domingo, 8 de junio de 2014

Chequeando internacionales



por Lidia Ferrari

No viene mal hacer un poco de contraste entre lo que pasa en un país y lo que sucede en otro. No sólo porque no estamos bien informados sino porque los prejuicios ancestrales que tenemos los argentinos sobre lo que pasa en otros países bien merece una revisión.

Me han llegado comentarios acerca de la “escandalosa situación de Argentina en la que un Vicepresidente indagado no renuncia, lo que muestra la debilidad de la situación política y jurídica. Algo impensable en un país de Europa”. Huelga hacer el contraste con otros momentos de la vida nacional en los cuales los watergates telúricos estaban a la orden del día. No olvidemos esa hermosa colección para la historia de la indecencia de los ‘90. Pero dejemos los contrastes de la vida nacional. Pasemos a la escena internacional. Viviendo en Italia no puedo dejar pasar una noticia que bien vendría se difundiera en Argentina, para ver todo lo que se puede aprender todavía en tema de corrupción. Esa idea de que ciertas cosas, las peores, en Europa no pasan, glosa la colonización cultural que no se remueve sólo con realidades. Está anclada allí, contra viento y marea.

En Italia se están destapando ollas gigantes que hacen que la época de “Manipulite” de los ’90 haya quedado como muestra de diletantes aprendices de corruptos. Mani Pulite (manos limpias) se llamó a una operación judicial de arrestos en un contexto político de corrupción, extorsión y financiación ilegal de los partidos políticos. Se ha usado la palabra Tangentopoli (tangente=coima) para describir la corrupción italiana en este período. Craxi, el Primer Ministro del Partido Socialista Italiano, terminó sus días en Hammamet, Tunez, huyendo de la justicia. Pero dejó como legado a su discípulo Berlusconi. En estos días se están destapando ollas gigantes de corrupción que parecen opacar la Tangentopoli de los ’90. El M5S fue el primero en denunciar la tamaña trufa de la Expo 2014, en Milán. A partir de ahí, comenzaron a ser arrestados políticos y empresarios dirigentes de esa obra colosal.



Después de las elecciones europeas se destapa la gran olla del MOSE (Moisés). Si uno visita Venecia verá que hacia el mar se levantan enormes grúas y grandes bloques de cemento. El MOSE es un proyecto faraónico para evitar que las mareas hundan a la maravillosa Venecia. En este momento han sido arrestadas 35 personas, entre políticos importantes y empresarios, como el Intendente de Venecia del PD (centro-izquierda) y el que fue Presidente de la Región Veneto por 10 años del partido de Berlusconi. La obra que se iba a finalizar en el 2013 terminará, con suerte, en el 2016. El costo inicial de la obra, en el 2001, era de menos de dos mil millones de Euros. Al finalizar alcanzará casi los seis mil millones de Euros. Por supuesto, las pruebas por las que han sido arrestadas 35 personas son migajas al lado de la cantidad de dinero malversado. Por otro lado, hace tiempo se denuncia que no sólo puede ser una obra inútil, sino que traerá problemas graves a Venecia, pues las compuertas que se cierran cada vez que el agua sube tendrán un impacto ambiental devastante. El ahora arrestado presidente del Veneto se vanagloriaba de conducir la obra de ingeniería más importante del mundo para la ciudad más bella del mundo. No vamos a desmentir este elogio a Venecia, pero podría llegar a ser una de las estafas más grandes del mundo. Como dice Travaglio, uno de los pocos periodistas serios de Italia, todas estas grandes obras no han sido proyectadas sino para robar. Pero no por ese porcentaje que queda retenido en el sistema, en todas las obras públicas a lo largo y a lo ancho del mundo. No, en este caso, como en el de la Expo, el robo es colosal.

Un amigo me mostró ciertas rotondas y cruces viales más grandes de lo necesario sólo porque encarecen la estructura y eso es más dinero para el bolsillo de la corrupción. Me tocó asistir a una obra en un magnífico teatro lírico recién estrenado en una ciudad del norte de Italia, donde los músicos no entraban en el foso que habitualmente tienen todos los teatros de ópera. Todo era bello, solo que el foso era inservible, porque el proyecto –quién sabe quién lo llevó adelante- no previó una de las partes esenciales del teatro.

Por fortuna, ha comenzado una nueva onda de Mani Pulite apoyada por un fuerte consenso político de la gente que está harta de la sociedad entre la mafia y la política. Los partidos, de izquierda a derecha, están comprometidos con la corrupción. El M5S tiene tantos seguidores precisamente porque no se visualiza en el sistema de partidos alguien que sea capaz o quiera salir de esta cochinada.

Para agregar una margarita al chiquero, varios de los eurodiputados elegidos este mes son “CONDENADOS” de la justicia por corrupción. De más está decir que el pobre Berlusconi ha sido condenado, lo que no le impide continuar haciendo política, a pesar de la persecución que sufre de los magistrados comunistas.

Por eso, a quienes piensen que en Argentina hay mucha corrupción, les recomendaría leer algún diario italiano. Si necesitan traducción, me ofrezco.

7 junio 2014

Pd.: Mi humilde colaboración a lo que Cristina dijo sobre el tratamiento de la información internacional: "La desinformación -dijo- es también una manera de informar, de ocultar lo que pasa en otras partes para distorsionar lo que pasa en tu país o, por lo menos, que no tengamos parámetros de comparación entre lo que pasa en otros lados y lo que pasa aquí".

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