Toda cultura es política
Un programa para bajar (30 de julio de 2012)
Clickeando acá
Con el estreno de Batman, el caballero de la noche asciende termina de delinearse el auténtico aporte de Christopher Nolan a la historia del personaje encapuchado. Hay una generación que creerá que Batman es un agente antiterrorista que defiende a una ciudad de los Estados Unidos de una organización que viene desde Medio Oriente. La magra cosecha le llevó a Nolan kilómetros de celuloide y varios centenares de golpes de timbales y trombones a un volumen insalubre. Nolan demostró también que para contar la infancia traumática de Bruce Wayne y la genealogía de cada elemento del encapuchado (la Batisoga, la capucha, la capa, la Baticueva) hacía falta una hora de algo más parecido a Kung Fu o Karate Kid que al superhéroe inventado por Bob Kane, que cada personaje secundario introducido a una trama complicada (no compleja) debería tener también una infancia traumática (aunque el personaje en cuestión después careciera de interés y de una función dramática precisa). Nolan demostró que más es menos: más villanos olvidables, más diálogos explicativos sin relevancia narrativa, metáforas más berretas sobre la autosuperación, más solemnidad, más prólogos y más epílogos, más parafernalia bélica: todo eso hizo de Batman un personaje menos ambivalente, menos misterioso, más parecido a cualquier otro defensor del estilo de vida americano.
Los críticos que celebraron a Nolan como a un gran autor cinematográfico no tendrán que rendir cuenta de su falta de sustento porque dentro de unos años nadie se acordará de Nolan y la franquicia de Batman tendrá a un nuevo empleado que quizá le devuelva al hombre murciélago algo del encanto que Nolan le quitó. O quizá lo haga aún más aburrido y solemne.
En el programa de ayer hablamos de Batman y Nolan, el dúo estático. Juan Manuel Castro nos vino a contar acerca de la historia del encapuchado.
También hablamos de la operación de Clarín contra Vatayón Militante. Es evidente que el punto que más molesta a la derecha exasperada es la militancia, que el acto de aniversario de la muerte de Evita (ninguneado por la prensa corporativa) demostró de qué lado está el poder de movilización y había que tratar de poner bajo sospecha esta convocatoria, que Clarín trabaja para darle letra a las viejas conchetas pero sus operaciones tienen un plazo de vencimiento cada vez más corto. Se acerca el 7 de diciembre y las operaciones van a ser cada vez más sucias e inconsistentes. Atacar a Vatayón por su actividad cultural en los penales o a Víctor Hugo porque en el 77 hizo un picadito con un milico uruguayo revelan que carecen de alternativas políticas y echan mano de cualquier recurso, de nula consistencia política y calidad periodística cada vez más baja. La respuesta de Vatayón ha sido impecable y el respaldo que hoy hizo Cristina de estas iniciativas militantes revelan una solidez ideológica que no se deja amilanar con operaciones berretísimas.
"Toda cultura es política" dijo el Vatayón y esa frase escueta resume a la perfección el concepto sobre el que giró el programa La otra.-radio de ayer. Ariel Idez vino a conversar sobre la apasionante experiencia de la revista Literal que en la década del 70 editaron Germán García, Osvaldo Lamborghini y Luis Guzmán. Refiriéndose a las posiciones polémicas sostenidas por Literal contra la idea de una literatura de denuncia que en los años 70 gozaba de mucho predicamento, Ariel Idez escribió algo que comentamos en el programa de ayer:
"En el campo intelectual de aquellos años se adjudicaba una suma importancia al valor testimonial de la literatura: este procedimiento llegaba hasta el punto de impugnar la misma práctica literaria en aras de otras formas más eficientes a estos fines, como el periodismo . Pues bien, el párrafo que sigue a la primera frase de Literal anuncia: “La información en un texto es un beneficio secundario que no justifica la existencia de un escritura literaria. A diferencia de una “noticia”, la verdad de un texto no puede someterse a una prueba de realidad.” (L. 1 p.5). Más adelante se amplían los argumentos: “La noticia es una cama donde cualquiera puede acostarse sin que se le mueva el piso”."
Es un placer muy grande hacer un programa que puede ir de Batman a Lamborghini y de Vatayón Militante a la música de Prince. Es que toda cultura es política. Acá pueden bajar el audio del programa:
Cuando uno va a ver batman, no espera, por lo menos yo, encontrar un discurso ideológico admirable o compartible, después de todo Batman es un vigilante. Quizás se poco el aporte de Nolan al cine, después de todo es el director de la inmirable INCEPTION, la aburridisima THE FOLLOWING, y la pretenciosa e innecesaria MEMENTO. Igualmente yo no puedo dejar de enontrar más de un acierto en su, muy disfrutable, trilogía batman. Sería tonto pensar que la gente la ve solo porque es Batman o solo porque otros la van a ver y tiene unos numeros espectaculares. La trilogía, tiene desde el centro y lo más espectacular de la industria, muchisimo trabajo que lo que menos hace, al contrario a casi todas las películas de superheroes, es subestimar a este tipo de peliculas y al espectador que las consume. Somos idiotas pero no tanto. Una de las cosas que seguro no se le puede achacar a estas bamtan, es no tener villanos recordables, heath ledger dejo chiquitisima la horrible labor de nicholson en la mediocre batman de burton, y Bane nos hizo cagarnos hasta las patas haciendonos llegar a imaginar la posibilidad de que batman no zafara de la parca, o por lo menos la paralisis en esta ultima entrega, y eso no es decir poco para una pelicula en la que cualquiera sabe que batman tiene que ganar. Estas batman tienen pozos enormes de guión que hacen que todo lo que vemos sea sumamente inverosimil si se analiza friamente, pero friamente es cuando uno esta en su casa o en el bar de la esquina, y ya nos contó el gordo que hizo vertigo que ahí ya no importa si te lo creíste cuando estabas en la sala. Batman es grande y grandilocuente, batman es complicada y capaz algo compleja, batman es épica hasta la medula, y batman es facha... pero no sabemos en que medida esto realmente importa, si esperamos que estas peliculas nos eduquen, esperamos vivir en un mundo de idiotas.
ResponderEliminarMuy conformista lo suyo, blogger. Yo cuando voy al cine espero siempre lo mismo: ver una buena película, y no me importa para nada si lleva mucha o poca gente, si está trabajada o salió de taquito y si uds se cagaron en las patas al ver al bobo ese de Bane. Todo eso no tiene la menor importancia si la película es torpe, pomposa y estridente. Referirse a Hitchcock como "el gordo" para disculpar una película indigna de figurar en un mismo párrafo es penoso. Deje traqnuilo al gordo y consígase argumentos mejores para defender este bobada.
ResponderEliminarno hay nada más aburrido que las actuales películas de "acción" de hollywood...
ResponderEliminar