La amarga vida del Partido de la Derogación
Hoy había una gran expectativa a las 18, hora prevista para el lanzamiento del ARSAT, el primer satélite geoestacionario producido por un país latinoamericano. De esta forma nuestro país comienza el camino de la soberanía satelital, lo que nos otorgará un alto grado de autonomía comunicacional.
Obviamente, cuando se produjo la dilación de 43 minutos en el lanzamiento del satélite, un contingente de opositores tuiteros ya se estaba regodeando con la posibilidad del fracaso. Esto hubiera sido solo un anticipo de los titulares negativos que irían a aparecer en los diarios de mañana por la frustración aunque sea momentánea del lanzamiento. Detrás de eso sería previsible una ristra de chistes malos, dichos con amargura por Lanata este domingo.
Finalmente, el lanzamiento se produjo con éxito a las 18:43.
En las horas siguientes, el cohete realizó un par de operaciones más de manera exitosa. De todos modos, todavía falta para que el satélite argentino se establezca en su destino final. "Luego del lanzamiento tenemos unos 10 días de órbita de transferencia hasta llegar a la órbita geoestacionaria", explicó José Aurelio, jefe de Operaciones Satelitales de la Estación Terrena Benavidez de Arsat.
Es decir, los eunucos tienen todavía algunas chances de encontrar un mezquino regocijo. Si todo sigue bien, Ricardo Roa, Lanata y Fontevecchia pueden esperar que Griesa intente confiscar el satélite desacatado, o que Hugo Alconada Mom descubra el vinculo oculto entre alguno de los científicos del equipo y el Círculo de Boudou, o que una parte de la tecnología haya sido elaborada por contrato directo y sospechable por una empresa de Lázaro Báez.
Así de amarga es la economía libidinal de la oposición: tienen puestas sus mayores esperanzas en las perspectivas del fracaso ajeno. Que se caiga la reestructuración de la deuda soberana, que al Estado se le escape el manejo de la macroeconomía, que la cláusula RUFO se dispare, que aparezca un enfermo de Ébola en territorio nacional, que explote el ARSAT en el aire o que Cristina se enferme. No tienen a la vista una perspectiva por la positiva que no requiera un fracaso nacional previo. Por eso, incluso sus alegrías son amargas.
Yo la llamo una "libido derogatoria". Su programa, su único deseo es derogar.
Y no son leyes solamente lo que estos mediocres profesionales quieren derogar...en su impotencia diría que se proponen derogar la realidad, porque no se ajusta a sus colonizados y mezquinos sueños...
ResponderEliminarSi uno, que no es más que un espectador entusiasmado, ha sentido orgullo y emoción, no puedo imaginar la extaordinaria alegría y satisfacción que habrán disfrutado los que han tenido el privilegio de colaborar en un proyecto de esta magnitud.
ResponderEliminarDesde un simple ayudante hasta los grupos de ingeniería de proyecto.
Ahí están, sonrientes, mostrando la camiseta argentina debajo del guardapolvo.
Como chicos de una escuela primaria.
¡Qué golazo!
Muy orgulloso de nuestro Arsat, los invito a ver este videíto que preparé para mis alumnos:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/DNe2AGxilDw
Saludos, nunca menos.-