Por Oscar A. Cuervo
Eamonn Mcdonagh les explica el infierno argentino a los niños del hemisferio norte.
Les explica los tremebundos riesgos que corre un honesto ciudadano por atreverse a disentir con los ultra-Kirchnerite and vigourous arselickers bloggers. Quizá se trate de la primera pieza de realismo mágico latinoamericano escrita en inglés para los niños del mundo anglosajón. La conmovedora página puede leerse aquí:
Y a mí se me dio por responderle esto:
Eamonn:
Eamonn Mcdonagh les explica el infierno argentino a los niños del hemisferio norte.
Les explica los tremebundos riesgos que corre un honesto ciudadano por atreverse a disentir con los ultra-Kirchnerite and vigourous arselickers bloggers. Quizá se trate de la primera pieza de realismo mágico latinoamericano escrita en inglés para los niños del mundo anglosajón. La conmovedora página puede leerse aquí:
Y a mí se me dio por responderle esto:
Eamonn:
parece poco leal pedirle del adversario que deje de hacer el tipo de cosas que uno mismo hace. Y ese es el procedimiento que vos perpetrás: "As long as you’re part of the movement and with the process they’ll cut you some slack but God help you if you don’t, you’ll end up being reviled as little better than nostalgic for the dictatorship". No hace falta que Dios ayude a Beatriz Sarlo ni a vos "for having had the temerity to criticize the government and being generally not too impressed with Cristina Fernández de Kirchner". El estado de intimidación que se viviría en la sociedad argentina, según intentás explicar a the readers outside Argentina sólo ocurre en la imaginación de quienes montan un impressive melodrama for export. Creo que es posible que en los pocos años que has pasado en Argentina aún no sepas cuál ha sido y continúa siendo (sin solución de continuidad) el rol de los national newspapers. Desde la ingenuidad o el desconocimiento podés pensar que del lado de las buenas gentes civilizadas están the national newspapers y sus cándidos colaboradores y que, del otro lado, las temibles hordas bloggeras que never doubts the essential goodness and rightness of Néstor and Cristina.
Lamentablemente no me parece ingenuo, creo que se deben invertir abundantes dosis de mala fe para tratar de pintarle a un reader outside Argentina una situación tremebunda en la que a los que osan poner en duda la infalibilidad del gobierno sólo les queda encomendarse a Dios. Quizá tus lectores del Hemisferio norte puedan sentirse impresionados por esas pinceladas de realismo mágico latinoamericano con la que describís los debates políticos que se desarrollan en Argentina. Pero nadie que se desplace por los espacios públicos y privados donde se discute política argentina puede creer honestamente que los críticos del gobierno corren algún riesgo y que los partidarios del mismo son unos bárbaros entregados a una violenta caza de opositores.
Quizá te falte saber que esos national newspapers que en tu descripción aparecen como neutros órganos de la libre expresión son las mismas instituciones que, cuando en Argentina realmente había grupos de tareas que salían por las noches a cazar disidentes, omitían informar lo que estaba pasando. Precisamente Clarín y La nación, beneficiados por la dictadura con la turbia cesión de Papel Prensa. Era sorprendente leer en las páginas de esos diarios que la vida cotidiana transcurría normalmente, cuando en realidad se estaba llevando a cabo una masacre despiada. Mientras hasta las propias fuerzas armadas hicieron un mea culpa público por el papel desempeñado durante esos años horrendos, los diarios que fueron la apoyatura cotidiana de ese nauseating process no han hecho la mínima autocrítica por su contribución al terrorismo de estado. Y hoy se erigen en adalides de la libertad de expresión.
Puede que vos, Eamonn, no sepas nada de esto. Pero la ex militante maoista y actual columnista de revista Viva lo sabe a la perfección. A propósito de Sarlo, a quien definís con un candor comnovedor como "a retired university lecturer and literary critic", yo escribí hace poco. Y decía esto:
A retired university lecturer
«El conflicto desatado a partir de la fallida resolución 125 -nunca mejor puesto el mote de “fallida”, porque el gobierno no pensó que iba a desencadenar todo esto- vino a mover todas las posiciones en el tablero. Todos hemos sentido la necesidad de re-ponernos, re-definirnos, re-pensarnos.
«Beatriz Sarlo lo dice con su talento de comunicadora al suplemento ADN de La Nación del 9 de agosto de 2008: “Para un intelectual progresista o peronista era muy difícil no tomar una posición porque cuando el Gobierno convoca a la historia en su epopeya anticampo, evoca a través de la historia algunos hechos fehacientes de los últimos cincuenta, sesenta o setenta años" dice Sarlo de otros que por supuesto no son como ella. Pero de ella misma dice: pero... “yo no quisiera ser alineada como miembro del Partido Comunista Revolucionario prochino, del cual fui miembro hasta los cuarenta años. Quisiera ser alineada con mis transformaciones ideológicas y políticas en los veinticinco años que siguieron. Alinear a un protagonista respecto de ese pasado me parece inaceptable”.
