por Liliana Piñeiro
La mesa está servida y el océano es un gran mantel, ondulado por el viento.
Mi apetito es insaciable, de tan humano. Están las nubes caprichosas, el azul inquieto, las montañas ariscas y un velero tímido como la luna. Algo falta, siempre, en el inventario de manjares.
"Algo falta, siempre, en el inventario de manjares".
ResponderEliminarmuy bueno....
La adjetivación que empleas, es siempre muy original.
ResponderEliminarbeso. martha
qué colores increíbles!!!
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarIncreíble Vladimir Kush y su "realismo metafórico"!