Los trabajadores según Jordá: Numax presenta y Veinte años no es nada

Doble programa (humille) maestro:

docbsas

por Alejandro Ricagno

A no perderse el doble programa de hoy del docbsas. Y ojo, que este no va en la Lugones sino en la Alianza Francesa (Córdoba 946). Se trata de otras dos piezas contundentes y complementarias de Joaquim Jordá. La primera, de 1979, Numax presenta es el regreso de Jordá al ruedo en España, tras los años de exilio en Italia (donde había hecho, entre otros, los documentales militantes Portogallo paese tranquilo, y Lenin vivo, exhibidos en este festival. Lástima que no hayan traído uno que figura en su filmografía y que me da mucha curiosidad,  I tuparamos ci parlano)

Numax presenta nos muestra la experiencia de un grupo de trabajadoras/es de una fábrica catalana de electrodomésticos, que durante los años de la transición española y ante le cierre irregular de la misma por parte de sus propietarios deciden encarar una experiencia de autogestión obrera. ¿Les suena? Bueno, en los hechos se asemeja mucho a las experiencias de fábricas recuperadas por sus obreros en la crisis del 2001 en nuestro país. Existe mucho material del reciente cine militante argentino que registra estas experiencias (Bruckman, la trilogía, Grisinopolis, Fasinpat, Corazón de fábrica, ent e otras).Lo que me pregunto es por qué ninguna de ellas se parece cinematográficamente a Numax en su vitalidad, en su alegría, en el justo equilibrio entre el relato coral y el individual. En su pulso narrativo, en suma. Las razones habrá que averiguarlas, pero no en esta nota.

“El toque Jordá” que caracterizará toda su obra documental de aquí en más, es intransferible. Y sobre esa característica me explayaré en un artículo más largo en el número de diciembre de revista La otra.

Veinte años no es nada retoma las últimas imágenes de cierre de Numax presenta, en el que algunos obreros relatan cómo se imaginan su futuro, y desde allí va averiguar qué se hizo en 2004 de ese futuro imaginado a fines de los 70. Qué ha pasado en todo ese tiempo, individual y colectivamente. El resultado es conmovedor, sorprendente en más de un sentido, y hasta comprende una historia de amor a lo Bonnie and Clyde. Un pequeño film romántico-ideológico-policial dentro del film. No cuento más, solo digo: corran a verlas. Hacer la experiencia del doble programa es todo un trip emocional y político. Si no pueden ver las dos, al menos vean Veinte años no es nada; funciona autónomamente, ya que los pocos extractos del primer film incorporados al segundo hacen perfectamente comprensible el pasado de esos personajes entrañables retratados en esta (otra) obra maestra del catalán barbado.

Numax presenta va a las 18. Veinte años no es nada a las 20:00 hs. Y ya saben, en la Alianza Francesa.