner. Jazz: Brad Meldau, Thelonius Monk, Bill Frisell, Patricia Barber. Rock: Turin Brakes, Indio Solari, Travis, Annette Peacock. Varios: Philip Glass, John Zorn, Ryuichi Sakamoto, Meredith Monk, etc.
–¿Hobbies?
A. S.: –Fútbol.
C. V.: –El ocio.
–¿Películas preferidas?
A. S.: –El Padrino, Cinema paradiso, Los enredos de Wanda.
C. V.: –El sabor de la cereza, Kiarostami; Con ánimo de amar, Wong Kar Wai; La celebración, Thomas Vinterberg; Los muertos, Lisandro Alonso; El silencio, Ingmar Bergman; Madre e hijo, Alexander Sokurov; La vida de los otros, Florian Henckel Von Donnersmarck; Feos, sucios y malos, Ettore Scola; El espejo, Andrei Tarkovsky; La maté porque era mía, Patrice Leconte.
Parece más respetable Tinelli, pero nolo es. Son la misma basura idiotizante y degradante al servicio del lucro
ResponderEliminarGusto exquisito?
ResponderEliminarMezclar a Thomas Vinterberg con Sokurov da como resultado Vidas robadas.
Tinelli y Suar SON definitivamente más respetables que este farsante de la neo-ficción humanitaria.
ResponderEliminarTinelli más respetable? será que miro otro canal?
ResponderEliminarme parece que es como revolver en el basurero y ver que basura es menos basura
No vi Vidas robadas, cuervo, pero Marcelo Tinelli no sólo es imbancable, es un irresponsable.
ResponderEliminarY en las ficciones de tele, el bueno gana y el malo las paga: casi como una cuestión de género.
¿Villaruel se acordó del nombre completo del director Florian Henckel Von Donnersmarck? Me parece raro, creo que es otra pose progre de este gran simulador (ahora que digo simulador, ¿no parecía ayer que D'Elía estaba actuando en Los simuladores? ¡Por favor!) al que no le creo nada, es fácil nombrar a Thelonious Monk, a Wong Kar Wai y a Lisandro Alonso y quedar como un tipo que sabe y que consume buenas cosas.
ResponderEliminarCoincido con Cuervo en un ciento por ciento del post, también en que Tinelli es más respetable que Villaruel (lo siento Estrella).
No me gusta lo que hace Telefé con estos temas serios, el uso que les da es lamentable y artísticamente el resultado es pobre, lo peor son esas frases que comenta Cuervo, en un momento le dije a mi mujer que Arana parecía Bernardo Stamateas dando consejos de autoayuda, un papelón.
Fuiste a la casa de amigos y te invitaron a ver eso? Estás seguro? ( de que son amigos,digo.)
ResponderEliminarLeí completo ese reportaje que te mandan. Por lo menos Suar luce mas sincero.
Por suerte veo películas en la tele y cuando estoy en masoca, veo :"Dr. House" con Hugh Laurie.Cuando veo que me genera adicción, paro.
martha
Para mí la intención del post es señalar la relación que el sentido común de este tiempo (y en este caso particular, Telefé) establece con el pasado.
ResponderEliminarPor otra parte se deben haber pensado (y estar pensando) narraciones más complejas y con efectos más interesantes.
Hablando de Lisandro.: En Clarín le pusieron 5 estrellitas a Liverpool. Esto en otras épocas no pasaba. No sé si reírme o llorar.
ResponderEliminarbesos. Martha
NOOOO! vILLARUEL ANTE ESTE CUESTIONARIO DE pA/12, PIDIO AYUDA A SU ASESOR DE IMAGEN Y ESTE LE HIZO UN COCTEL ECLECTICODE LO MAS SOSPECHOSO,PARA IMPRESIONAR A LA GILADA. nO OBSTANTE PUEDO CERTIFICAR QUE LO HE VISTO EN EL MARGARITA XIRGU VIENDO "LUCIDO" DE rAFAEL SPREGELBURD UNA OBRA IMPIADOSA: "qUÉ DIVERTIDO!" ,DIJO.
ResponderEliminareSTO ES LO QUE SE DICE LA SIMULACIÓN EN LA LUCHA POR LA VIDA.
Marcelo Tinelli fue mencionado en la última línea del post, merecería una discusión aparte, aún sabiendo que Estrella y mucha otra gente lo detesta.
ResponderEliminarPero mi intención acá era pensar en este tipo de ficciones que apuestan a la "calidad", el "compromiso" y las causas humanitarias, pero que a veces esconden mensajes fascistas como el "ojo por ojo, diente por diente" además de una subestimación de espectadores a los que se les da una berretada de qualité.
