por oac
Hace ya diez años que conozco a este hombre pero no me canso de verlo. En aquel momento fue algo fulminante para mí, a los siete minutos de haberlo visto ya estaba totalmente cautivado por la belleza de que era capaz y sólo quería volver una y otra vez para encontrar lo mismo, con eso me conformaba.
Pero el asunto es que él volvía a aparecer y nunca era lo mismo. Una cosa fue Madre e hijo, una de las heridas más penetrantes que yo haya experimentado, algo difícil de olvidar para un muchacho como yo, definitivamente.
Pero después vino Moloch y era otra cosa, esa vez estaba muy raro y yo no sabía bien qué se traía entre manos, y tuve que esperar un tiempo para empezar a entender ese lado suyo, más distante, más odioso. Taurus ayudó a comprender su mirada sobre el poder, una de las pocas que tiene algo nuevo para mostrar que no sean lastimosos lugares comunes. Y El sol es la pieza que faltaba, la que le confiere a esta trilogía de los hombres poderosos del siglo pasado un volumen considerable.
Sokurov debe ser el genio vivo, el tipo capaz de desplegar su autoría sin consideraciones secundarias. Hay que revisar el concepto de autoría, no se trata de constantes temáticas como decía malamente un redactor de El amante en ese programa choronga que lleva el mismo título que la revista. La autoría no tiene nada que ver con constantes temáticas. No es un truquito que sale bien una vez y se empieza a repetir hasta hartar. Esa es una noción muy estúpida de lo que puede ser un autor. Un autor es Fassbinder, que se despliega de una a otra película sin ningún reaseguro. Si uno vio El amor es más frío que la muerte eso no quiere decir que ya vio La angustia corroe el alma, ni Las amargas lágrimas de Petra Von Kant, ni Alemania en otoño. Y si vio todas esas, todavía no vio Berlin Alexanderplatz ni Querelle. Y cuando ves Querelle tenés que reconfigurar la totalidad de la imagen que has ido construyendo de ese autor, porque el tipo no tiene una unidad dibujada en un papelito antes de ponerse a filmar, la sensación que da es que cuando empieza cada película no sabe lo que va a hacer y que quizá la haga para no saber, para deshacerse del saber. Hay tanto maestro ciruela que cree que en el arte hay que saber.
Bueno, Sokurov en eso es lo más parecido a Fassbinder. Una invención formal despiadada de una película a la otra, Spiritual voices llevó el documental a una línea de cota desconocida hasta ese momento, pero el tipo estaba pergeñando mientras tanto El arca rusa. Y claro que hay una unidad, pero es una unidad que hay que pensarla a posteriori, porque de antemano uno no sabe con qué se va a encontrar.
La temática del poder ha ido apareciendo en sus elegías, las de los estadistas en su momento de intimidad, pero también resuena secretamente en el almuerzo en la frontera tadjí en Spiritual Voices y rima con el desayuno de la princesa Anastasia en El arca rusa. Y por eso una película como Moloch (Hitler en su momento declinante) se iba a subtitular "El misterio de la casa de la montaña". No se llamó así, pero la que pasó a llevar ese subtítulo es Una vida humilde, que es otra casa, otra montaña, otro misterio.
¿Es Sokurov un artista de la elegía? Sí, pero hasta no ver sus películas uno no ha terminado de aprender qué puede ser una elegía. ¿Es un tipo que filma planos secuencias? No, o sí, pero no necesariamente. ¿Habla en off? Bueno, muchas veces, pero no siempre. ¿Es un montajista consumado? Eso lo demuestra de vez en cuando, siempre que le resulte necesario. Hace El arca rusa porque dice estar harto del montaje, pero al mismo tiempo está filmando obras de un montaje exquisito, preciso, musical, ligero, como Padre e hijo o esta El sol.
Lo único que les digo es que El sol es un prodigio cinematográfico, un manejo pasmoso de los tiempos, un regocijo de planos, una lección de fotografía digital, un despliegue cromático que no se parece a ninguna otra película ni antes ni después.
Y el Hirohito de Sokurov, el Dios que presentó la renuncia para terminar siendo un hombre, es uno de los personajes más tiernos de toda su filmografía, mucho más querible que el necio de Lenin o el idiota de Hitler.
Pero qué placer, Sokurov! Nadie como él para filmar...el alma.
ResponderEliminar¿Es la última del Maestro? ¿Se estrenará aquí?
ResponderEliminarQue poesía, que locura ese trailer...
Oscar: tuve el placer inagotable de ver una de las mejores peliculas, en esta mitad de este sofisticado año.
ResponderEliminarMe parecio genial el Hiroito que compuso o hizo componer el Maestro.
MUY BUENA!!! veanla.
Oscar , te dejo besos muchos.
Chinasky, la estrenaron (solamente) en Arte Cinema esta semana. Hay que ir a ese cine y bancarlo, igual que los Arteplex (que son un poco más caros).
ResponderEliminar¡Por supuesto!¡Y no importa que el Arteplex sea un poco mas caro!Sokurov lo vale
ResponderEliminarimpactantes las imágenes...no importan dónde la den, hay que ir a ver esta película, aunque todavía me estoy reponiendo de Autohystoria
ResponderEliminarLilián
Hola Oscar tenes una copia de Spiritual Voices y El sol??? El sol la vistes en cartelera???? donde??? Saludos y que maravilloso el alma que le pone a cada imagen Sokurov!!! Saludos Ana
ResponderEliminarAna:
ResponderEliminarno, no tengo copias. En Liberarte está Spirtual Voices. El sol no, está en cartel en el cine de Salta y Garay, no creo que aún haya dvd
saludos
porque se suprimio el video de aca ? algunproblema de copyright?
ResponderEliminarLo suprimió el usuario que lo subió a youtube, no yo.
ResponderEliminargracias por la informacion, parece que están apretando las con las descargas
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