por Lidia Ferrari
En la entrevista que le hace Navarro a Jorge Alemán el 29 de septiembre hay algo para pensar y no precisamente el título efectista con el que presentan el video.
Sintetizo la línea del diálogo que me interesa.
Navarro: Coquetean con la violencia (la derecha en las redes sociales).
JA. Eso es una consecuencia de las redes sociales. Te obligan a estar en la agenda de ellos y te obligan a que los sectores nacionales y populares o progresistas sean una especie de ejército de Twitter respondiendo a eso. Como vos no podes tomar la calle ni movilizarte, todo el tiempo tenés que responder por lo que ellos hacen y, como cada vez son más disparatados e incongruentes, te obligan a seguir en la lógica de lo que ellos imponen. Eso me trae a mí un poco de preocupación, porque veo muchos medios que se pasan todo el día respondiendo a esas cosas.
Navarro pone de ejemplo a un político del gobierno al que que en los programas amigos le preguntan todo el tiempo por la tapa de Clarín.
JA. Claro, entonces no estamos hablando nunca de lo que podemos hacer nosotros, cómo nos organizamos, qué tipo de proyectos y como distinguirnos nosotros al enemigo, que es la obligación que tiene aquel que está comprometido con un proyecto transformador: decir cuál es la situación del mundo ahora. A mí me parece que hay mucho internismo. Yo estoy muy atento a la Argentina... Verdaderamente hay momentos que digo [acerca de los medios argentinos afines]: "Esta es la agenda de la derecha. Yo te obligo a discutir en mis términos, te obligo todo el tiempo a desmentirme".
Navarro: ¿Hasta dónde uno puede llevar a cabo proyectos políticos y económicos sino tiene la posibilidad de narrarlos, explicarlos para hacer que tome encarnadura en la sociedad?
JA: … Uno de los motivos por el que se nos puso mal es la pandemia y lo que hace todo el tiempo la derecha con sus pasajes al acto es que nos obliga a estar a la defensiva explicándonos, no verdaderamente a construir un relato afirmativo.
Navarro: Si a vos te cuesta tanto explicar los motivos del pesar de la gente, de lo que están viviendo, es un obstáculo también para ganar una elección.
JA: Es un obstáculo muy serio.
Tomo nota de este diálogo porque JA intenta poner en discusión el problema de que los medios afines al proyecto del gobierno nacional están siguiendo la agenda de la oposición. Lo que hace JA es advertir (es mi lectura) que los medios afines no deben seguir esa agenda, hablando siempre de lo que ellos plantean. Es interesante porque se desliza, en segunda línea, una forma de decir las cosas, donde la derecha maneja la agenda y se impone y los proyectos populares tienen la ‘obligación’ de seguirlo. Aparece varias veces ese ‘te obligo’ a desmentirme, ‘te obligan a seguir la lógica de ellos’. Pienso que esto puede tener dos lecturas. Una es la metafórica, que estaría diciendo ‘pareciera que te obligan’ o ‘te sentís obligado’; pero también, si lo escuchamos en su literalidad, suena que estás obligado y no podés sustraerte. Habría que discutir si es que efectivamente uno está obligado a ello. La línea de Alberto y Cristina es clara, ellos hablan de todo lo que están haciendo.
Por eso cuando Navarro dice: ‘Si a vos te cuesta tanto explicar los motivos’, pareciera que es el gobierno el que no puede o no sabe narrar y no los obstáculos que parecen ser insalvables. De ahí que las diferentes formas de decir se pueden deslizar a esas críticas que se le hacen al gobierno de no saber comunicar. ¿Entonces en qué quedamos? ¿No te dejan por la misma estructura narrativa de la oposición, por sus disparates que hay que desmentir, por la potencia de poseer los medios hegemónicos o porque vos no sabes comunicar? Podría haber de las dos cosas, pero hay que tomar posición. Entonces, el periodismo nac&pop debería poder abstenerse de hacerle el juego a la derecha. Y esa es una decisión narrativa. También se les podría pedir a los propios militantes y adherentes tomar igual decisión. Abstenerse de comentar, difundir, multiplicar, repetir lo que dice la oposición. Es imprescindible.
Esto sucede en todos lados. En Italia son impresionantes las fakes que todo el tiempo los medios hegemónicos y la oposición disparan sobre el gobierno. Es una guerra de la narración donde ellos tienen las mejores armas, el colosal poderío de un ejército de súbditos en la prensa y un ejército de trolls en las redes sociales. Pero están del lado de la mentira y del poder inescrupuloso, en contra del ejercicio de la democracia con sus armas colosales. Del lado de los proyectos progresistas hay una genuina intención y la verdad en la mano. Denunciar la mentira de ellos todo el tiempo agota los recursos, porque es continua e insistente. Jorge Alemán plantea una dirección, dejar de estar todo el tiempo hablando de la agenda de ellos. Es difícil porque el escándalo, la miserabilidad y el disparate convocan más la atención del público que la razonabilidad y la sensatez. Pero se trata de una elección forzada, hablar de lo propio e imponer la propia narración.
Lo ideal sería que los funcionarios llamados a declarar (suena muy judicial, ya sé, pero algo de esto hay también en la actitud de la oposición, una especie de juicio de residencia permanente).
ResponderEliminaremplearan dos argumentos, uno que sin hacerlo explícito, cuestione la veracidad, tipo, "si vos elegís creerle a ese medio", y la otra, expresar que uno se pone a disposición para hablar de las acciones de gobierno efectivas, no de las opiniones que los medios pudieran tener de ellas. Razones, justificaciones técnico-políticas y expectativas respecto de sus efectos a corto, mediano o largo plazo.