sábado, 31 de octubre de 2015

Un freno para el ajuste macrista en las universidades: una ley prohíbe los aranceles y los exámenes restrictivos


Esta semana ocurrió un hecho de suma importancia política que pasó algo desapercibido en medio del estado de shock en que entró la sociedad argentina después de los resultados de las elecciones del domingo pasado. El hecho al que me refiero está íntimamente vinculado con el período de transición hacia un nuevo período político, cuya forma definitiva es todavía incierta. El Senado aprobó un proyecto del FPV que modifica la Ley de Educación Superior vigente hasta ahora. La nueva ley establece la responsabilidad “indelegable y principal” del Estado para con las universidades públicas. La autora de la ley es la diputada Adriana Puiggrós, una experta en temas educativos que milita desde hace décadas en el campo popular.

La ley aprobada es modificatoria de la Ley de Educación Superior Nro 24521, que había sido sancionada en 1995, en el exacto centro de aquella década infame. El proyecto, ahora convertido en ley por los senadores, tenía media sanción de la Cámara de Diputados desde mayo de 2013,  con el voto afirmativo de todos los bloques, excepto el PRO y el diputado Eduardo Amadeo. En la reciente votación del Senado, Gabriela Michetti, candidata a vicepresidenta de Mauricio Macri, se retiró en el momento de votar.

La ley modificada dejaba abierta la posibilidad de arancelar los estudios universitarios y restringir el acceso por medio de exámenes de ingreso eliminatorios, ya que no prohibía explícitamente estos mecanismos de exclusión social. Aquella ley del 95 ahora modificada estaba en sintonía con el paradigma neoliberal durante cuya vigencia fue sancionada. La nueva ley impide el arancelamiento y los exámenes restrictivos.

La posibilidad del cobro de aranceles y los exámenes de ingreso son una amenaza contra la universidad pública y gratuita. Varios representantes del macrismo empezaron a hablar en los últimos días de la conveniencia de arancelar los estudios universitarios y el propio Macri se declaró contra la creación de universidades públicas como las que se multiplicaron en la última década en el conurbano bonaerense. La ley ahora aprobada será entonces un obstáculo para las intenciones del macrismo de destruir la educación pública.

El gobierno macrista ya electo en la provincia de Buenos Aires y un eventual gobierno nacional de Macri constituyen una seria amenaza contra una entrañable tradición argentina, construída por varias generaciones y diversas corrientes políticas, desde el ideal sarmientino de la educación común, pasando por la reforma universitaria durante el gobierno de Yrigoyen en 1918, y el decreto de Perón de 1949 que prohibió expresamente los aranceles universitarios. Esta tradición democratizante propicia la movilidad social que hace que las clases populares tengan acceso a la formación universitaria, uno de los rasgos que distingue al sistema educativo argentino frente a gran parte del mundo, donde solo las elites sociales tienen acceso a la universidad. Si Macri ganara, intentaría ahogar a las universidades públicas con recortes presupuestarios, beneficiando a las universidades privadas. Esto haría retroceder a la sociedad argentina un siglo. Ni siquiera las dictaduras militares llegaron a cancelar esta tradición ahora amenazada. El gobierno de la Alianza, durante el brevísimo período en el que Ricardo López Murphy fue ministro de economía, anunció un plan de ajuste que se proponía, entre otras brutalidades, recortar drásticamente el presupuesto educativo y arancelar las universidades. La reacción de sectores del radicalismo universitario eyectó a López Murphy de su cargo en pocos días y evitó el arancelamiento. El remplazante fue Domingo Cavallo, que aplicó un recorte peor (con la célebre rebaja de las jubilaciones ejecutada por Patricia Bullrich), pero el arancelamiento universitario ni en ese contexto pudo concretarse.

La nueva ley ordena que el Estado Nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen la responsabilidad principal e indelegable sobre la educación superior, en tanto la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho humano personal y social. El Estado Nacional es el responsable de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización de las universidades nacionales, así como la supervisión y fiscalización de las universidades privadas. Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son los responsables de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscalización de los institutos de formación superior de gestión estatal y de las universidades provinciales de sus jurisdicciones.

En su artículo 2 bis declara: "Los estudios de grado en las Instituciones de Educación Superior de gestión estatal son gratuitos e implican la prohibición de establecer sobre ellos cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel, o tarifa directos o indirectos. Prohíbese a las Instituciones de la Educación Superior de gestión estatal suscribir acuerdos o convenios con otros Estados, instituciones u organismos nacionales e internacionales públicos o privados, que impliquen ofertar educación como un servicio lucrativo o que alienten formas de mercantilización."

El artículo 7º dispone que todas las personas que aprueben la Educación Secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en el Nivel de Educación Superior. "Excepcionalmente, los mayores de 25 años que no reúnan esa condición, podrán ingresar siempre que demuestren, a través de las evaluaciones que las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o las universidades en su caso establezcan, que tienen preparación o experiencia laboral acorde con los estudios que se proponen iniciar, así como aptitudes y conocimientos suficientes para cursarlos satisfactoriamente. Este ingreso debe ser complementado mediante los procesos de nivelación y orientación profesional y vocacional que cada Institución de Educación Superior debe constituir pero que en ningún caso debe tener un carácter selectivo excluyente o discriminador."

El artículo 58 dispone: "El aporte del Estado Nacional para las Instituciones de Educación Superior Universitaria de gestión estatal no puede ser disminuido ni reemplazado en ningún caso mediante recursos adicionales provenientes de otras fuentes no contempladas en el Presupuesto anual General de la Administración Pública Nacional."

En la siguiente entrevista a la autora de la ley, realizada para La Nación por Luciana Vázquez, Puiggrós refuta los argumentos de la periodista en favor de propiciar los exámenes de ingreso restrictivos y el cobro de aranceles. La periodista insiste una y otra vez en propiciar una universidad dedicada a la formación de elites, con el pretexto de que los sistemas de ingreso inclusivos como el CBC representan un gasto desperdiciado en estudiantes que no terminan sus carreras, gasto que sería mejor destinar a la formación de minorías de graduados con saberes ultra específicos. Puiggrós rebate esa concepción elitista alegando que aun los alumnos que no terminan sus estudios ejercen el derecho a la formación superior, que debería reconocerse mediante certificados de las materias que hayan aprobado. Puiggrós reafirma que el conocimiento es un bien que se distribuye colectivamente sin que sea un objetivo excluyente la formación de los alumnos "superdotados". "Yo no creo -dice Puiggrós- que la sociedad salga adelante con superdotados. El hacer inversiones enormes en quienes están superdotados es muy restrictivo y para una sociedad muy chica. Si pensamos en una sociedad que tenga futuro, en una sociedad que crezca, donde haya igualdad y se reconozcan los derechos, tenemos que pensar en la cultura del conjunto. Es la cultura del conjunto la que eleva, no es la cultura de la elite sino la del conjunto la que permite incluso que haya Premios Nobel. Los Premios Nobel no son solo productos del individuo, son productos de las sociedades que han logrado sacar adelante" [a esos individuos].

La periodista reivindica la posibilidad de arancelar los estudios universitarios, ya que "claramente la educación universitaria argentina no es gratuita, la pagamos con nuestros impuestos". Donde el "nuestros" remarca la resistencia de una clase dominante a financiar la educación pública. Puiggrós rechaza esa impugnación de la gratuidad, ya que obviamente cualquier sistema educativo solo puede funcionar en base a una inversión, pero solo el estado puede garantizar una educación igualitaria.

viernes, 30 de octubre de 2015

Hebe de Bonafini

En cada acto le prometimos a Cristina: “¡acá tenés los pibes para la liberación!" Llegó la hora de eso. (Entrevista a Hebe en el programa La Coca es Pal Fernet, en Radio Nacional, AM 870


“Ciento de pibes y compañeros de lucha vienen a verme todos los días con una tristeza absoluta, tras las elecciones del domingo. Están muy caídos, pero les digo que cada segundo que se pierde lamentándose el enemigo avanza sin piedad. Basta de bronca o lágrimas, la vida es una constante lucha y hay que darla con total valentía. Me preguntan cómo hacemos, sí ellos tienen los medios que bombardean todo el día. Y le contesto que eso es fácil, porque estos hijos de puta hace años que vienen tratándola a Cristina y su familia como no lo hicieron nunca con tantos ladrones y asesinos que nos gobernaron por 30 años, y sin embargo les ganó las elecciones con un 54 %, y hoy la mayoría de la gente la sigue queriendo como antes.

