por Oscar Cuervo
Cuando llega el momento de armar las listas del año uno debe lidiar con cierta fastidiosa tiranía del almanaque. Hay discos de ubicación cronológica incierta, ya sea porque salieron al filo de un año que termina o porque la fecha de difusión de los temas antecede a la de la edición del CD que los contiene. Con las películas pasa lo mismo y todavía peor, porque la brecha entre las proyecciones en festivales, la circulación en la red y el estreno comercial (si es que lo hay) puede ser aún más amplia. Cuando en pocos días publique mi lista de películas 2011 tendré que dar cuenta de este matete.
12, el disco de Gonzalo Aloras, tuvo un doble lanzamiento: Gonzalo fue presentando las canciones en su página web de a una por mes, desde enero de 2010, hasta completar, precisamente, las 12 del título. Pero su edición oficial en formato CD se hizo este año. Lo fui escuchando de a poco en 2010, por lo que cuando llegó a mis manos el CD ya lo tenía casi totalmente escuchado. Algo distinto me pasó con Solo un momento, el último disco solista de Vicentico: apareció en las últimas semanas de 2010, pero yo lo escuché en enero de 2011, y lo seguí escuchando todo el año. Allá por febrero de este año yo pensé: si lo hubiera conocido a tiempo, podría ser el disco del año. Pero su presencia se fue haciendo inevitable durante 2011.
¿Entonces? Alguien podrá decir que para una obra de arte no tiene la menor importancia el año de su salida o el delay con que uno la conoce. Quien dice esto tiene razón, es casi un asunto banal. Pero la aceptación de semejante verdad hace prácticamente irrelevante la elaboración de cualquier lista. ¿Renunciamos a armarlas? Nos gusta hacer listas, nos gusta recordar tiempo después el año de un disco, una canción o una película, porque funcionan como marcadores de la vida: "ahhh... yo en aquel entonces escuchaba todo el tiempo Pictures of you...". Marcar un disco como disco del año en realidad ayuda a recordar y distinguir el año más que el disco.
Ya publiqué mi lista del rock argentino de 2011, pero al releerla advertí que, por los motivos antedichos, faltaban estos dos discos, cuya calidad no tiene nada que envidiarles a los que figuran. Así que decidí ampliarla mediante este bonus. Porque estar, tienen que estar:
12, Gonzalo Aloras: el rosarino sabe que una canción de rock es un universo con sus propias leyes de gravedad, de inercia y de entropía, su Génesis y su Apocalipsis. Aloras es un obsesivo constructor de universos de cuatro minutos, un oyente atento (condición imprescindible para ser músico), un guitarrista que combina precisión con polenta y expresividad, y un compositor de grandes canciones. En 12 hay unas cuantas a las que volví este año una y otra vez: "Amar es lo primero", "Dos es tanto", "12". Aloras tiene una obra discográfica de difusión escasa o inconstante, pero su peso como uno de los mejores compositores actuales se advierte cuando en los conciertos repasa su repertorio. Quizá sería un buen momento para que edite un DVD en vivo, porque además en el escenario Aloras le saca lustre a sus canciones.
Solo un momento, Vicentico: nunca me gustó Vicentico hasta este disco. Había algo en su voz que me irritaba y como compositor (con un par de excepciones: "Deja de llamarme así", "Vasos vacíos") no lograba interesarme. Hasta que escuché Solo un momento. ¿Será la producción de Cachorro López la que supo pulir su musicalidad? ¿Será que está atravesando un período de gran inspiración? ¿Será que yo tendría que reivsar mis prejuicios e ir hacia atrás en su discografía? Sea lo que fuera, en Solo un momento Vicentico salta el cerco del rock para instalarse con seguridad en el más amplio de la canción popular. Baladas de tempos medios y melodías intensas, destinadas a vivir por décadas en la memoria del pueblo. El acierto de la producción de Cachorro parece estar en haber dotado a estas canciones de una textura clásica e intemporal, absteniéndose de acudir a timbres que connoten modernidad, novedad o incluso ironía. Vicentico no suena en este disco como un parodista de crooner de los 60, sino como un cantante popular. Nada menos.
Dicho esto, quisiera concluir con mi lista de canciones del año:
1 - "Lo que te da terror", Gabo.
2- "Solo un momento", Vicentico.
