viernes, 1 de diciembre de 2017

Testers de violencia

Entre 1977 y 2017: Películas de La Máquina de Hacer Pájaros - La ciudad liberada de Fito Páez


Cuarenta años separan a estos dos discos del rock argentino: Películas de La Máquina de Hacer Pájaros (1977) y La ciudad liberada de Fito Páez (2017). Vale la pena pensarlos como partes de una genealogía muy propia de este género y ligados a un mismo territorio: existenciales y políticos, con un punto de vista fuerte sobre la ciudad y el mundo desde la experiencia del cronista, con marcas históricas reconocibles, sensibles a su tiempo, emocionantes y violentos, de una vitalidad desgarrada, irónicos y rabiosos.

1977 puede que sea el peor año de la historia de la nación: la dictadura cívico-militar está en su momento más represivo y no se vislumbra ninguna salida. La muerte se siente en la calle aunque pocos hablen de ella. Las Madres empiezan a reclamar por sus hijos desaparecidos y algunos pocos medios minoritarios se atreven a publicar solicitadas sobre el asunto. Todavía no se habla del terrorismo de estado, aunque llegan reclamos desde el exterior sobre las violaciones oficiales a los derechos humanos. Mirtha Legrand en su programa y la revista Para Ti propagan que las denuncias se deben a una campaña antiargentina que viene del exterior. Los diarios Clarín y La Nación hablan todos los días de terroristas muertos en enfrentamientos.

Charly graba el segundo disco de La Máquina de Hacer Pájaros (en el primero la banda se llamaba "García y la máquina de hacer pájaros", título extraído de una historieta del humorista cordobés Crist). Es un intento de reconvertir un grupo de acompañamiento de Charly en una banda donde todos componen: Charly, Carlos Cutaia, Gustavo Bazterrica, José Luis Fernández y Oscar Moro. Obviamente, la impronta de Charly se sobrepone al intento de creación colectiva. Quizá sea el disco menos conocido de su obra y el menos tocado en vivo. A los pocos meses de editado la banda se separa. Los motivos parecen ser a la vez internos y externos. El desbalance entre la inspiración de Charly y la tentativa de horizontalizar la creación produce tensiones en la banda. Pero también el país se vuelve irrespirable, lo cual aparece por todos lados en las canciones, incluso en el título de la que da nombre al disco: "¿Qué se puede hacer salvo ver películas?". En la tapa, se ve a la banda saliendo del cine Metro (Cerrito y Lavalle) después de ver Trama macabra, la última película de Alfred Hitchcock. Películas es un milagro desde cualquier punto de vista: a pesar de las disidencias internas la banda logra un sonido limpio, complejo y potente. Charly no escribe ningún hit pero sí algunas de sus joyas más secretas: "Marilyn, la Cenicienta y las mujeres", "Ruta perdedora", "No te dejes desanimar" y el arrollador "Hipercandombe", quizá la letra más explícita para describir la sofocación del régimen dictatorial. ¿Cómo podía seguir haciéndose un arte veraz en medio de la máxima represión? Charly lo hizo:

Cuando la noche te hace desconfiar
yendo por el lado del río
la paranoia es
quizás nuestro peor enemigo.

Cubrís tu cara y tu pelo también
como si tuvieras frío
pero en realidad
te querés escapar de algún lío.

Déjenme en paz
no quiero más
no hay esperanza en la ciudad.
Mi amada está lejos de acá
en un país hipernatural.

Cuando la lluvia de gas y alquitrán
cubra tu cuerpo podrido
toda tu caretez
mi amigo, no tendrá ya sentido.

Y si te asusta este canto final
o no le encuentras sentido
podés cambiar el dial
y escuchar algo más divertido.

Déjenme en paz
no quiero más
no hay esperanza en la ciudad.
Mi amada está lejos de acá
en un país hipernatural.



De 2017 no hace falta que cuente nada, aparece en este blog todos los días. Es otro de los peores años de la historia argentina. Se deteriora la situación social, se anulan derechos, se resquebraja el sistema jurídico, hay presos políticos, muertes provocadas por las fuerzas de seguridad, alentadas desde la jefatura de estado, aprietes de los servicios de inteligencia a políticos, sindicalistas, periodistas y jueces, persecución a opositores, empobrecimiento, censura mediática y envilecimiento de los lazos sociales.

Fito acaba de publicar su mejor disco desde Abre (1999). Se llama La ciudad liberada y desde el título exhibe sin disimulos la intención de constituirse en una crónica de la época. Páez tuvo momentos irregulares en las últimas dos décadas, pero su lugar entre los más grandes compositores de música popular ya estaba de todos modos asegurado. La ciudad liberada nos recuerda que hay pocos compositores tan buenos como él y, hoy por hoy, quizás ninguno esté tan decidido a hablar de la opresión reinante en un país y un mundo corridos a la derecha como nunca en la historia contemporánea. Es un disco con ráfagas de violencia y gestos de potencia vital. No es un disco oscuro, sino extrañamente luminoso: el concepto parece radicar en que cuanto más horrible sea la época, más necesaria es la fe. La fe en lo que puedas tener fe: Fito la busca en la música. Esta canción, "Nuevo mundo" parece ser una continuación de "Viejo mundo", una que grabó en su primer disco, Del 63. La ciudad liberada es una buena noticia no solo porque uno de los mejores vuelve a estar muy inspirado, sino porque se convierte en una prueba evidente de que a la opresión se la puede resistir también desde el arte:

Un nuevo mundo apareció
metamensaje
apareció
me sorprendió
tomando el sol
en la terraza.

Un hongo en el cielo se formó y explotaron las estrellas
alguien tiró la bomba, todo se puso violeta
naranja, amarillo, negro, nubes de titanio
Por fin volaron todas las ciudades al espacio.

Espero que sea un sueño, nadie sabe quién lo hizo
la lava del volcán del odio de nuestro delirio
los pájaros de hidrógeno implotaron en el aire
cabezas de elefantes en los centros comerciales.

¿Y ahora cómo mierda van a criar a sus hijos?
Los códigos binarios los volvieron estúpidos
chiquitos encerrados en sus casas de plata
mirando por las redes cómo todos se matan.

Las bandas en Rosario se recagan a tiros
yo busco en la música la fe y lo maldito
enciendo, entiendo, eligo y amo amar este fuego
enciendo, entiendo, eligo y amo mis compañeros.

Ya se quemaron todos los bosques del planeta
artistas, empresarios, abogados, proxenetas
los dioses sólo viven en películas de culto
que ya no se verán en este nuevo mundo.

Es posible que sea cierto
es posible que mis besos
sean en el nuevo mundo
besos de un amor profundo.

Nuevo mundo delirante
nuevo mundo sin escapes
nuevo mundo sin controles
nuevo mundo ya sin sol
nuevo mundo, van mis hijos
los robots, los niños ewoks
nuevo mundo, nuevas pistas
nuevas grandes utopías.



Este domingo a las 12 de la noche en La otra.-radio (FM 89,3, Radio Gráfica, online acá o acá). Vamos a escucharlos y a pensarlos juntos, como exponentes de un modo artístico de habitar la opresión.

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