lunes, 30 de enero de 2012

El odio contra Cristina y el antiperonismo histó(é)rico


por Oscar Cuervo

Hace pocos días el bloguero Abel Fernández en su muy interesante blog, escribió:

“Me parece que vuelve a ser muy audible, entre los que “adversan”, como vos decís, la minoría intensa anti K.

“Nunca desapareció, evidentemente. Pero, te repito, mi impresión es que en los últimos meses ha vuelto a ser… muy intensa.

“No estoy hablando de los intereses que se oponen a las políticas del gobierno. Ahí, como decía el gran adversario de la Familia Corleone, Don Barzini “nothing personal, just business”. Ni tampoco de los políticos opositores.

“Pienso en el sector social tradicionalmente antikirchnerista. Y antiperonista. Lo noto más enconado“.

El desorbitado encono contra Cristina es algo evidente en ciertos sectores. Y en algunos comunicadores que, curiosamente, fueron derrotados políticamente en octubre pasado, pero que en lugar de revisar los supuestos que los llevaron a esta estruendosa derrota, los ahondaron. Es una derrota política no porque alguien no tenga todo el derecho de sostener una posición antimayoritaria. Los Lanata, Viau, Nelson Castro, y otros casos así fueron efectivamente derrotados porque pusieron toda la carne en el asador para desacreditar, difamar, desear la derrota de Cristina, burlarse de sus adherentes, sembrar canallescas sospechas sobre los motivos de la adhesión. Todas sus tesis quedaron tambaleantes ante el gran apoyo que Cristina logró en octubre. Y la derrota es política porque estos tipos ocuparon el lugar vacante de una oposición desdibujada, que frecuentemente se dejó marcar la agenda por los editoriales de los grandes diarios de la derecha. Los comunicadores enconados ocuparon ese lugar vacante y lograron que un sector importante de la población (importante pero derrotado en las urnas) los tomara como referentes, a falta de candidatos que pudieran entusiasmarlos. Opositores dignos de entusiasmo sigue sin haber, pero llamativamente, los voceros derrotados políticamente no revisaron su libreto después del triunfo de Cristina. Al contrario, lo extremaron. ¿Qué les hace pensar que el libreto con el que fueron sonoramente derrotados podría llevarlos ahora a otro lugar que a más derrotas? ¿O es que solo basan su política en esperar que Cristina cometa errores graves? ¿Puede una política basarse en esperar que el adversario se equivoque?

Yo por primera vez en mi vida puedo entender la histórica persistencia del antiperonismo. ¿Cómo puede ser que haya habido durante décadas una identidad política tan fuerte que sólo se define por su “anti”? Me deja perplejo esa falta de definición por la positiva. ¿Quién lideraba políticamente el antiperonismo? ¿Aramburu? ¿Rojas? ¿Los radicales? ¿El socialismo democrático? Nahhhh… No lo lideraba nadie: o mejor dicho: lo lideraba Perón, pero negativamente: era un vasto colectivo social que se regía por abominar todo lo que hiciera Perón y todo lo que fueran los peronistas. A falta de una conducción política, el antiperonismo produjo emergentes culturales. Uno puede recordar el “Viva el cáncer”, las estatuas de Evita (mi mamá me cuenta que los gorlias arrancaban los bustos de Evita de sus pedestales y las arrastraban por cuadras y cuadras), el secuestro del cadáver de Evita que solo logró mantener viva la presencia de “esa mujer” en el pueblo argentino, las burlas despiadadas de Borges y Bioy Casares, que pueden leerse en el diario de Bioy y que reflejarían el ánimo de toda una clase social… Esa energía política reactiva (porque se regía por idénticas dosis de odio, miedo y asco a un sector social mayoritario) definió que el antiperonismo se mantuviera como un bloque muy poderoso y, sin embargo, incapaz de generar un liderazgo político alternativo. Los antiperonistas se definieron en relación a Perón y al peronismo, contra él y ellos. Así les fue.

Yo no viví esa época, pero por, supuesto, viendo el tipo de impotencia política que late en las expresiones de odio anti-k, me puedo imaginar una continuidad. Estamos en una época intensamente kirchnerista y uno de sus principales síntomas es el odio antikirchnerista: desde un Lanata hasta un Quintín, desde la Carrió hasta Caparrós, desde Susana Viau hasta Huilli Raffo, el odio se acrecienta en la medida en que Néstor y Cristina (y creo que Cristina mucho más que Néstor) se transforman para ellos en una obsesión morbosa. Casi una fascinación, no pueden sustraerse de mirar cada discurso de Cristina para encontrar nuevos motivos para odiarla. Y creo que el odio se acrecienta en la medida en que Cristina acierta, tiene éxito,toma decisiones correctas y triunfa en la esfera decisiva del apoyo popular. Cuanto más acierte y cuanto más apoyo obtenga, no esperemos que estos anti-K moderen su odio, porque el efecto es contrario: lo aumentan. Me parece que estos son más kirchneristas que los kirchneristas como yo, porque ponen un monto de libido tan fuerte en odiarla que si no la tuvieran ahí sus personalidades se desestructurarían.

