- Hay quienes aseguran que esa propensión a unirse es funcional a la gobernabilidad, y que el objetivo es moderar a los sectores más combativos.
−Emilio Pérsico: ¿Y es malo conseguir gobernabilidad en la Argentina?
- Una gobernabilidad neoliberal no sería festejable.
−Chino Navarro: Habría que definir qué es gobernabilidad.
("Puchero a la Evita", Revista Crisis)
Emilio Pérsico: ...Tenemos que salir de un punto más alto. Para eso yo tengo que tener relación con este gobierno. Si no me arrastran. Con el mazo dando y en la mesa negociando.
–¿Cuál es tu mazo en este caso?
–El mazazo de Congreso, una demostración de que estamos todos unidos. Una patria para todos.
–¿Incluso sin paro?
–Seamos honestos. Los compañeros docentes hicieron muchos paros, cada vez son menos y no consiguieron todo lo que buscaban. El buen dirigente sindical es el que logra avanzar. El buen diputado opositor es el que construye mayorías para sacar leyes a favor de los intereses populares. ¿O el buen sindicalista es el que no se sienta en ninguna mesa? Y los políticos están en deuda. Las leyes de triunfo las hicimos de afuera del Congreso para adentro. La ley de emergencia laboral primero y ahora la de emergencia social. Al principio no iban a las reuniones. ¿Así que el que habla y negocia es traidor? Conseguimos un bono de 400 pesos para todos. Conseguimos que ningún plan sea menos de la mitad del salario mínimo, vital y móvil. Aumento cinco veces el bono del desempleo. E institucionalizamos nuestro diálogo.
Emilio Pérsico, Página 12
Mediando la caridad, las nuevas damas que en su momento enfrentaron a Evita, y sin lucha por la dignidad.
ResponderEliminarNunca menos y abrazos
Un buen gremialista consigue lo mejor para sus representado pues una medida de fuerza es la ultima instancia de la negociacion.
ResponderEliminarFui dirigente de un gremio pequeño y administramos las medidas de fuerza para provocar el mayor daño con la mínima exposición.
ResponderEliminarNo hay negociación posible cuando las políticas son contrarias al interés general, y lo que queda son los mendrugos que se caen de la mesa para la perrada, o sea nosotros.
Que el opoficialismo del Empleado y su mandante, La Embajada y la calle Tacuarí, determine que sus máscaras de Azopardo deban ser domésticos y sin dientes, para permitir la pelea entre los "industriales" y los financistas, con Lavagna como instrumento de los primeros, no llevará un salario digno al trabajador que conserve su empleo, que será la excepción.
Nunca menos y abrazos