por Oscar Cuervo
Hace apenas un rato se produjo un episodio donde la pequeña multitud de asistentes que se congregaba para ver las películas que estaban a punto de proyectarse a esa hora en el Village Recoleta (19:30 aproximadamente) reconoció al ministro de cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Darío Lopérfido, trístemente célebre por sus declaraciones negacionistas del genocidio producido en la última dictadura militar. Lopérfido ha sido repudiado hasta ahora en todos los campos de la cultura nacional e internacional. Varios miles de referentes culturales de todo el mundo firmaron una solicitada reclamando su renuncia. Los organismos de derechos humanos lo declararon persona no grata. Doscientas mil personas clamaron por su renuncia el último 24 de marzo en Plaza de Mayo. En decenas de funciones teatrales, al término de cada función los elencos leen un texto de repudio al ministro negacionista. Incluso se produjeron actos de repudio entre los acicalados habitués del Teatro Colón.
Faltaba el BAFICI. Este atardecer se produjo un episodio espontáneo cuando un grupo que esperaba para entrar a ver las películas que esta noche se proyectaban reconoció la presencia del negacionista. Algunos lo increparon y él con actitud provocadora intentó reafirmar que estaba históricamente demostrado que los desaparecidos fueron muchos menos que los que se dicen. Miembros del staff de La otra andábamos por ahí y nos acercamos. La ola de repudio fue creciendo y tuvimos la oportunidad de decirle cara a cara que tenía que renunciar, ya que era una vergüenza para la cultura porteña. El habrá pensado que podía moverse por el festival de cine jugando de local, así que se habrá sorprendido a medida que se sumaban más personas a pedirle la renuncia.
¡Qué renuncie! ¡Qué renuncie! reclamaba un centenar de voces congregadas de manera espontánea. Lopérfido se escondió un rato en la librería que está a uno de los lados de la entrada del Village y esperó que el clamor decreciera. Al rato volvió a salir con el rictus provocativo que tiene impreso en su cara de piedra. Al verlo, se empezó a producir una nueva ola de repudio, esta vez más enérgica. No se trataba de insultos ni de ningún tipo de violencia física. El público presente, algunos cineastas y críticos, también nosotros, parte del staff de La otra, pedíamos simplemente su renuncia. Al ver que la ola de repudio crecía, Lopérfido cambió su actitud desafiante por un oportuno escape bastante apurado. Tuvo que escaparse del BAFICI, lugar que por alguna razón él pensó que es dueño de casa. Más tarde, en algunas funciones de películas argentinas, sus realizadores leyeron, al término de proyección, una declaración de repudio y el pedido de renuncia de Lopérfido. Es posible que en algunas horas aparezcan filmaciones realizadas espontáneamente con los celulares de los que estaban presentes.
Esta noche en La otra.-radio lo ampliaremos. Radio Gráfica, 89,3, online acá.
En el programa también vamos a hablar de las películas de BAFICI. Además viene el economista Mariano Kestelboim a explicarnos el alcance y las consecuencias del ajuste macrista. Y un debate sobre la tragedia de Costa Salguero, todo un síntoma de la desertificación cultural que la Argentina macrista propone para la juventud.
Excelente !! Renuncia loperfido corruptos !!
ResponderEliminarRevisa, que tenes de Jefa a una delincuente!!!!!
EliminarLa foto que encabeza el post ¿es Dario Loperfido o El retrato de Dario Loperfido?
ResponderEliminarCuando se aprenderá, a respetar el pensamiento del prójimo, cuando se dejara de ser un país nazofacista.!!!!
ResponderEliminarel caniche toy de los mitre
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