No sé dónde buscar el fundamento de este extraño fenómeno, pero hay una prueba: están tan capturados por el odio a Cristina que no pueden consolidar un liderazgo que los contenga. Ahora están obsesionados con la re-reelección y en su alarma puede notarse que no se detuvieron a pensar que en estos 4 años tienen que parir un proyecto alternativo, construir un liderazgo. No. Su pesadilla es figurarse que en 2015 tampoco tendrán a nadie y que Cristina, después de 12 años de gobierno kirchnerista, les va a volver a ganar fácilmente.

Creo que este fenómeno (particularmente intenso en la pequeño burguesía ilustrada) se nutre de tradiciones culturales más que de intereses económicos. Probablemente con cualquier otro gobierno esta pequeño-burguesía estaría peor, pero solo cuando vieran a Cristina derrocada o muerta (como fantaseaba Lilita hace años) saciarían su sed.

Mientras tanto, el factor decisivo de los triunfos políticos se encuentra en los millones que votan con un criterio más aplacado y sensato: votamos a Cristina porque estamos más o menos bien y con cualquier otro estaríamos bastante peor. Mientras los antiK no capten este dato tan sencillo, seguirán cociendose en su propia salsa.

9 comentarios:

  1. Interesante reflexionar sobre el odio antikirchnerista Oscar, aunque yo hablaría también del odio irracional de la política en general. Ayer por twitter Quintín, que lo mencionás en la nota, sacó a relucir un desprecio tremendo contra Dante Palma, aún cuando el twitter del supuesto Dante Palma que le hacía de interlocutor era falso, no pertenecía al columnista de 678. Creo que todos nos sorprendimos con el odio manifestado por Quintín contra alguien que había trabajado con él en el pasado y que ahora era kirchnerista, pero también fue sorprendente el odio de quienes le hicieron esa joda a Quintín, haciéndose pasar por Dante Palma, llevándolo intencionalmente a afirmar cosas tan lamentables y luego, ya habiendo revelado que no eran Dante Palma, acusándolo de gorila públicamente. No sé, creo que difícilmente podamos modificar el odio de otros, pero sí estamos en mejores condiciones para trabajar sobre el odio que muchas veces nosotros proyectamos hacia nuestros supuestos adversarios de la vida política. Un saludo.

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  2. Alvaro:
    yo no le tengo miedo al odio, ni siquera a mi propio odio, creo que es un motor legítimo de la acción. Pero también me parece que el odio es mejor cuando se lo complementa con inteligencia y con amor hacia algo. Porque el odio que no se respalda en un amor suele ser pura impotencia.

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  3. Justo en el blanco.En todo.Es resentimiento por la impotencia,es puramente reactivo y como no lo pueden "destruir"como no pueden jugar a la democracia y patear el tablero cm se hacia en viejas "democracias" lo mastican,y cada vez mas.No pueden canalizar ese odio porque no tienen ningun modelo mejor para ofrecerle a la sociedad en su conjunto.Solo pueden odiar reactivamente,pasivamente,no estan dispuestos a darle algo mejor a la gente(por eso esperan un empujon del destino en contra de CFK).Es como un hijo de puta que lo cagan.En el caso de gente como Caparros es una cuestion del progresismo snob que no puede soportar que sus posturas sean captadas por la masa(si es que no es un hijo de mil puta).Lo del resentimiento...bueno...es Nietzsche basico...

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  4. Me gustó una frase de Jauretche rescatada x Adal "el hippie viejo":

    "Ignoran que la multitud no odia, odian las minorías, porque conquistar derechos provoca alegría, perder privilegios provoca rencor".

    El peor de los odios es el del "resentimiento" y de la "envidia", dos vicios que no generan ninguna virtud. Al menos la ambición, la bronca y tantos otros "vicios" están mezclados con virtudes o son generadores de algún beneficio.

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  5. Me dejás pensando con la pregunta Oscar, puede que tengas razón y no sea tan malo el odio si sirve para motorizar cosas positivas. Sea como sea, rescato el hecho de reflexionar estas cuestiones como una manera de apaciguar el odio y que no se vuelva irracional en nosotros. Muy buena la frase de Jauretche.

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  6. Creo que Jauretche se equivoca, es el odio de esa multitud a esa minoría lo que nacer mas qué rencor, miedo e impotencia en ellas.

    Fijate el Nazismo, es una buena evidencia de que la mayoría (los que apoyaban el regimen) odiaban a los judíos (minoría) al punto de echarles la culpa de todo y llevarlos a la muerte.