Nosotras no fuimos a la televisión a pelear por nuestros hijos, porque no nos daban bola, por eso vivimos en las calles, en las plazas, pintando paredes, repartiendo panfletos en las estaciones de trenes y micros, pegándolos en las puertas de cada casa, hablando con la gente que nos atendía. Esa fue la manera en la que hicimos saber por qué luchábamos, quiénes eran los milicos, Menem y después De La Rúa. Ustedes cantan en cada acto: "Cristina, corazón, acá tenés los pibes para la liberación” y se les suman todos, porque lo que hizo el kirchnerismo por el pueblo, no lo hizo nadie, desde la época de Evita y Perón. Bueno, ahora es tiempo de demostrar que el cantito no era al pedo, hay que salir a la calle, inundar la paredes con consignas donde la gente sepa quién es Macri, que sepa que, si lo vota, se va a quedar sin laburo, sin asignación, sin jubilaciones, sin escuelas, sin hospitales, sin casa, sin nada, que vamos a volver a cagarnos de hambre. Y lo que es peor, porque este hijo de puta de Macri tiene el objetivo de hacer desaparecer al kirchnerismo, no va a dudar en atacar a los jóvenes, cagarlos a palos, hacerlos mierda si es necesario, tomar los colegios y las universidades con sus grupos de inteligencia. Tienen todo organizado y no debemos darle un segundo más de ventaja. Tenemos que hacer todo lo posible y más para que no tomen el poder, pero si sucediera, no debemos inmovilizarnos, tenemos que ganar las calles y en cada cagada que se mande, o cualquier intento de imponer los métodos de los milicos, hay que enfrentarlo con todas nuestras fuerzas.

Ahora más que nunca hay que estar unidos y preparados para lo que venga, pero primero tenemos que pensar que falta una batalla y es que la que debemos dar con todas las energías. Le tengo mucha fe a los pibes y a la militancia, ellos son los que pueden ganar esta elección. La mayoría de los políticos y sindicalistas no tienen las necesidades del pueblo, y por eso hay que ir con los dirigentes a la cabeza o con las cabezas de los dirigentes, pero jamás dejar de luchar. Néstor dio la vida por nosotros y Cristina nos demostró que es la mejor de la historia. Lo menos que podemos hacer por ellos y nosotros es invadir las calles y mostrarles a esos hijos de puta de Clarín y Macri que van a tener que pasar por encima de nuestros cadáveres. Este no es momento para débiles, porque, si no, va a tener que aguantarse cosas peores, y cuando digo peores, ustedes saben de qué hablo. Las madres los vamos a apoyar en todo lo que podamos y mientras nos podamos mover, ahora es el momento de que ustedes pongan los huevos y los ovarios…

Juanito el Cantor, desde Morón


Juan Ignacio Serrano, más conocido como Juanito el Cantor, es uno de los mejores músicos argentinos. Además es mi amigo. Hace unos días envió un mensaje a sus amigos, que quiero compartir con los lectores de este blog:

Tristeza infinita fue mi primer sentimiento. Tristeza e impotencia en principio. Saber que en Morón ganó el PRO me genera una sensación parecida a la muerte de un ser querido. ¿Cómo pudo pasar? ¿Es acaso posible? No entiendo. Siento un gran vacío. Fueron dieciséis años de una experiencia modelo, inédita en el país y quizás en el mundo. Un proyecto de municipio puesto al servicio de construir una mejor realidad con más oportunidades para todos; sin robar, sin mentir, haciendo la gran mayoría de las obras sin visibilidad mediática, asfaltando la villa Carlos Gardel, haciendo cloacas sin cobrarle a la gente (como hizo Rousselot asociado a Franco Macri, que no solo las cobró sino que claramente no las hizo, ¡un robo grotesco y hoy volvemos a ese modelo y a la misma gente!).

Hoy estoy un poco más tranquilo y pienso que esto quizás sea una gran oportunidad para entender, no solo en Morón, sino a nivel nacional, que estos últimos años fueron los más ricos políticamente que hemos vivido. Y no es lo más importante cuán de acuerdo estemos con los proyectos concretos. Lo realmente más importante es que se ha fomentado volver a pensar y manifestarse políticamente; con una presidenta que da la cara y habla; y entonces uno como ciudadano puede apoyarla, criticarla, enojarse con ella, amarla, pero siempre hablando de política.

Esa es la herencia más importante que no podemos perder; porque les aseguro que Macri y sus secuaces van a trabajar para que nos volvamos a dormir. ¡Eso no puede pasar!

Y a los más jovenes, a los que se iniciaron en el pensamiento político durante estos años, sepan que no siempre fue así y que hay que protegerlo!!!

Y a los que les hincha las pelotas que se hable de política, que se discutan temas profundos que puedan dejar en jaque sus acciones de cada día y dejar en evidencia sus miserias: VAYANSE A LA CONCHA DE SU MADRE.

jueves, 29 de octubre de 2015

Cavalo Dinheiro, Rabo de Peixe y otras joyas del cine portugués, a partir de hoy

Tercera semana del cine portugués en el MALBA y la Lugones

Cavalo Dinheiro

Entre el día de la fecha y el 1 de noviembre se va a llevar a cabo la 3ª semana de cine portugués en el MALBA (ver programación acá), con una extensión en la Sala Leopoldo Lugones, donde se estrenará la más reciente película de Pedro Costa, Cavalo Dinheiro.

Ya dije muchas veces en este blog que la cinematografía portuguesa viene brindando en las últimas décadas una excelencia notable. La muestra de este año cuenta con varios de los más importantes cineastas de esa nacionalidad. Sólo vi un par de las películas que se anuncian, pero reconozco un enorme interés en el conjunto de estos títulos.

En la sección Panorama se van a proyectar O Velho do Restelo, una de las últimas películas del longevo y recientemente fallecido Manoel De Oliveira;  tambien se verá Rabo de Peixe, la nueva película de Joaquim Pinto y Nuno Leonel, los autores de la extraordinaria E ágora? Lembra-me. De Rabo de Peixe sólo escuché y leí maravillas.

Rabo de Peixe

En la sección de homenaje al director Paulo Rocha (1935-2012), se exhibirán copias restauradas Os Verdes Anos y Mudar de Vida, que en la década del 60, en plena dictadura portuguesa, rompieron y ampliaron las convenciones cinematográficas. Se considera a Rocha uno de los fundadores del movimiento Cinema Novo.

La muestra va a contar con la presencia de Catarina Mourão, quien viene a presentar su película A Toca do Lobo y a dialogar con el público. Mourão es nieta de Tomaz de Figueiredo y ella indaga la historia de su abuelo a través de films hogareños y memorias.

Respecto de Cavalo Dinheiro, que se estrena en la Lugones en simultaneidad con esta muestra (ver horarios acá), se trata de una de las películas del año. Cuando la vi en el BAFICI, escribí: 

"[es] de esas películas en las que puede reconocerse que una voluntad de estilo ha llegado a consumarse. Con una filmografía no muy extensa, en estos años Pedro Costa logró eso: tener un estilo reconocible, depurar sus recursos hasta la perfección, hallar el tono, el ritmo, lograr planos y climas inmediatamente memorables. La visión de Cavalo Dinheiro induce a una especie de trance, porque Costa sabe extraer de la sustancia cinematográfica sus propiedades hipnóticas. Sus personajes hablan, o más bien susurran, con una cadencia tan afinada que se acerca a la poesía y a la música. Son voces alejadas de cualquier realismo, que cautivan por su precisión y su delicadeza.

El manejo de la imagen que logra Costa es igualmente magistral. Pocos realizadores en la historia del cine lograron hacer de la oscuridad una materia tan sutil e inquietante.Todo transcurre como en un sueño o una serie de sueños que fluyen con tempo exacto. Los personajes se mueven como fantasmas por pasillos sombríos. Son inmigrantes de Cabo Verde que viven en los barrios pobres de Lisboa y hacen los trabajos que nadie quiere. Los negros de Europa. Se hallan física y espiritualmente dañados: se caen de los andamios, pierden sus dedos, pierden la memoria, o quedan fijados a momentos de un trauma insanable. Su negritud tiene algo de los zombies de Jacques Tourneur.

El cine de Costa es eminentemente político por hacer visibles a los damnificados de la historia. El triunfo de su estilo consiste en invocar asuntos graves, que interpelan a la conciencia social, con trazos refinados: reuniendo en un solo gesto lo mejor de la tradición humanista y la elegancia formal más admirable". 

El reconocimiento de sus excepcionales virtudes estéticas no me impide reconocer algunos reparos de orden político, que desarrollo más extensamente en la nota que pueden leer completa acá. Pero creo que merece que haga una segunda visión para pensarla mejor. Como sea, la recomiendo ampliamente.


La Semana de Cine Portugués luego seguirá itinerando por Rosario (El Cairo Cine: 
5, 12, 19 y 26 de noviembre), Córdoba (Cineclub Municipal Hugo del Carril: 26 al 29 de noviembre) y Montevideo (Cinemateca Uruguaya: 5 al 8 de noviembre).


Rabo de Peixe - trailer - INDIE from Joaquim Pinto Nuno Leonel on Vimeo.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Segunda vuelta: ¿discutimos o aquietamos las aguas?


Ayer estuve junto a Fernando Rosso en el programa El Tren, que conducen Hugo Presman y Gerardo Yomal, cuyo audio completo se puede escuchar acá:



Gerardo Yomal pregunta: "Oscar Cuervo, vos que viviste esta historia de la muerte de Néstor Kirchner, ¿no pensás que te está mirando desde el cielo Néstor Kirchner y que te dice: 'pibe, ¿qué hiciste que no votaste a Scioli y le abriste el juego a Mauricio Macri? Te equivocaste, no entendiste el peronismo'... ¿Te estará diciendo algo así?".

