sábado, 29 de mayo de 2021

Cuando en 2019 lo derrotamos políticamente, el fascismo redobló la apuesta: cómo lo enfrentamos en medio de la pandemia

Desvelando su estrategia mortífera y ampliando nuestra base de sustentación - Una conversación en la radio de las Madres


Anoche participé en el programa Detrás de las noticias de AM 530, la radio de las Madres, de una conversación con Sergio Villone y Tavo Civeiro de la actualidad política nacional, de la feroz ofensiva fascista que intenta desestabilizar al gobierno democrático en el contexto de la pandemia, valiéndose de una tecnología de la mentira que intenta enloquecer a la población y apuesta a provocar fisuras en la unidad del Frente de Todos: ¿cómo enfrentarnos, desde el campo de la cultura y la comunicación, a un poder tan despiadado? La conversación me sirvió para pasar en limpio algunas ideas sobre esta etapa, que a veces me da fiaca dejar por escrito en el blog:

- Estamos atravesando -digo- un experimento monstruoso que surge desde las usinas del poder, que no necesariamente coinciden con el poder democrático que nosotros votamos, sino con el poder permanente, ese que sigue manejando los tribunales, que maneja los medios de comunicación corporativos. Ahí parece que la democracia no llega. Nosotros podemos ir a depositar nuestro voto, militar, esclarecer, debatir, pero hay ciertos poderes que no se mueven de su lugar. Te voy a decir más: parecería que cuando el Frente de Todos ganó las PASO en agosto de 2019 se hubieran puesto peor. La derrota política que sufrieron estos sectores autoritarios, al borde del fascismo en muchos casos, los enervó más y acentuaron más esas políticas agresivas. Y estamos sufriendo una ofensiva donde la comunicación está jugando un papel importantísimo. Hay un montón de gente que está sometida, quizás ingenuamente, durante gran parte de su día a mentiras sistemáticas y a mensajes enloquecedores. Yo no quiero pensar qué pasa por la cabeza que está mirando por ejemplo 8 horas diarias TN, A24 o La Nación +. Me parece que terminan con un desorden mental bastante preocupante. 

Villone me recuerda que, desde una perspectiva histórica, estas ofensivas ya la sufrieron otros gobiernos populares y que durante el primer kirchnerismo se intentaron hacer cambios que finalmente no prosperaron.

- Ellos van perfeccionando su tecnología, eso que llamamos el desarrollo tecnológico tiene una dirección. Fijate cómo prospera la confusión, la desinformación, fenómenos como el terraplanismo, los antivacunas, el renacimiento de los discursos prodictatoriales, que no son solamente locales. Estas ultraderechas aparecen en Latinoamérica, incluso en Europa. Yo veo que hay una cierta coordinación. No es un fenómeno específico de nuestro país, aunque en nuestro país se da con ciertas características y ciertos personajes. Pero vos ves ultraderchas muy parecidas, en Brasil directamente lo tienen en la presidencia. En Estados Unidos tuvieron hasta hace poco también a uno de estos en la presidencia, no porque ahora tengan un buen gobierno, pero por lo menos no tienen a un demente como el que tuvieron hasta hace poco. 

 Interviene Tavo: "La pregunta del millón es cómo se combate eso. Qué hay que hacer para quienes creemos que otra manera de comunicar es factible y es la necesaria también".

- Mirá, es una reflexión permanente. Hay que analizar cómo actúan, cómo se mueven ellos. Cuando le dimos la cachetada de la primaria de agosto de 2019, que no se la esperaban, porque ahí ellos contaban con todos los poderes alineados: mediáticos, un préstamo del FMI más grande de la historia para bancar una campaña, la persecución judicial y mediática para desprestigiar al proyecto popular, a través de la figura de Cristina y de otros funcionarios del kirchnerismo, con todos esos poderes alineados ellos no se esperaban esa cachetada de las PASO, entonces se trataron de recomponer en pocos meses para sacar algunos puntos más para tratar de arañar la segunda vuelta y afortunadamente no pudieron. Pero desde ese momento se pusieron muy agresivos, ¿no? De nuestro lado, para evitar una nueva derrota del campo popular lo que tuvimos que hacer es una coalición heterogénea. Esto es un dato, también tenemos que conocernos a nosotros. No somos los mismos del 2008. Algunos seguimos estando, pensando lo mismo y apuntando lo mismo, pero el Frente de Todos es un frente de salvación nacional que excede al proyecto popular del kirchnerismo de la primera década del siglo. Fue necesario que nos tuviéramos que juntar con otros sectores con los que tenemos matices, hay diferencias, tenemos que discutir entre nosotros, pero tenemos que tener en cuenta que hay que mantener la unidad para enfrentarlos. Y después pensar en qué fallamos, en qué venimos fallando, en que falló el primer kirchnersimo, cómo hay que hacer las cosas para superar estos desafíos, porque ellos siempre redoblan la apuesta, ahora son mucho más agresivos. Si vos analizás el desempeño de la derecha, de los medios y el poder judicial. El caso Nisman, por ejemplo. Ahora con mucho menos te arman continuos desbarajustes, como el fallo de la Corte Suprema que horada el poder presidencial. Respondiendo a tu pregunta: el desafío para nosotros no es volver a hablarnos a los que ya sabemos que estamos convencidos de para qué lado queremos ir, sino cómo encontramos formas de conectarnos con un sector de la población que quizás no está tan politizado, que no está hiperinformado, tenemos que encontrar un lenguaje que sume más gente: ese me parece que es el desafío más difícil.

Esto es solo la primera parte de una conversación que luego se deriva al boicot de Larreta a las políticas sanitarias del gobierno nacional, a la maniobra de pinzas que hacen entre supuestos palomas y halcones de la derecha, en forma coordinada con los fallos judiciales amañados y la operación permanente de los medios corporativos. Hablamos de Bullrich, del fallo del caso Chocobar, de los procedimientos de simplificación discursiva del fascismo, que instala slogans de estructura sencilla pero básicamente falsos o incomprobables, como que "hay evidencia de que las clases presenciales no contagian", o la "meseta" con la que el gobierno de CABA quiere naturalizar que coexistamos con 500 muertos diarios, como si eso fuera aceptable, sabiendo que a la postre, cuando se cuenten los muertos van a hacerle pagar el costo mortífero que ellos propiciaron al gobierno nacional cuyas restricciones no acatan. El despliegue de poder fascista tiene una persistencia y una determinación que requiere que advirtamos su auténtica vocación destructiva y no caigamos en la ilusión de sus simulaciones dialoguistas. La pandemia no nos permite activar nuestra tradición movilizadora: ahora nuestro inesperado modo de movilización es no salir a exponernos al contagio y eso la derecha lo explota convocando a pequeños grupos de delirantes cuyos disparates son amplificados desde los medios. Escuchen la entrevista completa acá:


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