3- "Desde aquel entonces" Litto Nebbia y Guadalupe Raventos.
4- "Lindo", CLDSCP.
5- "No no no", Jimena López Chaplin y Lucas Martí.
6- "Amar es lo primero", Gonzalo Aloras.
7- "Tal vez esperé demasiado por ti", José Miel.
8- "Soltá", Gabo Ferro.
9- "Thomas y Lacroze", Moris / Antonio Biravent.
10- "La soledad no es una herida", Valle de Muñecas.
Grande, Gabo!!
ResponderEliminarme gusto esa seleccion!!
ResponderEliminar- El tema de Litto con Guadalupe es precioso, igual creo que me quedo con los dos firmados por la dupla Abonizio / Nebbia.
ResponderEliminar- Justo te iba a insistir con que escuches el disco de VdM y me abrochaste al final del post.
- El disco de Aloras es muy lindo pero cuenta con un pecado raro (?): exceso de invitados. Al no ser un tipo muy reconocido, se le termina prestando más atención a las participaciones ajenas que a las canciones bonitas que contiene.
Un honor estar en la selección del programa. La hemos pasado divino en el piso. Felicidades para el nuevo año que arranca en instantes! abrazo grande pa´ todos los tribales! :D
ResponderEliminarLeopo: realmente la canción y el disco están buenísimos, así que, faltaba más. ¡Y esperamos que pronto estén de nuevo en nuestro programa de los domingos!
ResponderEliminarSantiago:
ResponderEliminarEn el disco de Litto hay muchos temas muy buenos, elegí este pero podría haber sido "Capas", "Soy un árbol", el del GPS y varios máa.
Con respecto al disco de Aloras, no me parece que el tenertres invitados sea un motivo para dejar de prestarle atención a la calidad de las canciones, que es lo único que para mí cuenta.
Y el de Valle de Muñecas lo escuché a instancias tuyas.
saludos
El disco de Gonzalo creo que es el mas lindo del anio 2011. En busca de la gran cancion, rinde tributo a su lugar de origen, Rosario y su trova y a sus masterheros como Nebbia, Garcia y Spinetta. Un disco hermoso y luminoso para no parar de escuchar. No tuve tiempo de escuchar el de Litto ni el de Valle, banda que me encanta y le da un soplo de vida al cada vez mas aburrido rock argento. Con respecto a Vicentico, a mi me llega mas el vicentico latinoamericano, el que bucea en las raices de la salsa, la bossa nova y las percusiones. De todas maneras, la onda que le dio cachorro tambien refresca su musica. Quiero rescatar dos discos que a mi me sorprendieron mucho, como el de Richard Coleman, con pasajes ceratianos muy lindos, y el solista de Juanse, donde hay muchos arreglos de cuerdas y vientos muy interesantes.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, de un disco triple que está todo bueno hay para elegir. El tema con Soulé también la rompe.
ResponderEliminarLo de Aloras quizá lo expliqué mal, creo que el tenor de los invitados -ojo que son cuatro, igual es un detalle- y el tributo que les rinde GA en sus canciones, que podrían ser de ellos, le juega un poco en contra justamente por eso. El disco es muy lindo, es cierto, pero me gustaría que se despegue de esas figuras casi paternales y se muestre solito. Es un detalle de hinchapelotas, nomás...
Este pibe lo explica mucho mejor que yo:
http://ilcorvino.blogspot.com/2011/09/el-musico-de-rock-argentino-y-la.html
Salud!
PD: Gustó el de VdM?
El comentario del talm Il corvino es un despliegue de mala leche y resentimiento. Todo lo que dice son consideraciones insubstanciales. No habla de música sino que tira algunas líneas de lo que para él debería ser la carrera de Aloras. Pero lo cierto es que la carrera de Aloras la hace Aloras y no il Corvino. Lo que hace il Corvino es el blog de il Corvino, donde le explica a Aloras cómo debería encarar su carrera. Por otro lado, si Nebbia o Fito o Spinetta llaman a Aloras a tocar en su banda, no es porque él les manifieste su cariño (hay millones de personas que le manifiestan su cariño a Spinetta, Nebbia o Fito). Lo llaman porque es un músico excelente.
