La otra.-radio de anoche, para escuchar acá
¿Cuál es el secreto de las melodías? Hitchcock supo muy pronto que las melodías, más definidas y persistentes que la incierta percepción visual, guardan secretos de vida o muerte: en Los 39 escalones, La dama desaparece o El hombre que sabía demasiado, un silbido, una tonada o un estribillo que repetimos sin saber por qué pueden esconder mensajes encriptados y cambiar drásticamente el curso de las cosas. La verdad es que no sabemos por qué se nos pegan las melodías, pero al final terminamos siendo vehículos de melodías cuyo destino desconocemos.
"Dig a pony"... ¿no es una melodía perfecta, en la que no sobra ni falta una nota, un solo silencio, ningún acento, de cabo a rabo? ¿Estaba iluminado Lennon al componerla? ¿o solamente la escuchó? ¿No tiene "Creep" una melodía que nos canta en el fondo del alma de todos los feos y raros? ¿Cómo hizo Gardel para disponer con tanta precisión, una tras otra, todas las notas de "Lejana tierra mía", con su exacta duración, para dejar expresado de una vez y para siempre el misterio inefable de la distancia, la enigmática conversión de la pérdida en encuentro, de un compás al otro?
Anoche escuchamos con mi amigo y compañero Maxi Diomedi, de vuelta en el programa, esas y otras melodías quizás perfectas, con él, que también compone sus melodías pero no puede explicar cómo.
También hablamos de Cuatreros, la notable película de Albertina Carri, secuela, reprise, repetitio, reescritura a contrapelo y abjuración de Los rubios, sobre las que escribiré pronto en este blog. Y otra que me gustó mucho o, mejor dicho, me fue gustando de a poco mucho, hasta un notable tercio final, Moonlight, una película en la que no había puesto muchas expectativas e incluso me molestó un poco al principio, para irme ganando en ese tercer acto que me hace esperar más de su director Barry Jenkins. Volveré sobre el asunto
Buenas!!
ResponderEliminar"Sombras terribles" no tiene habilitado los comentarios Oscar. Tal vez sea así y esto esté de más. Saludos!
Ya está solucionado, Carolina, gracias.
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