miércoles, 25 de agosto de 2010
El desarrollo de la civilización venidera
por Martha Silva
Obra de Daniel Veronese, versión de Casa de Muñecas, de Henrik Ibsen.
Esta versión fue estrenada en la Argentina en el año 2009 conjuntamente con Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo, versión de Hedda Gabler del mismo autor noruego, y continúa en cartel después de una exitosa gira por el exterior.
Escrita en 1879, Casa de Muñecas despertó polémicas desde su publicación por la crítica que hace a la institución matrimonial burguesa. Nora, la protagonista, toma conciencia en un punto de la trama del maltrato permanente que recibe de Jorge, su marido, y decide hacer abandono del hogar y, con él, de sus dos hijos. Fue considerado en su momento el primer drama feminista.
Hubo una muy digna versión cinematográfica argentina (1943) filmada por Ernesto Arancibia, con Delia Garcés y Georges Rigaud, que causó bastante revuelo. En 1973 fue filmada en Gran Bretaña por Joseph Losey (Chantaje contra una esposa) y en el mismo año se realizó con el nombre de A dolls’ House otra versión en Francia.
Siempre conmovió cimientos. Como narra el abandono de sus hijos por una madre de clase media aún genera polémicas porque, para llegar a una decisión tan extrema, Nora debe soportar que se tense al máximo la cuerda que sostiene la relación matrimonial humillante, en medio de un entorno hipócrita.
Veronese ha tenido el tino de conservar esa estructura dramática, ya de por sí potente, pero, para hacer justificable la drástica decisión de Nora decidió exacerbar las características personales que Jorge tenía en la versión original: hacerlo más cruel y desconsiderado, y acentuar también la intriga policial.
Esta versión del dramaturgo argentino fue llevada por diversos países en una gira, cosechó premios y permanece en la actualidad en cartel. Se estructura sobre los cimientos de un sujeto individualista –Nora- que puede vencer su quietismo para desafiar a la sociedad, buscando una verdad, y en el acto de decidir su situación produce un cambio social.
EL CAMARIN DE LAS MUSAS
Tu reseña invita a ver la versión que hace Veronese de este clásico. Muy buena, Martha, gracias.
ResponderEliminarLa salida que encuentra Nora, la protagonista del drama de Ibsen, es desesperada, y tiene que ver con el lugar que se le asignaba a una mujer de acuerdo a los valores de la época.
Otras posibilidades se le abren ahora, por suerte...
Y en la Argentina, hasta tenemos una presidente que es un lujo!
gRACIAS lILIANA! Si, el drama es angustiante, sigue siendo una opción desesperada que aquí se ve desde la nueva concepción de los de-rechos humanos.
ResponderEliminarAhora que la releo veo que olvidé destacar la actuación perfecta de todos y cada unos de los actores . Portaluppi como siempre extraordinario y la esposa de Veronese, María Figueras, que está en la foto ( Nora) ha refinado sus recursos y me encantó en el personaje cuando es aun una joven medio aniñada.
Hasta da ganas de ir al teatro Martha!!
ResponderEliminarOscar y dale Con Viva el amor vos he?? asi empieza el nuevo ciclo??
Dale Lukas! Ahora llega al buen tiempo, dan ganas de salir muy de noche , a salas insalubres
ResponderEliminary peligrosas. Estos días hago un Seminario con Kartun, sobre Desmontaje donde si no salís de ahí dramaturgo, es porque sos medio tontito. Es en el Teatro del Pueblo. así que empieza otra. en estos días.No entraron todos los chabones. Martha
Para el que le gusta , les recuerdo que la Filmoteca, está dedicada a Werner Herzog de noche, Canal 7)
ResponderEliminarVi : "Mi enemigo íntimo" Interesantísima. El otro ( Klaus Kinski) insoportable- me refiero a su personalidad, pero 'este , seguidor como él solo. He visto poco esa dupla. Hoy me tendría que quedar en casa. o volvr derecho y seguir viendo.
muy buena tu reseña Martha y tuve oportunidad de ver desde el lunes muchas de las películas de Herzog, algunas ya vistas y otras como El enigma de Kaspar Hauser, una verdadera y poética sorpresa. Es imperdible!
ResponderEliminarLilian:
ResponderEliminarHace muchos años yo le tenía miedo a ese mundo que desplegaba Werner Herzog y que alguien me lo imponía. Yo no estaba madura y me aterraba tanta pasión junta, en medio de la Naturaleza hirsuta.
Uno a veces no puede pero si lo posterga, puede enfrentar el momento en cualquier punto de la existencia. Y se va , pide permiso y entra. Claro, falta una persona de la dupla. El parece que añorara esa violencia que desplegaba, el egocentrismo. de Klaus. Qué mundo apasionante.
me pasó lo mismo, hace muchos años no pude o no supe apreciarlo de esta forma, por eso cuando se dio el ciclo en la Lugones me quedé maravillada y ahora volví a verlas y puedo acompañarte en ese " qué mundo apasionante"!
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