Alejandro Kaufman, el domingo a medianoche en La otra.-radio. FM La Tribu. 88,7. www.fmlatribu.com
por Oscar Cuervo
Ayer se cumplieron 20 años del atentado a la AMIA y se hicieron cuatro actos conmemorativos, lo que da cuenta de las tensiones que respecto de esta cuestión atraviesan a la comunidad judía argentina y a los familiares de las víctimas. El acto oficial de la comunidad, convocado por AMIA y DAIA, se hizo como siempre frente al edificio reconstruido de la mutual, en la calle Pasteur. Los discursos de los oradores principales pusieron su mayor énfasis en criticar al gobierno, a causa del Memorándum de Entendimiento firmado con Irán. Estas entidades parecen alinearse acríticamente con el eje Israel / EEUU, cuya prioridad no es esclarecer el atentado ni reparar sus daños, sino escalar en la confrontación contra Irán y forzar a la Argentina a subordinarse a este objetivo. No sorprende entonces que las entidades comunitarias hayan desechado la única iniciativa que podría mover una causa estancada desde hace décadas. Así como tampoco sorprende que estas entidades hagan la vista gorda a la cercanía del PRO con sujetos imputados de encubrimiento del atentado, como el Fino Palacio, o que no remarquen la gravedad de las escuchas que realizó el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, entre otros a Sergio Burstein, familiar de víctimas del atentado e integrante de la Asociación 18J. Burnstein habló por última vez en el acto de AMIA y DAIA de 2011,cuando hizo duras críticas a Macri, al rabino Bergman y al Fino Palacios, y denunció desde el palco la complacencia de algunos dirigentes comunitarios con estos sectores políticos. Burstein dijo en 2011 que hubo dirigentes comunitarios que presionaron al poder judicial para evitar que los encubridores locales del atentado llegaran a juicio oral y públic. También fue durísimo contra el periodista Pepe Eliaschev, a quien acusó de ser un operador de los que quieren que el atentado no se esclarezca jamás y para ello es capaz de utilizar la memoria de las víctimas.
Ayer se cumplieron 20 años del atentado a la AMIA y se hicieron cuatro actos conmemorativos, lo que da cuenta de las tensiones que respecto de esta cuestión atraviesan a la comunidad judía argentina y a los familiares de las víctimas. El acto oficial de la comunidad, convocado por AMIA y DAIA, se hizo como siempre frente al edificio reconstruido de la mutual, en la calle Pasteur. Los discursos de los oradores principales pusieron su mayor énfasis en criticar al gobierno, a causa del Memorándum de Entendimiento firmado con Irán. Estas entidades parecen alinearse acríticamente con el eje Israel / EEUU, cuya prioridad no es esclarecer el atentado ni reparar sus daños, sino escalar en la confrontación contra Irán y forzar a la Argentina a subordinarse a este objetivo. No sorprende entonces que las entidades comunitarias hayan desechado la única iniciativa que podría mover una causa estancada desde hace décadas. Así como tampoco sorprende que estas entidades hagan la vista gorda a la cercanía del PRO con sujetos imputados de encubrimiento del atentado, como el Fino Palacio, o que no remarquen la gravedad de las escuchas que realizó el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, entre otros a Sergio Burstein, familiar de víctimas del atentado e integrante de la Asociación 18J. Burnstein habló por última vez en el acto de AMIA y DAIA de 2011,cuando hizo duras críticas a Macri, al rabino Bergman y al Fino Palacios, y denunció desde el palco la complacencia de algunos dirigentes comunitarios con estos sectores políticos. Burstein dijo en 2011 que hubo dirigentes comunitarios que presionaron al poder judicial para evitar que los encubridores locales del atentado llegaran a juicio oral y públic. También fue durísimo contra el periodista Pepe Eliaschev, a quien acusó de ser un operador de los que quieren que el atentado no se esclarezca jamás y para ello es capaz de utilizar la memoria de las víctimas.
