Marfici
por Willy Villalobos
¡¡¡Buenosairessss!!!
Acá estamos, en la Ciudad Feliz, disfrutando de una nueva edición del Marfici, festival de cine independiente. Ya llevamos unos días y hay algunas cosas para destacar, “interesantes”. Es un disfrute para mí venir a esta ciudad en otoño. El sol no para de salir, hay poca gente, el hotel es como esos que uno mira desde la vereda y piensa: ”¡qué bien me vendría una semanita acá!”, el morfi es bueno y gratarola, la playa y el mar están ahí para sorprenderte cada vez que das vuelta la esquina, las películas son de 5 para arriba, hay unas cuantas que justifican sobradamente el viaje y además hemos armado una banda que copó una parte del lobby del Hotel Riviera. Paramos en un entrepiso con paredes de vidrio que nos dejan ver el mar y el glorioso Casino donde seguramente dejaré unas monedas antes de irme. Estamos como queremos y eso hay que disfrutarlo.
El equipo está integrado por:
- Oscar: un tipo “particular”, que los que curten el blog saben bastante de él como para agregar algo.
- Juan Aguzzi: un brillante periodista rosarino, este año va de jurado, que cuando llega de ver una película dice: “la serbia no está mal” con cara de tipo que sabe, y que tiene colgado un cartel que dice “AUTORIDAD”; ayer a la noche tuvo el gesto de pasarnos dos vouchers para el almuerzo, demagógico dicen algunos, que le vamos a agradecer en un par de horas; siempre hay uno en la banda que tiene cara de patán y ese es Juan; no debo olvidar que Aguzzi nos recomendó Criada, la película del festival que lo tiene a Oscar como si se hubiera enganchado a Penélope Cruz.
- Y por último está Martín Farina -llegó tarde pero aportó en primer lugar sus conocimientos cibernéticos, indispensables para usar el Nero, copiar pelis, música, etc; no quiero olvidarme que Martín es el tipo que editó La Cocina, la película del Príncipe, desde ese momento nuestros corazones quedaron muy juntos. Martín es músico, tiene nada menos que 6 bandas y lo mas grosso en su haber es que el maestro Charly lo nombró su discípulo luego de hacer un show juntos; Farina es el numero 9 de la banda, el que la mete adentro aunque ahora está muy conmovido, se angustia el muchacho, con la lectura de Kierkegaard, y no para de preguntarle a Oscar sobre el tema.
Además hemos venido a ver películas y voy a tratar de comentar un par de ellas. Empiezo por Berlín Songun documental incluído en la sección "Esculpiendo Milagros", cuyo programador es Diego Menegazzi -All you need is Klaus, sobre Klaus Voorman, el amigo de los Beatles y Diario de San Petersburgo, Mozart, Réquiem, de Alexander Sokurov también están programadas en esta exquisita parte del Marfici.
Berlín Song es una película dirigida, guionada y fotografiada por Uli M. Schueppel, que cuenta la historia de seis músicos que llegaron desde distintos lugares del planeta a vivir en esa ciudad. Los tipos se conocen, laburan juntos e intentan armar un recital con lo que tienen a mano. Diseñan los afiches, las invitaciones, pegan los carteles y se apoyan mutuamente para poder presentar algunas canciones que tratan sobre su vida en esa particular ciudad de Alemania. Le cazan la onda al lugar, escriben y componen como si hubieran nacido ahí. Cuentan lo que a los locales les pasa desapercibido y sacan de la galera unos temas de puta madre. “Los poetas son los que se atreven a susurrarle al futuro que tome nota del presente”, dice John Berger en la película About Time, dirigida por Mike Dibb, y creo que a estos músicos les cabe algo de lo cierto que esta frase tiene. “Berlín es la hostia”, dicen la mayoría de los turistas que la visitan. "Berlín tiene onda, pasan cosas todo el tiempo, hay gente de todos los lugares del planeta” cuentan, poniendo cara de haber encontrado el paraíso. Uno de los personajes de esta sabrosa película, una piba que entendió cómo viene la mano, asegura que el riesgo de los jóvenes que llegan a ciudades que están de moda es no darse cuenta que si no se ponen a laburar en lo que desean Berlín les puede afanar la juventud. Voy a dejar acá por ahora, mañana espero poder contarles un par mas y comentarles algo sobre el final de este magnífico viaje.
No quiero despedirme sin agradecer a Silvina y Rafaela, dos minas que están siempre dispuestas para resolver los problemas que se presentan.
Hasta domani amigos.
eSO ES LO QUE SE LLAMA bUENA VIDA. lOS FELICITO!!
ResponderEliminareSE FARINA ES HIJO DE ALBERTO?(EL CRÍTICO DE CINE Y PROFESOR?)
cHAU. gRACIAS.
Me encanta la foto que abre el post! es re willy.
ResponderEliminarsobre oscar puedo agregar esto: que su primer libro es excelente.
Mar del Plata siempre me gustó.
Besos para todos.
¡Buenísima la foto de Willy que encabeza el post! En efecto, es re-Willy.
ResponderEliminarNo sabía que Martín Farina era músico y de tanto talento (sin querer me salió una aliteración, bastante cercana a algún instrumento de percusión).
El libro de Cuervo no sólo es excelente sino también IMPRESCINDIBLE y Kierkegaard es para angustiarse pero, sobre todo, para salvarse de la angustia.
Willy, no vayas a dejarte todas las monedas en el Casino. Más vale, pensá que representan una fortuna cuando tenés que viajar en colectivo.
Besos para todo el equipo.
ana fioravanti
Bueno, les comento que revista La Otra anda paseando por España, de la mano de N. Saad.
ResponderEliminarLas fotos vendrán después..
un abrazo para todos los de La Otra, los que están en Mardel y los de Bs. As.!