miércoles, 28 de julio de 2021

Dylan McCartney

 

No sé si están viendo McCartney 3,2,1, la serie de Paul que tiene seis capítulos de media hora en los que repasa distintas canciones de su obra,  algo genial. Justo sale al mismo tiempo que el streaming de Dylan, Shadow Kingdom, casi simultáneamente. Esa simultaneidad permite apreciar que son las dos personalidades más opuestas que puedan haber existido y de la combinación de ambos Dylan/McCartney, sale todo lo que queda en el medio, o sea el rock. 

McCartney es el rey Midas y todo lo que toca, los más sencillos acordes, los convierte en oro. No tiene una personalidad enigmática, parece un tipo común, un par que habla de hacer canciones, como un panadero que explica cómo hace el pan, lo que pasa es que hace las canciones que uno jamás podrá olvidar: "Blackbird", "Hey Jude", "Here, there and everywhere", "Eleanor Rigby", "Band on the run". Con una sola de las mil que hizo habría pasado a la historia, pero él las cuenta como si no hubiera un misterio y cualquiera pudiera hacer una cosa tan fácil.

   
 
Creo que no es casual que haya aparecido esta serie a mediados de año, porque Peter Jackson, el neozelandés de El Señor de los Anillos, está desde hace dos años montando un documental con muchísimas horas descartadas de la grabación del disco Let It Be, un material que parece ser joya y durante años nadie le había dado bola, porque los Beatles se pelearon después de eso y la película oficial Let It Be a ninguno de ellos le había gustado. Jackson se encontró con un metraje alucinante que se iba a estrenar en cines el año pasado cuando se cumplían 50 años de Let It Be, pero por la pandemia pararon el estreno y Jackson siguió trabajando. Es tanto el material que decidieron que sea una serie de varias horas en lugar de una película para los cines. Cosas de la época. Seguro que va a ser extraordinaria, vamos a volver a verlos mejores. Pero como hizo otras veces Paul habrá pensado que tenía que adelantarse a ese acontecimiento beatle y largó esta serie solo él conversando con el productor Rick Rubin, de toda su obra, no solo los Beatles, un patrón de conducta típicamente McCartney. Es sensacional cada episodio, el intimismo que logran solos con Rubin escuchando los canales separados de esas canciones eternas, los pequeños truquitos inaudibles, los yerros que se convirtieron en aciertos geniales. 


Por estos mismos días Bob Dylan anuncia su broadcast Shadow Kingdom, el reino de la sombra, que genera una expectativa descomunal como todo lo que hace. Salió el domingo pasado on demand, u$s 25. ¡Todos esperando un show on streaming! Y él una vez más muestra toda su oscuridad y su misterio  impenetrable, que solo habla por las letras de sus canciones. En sus shows ni dice "good night", el tipo más hermético que existe. Hizo esta especie de film noir que alguien definió como "Rough and rowdy ways meets Twin Peaks", parece sacado del capítulo 8 de la tercera temporada de la serie de Lynch. Un bar de mala muerte, oscuro y polvoriento, las cortinas rotas, la luz que viene de afuera, el aire denso, el público escucha impávido, no aplaude ni nada, como si estuvieran tocando los músicos de un bar de ruta, una banda acústica. Los parroquianos fuman sin parar, el local lleno de humo, algo que ya no se puede en ninguna parte. Una banda acústica. Lo insólito es que todos los músicos tienen barbijos, no se les ven las caras, y es totalmente incongruente con el público fumando. Muchos de los fans después de 60 años todavía no lo entendieron y comentaron en las fanpages que toda esa gente fumando era una falta de respeto a las medidas sanitarias. La combinación del público fumando sin parar y los músicos con barbijo es absurda pero nadie se ríe. Bob canta sin barbijo, obviamente, hace sus clásicos de los años 60, "Early songs" dicen los títulos, pero en versiones nuevas, arreglos muy folkies. En las páginas de fans se arman discusiones porque algunos esperaban un streaming normal y dicen que no se ve bien si la boca de Bob está en sincro con voz o hace playback. Cuando su cara no está en un contraluz completo, la boca está tapada por un micrófono antiguo.

   

Los quejosos decían que habían pagado sus 25 dólares y querían un show como se debe y no esta película que parece una pesadilla. A pesar de todos estos años todavía hay quienes esperan que haga lo previsible y Bob siempre hace algo mejor. Deberían seguir a Bon Jovi, que siempre les va a dar lo que esperan. 

En fin, para decir que Bob y Paul hicieron casi al mismo tiempo dos cosas que son una el extremo opuesto de la otra porque ellos son opuestos y sin ellos el rock no habría existido. Paul transparente y amable, Bob opaco e impenetrable. Pero también puede ser al revés: hay algo de cálculo en la naturalidad de Paul y mucho de pulsión involuntaria en la antipatía de Bob. Igual es el mismo concepto: ellos son los extremos y en el medio lo demás.


Bob Dylan habla de McCartney: “Quiero decir que McCartney me asombra. Él es el único que me asombra. Pero me asombra. Puede hacerlo todo y nunca se rinde, ya sabés. Tiene el don de la melodía, tiene el ritmo. Puede tocar cualquier instrumento. Puede gritar y grita tan bien como cualquiera y puede cantar la balada tan bien como cualquiera, sabés ... Y sus melodías salen, ya sabés, sin esfuerzo. Estoy asombrado por él, solo porque todo lo hace tan malditamente bien y sin esfuerzo. Quiero decir, solo desearía que se retirara, ya sabés. Cada cosa y todo lo que sale de su boca tiene melodía". 


A Paul le preguntaron qué le pareció el último disco de Bob:  “Siempre me gusta lo que hace. A veces desearía ser un poco más como él. Es legendario... ¡y no le importa un carajo! Yo no soy así. ¿Su nuevo disco? Pienso que es muy bueno. Escribe muy bien. Me encanta su forma de cantar, llegó a través de esos álbumes de standards como todo un crooner. La gente me pregunta de quién soy fan y Bob Dylan y Neil Young siempre están en la lista".

2 comentarios:

  1. Un blog interesante que requiere tiempo leerlo. Lo haré lentamente cuando tenga tiempo. Me gusta el haberlo descubierto

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  2. Un blog interesante que requiere tiempo leerlo. Lo haré lentamente cuando tenga tiempo. Me gusta el haberlo descubiertoSoy de Miami argentina sin remedio Saludos y espero verte Sin comentarios no somos bloggers
    Mucha

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