ResponderEliminarUn detalle más: tentado por bajar línea sobre cómo debería encarar Aloras su carrera, el Corvino se olvidó de hacer lo que se supone que le compete: analizar las canciones de Aloras, de las cuales lo unico que dice es:
"Las canciones que hace Aloras son interesantes. Calificarlas según mi gusto personal es innecesario. Si me preguntan, algunos temas me agradan y otros no, pero en general, Doce es un buen disco. Armónica y melódicamente ameno".
Repudiable: su referencia ética/estética, claro, no es Spinetta y Nebbia, ni siquiera Alfredo Rosso/ Claudio Kleiman, sino Fontevecchia/Darío Gallo.
Quizá debió analizar más las bellas canciones de Aloras, es cierto, pero yo no siento al comentario como hecho con mala leche; se enfoca en ese aspecto que yo te remarcaba (que no es tal vez un elemento para juzgar al disco en su totalidad, pero sí un detalle llamativo).
ResponderEliminarTampoco creo que se dude del talento de Aloras, al menos de mi parte... tampoco voy a hacer una defensa innecesaria de Il Corvino!
Salud Oscar.
Santiago: mis palabras se refieren a Il Corvino, no a vos. Por supuesto que es todo opinable, pero yo te podría recortar de ese post cinco frases mala leche. Y para un tipo que dice estar "en busca del post perfecto", desperdiciar tantos renglones en hacerse el vivo y decir solo 20 palabras perdonavidas de las canciones, me parece que su objetivo está bien lejos de su realidad efectiva.
ResponderEliminarNo había leído lo del "post perfecto" pero fijate que dice "ferpecto", ja!
ResponderEliminarY el de Valle te gustó, entonces?
Oscar:
ResponderEliminarEn tantos años de producir música aquí y allá he leído los más variados comentarios con respecto a lo que hago. Pero casi nunca he leído hablar sobre música en esos escritos. No creo ser el primer caso al que esto le sucede, sino que remarco por tratarse de un blog que valoro y respeto, mi decisión de intervenir con la palabra, en lugar de hacerlo con acordes, como me es habitual. Mi lucha es una sola: contra la percepción pre-dominante de la época en la que vivo. En otras palabras: resistir al presente, consistentemente desde la musicalidad y la novedad
Voy a citar a continuación una frase que Santiago dejó en este blog, aclarando que he leído y escuchado muchas similares en relación a mi quehacer (corvino incluído) Pero esa repetición en sí misma no es lo importante, sino, el tipo de agenciamiento al que pertenecen, que expresan;
“Lo de Aloras quizá lo expliqué mal, creo que el tenor de los invitados -ojo que son cuatro, igual es un detalle- y el tributo que les rinde GA en sus canciones, que podrían ser de ellos, le juega un poco en contra justamente por eso. El disco es muy lindo, es cierto, pero me gustaría que se despegue de esas figuras casi paternales y se muestre solito. Es un detalle de hinchapelotas, nomás...”
Como se verá el problema jamás es musical. No se menciona ni se llega a percibir la música y mucho menos la novedad que en mayor o menor medida pudiera albergar cada pieza de la obra. Se habla del tenor de los invitados, si son muchos o pocos, se habla de tributo, se dice que las canciones podrían ser de ellos. Se habla de paternalismo. Se pide que el sujeto se muestre solito.
Para resumir el concepto que creo destacable (y que amerita una intenso análisis) en todas estas ¨críticas¨ es el agenciamiento despótico-paranoico moderno que las produce, que no experimenta lo real, que no quiere lo real, sino que lo evita, lo juzga y lo pre-juzga a partir de tablas de valores viejas, caducas. Interpretósis de la negatividad. No afirma lo real porque no forma parte de su naturaleza hacerlo. Una suerte de banalidad intencional en la percepción de lo dado. Menosprecio de los sentidos (y del sentido) Legado moderno del familiarismo edipizante psicoanalítico y de toda la filosofía de lo Uno.
