por Pablot
(Sobre Vacation, Hajime Kadoi, Japón, 2008) Como en el afiche, el protagonismo es simétrico. El preso y el guardia. Uno porta la insignia del poder, el otro su hieratismo y su lápiz. Los dos, sin embargo, están encadenados a rituales cotidianos perpetuos. Y con todas sus actividades normativizadas: el reporte cotidiano al superior, lo charlable entre colegas, el regimen vacacional, las reglas para los presos, el control exhaustivo, las comidas, el orden de cada celda/cubículo, la postura corporal ante la señal sonora que anuncia la apertura de una puerta, el cuidado de los materiales inventariados. (No quiero deprimirlos pero... ¿no suena un poco a la mayoría de las vidas de las personas con las que interactuamos?).
En el medio, acolchonando, está la camaradería entre los policías, el próximo casamiento del carcelero protagonista -una puerta más hacia el afuera, no se percibe amor-, el arte de los dibujos en blanco y negro de Kaneda. Todo va a ser conmovido por la sentencia a muerte de este último, sí, y de eso va un poco la trama, mas no obstante, y más allá de pequeñas convulsiones institucionales ligadas a la circunstancia, sabemos que todo volverá a su lugar, los metrónomos seguirán intactos.
Dentro de una puesta muy austera que, más que el encierro, nos hace sentir la opresión de lo banal, hay decisiones muy acertadas: no mostrar otro presos que Kaneda y, en contraparte, exhibir cantidad de oficiales y carceleros con sus jerarquías, entraña un efecto muy sutil pero persistente, el de todo el Poder cayendo sobre el individuo. Otras decisiones no lo son tanto, y resienten el impacto demoledor que hubiera tenido el film si el director lo hubiera terminado donde -perdón por lo prescriptivo- debía haberlo hecho, con la terrible secuencia en símil tiempo real del paso a paso reglamentario hacia la ejecución de Kaneda.
La historia sigue, innecesariamente unos minutos más, con el guardia Toru casado, en viaje de luna de miel con su esposa y el pequeño hijito de ésta, mientras la música extradiegética -la que se usa para reforzar los sentimientos del espectador hacia lo que se ve en la escena- sube y sube, sugiriendo algo así como el principio de una gran felicidad.
Bibliografía muy recomendada:
- Bajo Palabra, novela de Akira Yoshimura.Aquí está todo ese clima de paradójica comodidad carcelaria que comporta seguir reglas sin apartarse un ápice, y la tragedia de la no adaptación cuando se es liberado de ellas. No conozco el cuento en el que está basada Vacation pero se nota que es de la misma estirpe.( La Anguila , film de Shoei Imamura, no la trascribe sino que se la apropia con resultados muy personales).
- En la Prisión, manga/novela gráfica de Kazuichi Hanawa.Obra maestra total, de supremo detallismo sobre los rituales de un presidio japonés, basado en la propia experiencia del escritor, que los recuerda hasta con nostalgia.
Tambien algunas cosas que describís al comienzo, me hicieron recordar a Ozu, QUE ME TUVO LOCA EL AÑO PASADO EN ESA RETROSPECTIVA DEL sAN mARTÍN. MARTHA
ResponderEliminarMartha:
ResponderEliminarY eso que ni siquiera mencioné las vías y los trenes que aparecen a lo largo de la película...