Martha:
mis amigos son muy buenos amigos y se reían de las ridiculeces de Vidas robadas. La diferencia es que a mí no me causaba tanta gracia.
Alfredo:
el problema de este programa que vi ayer no es que la narración fuera poco compleja, sino que todo era malísimo, pero a la vez se notaba una pretensión de estar haciendo algo importante.
Y en cuanto a los cuestionarios a Villarruel, parece en consonancia con el intento del canal de mostrarse como una pantalla prestigiosa. Es curioso que en la programación de Telefé nunca jamás hayan aparecido alguno de los nombres que tanto le gustan a su programador.
Por eso digo que Suar es más honesto, porque los gustos que declara (los Cadillacs y no Thelonious Monk; Cinema Paradiso y no Kiarostami) se pueden reconocer en la pantalla que programa.
Si te encuentro por el festi te felicitaré personalmente por este post. Un abrazo.
ResponderEliminarSerá la hora del reencuentro, sí, creo que voy a estar por Mar del Plata el lunes 10 o el martes 11.
ResponderEliminarsaludos
jajaja, ficción "con compromiso", para deleite del medio pelo que cree gozar de un espectáculo inteligente, pensado, arriesgado, distinto, "con mensaje". Nunca vi ese programa, pero me lo imagino...
ResponderEliminarCoincido con que lo de Tinelli es mas respetable: si bien lo suyo -para nosotros- es pura mierda, por lo menos le dibuja una sonrisa a mucha gente antes de irse a dormir. Y eso no es poco.
César:
ResponderEliminareste año Tinelli no está bueno, es la repetición de la repetición, pero a mí a veces me arranca una risa, no lo considero pura mierda, es una kermesse algo bizarra sin pretensiones de otra cosa. Sé que tiene mil flancos por los que atacarlo, pero si yo quiero boludear un rato, disfruto a Tinelli muchísimo más que a esa mierda tramposa de Vidas robadas, porque es un negocio, pero un negocio leal, que osa decir su nombre.
Ya lo sé, cuervo, pero estamos hablando de la televisión.
ResponderEliminarNo vi Vidas Robadas, así que no puedo opinar, pero sí puedo decir que se trata de ficción: hay una historia, un argumento, personajes y un guión. Más allá de lo pretencioso que pueda resultar, es lo que es: una historia inventada que, en este caso, se basó en una historia real. Y eso es lo que media entre el espectador y la pantalla.
El programa de Tinelli (como siempre), en cambio, es tramposo y Tinelli es un gran mentiroso.
No muestra el guión, pero el guión está: que X se pelee con Y; que el jurado Z insulte al jurado W, pero que todo parezca tan real como la vida misma, donde pareciera que todos se insultan, se pelean, se faltan el respeto y sacan sus trapitos al sol.
Y más pretensión que la de estar haciendo algo importante y comprometido que el "sueño" de cada soñador...
Tinelli tiene todo para hacer un programa entretenido, popular, que haga reír. Pero él elige el camino más fácil, dale que te dale con los escándalos y los insultos, y los caños y demás.
Nadie subestima más a su espectador que él, tanto, que se les ríe en la cara (otro año más de curro, decía hace un tiempo al empezar un nuevo programa).
No lo soporto, ¿se nota?
Saludos!
Si podemos comparar a Tinelli con la magnífica creación de Telefé es porque evidentemente tienen algo en común.
ResponderEliminarTengo el enorme placer de no haber visto nunca ese "vidas robadas", pero se que hay gente de clase media que empezó a acercarse a la temática de trata a partir de la novela. Lo que demuestra el vuelo corto de esta clase.
Igual te digo algo Oscar, yo tomaría muy con pinzas lo del rating, no se si vivo en un taper, pero te juro que no creo que lo vea tanta gente, no puede haber tanta gente pelotuda en el mismo momento mirando la mísma cosa, se me hace como mucho. Para mí que el rating marca una tendencia mercantil y nada más, no personas de carne y hueso.
Pero en definitiva Tinelli y su hermano de pantalla cumplen la misma misión: idiotizar a sus espectadores para que al día siguiente tengan un lindo tema de charla mientras los explotan en las ¿fábricas?, no ya no existen, oficinas mejor.
Mc Luhan decía respecto de la tele que el medio es el mensaje. Y evidentemente este Villarruel se olvidó el mensaje en la casa.
pd: comente por inercia, en realidad el tema no daba para mucho jajaj. Igual estuvo bueno la crítica y todo eso. Saludos.