La causa AMIA está atravesada por internas de la comunidad judía argentina, por las presiones internacionales de la derecha israelí y también por otras tensiones políticas locales. Una prueba es que el duro discurso de Burstein en 2011 fue el último que pudo pronunciar en un acto oficial y a partir de 2012 se le impidió participar en ellos. El que ayer habló en el acto oficial de la AMIA fue Alfredo Leuco, uno de los voceros más bizarros de la derecha clarinista, que hizo un discurso previsiblemente apocalíptico, de furia opositora contra el gobierno, ensañándose con el canciller Timerman, al que acusó de "alta traición" por la firma del Memorándum. Leuco dijo que "un canciller no judío no se hubiera atrevido a tanto” y acuñó el disparate semántico de atribuir al gobierno un "crimen de lesa impunidad", una expresión absurda que sustituye la palabra "humanidad" por la de "impunidad", como si esa equivalencia fuera posible. Lo que muestra el uso brutal de las palabras en el que se suele incurrir cuando se trata de atacar al gobierno con cualquier motivo, banalizando asuntos muy delicados.
La dirigencia judía local, al haber decidido bajar a Burstein del palco y al ponerlo a Leuco, parece haber optado por alinearse con la más rancia derecha opositora, la que demoniza cualquier iniciativa del gobierno y es capaz tanto de defender los intereses de los fondos buitres como de boicotear el Memorándum. Este Memorándum fue una audaz inciativa kirchnerista para destrabar la causa, ejerciendo una muy visible presión diplomática sobre el gobierno iraní sin alinearse con el belicismo de la derecha israelí. El gobierno en el foro de las Naciones Unidas había exigido tiempo antes que Irán colabore en la investigación, así que mal puede considerarse que haya propiciado una política pro-iraní.
La causa AMIA es un tema de una gran complejidad, donde se cruzan múltiples factores que resisten cualquier simplificación. Alejandro Kaufman sostiene que este atentado y las secuelas que siguió produciendo en la política argentina e internacional durante estos 20 años requieren una "descripción densa", que dé cuenta de esta complejidad, sin ceder a la tentación de las operaciones políticas que lo reducen a un esquema simple. Mañana en La otra.-radio viene Kaufman y vamos a hablar largamente del tema, analizando en perspectiva estos 20 años transcurridos desde aquel atentado terrorista.
OSCAR: Vos mencionás el "eje Israel-EE.UU." que busca "escalar la confrontación contra Irán". Dejame decirte que parece que Israel -afortunadamente- se está quedando solito en su punta del eje. Estados Unidos e Irán ya están avanzando en sus contactos para renovar el acuerdo sobre el desarrollo de la industria nuclear iraní. Y Estados Unidos también está comprobando que para resolver el espantoso kilombo del Medio Oriente, la diplomacia iraní es más confiable que la de las monarquías feudales del Golfo, esas a las que Bibi Netanyahu se ha aliado estrechamente.
ResponderEliminarEddie
El acto de Memoria Activa de ayer fue inesperadamente interesante. Estuvo bien Diana Malamud en pedir el raje de Nisman, un caradura que está al frente de un gran equipo... para impedir que se mueva nada, puesto ahí por un ingeniero Stiusso que respondía al consenso entre Israel y Estados Unidos, y más precisamente al Mossad (que encubrió a los asesinos del primer momento; léase la nota InfAMIA de Horacio verbitsky). Hasta lo que dijo el tartufo (él e Irina Hauser, con la complicidad siguen en Página poniendo en cada nota que escriben que está probado que se utilizó una camioneta-bomba... lo que es una mentira más grande que el Maracaná según coincidimos un montón de investigadores) Tuny Kollman estuvo bien al citar el 11-S y el presunto asesinato de Osama Bin Ladin, pero el que se llevó los laureles fue Juan Carr, que enfatizó que los asesinos están entre nosotros... y se c... de risa.
ResponderEliminarCon respecto a Irán, que yo sepa (y me pasé muchos años estudiando el tema) no hay absolutamente nada. Y es que las bombas (hay que contar primero la de la Embajada y después las de la AMIA) las mandó poner una organización de traficantes de drogas (esta vez, las religiones no tuvieron nada que ver) en la que habia bastantes sirios pero es muy posible que también hubiera judíos. Igualmente los atentados se contraron "llave en mano" y los asesinos materiales fueron argentinos.
Los familiares que van detrás de la DAIA No quieren saber la verdad, pero los altos dirigentes sin duda la saben. El cráter en la Embajada denunciado y "documentado" jamás existió mas que en una foto falsa. De ahí en adelante y si sentís verdadero dolor no podés aceptar que el hilo conductor de estos dos tan graves hechos partan de una farsa.
ResponderEliminar