«La cosa es así: Beatriz cree que es errado hacer política convocando a la historia: "Cuando el Gobierno se refiere a la participación o anuencia de la Sociedad Rural en golpes de Estado (aunque no es esta Sociedad Rural, es la misma institución), está evocando hechos probados que los buenos historiadores (...) saben que sucedieron. Entonces, si uno hace política presente convocando a la historia, cosa que yo creo que es errado...".
«O sea: la Sociedad Rural, le dice Sarlo a La Nación, aunque no es esta Sociedad Rural, es la misma institución. ¿Es la Sociedad Rural la misma institución que la Sociedad Rural o no lo es? ¿La que participó o dio su anuencia a los golpes de estado del pasado era otra Sociedad Rural? Uno puede imaginar que esta pregunta en realidad se relaciona con el interlocutor con el que Sarlo está desarrollando esta línea de pensamiento. Podríamos poner: aunque La Nación participó o dio su anuencia a los golpes de estado del pasado, no es este medio con el que estoy hablando, aunque es el mismo medio. ¿Ahora se entendió?
«No. Bueno, más o menos: pareciera que, con todo esto, Sarlo da un testimonio acerca de la fuerza interpeladora de la situación. Como si todos (bueno, no todos, algunos no quieren saber nada) tuviéramos que pensar dónde queremos ser alineados, qué hacemos con lo que éramos, si es posible ponerle nombre a lo que hicimos o lo que dejamos de hacer. De pronto, hablar de la historia, de lo que ha sido la dictadura para nosotros, el peronismo para nosotros, el gorilismo para nosotros, la política para nosotros, si nos movilizamos por algo o no nada nos mueve, el lugar que queremos ocupar respecto de la derecha, la izquierda, el centro, el progresismo, el setentismo, los militantes, la gente, la calle, el campo, los medios, el poder de arriba, el poder que tenemos, el que creemos tener, el que no queremos tener, el padecer del que nos enorgullecemos, el lugar de actores o espectadores, de víctimas o cómplices, de pronto, todo eso ha sido removido y sentimos la necesidad de decir algo, de pensar algo.
(...) «Pero no es cuestión de incriminar a nadie, para eso están los tribunales. Más interesante es pensar en las continuidades de experiencia, ver cómo en los últimos meses nuestra propia trayectoria se nos aparece con diversas figuras y cada uno dice al respecto lo que puede: están los que usan "setentista" como un sarcasmo, porque son ochentosos, o noventeros, o cerocero. Y otra vez renace eso de dejar atrás el pasado, antes lo decían los milicos, después lo dijo la iglesia, ahora lo dicen Sarlo, Quintín y todos los que ya no quieren alinearse con lo que eran.»
Saludos
Oscar,
ResponderEliminarEl propósito del post no era defender las opiniones políticas de Sarlo, que ni me van ni vienen, y en ningún momento dije que sufre intimidación o corre algún tipo de riesgo por opinar como opina. Por suerte, todo a lo que me refiero en el post tiene que ver con lo discursivo, algo que me parece que es obvio para los que lo quieran ver.
Escribí el post porque no logro entender por qué ella despierta tanto odio en cierta gente. Y la extensión de este post y el comment en mi blog es otra muestra de esto.
No hay blancos más importantes para los que apoyan este gobierno?
PD: no me corras con boludeces condescendientes de realismo mágico o con lo que yo pueda saber o no sobre la Argentina y su historia.
saludos
Eamonn:
ResponderEliminarlo que yo señalo en el post es que en tu propia posición se evidencia esa violencia discursiva y esa intolerancia hacia el adversario político que vos le achacás a los Ultrakichnerites. ¿Por qué las posiciones defendidas en un blog como Artepolítica y mi propia respuesta te parecen exponentes de un proceso nauseabundo? ¿Acaso no percibís el tono violentamente descalificatorio que empleás para referirte a quienes manifiestan posiicones políticas de apoyo al gobierno? "Eamonn Mc Donagh has a vituperative post attacking Artepolítica for having had the temerity to support the government and being generally agreed with Cristina Fernández de Kirchner". So why do so many of the governments more literate opponents hate they with such a passion?
Está claro que la polemica politica implica fuertes dosis de pasión, lo que no parece leal es que esa pasión sea señalada como un acto de intolerancia cuando la ejercen los adversarios y esté completamente naturalizada cuando le ejerce uno mismo. Además, veo que en tus críticas (y en eso no parecés ser una excepción) que esa passion de los que son tus adversarios es muchas veces considerada como una prueba de barbarie y quizá el rasgo más insistentemente señalado para descalificar esta posición política como nauseabunda.
Podés releer tu post y reonocer las varias expresiones ofensivas que lanzás contra los adherentes al kirchnerismo, pero tu pasión no te despierta la misma perplejidad que la que emplean tus adversarios.