Cuervo, no solo es triste la liviandad con la que se trata un tema de semejante envergadura como la trata de personas, es triste la hipocrecía clasemediera, que levanta vuelo con este tipo de contenidos, hacía falta Montecristo??? Para saber que en este país hubo un genocidio??? Yo cuando la vi a Stella de Carloto en el teatro el día de la finlización se me revolvió algo internamente (no por su figura en sí que admiro), me pareció que resurgía la teoría de los desaparecidos que utilizó la CONADEP, eran tipos que por la bestialidad de un bigotudo y un borracho, se esfumaron de la faz del planeta.
ResponderEliminarVidas Robadas puede servir para poner sobre la agenda massmediática un tema complejísimo, pero dejemosno de joder ¿filantropía? Lo creería si actuaban en la serie alfredo Alcon y Norma Aleandro, y se transmitiera por Canal 7 o encuentro, pero el negocio es el negocio, aptra es aptra y el año que viene, se aseguran un par de Martín Fierros, vender la tira al exterior y solita sigue cultivando ese perfil progre al igual que Gastón Pauls, que tanto le da de comer a Telefé cuando los baches no los puede cubrir solo con los Simpsons o Alf.
Saludos.
Bueno, parece que este tema de la televisión moviliza el debate más que cuando tratamos temas de filosofía o cine contemporáneo. Esto también dice algo: todos detestamos lo que la televisión nos da, pero está integrada a nuestras vidas o nosotros a ella.
ResponderEliminarQue Estrella se enerva cuando oye decir "Tinelli" y pierde su serenidad a toda prueba, ya lo sé por otros debates que hemos tenido.
Yo creo que es al revés: todos sabemos que Tinelli es un juego, que no hay ninguna pseudo-denuncia, ninguna pretensión de seriedad. Para mí el programa es un poco de brillantina, unas plumas, un caño, una pista de hielo, canciones cursis, algunas buenas bailarinas, algunos cuerpos pulposos y mucho conventillo.
El conventillo no es una exclusividad de Tinelli, en los blogs donde se discute literatura contemporánea, hay starlettes del ambiente literario y crítico que pierden la compostura con menos gracia que Pampita y que son más brutales que la Tota Santillán. Yo no me jacto de ser mejor: he entrado muchas veces en el conventillo de los blogs. En el fútbol existe el mismo conventillo y los que conocen la vida académica por dentro saben que los tribunales que deciden los concursos se parecen al jurado de Bailando por un Sueño.
El caso de la neo-ficción de Villarruel me parece que cae en un ridículo involuntario, que baja línea con torpeza y termina consagrando aberraciones como la venganza (caso Montecristo) con una pretendida defensa de los derechos humanos. Es una manera nefasta de rebajar la lucha de los organismos que precisamente en tantos años de reclamo de justicia nunca cayeron en actos de venganza personal y esperaron con paciencia la activación de un sistema judicial que tardó demasiado en ponerse a trabajar en serio. No creo que la excusa de que en el género de ficción los villanos terminan mal legitime la venganza en estos programas pseudo-humanitarios. Los temas del terrorismo de estado, de la violencia familiar, del abuso de menores, requieren de un tacto especial que estas ficciones televisivas desconocen. Hay ejemplos eminentes en el cine actual de como tratar temas complejos: esta semana hemos hablado de Avi Mograbi. El sensacionalismo aplicado al tema de derechos humanos es lo peor que le puede pasar a un debate serio. Yo prefiero que para manosearlo así, es preferible que ese tema no lo toquen.
Fede:
yo al rating no le doy ningún valor especial, pero creo que es perfectamente verosimil que mucha gente vea estos programas. Yo ando por bares del centro a la noche, en todos hay tv, casi siempre está puesto Tinelli, y los parroquianos, mientras charlan de bueyes perdidos, miran de reojo la pantalla cuando sale a bailar Mariana de Melo. Hay algo en ese chiporroteo colorinche que atrapa el ojo. No sé si idiotiza, no siento que a mí me idiotice ni estoy esperando que lleguen las diez de la noche para ver qué pareja queda sentenciada. Ver a Tinelli es para mí "A Momentary Lapse of Reason" que no me quita energía para las otras actividades.
No quiero transformarme en un defensor de Tinelli, sólo quiero aclarar que no tengo prejuicios contra el circo populista de la TV. Quizá por mi pasión cinéfila tengo mucha menos tolerancia hacia la ficción berreta que hacia el entretenimiento berreta. Sobre todo cuando la ficción berreta quiere aparentar que no lo es.
saludos!
El tema de Tinelli este año es que no solo va 4 días a la semana en horario central, sino que hay más de 10 programas que repiten su contenido a toda hora, entonces la gente está podrida de él y de su programa, y con razón. Una cosa es ver en vivo una única vez a la Tota bailando o peleando con el jurado y otra cosa es verlo 10 veces.
