sábado, 17 de diciembre de 2011

Cerdos y Peces. La revista de este sitio inmundo

por Oscar Cuervo

Dice Enrique Symns en el epílogo de Cerdos y Peces. Lo mejor:

"Estamos en el mes de octubre de 2011; hace ya más de un año que dejé la cocaína y casi no bebo alcohol, abandoné las prácticas sexuales o estas me abandonaron a mí; sin despedirse me abandonaron el amor y las aventuras. Por las tardes me siento en un banco en la plaza Toro en el pueblo de Derqui y observo a los muchachos jugando con las patinetas y escuchando cumbia, los árboles desgarrados por el otoño, algún perro vagabundo tendido a mis pies. La mayor decepción es la de haber envejecido y haber asistido al envejecimiento de todos mis amigos: el envejecimiento de Fito Páez, del Indio Solari, de Zito Lema... el envejecimiento de todas las utopías y de todos los sueños. Todo se convirtió finalmente en lo que quizá siempre fue, tan solo el intento de sobrevivir al naufragio. La descomposición de una banda de rock, de una banda de locos, de una banda de pistoleros, de una banda de ladrones de tiempo, de una banda de piratas que huyen de su propio destino trazado de que el rumbo no los alcance.

[...] 

"Desde hace un par de años arrastro la sensación de haber terminado antes del final, mascullando el fracaso de los sueños. Porque Cerdos y Peces es como si la década del 70 de todos los milenios de todos los siglos de todas las eras y épocas resultara ser nada más que el gesto imposible de una promesa incumplida. Fuimos príncipes de la oscuridad y ahora somos ciegos de la luz". 


Es una recopilación de textos aparecidos en la revista del mismo nombre, dirigida por Symns y editada en Buenos Aires desde 1982 hasta 2004 de manera intermitente. Ahora el editorial El cuenco de plata acaba de publicar esta recopilación que, en 287 páginas, reproduce lo que a criterio de Symns fue lo mejor de la revista.

La selección está dividida en varias secciones: "Editoriales", "Antropología de la vida cotidiana", "A todo lo que usted no se atrevió con el sexo", "Drogas. Maravillas venenosas" y una selección de entrevistas titulada "El arte de preguntar", en la que aparecen, entre otros, el Indio Solari, Tomás Abraham, Néstor Perlongher, Vicente Zito Lema, Rodolfo Fogwill, Claudio Kleiman, Jorge Lanata, Ricardo Bartís, Ricardo Ragendorfer, León Gieco, Fito Páez y Germán García. 

La grata sorpresa que tuve al revisar esta edición es que entre las entrevistas seleccionadas figura una que Symns nos hizo a mí y a Héctor Fenoglio, mi socio de entonces en la coordinación del Taller de Pensamiento.

El tono terminal del epílogo de Symns cuyo fragmento reproduzco no es ajeno al que siempre tuvo la revista. Cerdos y Peces es una de esas publicaciones que dejó una huella perdurable en la ciudad de Buenos Aires, pero leyendo cada número en el momento de su publicación los textos de Symns trasmitían esta misma sensación catastrófica. Creo que fue una manera de vivir la época. Como todas las cosas, por otra parte, Cerdos y Peces fue fruto de su época y hoy sólo puede existir como recuerdo o recopilación. La intensidad de esos telegramas escritos al borde del abismo sigue conmoviendo.

En los próximos días subo la entrevista que Symns nos hizo.

3 comentarios:

  1. oscar.
    gracias por esta joyita !

    enrique sims sera viejo, pero tan humano!
    espero la entrevista.

    cassandra

    ResponderEliminar
  2. y... sí, además todos los humanos envejecemos, a menos que no lleguemos a viejos

    :-S

    ResponderEliminar