(José Víctor Montesinos Verdú, 2014)
Visuales LXXVII
El hueco avanzaba entre los dos y ella siguió los ritos del conjuro. Mientras su voz exploraba los rincones buscando palabras antiguas, acarició la cara de él, ahora desconocida.
Desesperada, se estrechó contra el hombre. En ese instante supo que el gesto era inútil. Cuando los brazos son pequeños y el corazón demasiado grande, es la hora de la despedida.
Visuales LXXVII
por Liliana Piñeiro
El hueco avanzaba entre los dos y ella siguió los ritos del conjuro. Mientras su voz exploraba los rincones buscando palabras antiguas, acarició la cara de él, ahora desconocida.
Desesperada, se estrechó contra el hombre. En ese instante supo que el gesto era inútil. Cuando los brazos son pequeños y el corazón demasiado grande, es la hora de la despedida.
Es muy bello ese cuadro.
ResponderEliminarmuy bueno lili! a mí también me impactó esta pintura. la cara de ella... como queriendo alcanzar algo imposible... algo que ni un abrazo puede dar...
ResponderEliminarpueden buscar al autor de esta pintura en fb. allí hay más obras. realmente a mí me parece muy bueno... saludos.
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