Es triste. La polémica contra
el PCI se hacía en la primera mitad
de la década pasada. Llegan tarde, hijos.
Y no tiene ninguna importancia si entonces aún no habías nacido...
Ahora los periodistas de todo el mundo (también
los de la televisión).
les lamen (como creo que aún se dice en el lenguaje
de la Universidad) el culo. Yo no, amigos.
Tienen caras de hijos de papá.
Buena raza no miente.
Tienen el mismo ojo malvado.
Son miedosos, inciertos, desesperados
(muy bien) pero también saben cómo ser
prepotentes, chantajistas y seguros:
prerrogativas pequeño burguesas, amigos.
Cuando ayer en Valle Giulia se pegaron
con los policías,
yo simpatizaba con los policías
Porque los policías son los hijos de los pobres.
Vienen de periferias, sean rurales o urbanas.
Por lo que me concierne, conozco bastante bien
su modus vivendi infantil y adolescente,
las preciosas mil liras, el padre aún chico
que, como consecuencia de la miseria, no tiene autoridad.
La madre encallecida como un mozo de cuerda, o tierna
por alguna enfermedad, como un pajarito;
Tantos hermanos, la casucha
entre los huertos con salvia roja (en terrenos
ajenos, loteados); más pobres
en las cloacas; o apartamentos en grandes
bloques de pisos populares, etcétera, etcétera.
Miren como los visten: como payasos,
con ese tejido áspero que huele a rancho,
furriel y pueblo. Lo peor de todo, naturalmente,
es el estado psicológico en que los han dejado
(por cuarenta mil liras al mes)
sin más sonrisa,
sin más amistad con el mundo,
separados,
excluidos (en una exclusión sin igual)
humillados de la pérdida de la condición humana
por la de ser policías (ser odiados provoca odio).
Tienen veinte años, la misma edad que ustedes,
queridos y queridas.
Obviamente, estamos de acuerdo en ir contra la institución policial,
pero ataquen a la magistratura, ¡ya verán!
Los chicos policías
a los que por sacra delincuencia (de electa tradición
resurgimental)
de hijos de papá ustedes bastonearon
pertenecen a la otra clase social.
En Valle Giulia, ayer, tuvo lugar un fragmento
de lucha de clases: y ustedes, amigos (si bien del lado
de la razón) eran los ricos.
Mientras los policías (que estaban del lado
equivocado) eran los pobres. ¡Bella victoria, por lo tanto,
la vuestra! En estos casos,
a los policías se les dan flores.
IL PCI AI GIOVANI
Pier Paolo Pasolini
Hoy caí en mi propia trampa
ResponderEliminarprobé mi propia medicina
me acerqué demasiado al sol
y mis alas se quemaron y caí
a mi tampoco me gusta tu novio
lo siento si soy tan franco
soy varón y sólo me lo banco
pero mis alas se quemaron y perdí
pero...
hoy las cartas me tocaron buenas
pero no supe ganar la partida
yo te hubiera entregado mi vida
pero mis alas se quemaron y caí
todos están celebrando
y yo me quedo pensando
apenas estoy aprendiendo a volar
y ya mis alas se quemaron y caí
y ya…
creo que me caigo del cielo
y pierdo el instinto camino
la vida me puso delante un caramelo
y mis alas se quemaron y ya fuí
hoy no me comí la empanada
tenía todo y me quedé sin nada
y de pronto tuve una revelación
voy a escribirlo todo en una canción
me acerqué a ese farol demasiado
y mis alas se quemaron y caí
pero…
soy muy sensible a la belleza
que no distingo el corazón y la cabeza
me acerqué mucho al sol y no lo ví
y mis alas se quemaron y caí
prefiero solamente un beso tuyo
antes que el amor de mil mujeres
es el beso que núnca te dí
cuando mis alas se quemaron y caí
cuando...
cuando mis alas se quemaron y caí
que grande andres!
ResponderEliminarExtraordinario Pasolini. Como siempre.
ResponderEliminarAprovecho para comentarles que escuché el programa de Daniel Cholakián en la Tecno. Ayer leyeron un texto de Silvia Pkath impresionante, "Daddy". Dos viernes que estaba en casa lo escuché entero (va temprano, de 20 a 22), y es realmente bueno. Saludos