Contesto: No creo en el cielo, pero la verdad es que no sé qué me diría Néstor en este momento, porque Néstor tuvo momentos zigzagueantes en relación con el peronismo, momentos más cercanos y momentos más lejanos al peronismo. Me parece que hay un problema con Scioli, o yo tengo un problema con Scioli, que lo tuve siempre. Pero en un momento asumí que iba a conducir una coalición peronista en la cual iba a estar incluido el kirchnerismo. Nunca lo pensé como un kirchnerista a Scioli. Y durante los últimos meses fui viendo algunos síntomas que cada vez me preocuparon más y me fueron haciendo sentirme cada vez más lejos de él.

Yomal: ¿Y ahora en el ballotage, qué vas a hacer?

Yo: En el ballotage voy a votar a Scioli como freno a Macri. No lo siento mi candidato sino la forma de frenar a Macri. [Si Scioli no derechiza su discurso, agrego].

Yomal: ¿Y dónde está el matiz, la diferencia o la decisión de votar ahora a Scioli para que no gane Macri?

Yo: Reconozco que nombres como Urtubey, Blejer o Casal bien podrían formar parte de un gabinete macrista. Pero mi hipótesis inicial es que la coalición social que respalda en el voto a Scioli representa un cierto compromiso para el candidato, que tenía que responder a esa coalición social que por ejemplo lo compromete a mantener los niveles de empleo, mantener las paritarias libres, a no dar rienda suelta a una restauración neoliberal. Me parece que ese sería un dique de contención. No Scioli, sino los que lo votan a Scioli, el mandato con el que llegaría al poder.

Hugo Pressman: En realidad, si uno observa los nombres del gabinete del primer o segundo gobierno de Perón, del tercer gobierno de Perón, si quieren del gobierno de Alfonsín, va a encontrar nombres que tampoco son votables. Lo que cambia es que ese mismo sujeto estando bajo la conducción de Perón es una cosa y estando bajo la conducción de Menem es otra.

Yo: Análogamente eso se puede aplicar a Cristina y Scioli. Me parece que Berni conducido por Cristina es una cosa, con las reservas que nos puede despertar Berni, y conducido por Scioli es otra cosa. Mi momento de click fue hace una semana, creo, con el anuncio del nombramiento de Casal. Porque él está sospechado de haber participado en una operación para abrirle una cárcel bonaerense a Lanata para demoler la candidatura de Aníbal Fernández. Eso me lleva a pensar dos cosas: o Scioli no lo sabía y entonces la tiene adentro, o Scioli sabía y entonces la tenemos adentro. Y él nombra a este ministro de justicia. Pero ahora lo que se vio es que esta operación termina minando la candidatura no solo de Aníbal, sino la del propio Scioli. Yo ahí vi un síntoma muy preocupante.

Yomal: Sí, Aníbal Fernández denunció el fuego amigo y dice que se guarda alguna denuncia para más adelante.

Pressman: Quienes han conversado por estas horas con Aníbal Fernández off the record dicen que Aníbal espera un llamado de Scioli para conversar o, si no, va a prender el ventilador.

Yomal: Bueno, ahí la interna se pone pesada, a Scioli no lo ayuda para nada toda esta interna, en medio de la campaña electoral, después del shock y esa depresión que anima a muchos militantes y simpatizantes.

Yo: Sí, es un momento muy enojoso. Porque muchos estamos muy sorprendidos por el resultado, más allá del disgusto o las reservas hacia Scioli de muchos kirchneristas, pensábamos que iba a ganar por más. Entonces hay primero una sorpresa, la necesidad de asimilar esa sorpresa, y después la perspectiva de que dentro de pocas semanas hay una segunda vuelta que puede ganar Macri, entonces uno tiene que rebobinar eso, hacer un balance, con la presión de que tiene que votar el 22 de noviembre pero esto no se termina ahí. Empieza ahí una nueva historia.

Yomal: Pienso en Horacio González, de Carta Abierta, que dice que votó desgarrado. Eso ¿no es no entender al peronismo que diría: "bueno, muchachos, acá es una cuestión de poder: o gana Scioli que quizás no nos gusta tanto, o es comer anchoas en el desierto..."?. ¿Lo pensaste así vos?

- No, escucho que muchas veces al peronismo se lo caracteriza como [el hábito de] tragar sapos y yo no estoy de acuerdo con esa caracterización, me parece que es un movimiento que está signado por el debate interno, a lo largo de la historia. Y la posición de Horacio González la siento muy cercana a la mía, con la diferencia de que él decidió votarlo con cara larga y desgarrado y yo decidí cortar boleta y no votarlo. Como tantos otros kirchneristas, que lo votaron con el falso lema "Cristina Conduce", cuando era una ficción pensar que Cristina va a conducir el gobierno de Scioli.

Pressman: ¿Vos votaste en blanco o votaste a alguien?

- Yo voté en blanco el cargo de presidente y el resto de la boleta a Kicillof y al FPV. 

Yomal: Edgardo Mocca utilizó el otro día la palabra "amnistía". Entiendo yo que dijo: "no hay que sacar ahora los trapitos al sol, hay que focalizarse en las elecciones, que no gane Macri, que gane Scioli". ¿Qué decís vos?

- Es un dilema, porque así como ustedes por un lado nos invitan a debatir y hay que ser sincero; por el otro "hay que aquietar las aguas, no hacer olas, esperar que pase la segunda vuelta y recién después pasar facturas" o cosas por el estilo. Y yo prefiero la sinceridad, sin ensañarse tampoco con el caído. Yo comuniqué que no lo votaba a Scioli antes de saber el resultado, por lo cual ahora me siento más libre para continuar con lo que vengo diciendo desde hace algunas semanas.

Yomal: Lo de la sinceridad ¿tendría que ver algo con la moral, algo alejado de la política que va por otros carriles?

- A mí me parece que la sinceridad es mejor políticamente también, no la quiero separar de la moral. Me parece que, si vos sos sincero, lográs que te crean más.

Yomal: Oscar, ahora en la segunda vuelta vas a votar a Scioli para parar a Macri. Pero cuando escribiste en twitter que en primera vuelta no ibas a votar a Scioli, ¿qué recibiste de tus colegas y de los militantes?

-En general, mucha bronca. No fue bien recibido eso.

- Claro, porque vos eras un defensor muy fuerte de este proyecto.

- Sí, incluso en su momento defendí la candidatura de Scioli frente a Randazzo, porque Randazzo había cometido muchos errores en la manera como encaró la interna, ahí hubo un germen de lo que se vino después. La de Randazzo fue una campaña muy autodestructiva. Era muy difícil recomponer, después de la manera en que él encaró ese tramo de la interna, ya fuera que ganara Randazzo como que ganara Scioli.

Yomal: Decime, Cuervo, ¿alguna vez te pasa por la cabeza dejar de ser peronista y convertirte en trosquista?

- Mirá, yo soy un peronista atípico, porque los peronistas de paladar negro no me consideran peronista, algunos me consideran gorila. Pero yo me reconozco en esa tradición peronista, me siento más cerca de esa tradición que del trosquismo. Ni que hablar del liberalismo.

Yomal le pregunta a Fernando Rosso, militante trosquista y periodista de la Izquierda Diario: "Y vos Rosso, ¿cómo lo convencerías a Cuervo para que se acerque a posturas más de izquierda?".

Rosso: "Por lo que lo leo, no creo que pueda [convencerlo]" (risas).

- Soy irrecuperable.

- Es incorregible -dice Rosso-, como dijo un gorila prominente de la Argentina. Estoy notando que no es ni bueno ni malo, sino que es incorregible. Yo, lo que quiero decir es que el debate ideológico se da en determinados núcleos y es necesario en la formación de cuadros, en la formación dirigentes, dentro de la izquierda. Ahora a mí lo que me interesa, a partir del salto que dio la izquierda desde 2013, ahora que vamos a tener cuatro diputados nacionales a partir del 10 de diciembre, es discutir propuesta con propuesta, discutir si es necesario plantear una ley para suspender los despidos, discutir si es necesario un salario mínimo igual a la canasta familiar, discutir si es necesario tener el monopolio estatal del comercio exterior o tener el monopolio privado del comercio exterior como el que hay ahora. Discutir el petróleo. Discutir esas cuestiones sería acercar posiciones para hacer un frente único para resistir un ajuste, para encarcelar a los genocidas que faltan, o para resistir a la represión policial.

Yomal: Rosso, te escucho y estás mostrando una izquierda más abierta, más parlamentaria, de poder llegar a acuerdos con sectores peronistas, radicales o lo que fuera.

Rosso: Bueno, acuerdos en los que se pueda confluir en defender derechos democráticos o conquistas sociales. 

