por oac
Una manera posible de interpretar el estado de las cosas es imaginar cómo sería si las tendencias que hoy parecen más probables no se impusieran y factores imprevistos desviaran el curso de los acontecimientos. Dicho corto: ¿qué podría haber en lugar de o después de Cristina (sea este después ahora o en 2015)?
Una manera posible de interpretar el estado de las cosas es imaginar cómo sería si las tendencias que hoy parecen más probables no se impusieran y factores imprevistos desviaran el curso de los acontecimientos. Dicho corto: ¿qué podría haber en lugar de o después de Cristina (sea este después ahora o en 2015)?
Los diarios de los últimos días no incluyen análisis muy lúcidos al respecto, pero sí síntomas reveladores: que la noticia política del lunes sea que Duhalde le ganó una interna minúscula a Rodriguez Saa con el 50,7 % contra 49,3 % da una idea del estado terminal de la dirigencia derechista. ¿Quién puede hacerse ilusiones con semejantes nombres?
La pregunta persistente es cómo imaginar otra cosa en el futuro mediato argentino. El viernes se dio a luz un intento de reavivar el cadáver del Grupo A. Una declaración abstracta en defensa de la democracia se llena de contenido cuando se lee quiénes son sus gestores: Federico Pinedo, Patricia Bullrich, Gustavo Ferrari, Enrique Nosiglia, Alberto Iribarne, Oscar Aguad. A ellos se fueron sumando con el correr de las horas (léase con atención la siguiente serie): Elisa Carrió, Mauricio Macri, Felipe Solá, Ernesto Sanz, Graciela Camaño, Eduardo Amadeo, Eduardo Duhalde y Jorge Triaca. Es verdad aunque usted no lo crea: esta es la primera línea dirigencial que emerge en oposición a Cristina. Pero hay aún unos detalles de color: "Ricardo Gil Lavedra convenció a Ricardo Alfonsín: 'Firmo si también firma Pino Solanas' había dicho el precandidato radical, quien terminó rubricando el documento, aun cuando Solanas se negó" relata en su columna de hoy Carlos Pagni en La Nación.
Macri este fin de semana llamó a toda la oposición a unirse en un frente anticristinista. Macri es el dirigente no kirchnerista con mayor intención de votos, pero eso no significa que su panorama sea promisorio. No tiene una fuerza política de extensión territorial más allá del distrito porteño, por lo cual depende para proyectarse hacia el resto del país del duhaldismo. Lo peor no es eso: Macri ni siquiera puede asegurar que va a retener la Capital, ya que lo que hasta hace poco parecía imposible hoy es atendible: que la fuerza de Cristina le permita al kirchhnerismo pelearle la Capital al macrismo. (Esto habla también de la evaporación del "fenómeno" Pino Solanas, quien hace poco podría haberle peleado la intendencia a Macri). Hoy Macri prefiere ser un digno segundo lejos de Cristina antes que pasar una noche angustiosa palpitando un cuerpo a cuerpo contra Boudou o Filmus. Pero el resto del conglomerado opositor prefiere a Macri recluyéndose a la reelección en Capital -aun cuando esto pudiera desembocar en el fin de su carrera política- e integrándose a una extraña ingeniería que Pagni describe así:
Una de las infinitas martingalas que se esbozan en estas horas supone que Macri desiste de la presidencia para repetir en la Capital -como sueña su socio, Nicolás Caputo- y en la interna de agosto compiten Sanz-Michetti contra Alfonsín-Binner. El escollo es Macri, que presume ser más competitivo que cualquier radical para vencer a Cristina Kirchner.
Hoy a la mañana el reconvertido Gato Silvestre dice por radio La Red: "Hay sectores del periodismo y del establishment que están haciendo mucha presión para que se forme otra Alianza en contra de, para repetir la desgraciada experiencia del antimenemismo que condujo a la crisis de 2001. Este tipo de rejuntes no sirven más". Silvestre sabe de qué habla porque acaba de huir del clima de zozobra de Clarín. Leyendo las columnas políticas de Clarín del domingo uno puede hacerse de una idea de la desorbitada percepción que domina al Grupo (sea que realmente lo creen o que tratan de hacérselo creer a sus lectores):
- "Lo que presagia la posible reelección" se titula la columna de Eduardo Van Der Kooy. Los pasajes más fuertes de la nota transmiten una sensación fatídica: "Clima de enrarecimiento político" (diagnóstico que se repite desde enero de 2008)."Hay figuras que son también emblemas premonitorios" -se refieren a Hugo Moyano, Carlos Menem, Ramón Saadi, Hugo Chávez, Luis D’Elía y el régimen gobernante en Irán). "El equilibrio de la democracia corre riesgo"."Progresiva pérdida de libertades". "Pensamiento absolutista". "Los K imaginan a ciudadanos en estado de cautiverio".
- La columna de RICARDO KIRSCHBAUM: EDITOR GENERAL DE CLARIN no se queda atrás: "...las facetas más polémicas y autoritarias del Gobierno se acentuarán si Cristina permanece en la Casa Rosada. (...)Si eso ocurriese, lo que se está anunciando ¿es simplemente una prolongación de una gestión que nació en 2003 o se está anticipando que a partir de octubre se pondrá en marcha un cambio de régimen? (...) ¿Es el modelo venezolano el que está en la cabeza del poder actual? Kirchner había asegurado que ese camino era imposible en la Argentina , donde hace muchos años que el peronismo de Perón había hecho –mejor– las tareas nacionales que hoy encara Chávez. Pero el “cristinismo” tiene otros planes, entre los que figura ir distinguiéndose cada vez más del peronismo".
Como piezas periodísticas son muy pobres. Lo asombroso es que este diagnóstico sea asumido como el guión que representa el conglomerado opositor. Si hubiera un solo dirigente de la derecha lúcido que no se dejara operar por la desesperación de Clarín (que en definitiva sólo quiere preservar sus negocios), podría pasar a la delantera. En la oposición no aparece aún nadie que se anime a desafiar este paradigma. El caso más patético quizás sea el de Pino Solanas, quien la semana pasada avaló con energía la versión de Clarín respecto del bloqueo, desdeñando como insignificantes los reclamos de los trabajadores del diario, quienes desde hace años sostienen un conflicto con la empresa que no permite la existencia de vida sindical. Solanas no quiso saber nada.
A ver...en qué consiste la otredad que sobrevendrá?
ResponderEliminarCreo que sería La Noche de los Muertos Vivientes.
ResponderEliminarNo
ResponderEliminarAy, no! La ansiedad me carcome el pecho. no pueden jugar así conmigo..!
ResponderEliminarCreo que estaria bueno que todos estos personajes esten juntos. No?. Faltaria Macri y un par mas. Pero Macri primero porque si no, no quiere. No no y no!.
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