La posverdad, los cuadernos fotocopiados y una explosión. La otra.-radio del domingo, primera parte, para escuchar acá
"Nada es verdad. Todo es interpretación" fue el dictamen que se posó en los 80 durante la postdictadura argentina sobre las conciencias ilustradas, anhelantes de aperturas y emancipaciones aunque fueran ilusorias, como compensación por la sorda asfixia del orden cultural dispuesto por la derrota de las luchas populares. ¿No hay verdad? ¿Todo es intepretación? ¿En qué se funda esta certeza implantada en discursos que abjuran de las certezas?
[Los espantos
mientras tanto
seguían sueltos].
Hay una distancia incalculable entre las seis palabras del dictamen con que se pretende dar por terminado el problema y el abismo al que la pregunta misma nos asoma: ¿qué es la verdad? La renuncia a la cuestión abona la tierra para que la posverdad nos dé sus frutos envenenados.
Si la verdad es lo que le conviene al poder, entonces el macrismo es verdad.
Las conciencias ilustradas quisieran sustraerse de la intoxicación de la experiencia que el sistema neoliberal inocula en las subjetividades pero, con su renuncia a la posibilidad de diferenciar la verdad del engaño y el ocultamiento, se desprenden de los recursos que pueden cuestionar el imperio de la posverdad. Al no reconocer ese desprendimiento, los devotos del "todo es interpretación" solo funcionan como el ala disidente del neoliberalismo.
Las fotocopias de los cuadernos que hoy sirven como instrumento eficaz de la inquisición consuman el dictamen de que la verdad es lo que al poder le conviene. En la misma línea, el sintagma "peronismo racional" cobija a un grupo de agentes en cuyas manos reside la decisión para proscribir o no un liderazgo político. En estas espesas maniobras de palacio el pueblo es convidado de piedra.
La posverdad empezó un proceso para empujar a la sociedad argentina a la pendiente por la que hoy se desmorona Brasil.
Hace unos días el proyecto macrista estaba sufriendo una parálisis cardíaca, producto de la inviabilidad del esquema implementado desde su inicio. El acuerdo con el FMI es incumplible. La movilización popular entró en una fase de crecimiento acelerado, a medida que los daños del régimen se hacen más palpables. La amenaza de una escalada represiva es una espada de Damocles siempre pendiente pero sus consecuencias podrían acelerar el tamaño del conflicto, mientras crece la impopularidad de Macri y Vidal. Los cuadernos fotocopiados dieron inicio a la temerización argentina. Si en Brasil Temer pudo imponer un ajuste humillante contando con índices de popularidad exiguos, ¿por qué no intentarlo también acá? Como un calco, se espejan los títulos mediáticos: "Constitucionalistas afirman que aún presa, Cristina podría ser candidata a presidenta". ¿Quién puede no ver la imitación? Ahora es el turno de los arrepentidos: ante el tribunal especial, un gerente del Grupo Macri declara que apoyó con dinero al kirchnerismo para que permaneciera en el poder y el gobierno interpreta, obviamente, que el escándalo de los cuadernos los benficia.
En medio de la amplificación ensordecedora de una sentencia a-jurídica, manejada por funcionarios judiciales autodesignados, las fotocopias del cuaderno son la "verdad" que le conviene al poder en su propósito de arrasar con la oposición política. Anuladas las garantías jurídicas y la oposición, todo es interpretación. Los sofistas oficiales se felicitan unos a otros por la faena.
No todo es interpretación. Un escape de gas en una escuela de Moreno se cobra las vidas de una maestra y un portero. Sus cuerpos muertos, la secuencia que conduce a ellos, marcan el límite de la interpretación. Mientras esquivemos la verdad, nos va a seguir explotando en las manos. De eso hablamos en La otra.-radio del domingo pasado, en un programa donde sobrevuela el fantasma de Philip Dick, "podemos recordarlo todo por usted". ACÁ.
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En el mismo programa, Willy Villalobos llegó feliz después de vivir una hermosa tarde de celebración del 40° aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo en Tigre. La lucha de las Abuelas por reparar la memoria comunitaria nunca les será suficientemente agradecida, pero el encuentro con los más jóvenes, muchos de ellos convocados por los números musicales -Los Espíritus en una actuación notable, junto a propuestas tan diversas como Nonpalidece, Ulises Bueno, Bruno Airas, Kapanga o la Bersuit-, termina por consumar un traspaso que hace que la llama siga viva.
Guillermo Amarilla Molfino, el nieto recuperado que estaba a cargo del escenario de Abuelas, le dice a Willy: "La colaboración de los artistas fue impresionante. Ulises esa noche actuaba en Córdoba, vino hasta Tigre exclusivamente para estar los 30 minutos que tocó y se volvió a Córdoba. El armado del espectáculo lo hicieron lo pibes de Nonpalidece. La convocatoria fue increíble y la energía que había en la gente la vi de la misma manera que la viste vos".
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En el próximo posteo subo la parte del programa dedicada a Philip Dick.
Qué cosa no? Todos autríacos, y parejos con los talibanes del liberalismo económico también conocidos como "austríacos"
ResponderEliminarLa posverdad es más vieja que la civilización. Y la negación de "Lo Real" casi que también.
El Constructivismo y la Teoría Crítica (¿la sagrada familia?)vienen a coronar esa negación y así justifican (pareciendo que lo abominan) el orden social y la "posverdad".
Orden que convalidan los liberales.
Podemos escribir tratados y bibliotecas (en realidad no hace falta porque ya están), pero una epistemología que prescinda de Lo Real, por definición no es epistemología (entendida esa palabreja como filosofía de la ciencia). Pertenece a otro campo del conocimiento, pero no es ciencia.
La lógica, con tres axiomas construye palacios, la matemática con menos ¿y de nosotros pretenden que neguemos uno solo?.