Y Rosso también dio su punto de vista sobre estas elecciones, en las que el FIT llama a votar en blanco, haciendo una evaluación bastante diferente de la mía sobre el kirchnerismo y el peronismo, que pueden leer acá.

martes, 27 de octubre de 2015

Néstor Kirchner


Hoy se cumplieron 5 años de la muerte de Néstor. En mi paso por el programa El Tren, de radio Cooperativa, conducido por Hugo Presman y Gerardo Yomal, empezaron por preguntarnos a los invitados (Fernando Rosso y yo) si recordábamos cómo recibimos la muerte de Néstor. Y claro que sí. Me avisó mi mamá, llorando, esa mañana. El shock y la tristeza inicial, con el correr de las horas, se fueron trocando en la alegría por encontrar esa noche en la Plaza a tantos compañeros que presentimos correctamente que esa pérdida irreparable nos juntaba definitivamente en un proyecto político común. Fue un duelo alegre, si me permiten.

Hoy recorría Bloggers en Acción y mi propio blogroll y me sorprendió encontrar muy pocas referencias (las excepciones: Nando Bonatto, el Pájaro Salinas, Gerardo Fernández, Indiepolitik y algún otro que se me escapa) al quinto aniversario de esa fecha inolvidable. El árbol del ballotage nos está tapando el bosque de la historia.

¡Gracias, Néstor!

lunes, 26 de octubre de 2015

Bailando hasta que amanezca


Del agua salían magnolias
dormían las nubes en vos al verlas,
y el viento besando tus ojos
perfume de rancho y madera
decime de dónde se viene la noche.
Pisando y mojando la tierra
bailando hasta que amanezca
decime de dónde se viene la noche
así me preparo a ver lo mejor.


Cuando en 2006 fui a FM La Tribu a proponer un programa en la medianoche del domingo al lunes, pensé en un intervalo de tiempo fuera del tiempo, un momento intimista en el que podíamos elegir nuestro clima, nuestros tempos, nuestros temas, nuestra música. Hubo un detalle que no preví: las noches de escrutinios. Nos tocaron varias, ninguna tan difícil como la de anoche. De pronto afloraron algunas enormes fisuras en nuestra percepción de la realidad. En tiempo real, con un vértigo informativo que no es nuestra especialidad. A la hora 0:00 y sin parar nos empezó a caer un vendaval de datos sorprendentes y desagradables. El peor, para mí, la derrota de Aníbal Fernández en favor de Marea Eugenia Vidal. Los mensajes que recibíamos de los amigos que nos escuchan eran de estupor y agobio, la sensación de un cambio dramático en la historia en el país y en sus vidas personales, sin exagerar.

Objetivamente se dieron algunos resultados inéditos: el triunfo en la provincia de Buenos Aires de un partido de derecha no peronista y neoliberal; la primera vez en la historia del país que dos candidatos van a competir en segunda vuelta en paridad de condiciones, con final abierto; la posibilidad de que la derecha pura y explícita llegue al gobierno en comicios legítimos.

Me parece que esa percepción dramática no es una experiencia generalizada. Obviamente, el tercio intensamente antikirchnerista lo está viviendo con una gran satisfacción. Pero en la calle no se percibe ni esa alegría de ellos ni este estupor nuestro. ¿Entonces? Me parece que hay un amplio sector de la población para el cual no se juega ahora nada dramático. No ven estas elecciones como un quiebre, sino como la posibilidad de que cambie el signo de un gobierno sin que nada decisivo cambie en las vidas. Entre nuestra preocupación y esa tranquila indiferencia parece haber un abismo inconmensurable. Si es como creo, los cambios que ocasionaría una restauración neoliberal van a empezar a notarse más adelante.

Hay que pensar que una franja muy grande de la población no tiene registro de la crisis de 2001 y menos aún de la dictadura. Pero no por falta de memoria: los más jóvenes pasaron gran parte de su vida bajo un gobierno kirchnerista/peronista. Para ellos, Martínez de Hoz o Cavallo no significan más que apellidos que de vez en cuando mencionan los desgastados comunicadores kirchneristas. Puede que para este sector joven y no politizado, Cambiemos sea una invitación a lo novedoso. Quizás este pueblo, que ya no es exactamente el mismo de 2003, tenga que hacer su experiencia neoliberal. El kirchnerismo no detectó a estos interlocutores que ayer se hicieron notar abruptamente. ¿Podrán Scioli y el Frente para la Victoria proponerles algo atrayente en las cuatro semanas que faltan para la segunda vuelta?

La seguimos mañana.

domingo, 25 de octubre de 2015

Seguramente


por Mauricio Percara *

MUERE LEYENDO EL PERIÓDICO

Un individuo se encontraba en la comodidad de su hogar dando lectura al periódico, cuando sufrió un dramático Accidente Cerebrovascular (ACV) que lo condujo a su muerte. Sus familiares más próximos se encuentran desolados, ya que el difunto no contaba con ningún seguro de vida.


Ni siquiera leyendo el diario está uno seguro. Este tipo que se muere y sus familiares que no cobran un centavo. No asegurarse es ilógico. Que descaro el no hacerlo en estos tiempos que corren.

Ventanas cerradas, puerta con doble cerradura y llaves fuera del cerrojo, alarma antirrobos y contra incendios activadas, rodilleras bien colocadas ante posibles caídas, pañal de doble absorción bien sujeto —no hace falta una explicación aquí— y seguro de vida al día, como debe ser.

La existencia no es sencilla, es una incógnita constante. Nos pasamos las horas, los días y los años preguntándonos qué puede ocurrirnos y, definitivamente, tiene que ser de esta manera porque, como ya dije, la vida es un enigma.

Caminás sabiendo que podés tropezar, corrés conociendo los riesgos de lesionarte y jugás rugby olvidando que sos un ser mortal. Tan sólo tomarnos un segundo para meditar es suficiente para decidirnos o convencernos de que hacer eso que estamos por hacer es peligroso, predeciblemente dañino, tremendamente arriesgado. No digo que no comprendo a la gente que realiza actividad física, sino que no entiendo a aquellos que no toman los recaudos necesarios en ésa o cualquier situación de la vida.

Yo pago mensualmente veintitrés seguros. Puede parecer una exageración para un ignorante en el tema, a mí me parece una cifra completamente moderada. Son apenas los recaudos necesarios.

Si llega el fin del mundo, tengo un bunker preparado para la ocasión. ¿De verdad creen eso? ¡No soy un demente humanoide ermitaño oculto en una cueva y conviviendo con lobos!

Jamás llegaría a esos extremos, no creo que alguna vez el mundo llegue a su fin. Si es cierto que tengo un refugio preventivo para tornados. El último tornado registrado en mi ciudad data de hace 31 años, pero en esa ocasión fallecieron tres personas y un gato siamés. Seguramente quién escuche la historia se quedará pensando en el gatito, el pobre felino, pero también hubo tres personas que dejaron el mundo que conocemos, lo que significa una cifra importante a mi entender y, sobre todo, para una población de doce mil personas. Y sí, un hermoso gatito del que no se oyó jamás otro maullido.

No presto especial atención a las vacunas, quizás pueda resultarle extraño a algún distraído que me haya vacunado contra el ébola.

Asegurado en mi habitación, caminando descalzo sobre el cómodo piso de goma, me dirijo a la heladera y me preparo para disfrutar de un refresco. Me coloco mis pantuflas anatómicas, no es cuestión de confiarse del piso aislante, y abro el refrigerador. Agua tónica es mi elección.

Noto una hendidura en la pared, una pequeñísima grieta. Me preocupo, ninguno de mis seguros cubre roturas en las paredes. Comienzo a rasgar con mis dedos para descubrir que tan grave es esta situación. Acerco una silla de madera, ya que está algo elevada esta pequeñísima ranura. Me siento un poco enclenque sobre este asiento, acerco una reposera metálica: mucho mejor. Decido rápidamente que quitarme las pantuflas es un buen plan, utilizar las puntas de los pies para alzarme es una buena herramienta en esta ocasión. Me siento muy estable con el metal bajo mis pies descalzos.

Sigo rompiendo, analizando el porqué, cual es la razón de esta falencia en la pared. Utilizo una aguja de tejer para raspar más fuerte. En mi búsqueda alcanzo un cable, mi herramienta metálica rasga el plástico y creo un conducto perfecto para la electricidad. Sufro. No sé si mi seguro cubrirá una muerte tan sospechosa.


* Fragmento de Historias errantes de almas perturbadas, novela corta de Mauricio Percara, que se puede leer completa clickeando acá.

sábado, 24 de octubre de 2015

Qué hora es allá

Boy meets girl, Leos Carax

Lenta bruma cansada de dar al muelle
no veo paisajes más que este mar
que su viento devuelva la vida y la calma
que vea sus barcas volver de luz.

Tu sombra hiende la distancia
es cómo un pétalo de sal
y tu mirada me saca el aire
¿será la herida de Paris?

Piedra y ala de láser y de misterio
tu rayo me quita la soledad
¿que será de tu viejo navío blanco?
¿sabrás devolvermelo de luz?

