Un padre orgulloso y feliz de estar con su hijo que trabaja de drag queen y lleva la bandera LGTB en el bolsillo. Y un hijo orgulloso y feliz de estar con su papá que acaba de asumir como Presidente.— Edgardo Rovira (@EdgardoRovira) December 11, 2019
Hay detalles que te hacen pensar que sí, pueden venirse muy buenos tiempos. pic.twitter.com/ozaA2bVGqc
[Nota del editor: Estanislao no "trabaja" de drag queen, es drag queen].
Genética peronista
Sí, hay buena genética peronista asegurada. Porque los cuadros mayores no serán eternos. Y el vínculo fuertemente emocional de los chicos jóvenes con sus referentes inmediatos y con los aún mayores en inevitable ciclo de extinción debe evolucionar a otro tipo de convencimiento. Ayer estuve en la plaza y notaba esa adoración naïve más parecida a la que se profesa por un rockstar. Está bien en lo inicial, pero debe evolucionar a ideología práctica y mucha, pero mucha, hibridación con otras especies peronistas.
ResponderEliminarÉstos que eran apenas pibes respetuosos de un pasado cruento y hoy se lanzan a desafío de gestión altamente creativa evolucionaron a dirigentes de peso. De ellos se espera mucho en este gobierno y no dudo de que el traje dirigencial les cuadra porque asimilaron experiencia. Pero esa experiencia debe ser cruzada, maridada, con los cuadros jóvenes sindicales y municipal/territoriales. El mutuo aprendizaje y la frecuentación diversa son imperiosos. Porque el sindicalismo "gordo", así como las también creativas intendencias que hoy estelarizan en los conurbanos, tampoco serán eternos y esa debida sucesión debe estar garantizada. Hay que cruzar especies para que las viejas mañas acomodaticias no se reproduzcan. Lo que hoy es unidad circunstancial debe consolidarse. La experiencia que Kicilof desarrolle será vital en ese sentido. Y la evolución de un cuadro como él que se lanzó sólo a pisar territorios debería ser la norma en aquellos que tuvieron y tienen el privilegio de la formación universitaria.
El adversario es terrible y, me temo, internacional también. Tenemos mucho en contra. Se les dijo muy clarito a las corporaciones diversas que les mediremos los pasos. La respuesta no se hará esperar.
Pero hay voluntad de encarar urgente una batería de medidas sustantivas y eso será prontamente visible a nivel popular.
Lo que esta vez debemos evitar es ser involuntariamente funcionales: esto de levantarles el país para que luego regresen los de siempre a despedazarlo; esto de acudir a reconstruir cuando el poder concentrado y las izquierdas declamativas, por fuerza y a disgusto, nos toleran un ciclo reparador. Al listado de "nuncamases" hay que agregar otro axioma adicional: Giles, nunca más. Saludos, Claudia.