El mal que acecha desde la noche hasta el alba
por oac
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Desinhibida, malévola, seductora, guachita... una vampiresa. Así es Irma Vep, la ¿heroína? de Les Vampires, un serial cinematográfico de 1915 dirigido por Louis Feuillade. Una ola de inseguridad asuela y/o asola la ciudad de París: terrorismo, asesinatos, robos, secuestros llevados a cabo por la organización criminal Les Vampires. La organización está comandada por el Gran Vampiro y su pareja, Irma Vep (anagrama de Vampire). Estos malvados no hacen lo que hacen por la guita, su objetivo, simplemente, es sembrar el caos en medio de la gran ciudad. Irma Vep se mueve enfundada en un ajustado traje de cuero negro que la hace lucir muy sexy. Villana de glamour irresistible, Irma es un agente del caos en su faceta más tentadora.
El serial (10 capítulos que suman un total de 420 minutos) fue filmado por Louis Feuillade en plena guerra. Las difíciles condiciones de producción quedaron inscriptas en la estética del film: faltaban actores, personal técnico, película virgen y corriente eléctrica. Los actores podían ser convocados al frente de batalla repentinamente y entonces el relato disponía su muerte súbita mediante giros antojadizos, sin transiciones explicativas. Feuillade se mostraba desaprensivo por las secuencias causales, la lógica narrativa férrea y la verosimilitud. Como rasgo de contemporaneidad, los villanos se valían de ingeniosos recursos maquínicos y un uso subversivo de los nacientes medios de comunicación masiva. Subversión, glamour, nocturnidad y un cierto dadaísmo estructural hicieron que los surrealistas tomaran a Les Vampires como un emblema de su concepción artística.
Irma Vep, el film de Olivier Assayas de 1996 retoma la figura de la heroína de Les Vampires, en una intencionada clave cinéfila, entre vaticinios que, a mediados de los 90, anuncian la muerte del cine. Assayas se muestra más ambiguo y más abierto hacia la incertidumbre. De hecho, podemos pensar el film de Assayas como un puente entre el cine de los orígenes y el del futuro. Jean Pierre Leaud encarna a un director de cine en momento de colpaso psíquico, que pretende enfrentar su crisis artística y existencial mediante una remake de Les Vampires, para la cual es convocada una super-estrella del cine asiático tan en boga en los 90: nada menos que la hermosa Maggie Cheung haciendo de sí misma haciendo de Irma Vep. El desquicio mental que acosa al director del proyecto, por otra parte, se parece mucho al del propio Leaud.
Film que habla de la historia del cine, entonces, tanto como de su futuro.
Muy interesante esta data. Ignoraba la existencia del serial. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos
Así es, Mario. La serial de 1915 es muy interesante, y la película de Assayas de 1996 también.
ResponderEliminarSiempre leo tu muy buen blog
saludos
Si, yo la ví en el 2003 esta película y en la nota que publiqué, cité a Assayás que dijo que su film era como una fotografía del presente, un relato instintivo y completamente inconsciente- Recuerdo que Assayás fue crítico de Cahiers du cinema en los años 80-85. Lo que le interesaba del cine, decía, no es el cine en sí, sino aquellos que éste consigue capturar.
ResponderEliminarUn película que hace pensar acerca del peligro de cómo la industria cultural (en este caso, la industria del cine), formatea a los sujetos que deben consumirla...
ResponderEliminarPor suerte existen films como Irma Vep, que problematizan las interpretaciones "masticadas", propias de un hilo narrativo "transparente", y cuyo grado de opacidad requiere de espectadores activos que los "deseen" (con todo lo que implica el movimiento del deseo), soportando la incertidumbre en la tarea de otorgar sentido a las imágenes.
Si bueno, la crítica mía seguía pero yo no transcribí nada, no era importante. Transcribo la opinión del mismo Assayas, que hete aquí, era el verdadero director de este film.
ResponderEliminarAdemás era una humilde nota en el diario de Balvanera, así que en el peor de los casos, deben haber muerto dos o tres vecinos, nomás.
Había empezado unos años atrás pero para escribir acerca de las crisis de los 2000. o de teatro o ese tipo de pavadas que hago yo.
Y hoy mejor que no me lleven el apunte porque me acabo de enterar de la muerte de mi primer profe de cine, a los 49 años, un chico. Era un tipo adorable, bueno y un tanto antiguo. Nos encontramos en el escenario del Payró hace no mucho y le dije: Willie, sólo vos tirás un ramo de rosas al escenario!! Un dulce-!.
Martha,
ResponderEliminarA
Que Willy te referis..yo tuve un profe de cine que lo conocí en BAires no duerme, por el 97. Despues lo segui en sus clases en el Grafotécnico..Marcela medina tambien lo tuvo de profe..sera el mismo?..no me acuerdo el apellido pero tendrria mas o menos esa edad.. abrazo
Hola Lukas:
ResponderEliminarSi, era el mismo, Willie o Willy Mendez. El GRAFOTECNICO se llamaba Escuela Superior de Periodismo y luego lo seguí a varios lugares y al Aula Magna de la Uade que estaba siempre repleta con el y Claudio España para Cine Argentino. Estaba Marcela, claro.
El dió clases hasta hace tres días , dicen sus alumnos que lo siguieron. Yo lo veía por ahí, en el teatro o en el Bafici. Hice otro recorrido con otros profes pero siempre lo recordaba. Bueno, chau. Gracias.
Huy...Martha!!
ResponderEliminarque triste, un tipo encantador. Hace rato no sabia nada de el...