Película de amor nº 2

I love you, mom


por oac

Bernardo Bertolucci tuvo su década prodigiosa durante los años 70: La estrategia de la araña, El conformista, Ultimo tango en París, Novecento... y La luna. Durante esos años es la joven promesa del cine europeo, poeta e hijo de poeta, que siendo adolescente conoció a un amigo de su padre llamado Pier Paolo Pasolini, quien le dedicó un poema titulado A un jovencito, que terminaba diciendo:

Ah, lo que tú quieres saber, jovencito,
quedará como no preguntado, se perderá sin ser dicho.

Bertolucci publica sus primeros poemas alentado por Pasolini. Debuta en el cine a los 20 años como asistente de dirección de Accatone, la ópera prima de Pasolini.



Su primera película, La commare secca también tiene guión de Pasolini. Pero si Pasolini es uno de sus padres cinematográficos, el otro es Godard, como corresponde a un joven cinéfilo que tiene 18 años cuando se estrena Sin aliento. Pero además Bertolucci ama el melodrama clásico americano tanto como la ópera propiamente dicha: Giuseppe Verdi & Henry Hathaway.



De esta mixtura de influencias sale un estilo único, sentimental e irónico, capaz de bailar los travellings más sensuales de toda la historia del cine, bajo la tersa luz del genial Vittorio Storaro.



Cinéfilo, marxista y freudiano, Bertolucci puede enhebrar en sus travellings la lucha de clases con el complejo de Edipo. La luna es el gran ajuste de cuentas con la historia de su generación y con la suya propia.



Es el más evidente eslabón entre Pasolini y Gus Van Sant, cuyos encantadores skaters son herederos directos de Joe, el protagonista de La luna.



Joe es un adolescente post-pasoliniano y aparece a fines de los 70 para instalarse como el modelo juvenil aún vigente del neo-capitalismo, el sobreviviente del genocidio cultural que Pasolini denunciaba antes de ser asesinado.



La luna está llena de referencias cinéfilas, políticas y culturales, es una cumbre del cine setentista (anterior a la debacle de los 80, los peores de la historia), un informe de situación del estado del mundo y del choque generacional entre padres burgueses pseudo-idealistas e hijos anómicos, adictos, little punkies.



La luna es la madre, el espléndido rostro plateado que ilumina la noche reflejando una luz que viene de otro lado. Es un film de amor incestuoso. ¿Y quién es el sol?