Néstor Montalbano es un cineasta egresado del CERC, la escuela de cine dependiente del INCAA que antecedió al actual ENERC, de la que también salieron Lucrecia Martel, Fabián Bielinsky Ana Polliak o Fernando Martín Peña, entre otros. Montalbano tiene una filmografía esporádica, irregular y bastante desapercibida, con algunos momentos arriesgados e interesantes, como Soy tu aventura. A nadie se le ocurriría asociarlo al llamado "nuevo cine argentino". Su obra es por todos los lados por donde se la mire una anomalía. También fue director de televisión y ahí su mejor aporte fue contribuir al delirio que a fines de los 90 desató Todo por dos pesos en canal 7, con Capusotto y Alberti.
Acabo de descubrir que tiene un canal de youtube en el que desde hace unos meses viene subiendo mediometrajes de archivo sobre la historia argentina entre los 40 y los 70 del siglo pasado, en capítulos de a uno por año. No los publica en orden cronológico. En las últimas semanas aparecieron los de 59, 57, 76 y 74, en ese orden. De la década del 70 ya lleva publicados el 70, el 72, el 73, el 74, el 75 y el 76 que acá linkeé. Espero con gran interés que en los próximos días aparezcan los del 71 y el 77.
Acabo de descubrir que tiene un canal de youtube en el que desde hace unos meses viene subiendo mediometrajes de archivo sobre la historia argentina entre los 40 y los 70 del siglo pasado, en capítulos de a uno por año. No los publica en orden cronológico. En las últimas semanas aparecieron los de 59, 57, 76 y 74, en ese orden. De la década del 70 ya lleva publicados el 70, el 72, el 73, el 74, el 75 y el 76 que acá linkeé. Espero con gran interés que en los próximos días aparezcan los del 71 y el 77.
La serie es extraordinariamente interesante. Montalbano trabaja casi exclusivamente con material de archivo fílmico, muy ocasionalmente televisivo y radial y muchas canciones de cada época. Una parte de ese material es conocido pero también hay cantidad de hallazgos notables. Montalbano logra construir un punto de vista y una tonalidad que rompen con las retóricas usuales sobre este período histórico. No se parece a La República Perdida ni a Perón: Sinfonía de un Sentimiento. Tampoco a la narrativa estatal construida durante los años del kirchnerismo en Encuentro y mucho menos a esperpentos protomacristas como El Olimpo Vacio o al melancolismo tramposo de Esto no es un golpe.
Montalbano narra con zócalos de diseño estridente, cercanos a las placas de Crónica TV, sin solemnidad historiográfica, con desenfado plebeyo. Por ejemplo, hay un zócalo que dice "El país está enquilombado". No esquiva los sobresaltos ni evita los momentos de regocijo. Más bien apuesta a la comicidad involuntaria de un devenir catastrófico. Como si la historia pudiera ser considerada simultáneamente tragedia y farsa y una cosa no fuera en desmedro de la otra.
Hay un aire de familia con los sketches de Capusotto sobre los 70. Montalbano mira una época desquiciada que no es posible entender del todo -lo que no equivale a decir que no se entiende nada. La narración está estructurada a partir de ciertos ejes: el peronismo y sus conflictos internos, el discurso protocolar de un estado represivo, el deporte -en este período vuelve constantemente a Monzón, Reuteman y Bonavena como casos emblemáticos-, el cine -sobre todo Leonardo Favio pero no solo él. Y especialmente la música popular como gran narradora de la historia, desde Pedro y Pablo hasta Quilapayún, pasando por Los Iracundos, Buenos Aires 8, Piero, Marilina Ross, Astor Piazzolla, Charly García, la música beat. La música no redunda los hechos referidos sino que se resignifican una a los otros. En esos núcleos musicales/históricos se encuentran los hallazgos más interesantes de esta narrativa.
Hay un aire de familia con los sketches de Capusotto sobre los 70. Montalbano mira una época desquiciada que no es posible entender del todo -lo que no equivale a decir que no se entiende nada. La narración está estructurada a partir de ciertos ejes: el peronismo y sus conflictos internos, el discurso protocolar de un estado represivo, el deporte -en este período vuelve constantemente a Monzón, Reuteman y Bonavena como casos emblemáticos-, el cine -sobre todo Leonardo Favio pero no solo él. Y especialmente la música popular como gran narradora de la historia, desde Pedro y Pablo hasta Quilapayún, pasando por Los Iracundos, Buenos Aires 8, Piero, Marilina Ross, Astor Piazzolla, Charly García, la música beat. La música no redunda los hechos referidos sino que se resignifican una a los otros. En esos núcleos musicales/históricos se encuentran los hallazgos más interesantes de esta narrativa.
Hay grandes picos emotivos, como el de la jornada del 25 de mayo del 73, con el traspaso del mando de Lanusse a Cámpora, la liberación de los presos políticos y esa misma noche el estreno de Juan Moreira. El regreso de Perón al Congreso el 1 de mayo del 74 -dos meses antes de su muerte-, está musicalizado con "Photography" de Ringo Starr y George Harrison. Otro núcleo muy bello articula los conflictos internos del peronismo que conducen al asesinato de Rucci con la música de Waldo de los Ríos para Boquitas pintadas. Una cierta indolencia beat va impulsando esos años frenéticos hacia el abismo de la dictadura. Como hasta ahora llegó hasta el año 76 -impresionante el cumpleaños de Isabel al que asisten Videla, Massera y Agosti, semanas antes del golpe, mientras todo se "despelota"- va a ser interesante ver cómo se las arregla para tratar los años más oscuros del terror estatal.
Acá está la serie de los 70 publicada hasta ahora. Y en youtube pueden encontrar los capítulos de las décadas anteriores, que todavía no vi.
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