ResponderEliminarAdemás, está bien que se lo critique cuando se zafa, porque a veces se zafa mal (por ejemplo cuando lo escupió a Larry), pero el 80% de las veces no pasa nada raro, es solo baile o patinaje, luego puntaje y sentencia y terminó ahí. Hace semanas que no pasa ningún hecho criticable creo yo.
Tiene razón cuervo. Tinelli es mucho mas honesto que Villaruel así como Jorge Rial es mas rockero que el cagón de Pergolini.
ResponderEliminarVidas robadas y montecristo fueron una autentica bazofia.
Tinelli produjo Okupas, un programa excelente y Tumberos que si bien no lo fue tanto y creo, fallaba en el guión, era muy superior a estas pedorradas con Echarri y Arana. El café con leche actoral que protagonizó estos bodrios de hermosas inquietudes humanas.
Por Tinelli no se preocupen que se va a saber acomodar y realinear para volver a los 30 puntos diarios, de alguna manera. Y si esto no sucede, se caerá nomas algún dia para que gente como estrella brinde con te verde.
No hay con que darle, Telefe esta condenado a ser un canal de mierda.
Para ver estas gadorchas que vuelva Amigos son los amigos. Es mas, ya tengo la promo:
Veinte nenitos sobre una vereda: Oleé olé olé olé Carlín, Carlín!
Carlín mirando a camara: Sssssuna lucha.
Nenitos: Carlín! Carlín! Carlín!
Marcelo
Mograbi cantando en medio de una pelicula protagonizada por un asesino no me parece muy distinto de "Vidas Robadas": es el Villaruel de los progres, en todo caso, pero la abyección es la misma.
ResponderEliminaruh me quiero matar, no vi el final de vidas robadas ni veo tinelli, estoy fuera de todo esto pero igualmente hoy voy a festejar halloween como corresponde.
ResponderEliminarsi tinelli sigue estando tanto tiempo es porque "la gente" lo mira, si no lo fletan como a tantos otros programas que duran un par de meses como mucho. y tambien creo q este otro q hizo vidas robadas tambien tiene un poco de "lo q la gente quiere ver", aunque en lugar de escapismo tiene el lugar de conciencia tranquila de que yo estoy del lado de los buenos. despues el contenido no lo se porque no la mire a la serie.
igual me parece muy triste y ademas falso eso de que a partir de una serie se tome en cuenta un problema de la sociedad! vamos a pedirle que haga una serie sobre los chicos de la calle, otra sobre el paco, y ya que estamos sobre la distribucion de la riqueza!
Anónimo:
ResponderEliminares infinita la diferencia entre la densidad de las preguntas y problemas políticos, éticos y filosóficos que disparan las películas de Avi Mograbi en comparación con la telenovela de marras. Por supuesto que no pretendo que Villarruel haga algo siquiera similar a Mograbi: directamente no podría.
Pero usar la palabra "abyección" de modo atolondrado para descalificar de un plumazo la película de Mograbi porque canta es una verdadera frivolidad. ¿Qué tiene de malo que comente cantando sus preguntas como realizador? ¿Hay algo frívolo en el canto en sí mismo?
Eso no es verdad: en las tragedias griegas el coro cantaba comentando las peripecias y eso no les quitaba ninguna densidad. Para afirmar que el tratamiento que hace Mograbi del genocidio en curso es abyecto habría que poner algo más de dos renglones: si tenés algún argumento, anónimo, exponelo. Y si sólo se trata de tirar un petardo y salir corriendo, está todo bien, será lo máximo que podés dar.
jajaja, cuervo, sos un grande, qué buen comienzo... "estaba en casa de unos amigos y vi el final de la serie, que nujnva había visto..."... sos un desastre, el típico clase mediero argentino, pequebus, que niega ver tinelli y todos los bofes de la TV basura porque no es "cool" ver eso y escuchar a Amuy Winehouse... ¿Así que justo viste el programa porq estabas en casa de unos amigos??? ¿Por qué me huele tanto a mentira, a arrugue, a no querer decir "vi el programa en mi casa porque elegí ver ese programa y no leer a Kierkegaard? Un tipo con tanto miedo al que dirán académico como vos, a mear afuera del tarro de lo "cool" y lo "vanguardista"... en una sola frase de quedaste desnudo hermano, completamente desnudo.
ResponderEliminaranónimo:
ResponderEliminary vos sos un gran pelotudo o pelotuda: ¿no ves que digo que veo a Tinelli?, si te huele a mentira es porque sos un (o una) idiota, porque lo que digo es verdad. Si hubieras leido con atención el post y el debate te darías cuenta que el 90 % de lo que afirmás está desementido, que no entendés nunca nada, que estás tan ensimismado (o ensimismada) que a vos no te puede salvar ni un exorcista.