miércoles, 23 de septiembre de 2015

Jornadas apasionadas

XI Jornadas Kierkegaard
9, 10 y 11 de noviembre de 2015 en el Museo del libro y de la Lengua de la Biblioteca Nacional
www.sorenkierkegaard.com.ar


Desde hace once años y de manera ininterrumpida, la Biblioteca Kierkegaard Argentina, fundada en diciembre del año 2002, viene organizando las Jornadas Kierkegaard. Surgieron con el espíritu de generar un espacio de reflexión y discusión en torno a la obra del pensador danés y con el firme propósito de aunar el esfuerzo de todos aquellos interesados en profundizar el conocimiento de su vasta obra escrita durante una vida que duró apenas cuarenta y dos años. Abiertas a toda clase de público, a lo largo de la última década, las Jornadas Kierkegaard han contado con la participación activa de especialistas internacionales y personalidades del ámbito intelectual del país, no sólo filósofos, sino también teólogos, escritores, poetas, psicólogos, sociólogos, médicos, biólogos y simples lectores apasionados por su pensamiento. La razón de este hecho es que cada uno de ellos se siente interpelado como existente singular por el modo especial de comunicar que emplea Kierkegaard: la lectura edificante no es distracción o juego, es algo serio, y el lector debe decirse a sí mismo, si de veras quiere comprometerse con la palabra que escucha: «Es a mí a quien se habla, es de mí de quien se habla», según apunta en Para un examen de sí mismo recomendado a este tiempo.

Este año, la Biblioteca Kierkegaard Argentina tiene el agrado convocar a las XI Jornadas Kierkegaard 2015 para invitarlos a reflexionar sobre la pasión que despierta esa relación personal del autor danés en sus lectores como así también sobre las diversas pasiones a las que se refirió a lo largo de sus escritos. La literatura universal le debe las más elocuentes y profundas descripciones del temple según el cual cada hombre se conecta con su propia existencia, con los otros y con lo sagrado. Por eso, puede ser considerado como uno de los primeros autores que ha elevado las pasiones al rango de tema filosófico. Son célebres las páginas que le dedicó a la angustia, la desesperación y la fe. Del cuadro que Kierkegaard nos ofrece de estas pasiones, es tributaria no sólo la filosofía existencial del siglo XX, sino también la teología dialéctica, la literatura, el arte cinematográfico y la psicología. Menos conocido, tal vez, es el tratamiento que le dispensó a otras pasiones, acentuando en muchas de ellas la ambigüedad de su valor, sus contrastes dialécticos, en el sentido de tensiones que no pueden ser resueltas por mediación de conceptos o razonamientos filosóficos, pero sí como posibilidad decisiva en la existencia singular cuando lo racional entra en colisión con lo desconocido. Así, también se ocupará Kierkegaard de pasiones como la melancolía, el arrepentimiento, el remordimiento, los celos, lo demoníaco, la esperanza, la ironía, el humor, la seriedad, el amor...

Cuando uno de sus seudónimos, Johannes de Silentio, dice en Temor y temblor:

«Todo movimiento del infinito se efectúa por la pasión y ninguna reflexión puede producir un movimiento. [...] Incluso para establecer la distinción socrática entre aquello que se comprende y aquello que no se comprende es necesaria la pasión; y todavía con mayor naturalidad para realizar el movimiento socrático propiamente dicho: el de la ignorancia. Lo que falta a nuestra época no es la reflexión, sino la pasión».

no significa de ningún modo que esté desvalorizando la reflexión. Más bien, le reprocha su falta de pasión, y en ese sentido debemos interpretar la afirmación de otro seudónimo, Johannes Climacus, en Migajas filosóficas:

«…la paradoja es la pasión del pensamiento y el pensador sin paradoja es como el amante sin pasión: un mediocre modelo».

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