La Maratón Bestial en audio y video
Un programa para descargar clickeando acá:
EL SILENCIO SE HACE PARA QUE HABLEN LAS CARTAS (Videos: Martín Farina)
CARTA DEL ESTÓMAGO
Te extraño con el estómago, lugar que da a luz palabras, con esa parte me hago nacer.
Hoy salí y caminé, qué cosa divina los árboles. Caminar es sentir miedo con los pies. Extraño tu voz, ¿te oíste alguna vez así, como yo te escucho? Salí a caminar por una calle que bajaba, yo quería llegar al río pero no había agua, la sensación de piedras y de sal en mi boca sí estuvo, así como estás vos con tu amor en alguna parte. No sé por qué aparecés en mis sueños. Quizás porque te hablo durante el día, sobre mis libros, los libros de todos, sobre los niños, sobre esas cosas, las que conocés sin mí. Estás y decís y callás y te inclinás y me respirás en la nuca. Qué puedo hacer, sos inevitable. Quiero darte la mano, la calle desciende, necesito tu mano porque está cerca, se entrega, yo te daría las dos, podría caminar así con nosotros, con las dos manos cuatro.
(Natalia Litvinova, leída por Alejandro Ricagno en la Maratón Bestial del domingo pasado.
Con el acompañamiento musical del Trío Ternura).
CARTA DEL VIENTRE
Tuve que dar vuelta los libros para no ver tu nombre. Ver tu nombre. Parece absurdo, pero implica un temblor de tierra, apertura de grietas, muertos en todas partes, vivos más vivos que nunca, todas las flores floreciendo y marchitándose al mismo tiempo y lluvia en los tobillos persiguiéndome. ¿Qué más voy a tener que hacer? Cerrar el espejo. Te vi varias veces al mirarme. Hoy te soñé otra vez, pero esta vez era la más dulce. Estaba en una casa con mucha gente y me venías a buscar, parecías feliz a pesar de que todos nos miraban con desprecio. Eras feliz y nos besábamos y ponías tu mano sobre mi cadera y yo tenía un vestido de tela muy fina y era la primera vez que sentía tu mano tan cerca de la piel de mi vientre y era una sensación muy grande muy alta y yo sabía que sería para siempre esa mano ahí, que volvería. Desaparecías y aparecías, agua, barcos, la tierra naufragaba pero siempre regresabas por mí.
Carta de Año Nuevo (Novogodnie) de M. Tsvetáieva a Rilke
a R. M Rilke
Feliz año-mundo-comarca-amparo
Primera carta para ti en tu nuevo
Hogar –es un malentendido llamarlo placentero –
(placentero- rumiante) – lugar sonoro, lugar resonante
Como la torre vacía de Eolo.
Primera carta para ti desde esta patria de ayer
En la que iré deshaciéndome en lamentos
Sin ti, ahora ya desde una de las
Estrellas… ley de la retirada, toque de queda
Para la amada – cualquiera,
La no existida – de la no existente.
¿Te cuento cómo lo supe?
No fue ni terremoto, ni alud.
Un hombre entró –cualquiera (el amado –
Eres Tú.) –Un acontecimiento desgraciado.
-en “Novedades” y en “Los días” - ¿Nos hará el artículo?
-¿Dónde? –En las montañas. (La ventana llena de
Ramas de abeto.
La sábana.) - ¿No…-Pero…-Por favor, libéreme.
En voz alta: es difícil. Pero dentro: no vendo a Cristo.
-En el sanatorio. (Paraíso de alquiler.)
-¿Qué día? –ayer, anteayer, no recuerdo.
-¿Estará en Alcázar? –No estaré.
-En voz alta: la familia. Por dentro: todo menos Judas.
(Traducción del ruso de Natalia Litvinova. El poema completo acá).
Hay más videos de Ricagno y el Trío Ternura en el canal de La otra en youtube.
La cuarta hora de nuestra Maratón Bestial empezó con la música de Arvo Pärt y Ricagno probando sonido con el Trío Ternura. Daba comienzo al segmento poético rusófilo de la Maratón, con poemas de Marina Tsvetáieva, Natalia Litvinova y Patricio Forlani.. Audio completo acá.
La quinta hora empezó con Dylan cantando Beyond here lies nothin'. Y siguió con Cristian Bonomo quien hizo un recorrido desde la música antigua hasta el pop contemporáneo bajo el concepto "Música y Literatura". Y al filo de la Maratón se sumaron, para darnos los "buenos días" (eran las cinco de la mañana del lunes), Alcira Garido y Gabriela Zubiría para presentarnos un bloque de chicas (la Maratón termina como empezó) titulado "Horario marginal". Arranca Ana Prada. El audio completo acá.
Y la mejor manera de decirte adiós: Bebe.
Y la mejor manera de decirte adiós: Bebe.
a mí me gusta este poema:
ResponderEliminarA Rainier Maria Rilke
Rainer, quiero encontrarme contigo,
quiero dormir junto a ti, adormecerme y dormir.
Simplemente dormir. Y nada más.
No, algo más: hundir la cabeza en tu hombro izquierdo
y abandonar mi mano sobre tu hombro izquierdo, y nada más.
No, algo más: aún en el sueño más profundo, saber que eres tú.
Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.