No voy a redactar, ni desarrollar, aquí y ahora esos conceptos que quizá suenen encriptados o intrincados (texto que elaboraré en el 2012 y que publicaré en su debido momento sobre la percepción actual en el mundo de la música popular argentina; problemática que me atrae y que Oscar por ser compañero de radio conoce muy bien) sino que creí afirmativo simplemente exponer las líneas que a mi entender, deben ser estudiadas, para lograr entrar en zonas de análisis más sustanciosos y productivos y para ayudar a aquellos que quieran comprender que no todo es una ¨cuestión de gustos” sino que todo es una cuestión de modos de percibir según el tipo de ética-política desde la que se emplaza la cámara para hacerlo. Superando de esta manera la mera “opinión” que se ofrece desinteresada pero que expresa una anti-filosofía poderosa y dañina en el ámbito de las artes. Escribo esto, mientras me llega la triste noticia de la muerte del genial músico Diego Rapoport quien nos enseñó a pensar, gozar y defender con amor eso a lo que nos dedicamos quienes hemos decidido el sonido y la poesía para compartir nuestra vida y nuestra alegría. Gracias por tanto Diego.
Ya llega el año 12.
Gonzalo Aloras
"que no experimenta lo real, que no quiere lo real, sino que lo evita, lo juzga y lo pre-juzga a partir de tablas de valores viejas...". Tema interesante y difícil, más allá por supuesto de Il Corvino e incluso de tu propia obra. Es una dificultad con la que me topo yo mismo, dado que me veo escribiendo todo el tiempo sobre cine y sobre música, pero a la vez me siento incómodo cuando alguien me califica como crítico. Hay una dificultad que es la de poder dialogar desde la escritura con la obra que se comenta. Cómo "decir" con palabras algo que pueda dialogar con la música o con la imagen. Creo que la función de crítico como juez es muy tentadora como vía de escape: yo me siento a esperar que vos produzcas tu obra y te espero con un número en cartulina, como los jurados de Tinelli, con los que te califico. No estoy jactándome de no haber hecho nunca eso. Pero cuando me doy cuenta de que lo hago, se enciende una luz de alarma. Prefiero pensar en la conversación: el músico o el cineasta dicen algo con su obra, yo respondo con mi palabra. Lo que está claro es que no me compete ponerme en el lugar del compositor para indicarle como debería ser la obra, puesto que si lo supiera más me valdría hacerla yo mismo y no indicárselo a otro. Por momentos creo que una posible conversación con la música o con el cine desde la palabra debe proponerse aportar una innovación en la escritura que esté a la altura de la obra comentada, Claro que eso es muy difícil: ¿cómo podríamos atrevernos a dialogar con, pongamos por caso, las canciones de Spinetta o las películas de Fassbinder? La respuesta que se me ocurre es que no se trata de arrogancia, sino de amabilidad: responder a la obra no desde el lugar del saber, sino desde la atención a lo que la obra da. Si escribo de una canción o de una película, entonces mi escritura debe mostrar la huella de lo que esas obras hicieron en mí. Por supuesto que no se nos ocurre impedir que cualquiera pueda escribir sobre lo que se le ocurra. Pero creo que es preciso destituir al juez que se arroga un saber sobre la obra juzgada. En el arte nada se sabe (la técnica sí es un saber, hay quien sabe tocar la guitarra, así como hay quien sabe amasar pan) pero si bien el arte se apoya en técnicas, el arte nunca es en sí mismo técnico. En fin, no sé si todo esto aporta algo de claridad, pero siempre que voy a escribir sobre cine, por ejemplo, es una angustia que se me aparece.
ResponderEliminarQuerido Oscar
ResponderEliminarAnte todo aclaro que mi comentario no iba dirigido a tu producción, que por el contrario se siente fluir dentro de lo que debería ser una verdadera crítica artística, sino a ese modo que predomina y cubre la mayoría de los espacios supuestamente dedicados a posibilitarnos el encuentro con la nueva música, cínicamente empeñados en la empresa contraria, a favor de las grandes o pequeñas corporaciones de venta y marketing y a los rebotes que esa subjetividad infecta en la población desprevenida. Siento por otra parte. que tu angustia al respecto de la labor del crítico debería esfumarse rápidamente pues considero que existe una respuesta general. La canción número uno de mi disco 12 responde a esta cuestión con una suerte de aforismo dicho por una voz que irrumpe casi sobre el final de la pieza. Esto es lo que la percepción pre-dominante se pierde y nos obliga a despreciar: lo dado, eso que está ahí para ser experimentado, pensado, sentido. De lo que no se sabe podés hablar, improvisar. De lo que no se ama, mejor callar.