Hoy que veo más sombras que nada
tu dulzor me haría reír
tu corazón desnuda fuego
¿será la herida de París?

Tu sombra hiende la distancia
es cómo un pétalo de sal
y tu corazón vence las ruinas
¿será la flecha de París?

Luis Alberto Spinetta, "La herida de París"

viernes, 23 de octubre de 2015

Dos días y una noche: signos de fatiga


A lo largo de 20 años, los hermanos Dardenne lograron construir una de las filmografías más poderosas del cine contemporáneo. Con un realismo seco, una exposición narrativa lineal y escueta, con personajes de pocas palabras y una resolución que se traducía antes que nada en gestos físicos que se erguían como significantes poderosos, casi sin música extradiegética y sin escenas explicativas o pictóricas, lograron definir un lenguaje de un conductismo lacónico que, milagrosamente, maximizaba las huellas más ínfimas de la dimensión histórica europea neoliberal y, lo que resulta más prodigioso, potenciaba los sentidos de una religiosidad que apenas asomaba como un soplo contingente que rozaba la materialidad de los cuerpos y los objetos.

Una de las claves de la eficacia de una poética que brindó algunas obras maestras inalcanzables, como El hijo, Rosetta o La promesa, radica en el rigor de una puesta de cámara que siempre va atrás de los acontecimientos, en medio de personajes arrojados hacia peripecias cuyas fuerzas los desbordan. La presencia inestable de la cámara debía siempre "estar ahí" para atestiguar la inminencia de la reacción de los personajes oscilando en el ámbito de lo posible. Su politicidad y su secreta espiritualidad siempre dependían de que los personajes jamás parecieran responder al arbitrio de un guión prescrito sino a una libertad que ellos mismos desconocían y que los hacía elevarse de un contexto socio-económico sobredeterminado.

Gracias a los Dardenne conocimos la vulnerabilidad económica de Europa, sus zonas de exclusión y sus excluidos mucho antes de que el periodismo nos informara de la crisis del euro. Para quienes vimos sus películas, las posteriores noticias de la mega-desocupación y las crisis de los inmigantess no pudieron resultarnos sorpresivas. Pero este valor contextual nunca fue el rasgo más valioso de su cine. Con un material que en otras manos hubiera apelado a nuestra conmiseración bienpensante, el realismo de los Dardenne encontró su fuerza en la medida en que fue capaz de filmar no la realidad en la que sus criaturas se hundían, sino la posibilidad desde la que se elevaban. El hijo, en este terreno, es su hazaña suprema e insuperada, no sólo para ellos sino para cualquier otro cineasta actual (crece en mí la impresión de que se trata de la mejor película que dio hasta hoy el siglo xxi). La impiedad sistémica está presente como fondo difuso, la corrosión moral deja huellas y traumas irreparables en el fuera de campo de un relato sobrio, emocional y contundente. Lo terrible ha sucedido antes y puede suceder después, pero la cámara filma el mientras tanto.

Los cuerpos tienen tal peso en el cine de los Dardenne que sus películas permiten -si bien no imponen- una lectura erótica, desde La promesa hasta El chico de la bicicleta, pasando por Rosetta y El hijo. Una sensualidad algo perversa podría ser el móvil secreto de estos seres en apariencia desvalidos. En casos como los de los padres que interpreta Olivier Gourmet en La promesa y El hijo, esa sensualidad bien podría devenir en una inquietante pederastía. Pero esos móviles eróticos son siempre cruzados por una vacilación que se resiste a la reducción psicopatológica. La vacilación a la que me refiero es la capacidad de los Dardenne de filmar el arrojo y la posibilidad. Por eso lo decisivo en sus películas raramente pasa por parlamentos o gestos conclusivos y casi siempre queda en suspensión. Las mejores películas suyas se cortan un minuto antes de que una situación pueda estabilizarse y dejan al espectador en el vilo de lo no resuelto.

Si hago este extenso preámbulo es para decir que, en Dos días, una noche, su última película hasta el momento, los Dardenne parecen haber perdido su secreto más preciado y terminan transformados en apenas discretos imitadores de sus rasgos más exteriores. En el personaje interpretado por Marion Cotillard aparecen algunos de los rasgos constantes de sus protagonistas anteriores. Otra vez una expulsada del sistema, otra vez alguien que tiene que pujar por ser admitido cuando todo el contexto quiere excluirla. Otra vez la inhumanidad de la supervivencia del más apto que pone a prueba la resistencia de los sujetos. Pero estos "otra vez" ahora se perciben como "¿otra vez?". Su celebrada destreza para plantear situaciones límites que amenazan con quebrar a criaturas frágiles se ven como una fórmula fatigada.

Hay una evidencia ilevantable: la premisa argumental -la trabajadora que debe torcer el resultado de una votación de sus propios compañeros que la dejaron sin su puesto de trabajo, porque la patronal los hizo elegir entre el empleo de ella y un bono extra para cada uno- es planteada en el primer rollo del film con una prolija explicación. El conflicto se presenta a modo de hipótesis de un teorema o como el desafío a vencer en un concurso. El mismo título nos anuncia que ella tendrá dos días y una noche para revertir su situación, hablando con cada uno para tratar de cambiar sus votos. Desde ese arranque, el mecanismo narrativo por sketches se hará previsible y finalmente mecánico. La estructura episódica hace que la protagonista deba enfrentarse a reacciones diversas, a competidores que mostrarán motivos para aferrarse a su propia conveniencia antes que a la solidaridad de clase; será también muy previsible que, para que el cuadro sea matizado, algunos de los compañeros muestren su sensibilidad o se pongan de su lado. Todo suena burocrático. La progresión por acumulación de votos está impuesta por el planteo inicial y la necesidad de que algunos de los compañeros quiebren la monotonía del procedimiemto también se siente como truco. La fuerza de la contingencia que animaba las genialidades anteriores de sus películas está ahora suplantada por una misión a cumplir, paso a paso.

Algunas diferencias notorias hacen que Dos días, una noche sea un reflejo pálido de la poética dardenniana. La explicación del conflicto en el primer acto es una debilidad inadmisible para los creadores del desafío enigmático que constituía el maestro de carpintería de El hijo o el adolescente cándido de La promesa. Ahora los Dardenne deben dejar claro todo en diez minutos y la meta de la acción, con su conveniente epílogo edificante, es esperado por toda la longitud del metraje. 

Dos: las motivaciones de los personajes y su campo de acción pasa por los diálogos argumentativos, lejos de la potencia física, las caídas, los saltos, las corridas y las luchas cuerpo a cuerpo de sus mejores films. En su locuaz explicitud, los personajes de Dos días, una noche se parecen más que nunca a los héroes cartesianos del cine francés que siempre saben lo que quieren y lo que les falta. Está razonabilidad y su cualidad de exponentes de un estado de cosas social impide la irrupción del elemento trascendente que los distinguía y a la vez los des-sexualiza: nunca antes un personaje dardenniano lució como una "víctima digna" como en este caso.

Dos días, una noche parece mostrar la fatiga de un planteo que dio anteriormente mejores frutos.

Es too late

Feliz cumple, Jefe


Estoy andando por las vías del tren,
haciendo cosas que no quiero hacer.
Todo eso tiene una explicación:
I’m not in love.

Cuando la gente dice que estoy bien,
no pueden ver debajo de mi piel.
Sólo lo hacen por comodidad.
I’m not in love.

It's too late, hacerme sentir culpable,
necesitas alguien para deshacer.
¡Hey!, lo nuestro es interminable.
Necesito ser.

Para aburrirme prefiero sufrir.
Para venderme prefiero morir.
Lo único que quiero es no ser
como vos.
I’m not in love.

jueves, 22 de octubre de 2015

División de poderes: Lorenzetti acata los deseos del Poder Ejecutivo (israelí)



¿Cómo se manejará el Poder Judicial en la Argentina en los próximos años?

Este poder se mostró históricamente impermeable a las corrientes democratizadoras. Los representantes del legislativo y del ejecutivo están sometidos a la periódica revalidación por el voto popular. En cambio, los jueces gozan de una perpetuidad monárquica. Las destituciones de jueces en Argentina son acontecimientos de una rareza extrema, a pesar de la arbitrariedad, la parcialidad e ineptitud que muchos muestran a la luz del día. En los últimos años, los tribunales se arrogaron facultades legislativas, postergando indefinidamente la vigencia de leyes promulgadas por el Congreso mediante un uso perverso de las cautelares. Lorenzetti, presidente de la Corte, se mostró como un diestro administrador de la injusticia a través del estiramiento abusivo de los plazos admisibles para pronunciarse en casos de gravedad institucional.

Todavía está fresca en la memoria de todos la forma como un tribunal en lo contencioso administrativo de Tucumán, manifiestamente incompetente, generó un clima de conmoción social al dejar en suspenso durante varios días el reconocimiento del sufragio popular en esa provincia. Todas las irregularidades se hacen ante la mirada indolente de la Corte. Más aún, la misma Corte se muestra permisiva con los delitos cometidos por las grandes corporaciones empresariales, en casos como la usurpación de terrenos por parte de la Sociedad Rural o la millonaria evasión impositiva de La Nación.