Cuando digo mala fe, me refiero a que, aunque no conozcas el rol desempeñado por esos neutrales "nationales newpapers" que describís con inocencia, debés haber caminado por las calles durante el conflicto con la dirigencia rural, y seguramente habrás percibido el grado de virulencia de estas manifestaciones opositoras. Si no anduviste en esos días por la calle, habrás leido el tono virulento de los que escriben anónimos ofensivos y los que firman post con expresiones racistas, clasistas, machistas, en contra del gobierno y sus adherentes. Sólo mediante un tendencioso recorte de tu percepción podés pasar por alto esa virulencia y horrorizarte solamente con "the particular fury of those who like to think of themselves as intellectuals". ¿A vos te agrada considerarte un intelectual? ¿Por qué no notás la particular furia que empleás al abominar de todos los redactores del blog Artepolítca, y por lo visto de mí también al haber escrito esta respuesta, y en definitva de todos los que participan en polémicas defendiendo las líneas generales de este gobierno?
La extensión de mi post te parece una prueba del mismo grado de barbarie discursivo y del "odio" con que se critica a Beatriz Sarlo a la que se elige como "blanco" de los "ataques". Si a vos mi propio texto te parece ejemplo de este proceso nauseabundo, es porque te complacés en una descalificación grosera de los argumentos que yo planteo. Quizá no lo veas porque compartís con Sarlo la misma incapacidad para analizar en términos políticos no solo los actos de gobierno y sus adherentes, sino también el papel desempeñado por los medios de comunicación que antes han callado frente a los atropellos del terrorismo de estado y hoy alimentan con su violencia discursiva la sensación de que vivimos en un clima de intimidación. En mi texto me refiero a la llamativa omisión que hace Sarlo del papel desempeñado por La Nación durante la dictadura y no me centro para nada en el hecho de que ella cobre unos pesos por ser columnista de la inefable revista VIVA.
No es verdad que Beatriz Sarlo se transforme en el "blanco" preferncial de los "ataques" de los "Ultrakirchnerites", en medio de un proceso donde todos discuten con todos, donde Horacio Gonzalez, León Gieco o Nicolás Casullo (por citar algunos ejemplos)son objeto de descalificaciones ofensivas, se los tilda de chupaculos defensores de supuestas prebendas por el sólo hecho de haberse manifestado públicamente en apoyo de algunas medidas de gobierno. Imagine the depths of corruption to which someone would have to sink to write articles supporting the goverments…
Negás haber dicho que los críticos del gobierno sufren algún tipo de riesgo por serlo, pero decís "As long as you’re part of the movement and with the process they’ll cut you some slack but God help you if you don’t" en un contexto en el que te encargás de aclararle a los readers outside Argentina que Sarlo es a retired university lecturer and literary critic who for many years edited Punto De Vista, pero en cmabio evitás describir a los redactores de Artepolítca en términos igualmente benévolos. ¿No son ellos acaso ensayistas, docentes, estudiantes, militantes, que se reunen para expresar legítimamente sus posiciones políticas en un blog, de la misma manera (aunque quizá con un tono más frontal y sincero) que emplean vos y Sarlo (por citar dos ejemplos) en sus intervenciones públicas?
En fin, si tanto te horroriza en la actual coyuntura política argentina la pasión con que algunos critican a Beatriz Sarlo, es porque desde tu posición la lucha política parece reducirse a exigir la corección y los buenos modales de tus adversarios, pero nunca los tuyos propios.
Horacio Gonzalez, León Gieco o Nicolás Casullo...
ResponderEliminarCon esa delantera no pasas ni la primera ronda cuervo.
Con respeto por casullo que se nos fue, claro.
Anónimo: decime cuál cuál cuál es tu nombre? Horacio Gozalea, Casullo y Gieco son íntimos amigos míos y vos sos una nulidad autoasumida.
ResponderEliminarImaginate a quién prefiero.
Horacio Gonzalez, Gieco, Filmus, Cristina, el Néstor, observatorio de medios, todo graserío, negrada, mierda
ResponderEliminarGracias, anónimo, tu contribución es invalorable. Eamonn, tomá nota.
ResponderEliminar¿eh?
ResponderEliminarQue tomes nota de lo que dice el anónimo, para ejemplificarle a los lectores de fuera de la Argentina the particular fury of those who like to think of themselves as ilustrated opponents to the Kirchnerites.
ResponderEliminarEscribí el comment porque no logro entender por qué ella despierta tanto odio en cierta racist middleclass.
YO NO FUI EL ANONIMO QUE DICE NEGRADA. YO SOLO DIJE QUE CON GIECO, HEREDIA Y chapatin in memoriam no le ganas ni a tunez en la primera ronda.
ResponderEliminarEras mas lindo cuando escuchabas a dylan con abraham. te volviste grasa. jajaja
Fuera de joda casullo y gieco? ponete las pilas cuervo, te falta decir que victor heredia escribe lindo y aliverti es un buen periodista.
M.J
y sandra russo y el por que no el chavo fucks que aportó tanto en estos tiempos de oligarquia.
ResponderEliminarah no cierto que el chavo trabaja para tvr.
ResponderEliminarmorgado entonces.
ves que sos grasa?
No importa, mj, aunque no hayas dicho negrada, sos de la misma especie que el otro pelotudo.
ResponderEliminarPero no soy grasa.
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