Tolero que lo que escrbí te parezca un despliegue de consideraciones insubstanciales, que el texto te parezca malo y hasta que me quieras vincular a una estética iniciada por Fontevecchia y Gallo (?). Se supone que si uno dice lo que quiere, va a tener que escuchar lo que no quiere. Lo que me parece totalmente injustificado es que me acuses de mala leche y resentimiento, como si me conocieras y yo tuviera algo en contra de Gonzalo Aloras. ¿Nunca te pasó que escuchaste un disco, te pareció bueno pero no te cerraba del todo? ¿Eso es ser "mala leche" o "resentido"?
ResponderEliminarTu idea de que le quiero explicar a Aloras qué tiene que hacer con su carrera es otra locura. Por lo visto no leíste el post o te salteaste partes que van totalmente en contra de esa observación:
"Lo conveniente es que cada uno escuche y saque sus propias conclusiones. La crítica objetiva no existe. Lo que me parece bueno a mí, le puede parecer malo a usted y: ¿quién podría afirmar que uno de los dos esté equivocado? Claro que con ideas de este tipo se acabarían las reseñas de discos, películas y libros. Las personas escucharían, verían y leerían lo que quisieran, no lo que alguien supuestamente esclarecido les dice que está bien escuchar, ver y leer".
Por otro lado, ¿quién dijo que lo que me compete a mí es analizar las canciones de Aloras? Desde el momento en que abro un blog tengo el derecho a escribrir sobre la temática que se me cante desde el punto de vista que se me cante, ¿acaso no era esa la idea de los blogs?, ¿acaso no es lo que hacés vos acá? Uno le puede dar el enfoque que quiere a su propio texto (me parece una idiotez aclarar esto, pero parece que no todos lo entienden así). No existe una ley que indique que si vas a mencionar el disco X de tal artista sólo haya que acotarse a un "análisis de las canciones". Mucho menos en un blog. Mucho menos en el mío. El que baja línea entonces no soy yo, sino vos a mí indicándome qué es lo que me compete y cuántos renglones debo desperdiciar en "hacerme el vivo".
Y no estoy en busca del post "perfecto", que yo sepa dice "ferpecto".
Zariello:
ResponderEliminar1 ) "Tolero que lo que escrbí te parezca...":
Gracias por tolerar, de todos modos no dependo de lo que vos toleres o no dejes de tolerar.
2) "Lo que me parece totalmente injustificado es que me acuses de mala leche y resentimiento, como si me conocieras y yo tuviera algo en contra de Gonzalo Aloras".
No creo que escribir con mala leche requiera que conozcas al aludido. La mala leche se puede aplicar a desconocidos.
Las frases de tu post:
"Los artistas a los que admira le retribuyen su cariño invitándolo a tocar en sus bandas, participando en sus discos (en éste se cuentan Nebbia, Spinetta, Páez y Juanse; en Algo Vuela, Charly García) y recomendando su música".
Nebbia, Spinetta, Páez y Juanse no le retribuyen cariño a Aloras invitándolo a tocar en sus bandas ni recomiendan su música por el "cariño" de Aloras. Semejante afirmación revela mala leche hacia Aloras y subestimación de Nebbia, Spinetta, Páez y Juanse. Miles de personas le manifiestan cariño a ellos y sin embargo no son invitados a tocar en sus bandas ni son recomendados por ese "cariño". Esa suposición de devolución de favores es mala leche. Si no conocés a Aloras para descartar ese canje de cariño por condescendencia, supongo que sí tendrás una idea de la ética rigurosa de tipos como Nebbia o Spinetta, que no suelen entrar en ese circuito de favores recíprocos. ¿No escuchaste decirles a muchos que lo eligieron el músico más influyente de su vida algo así como "si yo soy el que más los influyó, no se nota"?
Si algo puede explicar que Aloras haya tocado en las bandas de esos músicos es, más sencillamente, que es un buen músico. Tomarlo como devolución de favores es mala leche.
Otra frase de tu pluma:
ResponderEliminar"él mismo (Aloras) es el guitarrista invitado de su propio disco": debe ser una de las afirmaciones más ridículas que se haya podido hacer del desempeño de un músico en su propio disco. Como se trata de bajarle el precio a Alora, se te ocurre escribir esa frase inexplicable, que aparece en un contexto de impugnar la posición estética de Aloras, un tipo que, según vos, no puede desligarse de la tradición de la que se nutre (y eso, por lo visto, te parece mal). Pero qué significa "él mismo es el guitarrista invitado de su propio disco" no encuentra en tu post ninguna fundamentación como no sea una canchereada más contra Aloras.