Hace unos años esta Corte fue exhibida como ejemplo de calidad institucional, cuando al comienzo del gobierno de Kirchner se propició una composición con magistrados de gran prestigio e independencia. Pero con las muertes de algunos de sus integrantes, la senilidad de Fayt y la renuncia de Zaffaroni el prestigio se fue de gira. Hoy, este tribunal enclenque de tres jueces y medio trabaja para parecerse cada vez más a la corte de los milagros del menemismo.

El asunto es muy delicado porque la disfunción judicial vulnera la totalidad del estado jurídico. Si los derechos de un particular o los de las propias instituciones son lesionados por quienes deberían custodiarlos, entonces la ley está en constante vilo y ninguno de nosotros puede estar seguro.

El caso más risible de este derrumbe lo protagonizó el propio Lorenzetti este año, cuando declaró erróneamente como "cosa juzgada" la causa de la voladura de la Embajada de Israel. Lo insólito es que el Supremo desconocía el estado judicial de un caso que está en manos... ¡de la propia Corte! El atentado permanece impune desde 1992 y la responsabilidad de la parálisis es de la Corte: por haber ocurrido en territorio israelí (todas las embajadas son territorio del país que representan), el proceso no puede ser tratado por un tribunal ordinario.

El 1 de marzo último en la Asamblea Legislativa, la presidenta señaló ante los ojos de pánico de Lorenzetti que en 23 años la Corte nunca se expidió sobre el caso:

"También quiero hablar de la Embajada. En 1992 voló la Embajada de Israel, 29 personas murieron, 249 heridos. Ese fue un atentado en territorio israelí, porque la Embajada es territorio israelí. Siempre me ha llamado poderosamente la atención, todavía no puedo entender por qué el estado de Israel reclama por la AMIA y no reclama por la voladura de su propia embajada. Esto me llama la atención, que nadie hable del atentado de la Embajada, que no pudo ser tratado por jueces comunes, porque al tratarse de una Embajada es materia específica y excluyente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. ¿Sabe alguien cuál es el resultado de la investigación que llevó adelante la Corte Suprema de Justicia de la Nación? ¿Cuáles son los condenados, quiénes son los procesados, qué fue lo que pasó? ¿Me pueden informar por qué el estado de Israel no reclama por la Embajada?"

Un par de días después, en su bizarro show anual, Lorenzetti se refirió a la causa. "Hubo una sentencia en 1999, muy anterior a la conformación de la Corte actual. Esa sentencia determinó la materialidad y la imputabilidad del hecho. La sentencia encontró culpable a un grupo: Hezbollah. Esa sentencia está publicada. No podemos modificar lo que ya ha sido aceptado y es cosa juzgada". Así pretendió dar por cerrado el caso.

El papelón no podría ser mayor, ya que el juez desconocía una resolución del propio tribunal que preside. Años atrás, la Corte había declarado el atentado contra la Embajada como un delito imprescriptible. Horas después, un comunicado de la Embajada de Israel en Argentina echó por tierra el cierre de la causa postulado por Lorenzetti:

"Como queda referenciado en los acuerdos internacionales sobre la materia, la responsabilidad acerca del cuidado de toda delegación diplomática se encuentra en manos del país receptor de la misma. Es competencia y responsabilidad del Estado argentino investigar el atentado perpetrado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires. (...) En los últimos 23 años Israel ha sostenido la importancia de continuar con las acciones pertinentes en miras de llevar a los responsables a juicio. La prosecución de tal fin, sin lugar a dudas, expresa el interés de ambas naciones".

Es decir, el propio estado de Israel desmintió a Lorenzetti y sostiene hoyuvo que el atentado está impune. El estado argentino es responsable de hacer avanzar esta causa imprescriptible; más específicamente es el Poder Judicial quien debe dar respuesta; para ser más precisos, la Corte Suprema; o sea Ricardo Lorenzetti. (Ver más acá)

Llovido sobre mojado.

La semana pasada este penoso sainete judicial produjo novedades, no en favor de la justicia precisamente. La Corte libró orden de captura internacional contra dos ciudadanos libaneses, por su supuesta participación en la voladura de la Embajada. De modo que no era cosa juzgada. Una reactivación tan tardía (¡23 años!) fue motivada porque la Corte de Lorenzetti acató servicialmente un pedido del gobierno israelí. Una nota de una página que no aporta ninguna prueba fue presentado por la Embajada de Israel en Argentina ante la Suprema Corte. El pseudo-informe israelí señala al libanés Hussein Ibrahim Suleiman como involucrado en el atentado:

“Hizo trabajo de inteligencia sobre el edificio de la embajada. Trasladó el explosivo C4 desde Foz de Iguaçú a Buenos Aires donde estaban otro agentes activos. Alquiló un departamento en los suburbios de Buenos Aires donde se armó la camioneta Ford con los explosivos".

El informe israelí no aporta más precisiones ni acompaña prueba alguna que fundamente esas acusaciones. El paper también señala a José (Hussein) Salman El Reda:

“Nuestra información -sostiene Israel- indica fehacientemente que Samuel estuvo involucrado en la planificación y ejecución del atentado contra la AMIA. Nuestra información también indica, con altas probabilidades, que José (El Reda) estuvo involucrado en la preparación de la infraestructura del atentado contra la embajada, incluyendo la transferencia de fondos desde el Líbano a la Argentina. Es muy probable que el dinero se haya usado para la compra del coche-bomba que luego se cargó con unos cientos de kilos de explosivos y es posible que con el dinero se hayan alquilado propiedades para armar el coche-bomba y para alojar a los agentes operativos que llegaron desde el Líbano”.

La información fehaciente y las altas probabilidades tampoco aparecen fundadas en el paper. No se sabe de dónde sale la información y cuáles son las pruebas que darían fundamento a una persecución internacional. A pesar de esta evidente inconsistencia, la Corte accedió dócilmente a los deseos de Israel y pidió a Interpol la orden de captura de estas dos personas. El procedimiento es de una inconsistencia jurídica alarmante: el máximo tribunal de nuestro país se allana a los deseos de un estado extranjero para perseguir a dos personas sin contar con ninguna prueba que pueda sostener la acusación. Ante la disposición servicial de los Lorenzetti Boys, la Embajada de Israel manifestó su "satisfacción por los avances en la causa" [Risas grabadas].

La Corte de Lorenzetti parece dispuesta a superar sus propios estándares.

Menos mal que Scioli designó a Ricardo Casal como el ministro de justicia de su presunto futuro gobierno. Nos quedamos más tranquilos.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Yo este domingo a Scioli no lo voto


Hace pocos días les escribí a mis amigos, como pensando en voz alta:

"Scioli tiene que ganar ajustado. Porque va a tener que ganarse la legitimidad. Néstor la conquistó desde el primer día. Si Scioli gana por más del 45 %, va a creer que le dimos un cheque en blanco para que haga lo que se le ocurra. Cada vez que da pie a Urtubey, le desconfío un poco más. Que sepa que si sigue la línea Urtubey nos va a tener todo el tiempo midiéndole el aceite. Que no le tema a Cristina ni a la Cámpora. Que Scioli tema a los que vamos a votarlo".

El sábado pasado me enteré de la posible designación de Ricardo Casal como Ministro de Justicia de la Nación, en el caso de que Scioli llegue a la presidencia. Entonces escribí en mi diario:

"Scioli anticipó que Casal será su ministro de Justicia si llega al gobierno: ojo Dani porque por ahí todavía no te votamos".

Ricardo Casal ha sido Ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires gobernada por Scioli. Ocupó ese cargo hasta que en septiembre de 2013 el gobernador decidió desdoblar el ministerio creando la cartera de Seguridad y poniendo en ese cargo a Alejandro Granados, a quién ahora se menciona como posible ministro de Defensa de un eventual gobierno de Scioli.

