por Diego Menegazzi
Muchas veces el reconocimiento tarda en llegarle a aquellos músicos que permenecen fieles a su arte sin hacer concesiones a las modas ni a ciertas estrategias del marketing cultural. Ese es el caso del británico David Gray, uno de los mejores cantautores de la actualidad. Aunque nació en Inglaterra, Gray vivió toda su adolescencia en Gales hasta que decidió mudarse a Liverpool para estudiar bellas artes en la universidad. Sus primeros discos aparecieron a principios de los noventa pero tuvieron poco eco en el público. En esos tiempos su estilo se encontraba dentro de las coordenadas del folk-rock acústico, con alguna presencia del piano en alguna de las canciones. Más adelante incorporó las guitarras eléctricas y también el uso de arreglos electrónicos.
Su consagración llegó recién en 1999 con su cuarto álbum, White Ladder, producido de manera totalmente independiente, sin apoyo de publicidad ni de sello discográfico. Este resultó un enorme éxito de público y crítica, sobre todo en Europa. En Irlanda el disco se convirtió en el más vendido de la historia. De ahí salieron los temas más reconocidos de Gray: "This years love", "Sail away", "Please forgive me" y el hit "Babylon". En los años posteriores publicó A New Day at Midnight (2002), Life in Stop Motion (2005), varios recopilatorios de canciones de la primera época, y un Greatest Hits (2007), que incluye el tema inédito "You're the World to Me".
Después de varios años de giras, Gray decidió formar una nueva banda y lanzó a fines del 2009, Draw the Line, que fue editado hace unos meses en Argentina. El álbum fue grabado en su propio estudio, The Church, que antiguamente perteneció al grupo Eurythmics. Este nuevo trabajo marca un cambio con respecto a los anteriores, y al mismo tiempo confirma que el cantante se encuentra en plena madurez expresiva. Son varios los temas que se destacan en el disco como "Fugitive", "Nemesis", "Draw the line", Kathleen" o "Jackdaw". Pero la gran sorpresa la constituye "Full Steam", una canción a duo con Annie Lennox. Las dos voces se complementan de manera perfecta. La letra es decididamente pesimista, impregnada de sentimientos oscuros. Dice Gray: "la veo en cierto modo como una canción política, pienso en esa línea de TS Eliot, 'el paciente anestesiado sobre la mesa', ese es el estado en que nos encontramos como masa colectiva. Vivimos sedados, hablando tonterías, desconectados la mayor parte del tiempo de las cuestiones importantes que afectan nuestras vidas".
A TODO VAPOR
Toda nuestra vida lo hemos soñado
y solo descubrimos que nunca fue real.
De hecho, esto no es el espléndido Valhala
acercándose a cada giro de la rueda.
Desesperados, a la deriva en mares color beige
de esta nuestra Edad de Oro.
Jamás imaginamos,
ni siquiera en los momentos más sombríos,
que pudiera ser tan malo.
Intimidados, vejados, prostituidos, tratados como idiotas
cada día de nuestras pretenciosas y miserables vidas.
Así que, pierde el control y entra
al silencio ensordecedor.
Ahora bien, tú lo viste venir
y yo lo ví venir.
Todos lo vimos venir.
Pero aún así, transamos.
Ahora bien, vos lo viste venir
y yo lo vi venir, pero aún así,
avanzamos a todo vapor.
Dormida o despierta
me rompe el corazón verte así.
Llorando, retorciéndote las manos y maldiciendo al destino.
Siempre tan cerca, demasiado tarde.
Son las tres de la mañana, estoy completamente despierta,
aún hay un llamado que hacer.
Ahora bien, tú lo viste venir
y yo lo ví venir.
Todos lo vimos venir.
Pero aún así, transamos.
Ahora bien, tú lo viste venir
y yo lo ví venir.
Pero aún así, avanzamos a todo vapor.
Avanzamos a todo vapor
Avanzamos a todo vapor
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