Cuervo, te agarrás de una frase, la estirás, la das vuelta y la hacés pasar por mala leche. Dentro del post no entraba en discusión la calidad de Aloras como artista. Si el hecho de que Aloras haya tocado en las bandas de Nebbia, Páez y Juanse me parciera una devolución de favores, lo escribiría direcrtamente, no en forma tan rebuscada. Lo que marco en la frase que citás es que la relación de Aloras con esos músicos no es de un simple admirador, es de ida y vuelta. Si vos querés interpretar que estoy diciendo que Aloras es mal cantante, mal guitarrista y mal compositor, estás en todo tu derecho, pero estás interpretando cualquier cosa. Nunca dije que dependas de que yo te tolere o no. Sos una máquina de ver mierda. Adiós y hasta nunca.
ResponderEliminarOtra bajeza:
ResponderEliminar"Evidentemente le están pasando la posta.La herencia que posee todos los ahorros de buena parte del rock local. Y aquí se fríe la verdad de la milanesa: ¿cómo meterle la sortija en el culo a Spinetta cuando el tipo se pega un viaje hasta el estudio de grabación y canta con vos "Que los cumplas feliz"?"
¿En qué se basa ese trato despectivo de la participación de Spinetta "pegándose un viaje" al estudio a cantar Que los cumplas feliz? ¿Viste muchas veces a Spinetta regalando condescendencia a lo largo de su obra? ¿Lo ves aparecer muchas veces en discos de otros cantando "cumpleaños feliz"?
Pero por sobre todo, ¿no te parece mala leche decir que la bellísima canción que compuso Aloras en la que canta Spinetta es un "cumpleaños feliz"? ¿Ni una palabra para esa canción? ¿No tenés necesidad de fundamentar semejante ninguneo? Porque mirá que el post es bastante larguito y no te reservaste ni un cachito para dar los fundamentos por los que te burlas de esa canción, aunqe sí nos hacés conocer anécdotas sobre Kafka, Lamborghini, JJ Abrahams, mientras de las canciones de Aloras decís que te parecen "amenas". Como "Que los cumplas feliz".
Consejos para encarar la carrera de Aloras:
ResponderEliminar"Por eso a quienes tienen "padres piolas" les cuesta tanto irse de casa".
"Algunas pistas: Federico Peralta Ramos ganó la beca Guggenheim y se gastó toda la guita en una cena para sus amigos. Charlie Feiling escribe sobre el legado de Borges en Miguel Briante y afirma que para lo único que sirven las herencias es para dilapidarlas. Claro, hay que saber cómo, cuándo y por qué".
Es decir: Aloras tiene quen irse de casa, hay que seguir los ejemplos de Peralta Ramos, Charlie Feiling, etc. Una línea de tu post que dé cuenta de que todos esos consejos paternalistas se fundan en una escucha atenta del disco, me la estás debiendo. Es decir: te sentís habilitado para descalificar vagamente el rumbo de la carrera de Aloras, aunque a los lectores de tu post no le das elementos para que entiendan en detalle, frente a las canciones concretas, qué es lo que te parece tan objetable. Porque no hablás de lo que las cancionen objetadas son, sino de la forma en que para vos debería Aloras resolver su relación con la tradición en la que se inserta.
Empecinado en creer que odio a Aloras no podés ni siquiera llegar a pensar que me equivoque el nombre de un tema. En vez de "Vas a cumplir feliz", tipeo "Que los cumplas feliz". Automáticamente soy despectivo hacia Spinetta, menosprecio la canción, soy mala leche, etc.
ResponderEliminarVos decís:
ResponderEliminar"Desde el momento en que abro un blog tengo el derecho a escribrir sobre la temática que se me cante desde el punto de vista que se me cante, ¿acaso no era esa la idea de los blogs?, ¿acaso no es lo que hacés vos acá? Uno le puede dar el enfoque que quiere a su propio texto (me parece una idiotez aclarar esto, pero parece que no todos lo entienden así)".