Casal, en su rol de responsable de la seguridad y la justicia bonaerenses, recibió innumerables denuncias por lo que se consideran violaciones sistemáticas a los derechos humanos en las cárceles de la provincia. Su carrera empezó como agente del Servicio Penitenciario en los años de la última dictadura militar. En su gestión como ministro provincial,  le dio autonomía al Servicio Penitenciario Bonaerense para que manejara lo que pasa en las cárceles provinciales. En abril de 2012, durante una visita de la Comisión Provincial de la Memoria, el CELS y la Universidad de San Martín al Complejo Penitenciario del Conurbano Norte, se registró este pavoroso estado de cosas:

Los detenidos por delitos comunes padecen hoy la misma desatención que durante la dictadura militar conocieron los presos políticos. Enfermos con HIV-Sida, diabetes, trastornos psiquiátricos y/o neurológicos narraron que no reciben ningún medicamento si no se los alcanzan sus familiares. No hay médicos que recorran los pabellones ni que visiten la denominada sala de internación, donde ni siquiera hay un enfermero. Los alojados allí sólo pueden contar con la ayuda de otros detenidos. Un hombre de más de cincuenta años llevado allí porque una herida de bala se le infectó y le afectó los huesos, yacía en un camastro, con una bota de yeso y una ventana recortada en el lugar de la herida, sin cuidados ni información sobre su caso. En varias instancias de la inspección funcionarios del Servicio se acercaron con la intención de escuchar los diálogos, pero se les pidió que se alejaran para garantizar la confidencialidad. Luego los visitantes se dividieron en grupos de a tres, para escuchar a todos los detenidos en las celdas individuales y los buzones de castigo, de 2x2 metros. Los penitenciarios dijeron que los detenidos estaban en los buzones por propia decisión pero varios lo desmintieron. En esas conversaciones más reservadas muchos entrevistados señalaron la política de rotación constante de un penal a otro que se aplica para quebrar la voluntad de los internos menos resignados, lo cual les impide continuar sus estudios y afecta sus vínculos familiares. Uno dijo que en dos años recorrió veinte unidades distintas. El traslado es también el momento de mayor vulnerabilidad. “Nos tiran un gas irritante a los ojos en cuanto entramos al celular y comienzan a pegarnos”, explicó. Varios mostraron marcas de golpes o heridas punzantes en distintas partes del cuerpo. También dijeron que la peor humillación es la que padecen sus familias al visitarlos, con requisas intrusivas a sus esposas e hijos. Una versión que se repitió en muchos testimonios fue que el Servicio delegó esas requisas en un detenido por violación, lo cual los desespera. Una constante fue la precariedad y el abandono de las instalaciones, pese a que se trata de una de las unidades más nuevas del SPB. Los vidrios de todas las ventanas están rotos, por lo que el invierno es insoportable. Algunas tienen pasable luz natural, pero otras son sombrías como cuevas. Dentro de su calculada política de deshumanización, el Servicio no se preocupa por la iluminación artificial, que queda librada al ingenio de los propios internos. De las paredes por las que caminan cucarachas, cuelgan cables con lámparas desnudas y conexiones caseras, con cables pelados que se conectan en los tomacorrientes a falta de enchufes [completo acá].

Está situación ya era gravísima cuando sucedía en la provincia. Ahora su gravedad escala a límites inadmisibles si Casal pasa a manejar el Ministerio de Justicia de la Nación. Ya no se tratará de bolsones de ilegalidad para-estatal, sino de una probable política de estado.

Además recientemente se atribuyó a Casal la decisión política de abrir las cárceles bonaerenses para que Jorge Lanata hiciera desde allí una operación política contra el entonces precandidato a gobernador Aníbal Fernández (ver acá). Esa siniestra duda nunca se despejó, aunque no logró impedir el triunfo de Aníbal en las PASO.

Scioli anunció la designación de Casal en su posible presidencia. Estos anuncios los hace como recursos de su campaña electoral, para ir adelantando el perfil de su presunto gobierno. Conmigo surgió efecto. Me convenció de que esté domingo no vote la fórmula que integra con Zanini. Lo siento por Zanini. Está vez a Scioli no lo voto. Votaré la lista que presenta el FPV en CABA, encabezada por la candidatura a diputado de Axel Kicillof. Pero corto boleta y para el cargo de presidente voto en blanco. Si gana y en su desempeño desmiente mis sospechas, si estoy en esta decisión equivocado, podrá tener mi futuro apoyo.


Voté a Scioli cuando fue candidato a vicepresidente de Néstor en 2003. Y lo volví a votar en las últimas PASO. Pensaba (todavía lo pienso) que es el único candidato del FPV que podría vencer a Macri o Massa. Eso evidentemente señala una debilidad del proyecto político al que adhiero, del que me siento parte. Hace unos meses fui  muy crítico del precandidato Florencio Randazzo, por lo que consideré una campaña interna auto-destructiva y no propositiva. No cambié mi opinión sobre Randazzo. Creo que no estuvo a la altura del rol que pudo haber desempeñado. Tengo mis expectativas puestas en el nuevo rol que le va a tocar a Cristina después del 10 de diciembre.

Con respecto a Scioli, tengo las mismas dudas que muchos kirchneristas que lo votarán para ganarle a Macri en primera vuelta. En su excelente columna del domingo en el suplemento Cash de Página 12, Claudio Scaletta explica con claridad la notoria diferencia  entre los modelos económicos que proponen Scioli y Macri:

"Mientras llueven los cada vez menos convincentes ríos de tinta, Scioli se presenta en los ágapes empresarios sin ceder a los ya desesperados intentos de imposición de agenda. Más allá de los deslices de algún líbero, el mensaje del candidato no deja lugar para ambigüedades: no habrá megadevaluación, no deben esperarse shocks macroeconómicos, no habrá subordinación al poder financiero y no se cambiarán los alineamientos estratégicos de política internacional de la última década.
"Scioli logró hasta el prodigio de peronizar a un viejo economista de la city como Miguel Bein, quien, en un videorreportaje concedido esta semana al diario La Nación, explicó en detalle cómo los instrumentos tradicionales más sencillos para bajar rápidamente la inflación efectivamente podrían bajarla, pero al costo de una recesión espantosa que dejaría en el subsuelo el ingreso de los trabajadores. Cuando le preguntaron por el principal problema económico de la Argentina, no dudó un segundo. No contestó “la inflación”, “el tipo de cambio”, “el déficit fiscal”, ni ninguna de las zonceras de la ortodoxia, sino que retomando la tradición de los grandes macroeconomistas locales, señalo que el verdadero problema era la restricción externa. No se trata de una cuestión semántica o de matices en el diagnóstico. Si se piensa que los problemas son los que señala la ortodoxia, no hay otra salida que el ajuste. De la restricción externa, en cambio, se sale solamente con desarrollo; con la transformación de la estructura productiva. Las diferencias, entonces, no son de discurso, son de proyecto de país." [Completo acá]
Entiendo que lo que Scaletta da son buenas razones para votar a Scioli. Uno puede sopesar los motivos a favor y en contra de votarlo. Por un lado Urtubey y por el otro la palabra del propio Scioli asegurando que no va a endeudarse con el FMI. Por un lado la creación del Ministerio de Derechos Humanos y por el otro Casal. Pero en política el exacto término medio no existe, la suma cero tampoco. El anuncio del nombramiento de Casal es una señal dada por Scioli a algún sector, a una semana de las elecciones. Es su decisión. Yo percibo la señal y no lo voto. Es la mía.

Claro que esto a nadie más que a mí puede importarle.

martes, 20 de octubre de 2015

Hombre lobo (yo)

Especial Fito Páez en La otra.-radio: para escucharlo, clickeen acá *

Fotos: Clara Cholakian Herrera

Si la vida es olvido, ¿qué es mi corazón?
Una nave de pasiones ya sin dirección
Es mi sangre del camino lo que te dejé
Tuve un sueño sobre un hombre y una mujer.

Desperté dormido en un gran hotel
vos no estabas a mi lado y lo destrocé.

Hoy será la luna llena, el lobo llegará
y mañana un bebé hermoso se despertará
habrá asesinado chicas de muy corta edad
y a toda una familia en Casablanca.

Desperté dormido en un gran hotel
vos no estabas a mi lado y lo destrocé
cuando un corazón se rompe llora la ciudad
hoy mi corazón de lobo se rompió, mamá.



* La otra agradece a Lucía Cholakian Herrera y Daniel Cholakian de Nodal Cultura, por cedernos el audio completo de esta entrevista.

- Yo no he sido nunca un militante -le dice Fito a Nodal, en la entrevista que pusimos al aire el domingo pasado y que pueden escuchar completa clickeando acá-, por eso la carta a Macri fue tan cooptada. Nadie comprendió que yo venía del rock and roll. Diego Tatián, el decano de la Facultad de Filosofía de Córdoba, hizo un texto muy lindo que decía "No sé si el rock and roll llegó tan lejos".  Eso por un lado, y por otro lado tenés el militante Buarque, un tipo de izquierda de toda la vida, que hoy sigue militando para Dilma, y para Lula lo hizo más específicamente. Le preguntaban en la Rolling Stone sobre esto y él decía: "Yo hablo con Lula, es un flaco divino, las cosas que me propone y que charlamos también, Después la tercera, cuarta o quinta línea, ¿cómo medís los niveles de corrupción, el apoyo o no apoyo?". Me parece que ahí hay algo que está ligado a una cuestión de fe, por un lado, y de pertenencia.


- Vos sos un tipo que siempre tuvo algo de intervención social y política -acota Daniel Cholakián.