    Otro ejemplo es el cristianismo primitivo, los romanos y judios (mayorías) perseguían celosamente a los cristianos para apedrearlos y llevarlos al circo romano.

    yo considero que debe ser cierta en casos particulares esa frase, pero no generalizada.

    Ahora volviendo al tema el ¿Porque y donde surgío el anti-peronismo? es una pregunta que deberían hacerse, es mas hay otra situación también bastante interesante que es el: anti-peronismo dentro del peronismo. Pero claro eso se los dejo reflexionar y estudiar tranquilos.

    Una realidad mas sorprendente es que el anti-peronismo cambio menos que el peronismo, a diferencia del primero el peronismo actual no es el peronismo de Peron, mas bien es una mescla de ideales muy divididos y diferentes, es fácil denotar al ver a Duhalde, Cristina y Macri, siendo los tres peronistas pero con ideales completamente diferentes.
    Así que por gracioso que paresca lo único de Perón que persiste en la actualidad es el anti-peronismo, claro esta que muchos a ese grupo lo considera un grupo burgués elitista, lo cual es un gran error, abarca a mas sectores de clase media media y clase media alta, que a grupos elitistas(lamento informarles pero algo que los ricos siempre logran, es salirse con las suyas). Uno solo tiene que salir a caminar y encontrara a esa gente, quizás hasta sean vecinos jajajajaja.

    Lo segundo, creo que el anti-kirchneristas es mas un invento que una realidad, podría decirse oponentes u opositores (aunque esta ultima palabra suena a enemigo) de Cristina. Qué se confunda a una persona que no esta de acuerdo con la política de Cristina con una que odia y desea que el kirchnerismo desaparezca y que todos sus dirigentes sean denigrados y encerrados, realmente hay un avismo. Lo que no es Blanco, no tiene porque ser Negro, mas bien puede ser Gris. Si existiera realmente el Anti-Kirchnerismo, abría muchísima mas tensión.

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  7. Pero Maximiliano G, yo no me refería a los que no están de acuerdo, sino a los que odian y desean que el kirchnerismo desaparezca y que todos sus dirigentes sean denigrados y encerrados. ¿Vos no los ves en las redes sociales? Son una minoría intensa, y están capturados por Cristina, no se pierden un discurso y lo comentan con una pasión llamativa. Y creen que los que adherimos somos o bien corruptos o bien idiotas. No me refiero a quienes simplemente "no están de acuerdo".

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  8. Si son minoría, entonces porque te preocupas, esa gente se puso en contra totalmente hasta llegar al punto de un odio injustificado, porque o no conoce y tiene una imagen mala causada posiblemente por grupos totalmente fanatizados y violentos del kirchnerismo (ejemplo http://www.lanacion.com.ar/1393838-alfonsin-suspendio-un-acto-por-agresion), desconociendo a otros sectores mas correctos y humildes dentro del movimiento.
    Quizás se vean motivados a actuar de esa forma por el hecho que exista un Anti-Anti-Kirchnerista, aun así yo considero errada la idea de atacar a un movimiento o a un presidente o candidato de la nación, creo que la violencia tanto física como verbal o la misma palabra vulgar sin una evidencia sostenible (por decir un ejemplo, la acusación a Duhalde de ser un "Jefe Narco" o a Kirchner o Macri en varios casos), son síntomas de personas que no quieren cambiar las cosas para mejor, mas bien se distraen al odio hacia el otro.

    Tenga en claro como no tolero agresiones por grupos opositores (clarín, sectores del campo, izquierdistas, UCR, políticos, etc), tampoco tolero tales agresiones hacia los grupos anteriores (678, canal 9, politicos k, partidarios, izquierdistas, etc).

    Con esto dejo en claro que no estoy en ningún bando, prefiero la neutralidad, ver las diferentes campanas y estudiar la historia de cada político que me llame la intención.

    Por en conclusión veo que los kirchneristas están haciendo buenas cosas para el país aun habiendo bastantes políticos con un pasado oscuro o gris dentro de sus filas, aun así eso hombres son la clase de persona que se cuelgan del barco en mejor marcha y se escapan cuando este se va hundiendo (fijensen que hombres que estuvieron con Menem en los 90's ahora están dentro del Kirchnerismo), no mas olvidemos que los Kirchners estuvieron en la lista de Menem hace ya un tiempo,ojo haber estado con Menem no es sinónimo de corrupto, mas bien la preocupación viene que esos hombres aunque cambian de bandos siguen teniendo un pensamiento que apoyan leyes del menemismo (las cuales están basadas en aspectos de derecha liberales). Posiblemente esas personas benefician al kirchnerismo en un marco político, no se le puede negar que tanto tiempo en la política los vuelve formidables para llevar a cabo acciones políticas pero es concreto esas personas ponen en ridículo al kirchnerismo, porque terminan saliendose con la suya. Espero que con el tiempo el kirchnerismo se vuelva un partido mas transparente, que busque la pacificación con los otros partidos para trabajar cada vez mas en conjunto.

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