Pero yo había dicho:
"Por supuesto que no se nos ocurre impedir que cualquiera pueda escribir sobre lo que se le ocurra". Pero esa posibilidad de decir lo que se te ocurra puede someterse de la misma manera a la ocurrencia de otro que critique tu crítica. Y mi crítica a tu post sobre 12 es que dice nada sobre el disco y está envenenado de frases malévolas sobre la relación que vos suponés que Aloras tiene con Nebbia, Spinetta y Fito, (las que según vos explican que ellos se tomen la molestia de tomarse un taxi hasta el estudio a cantar "cumpleaños feliz") y frases paternalistas para explicarle a Aloras lo que vos entendés lo que debería hacer.
En esa cadena, yo comento tu manera de comentar y así sucesivamente. Cuando tengas algo concreto que decir sobre 12, sobre sus "amenas" canciones, avisame.
"Esta disyuntiva no pertenece, por supuesto, a Aloras, sino, por circunscribirnos a un campo de expresión limitado, a todo el espectro del rock argentino".
ResponderEliminarTodas las respuestas que me pedís están en el mismo post. Que vos lo edites a tu conveniencia, es problema tuyo.
No escribí solamente sobre Aloras, escribí en general sobre la huella que tiene la tradición en los artistas y las problemáticas que surgen a partir de este vínculo. Pero entendé lo que quieras. Es al pedo un intercambio de este tipo si estás tan cerrado con respecto a tu posición. Si tenés buenas intenciones te vas a dar cuenta que, equivocado o no, no escribí nada con mala leche.
No critico tu crítica, evidentemente tenemos puntos de vistas diferentes en cuanto a lo que es pertinente escribir o no cuando se menciona un disco en un post. Para mí se puede escribir lo que sea, para vos hay que circunscribirse a un análisis de las canciones. Lo que me parece injustificado es que a partir de un post que no te gustó, interpretes que mis intenciones al escribir fueron producto de una supuesta mala leche y un resentimiento.
ResponderEliminarNO hago ninguna interpretación retorcida de la frase: "Los artistas a los que admira le retribuyen su cariño invitándolo a tocar en sus bandas". Lo que decís textualmente es que le RETRIBUYEN CARIÑO INVITÁNDOLO. No tengo que tomarme el trabajo de retorcer ninguna interpretación, el sistema de retribuciones de cariño por menciones e invitaciones es lo que vos decís textualmente.
ResponderEliminar"Vas a cumplir feliz" confundido con "Que los cumplas feliz", en un pos tan ferpecto y lleno de cariño y amenidades es un error muy oportuno. Aparte, no sé qué sería para vos "meterle la sortija en el culo a Spinetta" ni por qué razón extraña alguien que invita a Spinetta a tocar en su disco debería proponerse eso. Es el tipo de cosas que hacen que el post sea malo: que está lleno de objeciones arbitrarias y sin fundamento.
En ningún momento se me ocurrió ni dije ni escribí que vos odies a Aloras. Eso no te exime de escribir frases mala leche para, en vez de comentar canciones, ninguneándolas. Que las vaguedades que decís sobre "ponerle la sortija en el culo a Spinetta2 se le apliquen no solo a Aloras sino a otros más, no deja de mostrar que tus consejos al respecto carezcan de pertinencia. Porque te manifestás sumamente complaciente con tus ocurrencias cancheras y en cambio te gusta mostrarte mordaz con los músicos que usás como pretexto para escribir.
ResponderEliminar"Para mí se puede escribir lo que sea, para vos hay que circunscribirse a un análisis de las canciones".
Para mí, también se puede escribir sobre lo que sea: así como vos proponés a Aloras como administrar su herencia musical, yo escribo sobre tu post, marcando que de música no decís nada.
Saludos
Interpretar retorcidamente es creer que estoy diciendo que literalmente Aloras le tiene que meter una sortija en el culo a Spinetta sin mencionar la analogía del primer párrafo del post.
ResponderEliminarSi vos partís de la base de que yo escribo canchereadas y no consideraciones funcionales al texto, es imposible entablar algún tipo de intercambio.
No sé cuál es la diferencia entre odiar a alguien y tenerle resentimiento y mala leche.
Y yo no le propongo nada a Aloras, vos sos el que me indica a mí cómo debo escribir posts sobre Aloras.
Y terminemos acá porque no le veo ningún tipo de productividad a estos comentarios entre dos perspectivas totalmente irreconciliables.