viernes, 19 de enero de 2018

Quien quiera oír que oiga lo que quiera oír



Lo que dice este documento es básicamente cierto. Lo podemos suscribir sin ninguna objeción. Se parece a lo que, por ejemplo, en este blog venimos publicando desde el verano de 2016. Lo reproducimos íntegro:

QUIÉN QUIERA OÍR QUE OIGA
DECLARACIÓN DE MAR DEL PLATA


El 10 de diciembre de 2015 asumió un nuevo gobierno, muchos Argentinos depositaron las esperanzas en un cambio positivo que viniera a corregir lo que estaba mal y a sostener lo que estaba bien. Que viniera a luchar enérgicamente contra la inflación que se come el sueldo de los trabajadores. Que viniera a pelear frontalmente contra la pobreza y que viniera a dotar a la República de más institucionalidad.
Creíamos y creemos en la necesidad de una Argentina de encuentro y diálogo institucionalizado, sustentable en el tiempo, en una mesa a la que se debe convocar a TODOS, tal cual lo reclama el Papa Francisco.
Un diálogo que nos debe resolver los enormes problemas de los argentinos, con un norte claro puesto en la PRODUCCIÓN, EL TRABAJO, EL EMPLEO Y LA EDUCACIÓN, pero en el que no pueden ni deben estar ausentes las distintas realidades de nuestra Patria.
Lamntablemente nos encontramos desde un principio con un gobierno de CEO'S directores, accionistas, dueños de empresas nacionales y multinacionales que en una clara afrenta a la ley de ética pública asumían sus cargos con total desparpajo conservando acciones e injerencias en sus empresas y beneficiando claramente de manera ostensible sus propios intereses.
Y como para la construcción de un relato desde un lugar confortable, se necesita un enemigo, todo aquello que se opusiera era el pasado, era el peronismo, eran los sindicatos, mezclando en la comunicación situaciones de funcionarios, sindicalistas y algunos (por cierto, pocos) empresarios investigados por corrupción.
El diálogo paso a ser un monólogo, mesas a las que sentados todos, nadie se iba con obligaciones (salvo por supuesto los trabajadores).
Proyectos que se planteaban en determinados términos y que luego aparecían escritos con la innegable pluma de los asesores empresariales, contradiciendo los acuerdos alcanzados.
Hoy entrando en su tercer año de mandato nada de lo que se prometió se ha cumplido, por el contrario:
Es imposible suponer que se va a eliminar la pobreza o tan sólo bajarla si se sigue sosteniendo un trazado económico contrario al interés Nacional. Es imposible suponer que las inversiones se van a realizar en sectores productivos que generan mano de obra si siguen fomentando la timba financiera con intereses y emisiones de deuda que generan ganancias especulativas siderales .
Es imposible pensar una mejor institucionalidad y calidad democrática, mientras se sancionen leyes como la reforma previsional y tributaria que siguen favoreciendo a los sectores concentrados de la economía y castigan a los más amplios sectores alcanzados por la seguridad social, tal el caso de los compañeros jubilados y pensionados a quienes se les ha disminuido el ingreso.
No es posible creer que se busca transparentar la defensa de los trabajadores cuando se alienta la desafiliación sindical desde el propio estado, incurriendo en una práctica desleal. Tampoco es posible creer que anulando por decreto la paritaria docente se busca un mayor equilibrio entre los actores.
Es imposible suponer que haciendo denuncias mediáticas, judiciales, tributarias y a través de un aparato comunicacional afín con amenazas de auditorías, etc. se logra una mayor eficacia en la defensa de los derechos de los trabajadores.
En todo caso este tipo de estrategia gubernamental sólo busca la deslegitimación de las organizaciones sindicales ante la sociedad para avanzar con rapidez sobre el salario y las condiciones de trabajo.
Lo único que ha hecho el gobierno en estos más de dos años ha sido:
a) Hacer perder el poder adquisitivo de jubilaciones y salarios.
b) Condonar y blanquear las deudas de los evasores.
c) Rebajar el sueldo de jubilados, pensionados y programas sociales.
d) Llenar las góndolas argentinas con productos extranjeros que conspiran contra el trabajo de los argentinos.
e) Endeudar el país de manera inaudita.
f) Hacer más ricos a los ricos y mas pobres a los pobres.
POR ELLO DECIDIMOS
1.- Repudiar enérgicamente los recortes a los jubilados y reclamar la derogación de la ley sancionada en la materia y poner a disposición de nuestros compañeros nuestros servicios de asesoramiento jurídico gratuito para iniciar acciones judiciales y todas las medidas pertinentes.
2.- Exigir negociaciones paritarias libres y sin topes.
3.- Habida cuenta que el Poder Ejecutivo impulsó la reforma laboral en un contexto donde la verdadera intención era la reforma Previsional que conlleva la rebaja del ingreso de los sectores más desprotegidos de la sociedad, decidimos no acompañar el proyecto de reforma laboral presentado en el Senado por el Poder Ejecutivo.
4.- Rechazar el DNU 27-18 particularmente en lo atinente a los temas laborales (inembargabilidad del sueldo, tal como rezan las resoluciones de la OIT), prohibición de disposición de los fondos del ANSES para la timba financiera, desfinanciamiento del sistema de Seguridad Social), por ser notoriamente inconstitucional .
5.- Apoyar y acompañar activamente a las organizaciones que se declaren en conflicto en razón de estos fundamentos expresados en el presente documento.
6.- Convocar a técnicos, asesores y a todos los compañeros para elaborar un programa básico de coincidencias, respecto al destino y modelo de País.
7.- Requerimos a los legisladores que no acompañen con su voto la sanción de leyes que vulneran y cercenan derechos de los trabajadores y los sectores más desprotegidos de la sociedad.
El presente documento es dado en la ciudad de Mar del Plata (Pcia. de Buenos Aires) a los 18 dias del mes de enero de 2018 para ser presentado ante las autoridades de la C.G.T.

