El viernes a la noche pasé por el Ateneo Presidenta Cristina Fernández que Vatayón Militante tiene en Villa Ortúzar, para escuchar al Chino Navarro, que tuvo una conversación muy interesante y fértil con todos los que se acercaron. Hacía mucho calor y además la gente de Vatayón es cálida y amable, pero el primer calor era sofocante y el otro muy grato. Tuve la oportunidad de conocer su espacio, que estaba lleno de juguetes que los vatayones iban a repartir el sábado y domingo en los barrios de Laferrere y La Carbonilla.
La impresión que me causó el Chino Navarro fue muy positiva. Su presencia y su palabra trasmiten la idea de que se trata de un dirigente muy lúcido y honesto, con una visión amplia e inteligente de la política y una conexión fuerte con las bases populares. Algunas ideas que destaco:
- El Chino piensa la política no en el marco estrecho de una coyuntura que tiene vencimiento inminente, que muchas veces nos obnubila y nos hace perder de vista lo fundamental. Los medios nos presionan a creer que "lo que pasa" es lo que esa semana acapara los títulos de los diarios y los zócalos de TV, pero el Chino nos nvita a pensar en términos de la historia de un movimiento nacional que empezó mucho antes de que nosotros lleguemos y seguirá después de que nosotros nos vayamos. Es una larga historia de avances y retrocesos en la que podemos sumarnos con la confianza de que los pueblos (que pueden cometer errores) no se suicidan.
- En ese marco histórico amplio, el kirchnerismo continúa una historia de 200 años, que lo liga a las luchas por la independencia, al radicalismo de Hipólito Yrigoyen y al peronismo de Perón y Evita. No empieza en 2003 y no va a terminar en 2015.
- En este momento, cuando los avances populares llegan a ponerse en condición de disputar la renta con los sectores dominantes, se vuelve a producir un cuello de botella que también debieron enfrentar en su momento el radicalismo y el peronismo. Y, comparativamente, nuestra situacion actual tiene índices positivos. Hemos logrado muchos avances en esta década, aunque el kirchnerismo aún no logró cambiar la matriz del estado neo-liberal que heredó de los años 90 y la terrible crisis del 2001. Estamos en una situación de empate con la derecha y tenemos posibilidad de ganar o perder. Depende mucho de lo que todos hagamos en estos próximos dos años.
- Néstor y Cristina han tenido grandes logros políticos en estos años, a pesar de llegar al poder con una construcción política precaria, formando parte de una generación diezmada por la represión de la dictadura y un pueblo desmovilizado por varias décadas del neoliberalismo. ASí como a la derecha le llevó más de 30 años desmontar el estado de bienestar del peronismo, el tratar de salir de la matriz del estado neoliberal es un proceso largo y complejo.
- A veces los acontecimientos del día a día nos desalientan, nos ponemos ansiosos esperando la palabra de Cristina, pero el fundamento de su liderazgo político vigente radica en su trayectoria; Néstor y Cristina, en las encrucijadas que les tocaron enfrentar, siempre han logrado salir adelante con propuestas superadoras. Su aporte a esta historia es fundamental, pero no debemos esperar tampoco siempre todo de ellos. Los dirigentes se hacen fuertes cuando el pueblo lucha.
- Para preservar este proyecto político hay que proponerse siempre construir mayorías. Esto no se logra con certificados de pureza ideológica ni con sectarimos, sino tendiendo puentes con todos los sectores que coincidan en la misma dirección. No se trata de sumar nombres por sumar, sino de tender puentes cuando hay intereses convergentes.
- Más allá de los conflictos y resquemores personales con algunos dirigentes sindicales (como Moyano), el proyecto popular no puede darse el lujo de prescindir de las organizaciones sindicales. En este sentido, que en este momento haya 7 centrales sindicales es un dato muy negativo para los intereses de los trabajadores.
- La construcción política se hace cerca de las necesidades de la gente, en el territorio, escuchando incluso a aquellos que están enojados con el gobierno, por motivos errados o por motivos correctos. No hay que alejarse de esas necesidades populares y no hay que enojarse cuando el pueblo nos da la espalda o nos manifiesta su bronca.
Lo que más me gustó del Chino es que lo vi como un tipo que vino dispuesto a escuchar y a pensar lo que la gente decía, no vino a dar su speech pregrabado y olvidarse de dónde estuvo. Lo vi muy atento a la participación, a las preguntas y las opiniones de todos los que hablaron. Lo vi pensativo y con capacidad de registro de los problemas y experiencias que otros le trasmitían.
Creo que el Chino es un dirigente político con proyección, que no depende de un resultado favorable o adverso en las urnas, sino de la voluntad de construir día a día con los otros. Realista para admitir nuestras propias contradicciones y dispuesto a seguir trabajando.
Creo que encuentros como el que organizó Vatayón Militante con el Chino son muy necesarios e invitan a pensar con serenidad y seguir trabajando con esperanza.
Pero cómo, si Lucas Carrasco había dicho de buena fuente que después de octubre el chino y el movimiento Evita se iban con Massa?
ResponderEliminarJejeje... lucas carrasco, jah...
ResponderEliminarHay que dejar de hablar de Lucas Carrasco por lo menos por dos años.
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