- A lo mejor no sé si por deseo -dice Fito-. A ver: yo a lo que me dedico es a leer, a escribir, me dedico a estudiar y a hacer música. Entonces ese es mi tiempo. Cómo sea cooptado o tomado todo eso, se me escapa de las manos. Y sí, también soy un hombre que opina. Por qué a lo mejor mi opinión tiene un poco más de trascendencia que la de otros, no lo sé. El otro día me enteré por equis motivos del dormidero Monteagudo, fui a estar con los flacos ahí, no llevé cámara ni nada. Me llevé la viola, el pianito y fui a tocar, ¿viste? No hay que cooptar votos, yo no hago las cosas por eso. No toqué en los actos que toqué cobrando dinero y toda esa garcha que dijeron por ahí. Hay algo ahí donde me da la sensación de que el peligro que se corre es el de dejar de serte fiel. Ahora, si vos me decís si yo puedo identificar a un político de raza, sí, lo puedo identificar. Y no estoy arrepentido del voto a Cristina, Es una persona a la cual le di mi confianza y la de mi familia y todo eso estuvo allí bastante bien representado, con todas las dificultades que ofrece estar en el sillón de Rivadavia. Es muy complejo todo aquello, y también es muy complejo el hecho de no tener una oposición inteligente, joder: la derecha era una derecha ilustrada en este país, en un momento. Tenías que sentarte a discutir con Mansilla, ¿entendés? Ahora no, ahora a algunos le dictan al oído todo lo que tiene que decir. En un momento tenías que sentarte con Borges en una mesa. Era una mesa, eso... jajaja... Eso era una mesa. Entonces creo que la vía política es un pantano. Y creo que la vida artística o musical puede serlo también, pero en todo caso busca la alegría y la felicidad de los corazones. Ahora, si me tocás mucho las pelotas, también te lo voy a decir.

- Yo estaba pensando eso cuando vos dijiste: "yo venía del rock y dije esto que dije de Macri"...

- Sí. Porque también sucede eso en el escenario. En un momento vos estás así, algo te puso nervioso y... ¡fouuu! ¡pateás el equipo! Y nadie se asusta. Y si se asusta, que se joda. O se habrá subido alguien al escenario a cagarnos a trompadas alguna vez. Y ya. Ahora está todo tomado por un cáncer, la política, que es el medio por el cual se debería buscar el bien común, esa es mi crítica a la militancia joven. O no crítica, es una observación: que hay que ilustrarse, hay que mirar a las estrellas, la real politik está bien y es positiva y es importante. Pero si el libro más viejo que tenés en el morral, como decía mi amigo Martín Rodríguez, tiene 40 años, no sirve para nada. Ahí hay algo que está bueno poner en escena. Yo creo que puedo hacerlo. De hecho, con la juventud argentina y con la juventud cubana he tenido mis agarradas a piñas, te diría. A piñas. Sobre... uhhh... nos metemos en un problema... A mi me llega una versión sobre el asesinato de Camilo, en el avión; y la oficial, de que no. Y en una noche de discusión, una atrás de la otra, y bueno, ¿qué me van a contar de Camilo? Déjenme de hinchar las pelotas con la medicina, con la cultura, vamos a hablar de esto. Y terminamos a las piñas. Y yo les dije: ustedes son los tipos que van a gobernar este país, no me pueden repetir la letra como si yo fuera un turista, loco. Vos como joven tenés la obligación de parártele a tu jefe, y exigirle pruebas y contundencia histórica, para poder defender tu puta revolución. Fue una pelea entre jóvenes, yo tenía treinta años. Ellos también. En definitiva nunca se probó mi punto de vista ni ellos pudieron probar el de ellos, pero lo que generó la pelea fue la necedad de no querer investigar, de no querer interpretar, de no querer dudar. Dudar. De incorporar otra mirada. Eso es lo que hace a una persona brillante y eso es lo que puede abrir tu corazón también.  Si vos instalás un pensamiento estalinista en cualquier zona de tu vida, la vas a cagar, y no solamente a vos sino posiblemente a un montón de gente. Y creo que para crear una nueva sensibilidad política es fundamental aprender del rock and roll... jajaja... Pero de verdad, no agarrar el molde: ah, que pumpúm, que toco acá y soy rockero... ¡no! El corazón. Y el corazón del rock and roll también está en la música, está en la manera en que Hendrix toca la guitarra. Hendrix te toca, pero te deja el acorde abierto también. Hay sensualidad: en cualquier lugar donde no haya sensualidad, no puede prender nada. La sensualidad te trae la duda, la pregunta, lo erótico, te trae el velo. Es anti real politik en un sentido. Pero si mzclás las dos cosas, podés llegar seguramente a algo más.

- Siempre tiene que ser el deseo...

- ¡El deseo, exactamente!

lunes, 19 de octubre de 2015

Yo qué soy


A propósito de la exploración del yo como sedimento de la escritura autobiográfica que emprende Ricardo Piglia en sus diarios y que retoma por otros medios Andrés Di Tella en su película 327 cuadernos (ver acá), me acordé de algo que yo había escrito en Kierkegaard: una introducción. Escuchar una voz, que dice así:

No se ha prestado suficiente atención a la forma en que la angustia aparece en uno de los padres de la filosofía moderna, René Descartes (1596-1650). A Descartes se lo califica como el paradigma del racionalismo y, no obstante eso, hay en él un preanuncio de la temática kierkegaardiana de la angustia. Esto nos lleva una vez más a relativizar las etiquetas con las que se clasifica a los pensadores. El libro de Descartes Meditaciones Metafísicas se suele tomar como texto fundante de la filosofía moderna. En él, Descartes propone experimentar de una manera radical y extrema la duda.

¿Qué es lo que yo puedo saber por mí mismo y no porque me ha sido dado por otro? ¿Qué es lo que yo realmente sé? Para detectar si sé algo por mí mismo tengo que someter a todas las cosas que hasta hoy creía saber, dice Descartes, a la duda: si algo sobrevive a la posibilidad de duda, entonces eso lo sé de verdad. Si algo me parece aunque sea mínimamente dudoso, entonces voy a hacer de cuenta de que no lo sé de verdad, lo voy a dejar de lado.

Empiezo dudando de los que mi ojos ven, de lo que mis sentidos me trasmiten, porque me doy cuenta de que mis sentidos a veces se contradicen y las cosas pueden ser de un modo diferente a cómo las veo ahora; más tarde puedo verlas de un modo distinto, por lo que resulta prudente desconfiar de los sentidos. Incluso el célebre argumento del sueño dice que esto que estoy percibiendo ahora puede que no esté ocurriendo realmente, ya que es posible que esté sumido en un sueño: puede que esté soñando que estoy leyendo este texto: ya me ha pasado a veces el creer que estaba en una determinada situación, cuando en realidad sólo se trataba de un sueño. Por lo tanto, dudo de este dato, que por otro lado parece tan cierto, como que estoy aquí en este momento. Y así puedo seguir dudando.

Incluso llega el momento en que la duda se extiende a todo. Descartes descubre que se puede dudar de las cosas que hasta ahora creí como más seguras; por ejemplo: de que 2 más 3 es igual a 5, cosas que nunca me atreví a concebir como si fueran erróneas. En la época de Descartes una certeza semajante sólo la podían otorgar las matemáticas. Dudar de la matemáticas, para un filosofo del siglo XVII, es algo terrible. Así Descartes llega a la sorprendente conclusión de que es posible dudar de todo, de modo que, si quisiera estar cierto de algo, el resultado de esta duda metafísica es que dudo de todo.

Entonces, en determinado momento, al comienzo de la “Meditación Segunda”, Descartes escribe esto: “La meditación que llevé a cabo ayer ha llenado mi espíritu de tantas dudas que desde ahora ya no estará en mi poder el olvidarlo. Y sin embargo no veo de qué manera podría resolverlas, pues como si de improviso hubiera caído en aguas muy profundas, estoy tan sorprendido que no puedo afirmar los pies en el fondo ni nadar para mantenerme a flote en la superficie”. O sea, las dudas me han llevado a no poder hacer pie en el fondo ni salir a flote hacia la superficie, en un estado de posibilidad. Es decir: nada cierto a lo que aferrarse.

Muchas veces, en la facultades de Filosofía, este pasaje se pasa rápido, porque se lo considera una especie de decoración literaria supérflua. Se quiere pasar enseguida a la parte argumentalmente fuerte, que se considera que es en el momento en que Descartes define su posición racionalista. Se olvida que, justamente, en el momento antes de llegar a hacerse la pegunta: “Pero yo mismo, ¿qué soy?” (porque eso es lo que está a punto de preguntarse: ¿qué soy yo?), antes de llegar a esa pregunta, lo que está a las puertas de esa pregunta es ese estado de angustia, de no poder hacer pie en el fondo ni salir a la superficie.

Esta angustia referida por Descartes no es un adorno literario, sino que es el componente necesario que anticipa y posibilita la pregunta: ¿qué soy? Y esta pregunta no es otra cosa que el descubrimiento de la vacilación, no de mi intelecto, no simplemente de mi saber, sino propiamente de mi ser. Lo que me angustia no es simplemente que me descubro como ignorante de algo, sino que descubro que todo mi ser está expuesto a la vacilación: soy yo mismo el que vacila. Tal vez por esto es que Kierkegaard unos siglos después dirá que la angustia es una aventura que todos los hombres tienen que correr, es decir, que todos han de aprender a angustiarse.