Algunos medios titulan la noticia como una "dura declaración de la CGT", pero todavía no se trata de eso. Las preguntas inmediatas son: ¿por qué ahora, si todo esto se sabe desde hace rato? ¿Por qué no se pronunciaron, por ejemplo, antes de las elecciones, cuando se podría haber evitado el triunfo oficialista que hoy posibilita esta ofensiva antiobrera? La respuesta pragmática dice: nunca es tarde

El documento es el resultado de una reunión en Mar del Plata en la que participaron dos de los triunviros que hoy conducen la CGT, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, que representan la continuidad de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo respectivamente en la actual conducción. No estuvo Héctor Daer, el tercer triunviro. 

El documento fue redactado por Schmid y el secretario de los Bancarios, Sergio Palazzo, líder también de la Corriente Federal; es decir, dos de los sindicalistas de formación política más sólida entre los sectores reunidos, independientemente de sus diversos posicionamientos políticos en los últimos años.

En la mesa desde donde los líderes sindicales se pronunciaron estaba presente también el ferroviario Omar Maturano. El y Palazzo son los dos nombres que este sector del sindicalismo promueve como candidatos a una conducción unificada de la CGT. No estuvieron los llamados "gordos" de los grandes gremios de servicios, los autodenominados "independientes", en realidad oficialistas de todos los gobiernos, los sindicatos de la industria como SMATA y UOM, ni los colectiveros de la UTA, decisivos a la hora de convocar a un paro general. Es decir, la reunión muestra objetivamente una versión fortalecida de las alianzas que ya se expresaron en los últimos meses, como en la marcha del 29 de noviembre pasado, o en el extraño paro general convocado el mediodía del 18 de diciembre, en oposición a la llamada "reforma previsional". 

Al final del documento se dice que será presentado a las autoridades de la CGT. ¿Se trata de un salto cualitativo de los sectores sindicales contra el gobierno o de una consolidación de un polo opositor en la interna cegetista? ¿Esta vez sí se puede confiar en la decisión del moyanismo y el barrionuevismo, que desde el multitudinario acto del 29 de abril de 2016 vienen amagando con oponerse, para terminar reculando? ¿Aprietan para negociar? ¿Se decidieron realmente a llevar a la acción las intenciones que declaran en el documento con mucha precisión? ¿Algunos de los presentes ayer puede volver a cruzar la línea hacia el oficialismo, si sus intereses personales vuelven a encontrar eco en el gobierno? ¿O el paso que ayer dieron no tiene retorno y significa el lanzamiento de una CGT realmente opositora, que se pliegue a lo que desde hace mucho tiempo vienen sosteniendo las dos CTA? Es difícil decidirse categóricamente por alguna de estas posiciones.

Se sabe que las CGT Regionales están en su mayoría de acuerdo con estos términos. Y también que un sector muy importante de la burocracia sindical no muestra ninguna intencións de pasar a la oposición.

Gabriel Fernández, de La Señal Medios, expone una perspectiva optimista. Dice:

"La llegada de los gordos de la CGT al frente opositor denota que la profundidad del sendero oligárquico carece de retorno y ni siquiera permite pasos tácticos de contención hacia aquellos con intención negociadora. La Corriente Federal, el moyanismo y las dos CTA hace rato que tenían claro el panorama. Ahora, los que quisieron estirar las gestiones, observan que no hay nada, para nadie. El capital rentístico no reparte ni siquiera a sus cercanías sociales. Absorbe y fuga, sin más. Como señaló hace algunos meses la CFT, si no cambia la política económica, el país va a la quiebra. El movimiento obrero, a diferencia de otras franjas irresolutas, se pone al hombro el conjunto de la economía nacional y señala el camino: aumento del poder adquisitivo, presencia activa estatal, protección industrial, carga impositiva a las grandes fortunas".

Pero lo cierto es que no todos los gordos -ni mucho menos- estuvieron ayer firmando el documento y es arriesgado afirmar que cuando se presente en el Consejo Directivo de la CGT este órgano lo apruebe. El periodista Mariano Martín, especializado en noticias gremiales de Ambito Financiero, se muestra más escéptico acerca de la unidad del "movimiento obrero" detrás de este diagnóstico y del virtual plan de lucha que de él se derivaría:

"Entre los sectores ausentes ayer, los de mayor vocación de diálogo con el Gobierno, afirmaban que el pronunciamiento no tendrá viabilidad en el Consejo Directivo de CGT. Basaban esa confianza en que ayer concurrió al hotel marplatense Presidente Perón, de los gastronómicos, un puñado poco representativo de los 37 miembros de la conducción. Incluso en esos espacios se mofaban de la vocación al parecer beligerante de los gremialistas por entender que corrían el riesgo de quedar asociados, con sus denuncias, a sindicalistas investigados o incluso encarcelados como Marcelo Balcedo" dice Martín.

En pocas semanas se verá si este es otro amague destinado a disolverse en la nada, si cristaliza la división entre una CGT oficialista y otra opositora o, en el mejor de los casos, si toda la CGT se pliega a esta posición. Se verá también cómo repercute este documento en otros sectores del peronismo vacilante y del opoficialismo encarnado hoy por los gobernadores pejotistas y el cenador Peceto. 

Veremos.

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