sábado, 15 de marzo de 2008

Esperando a Bob IV


Bueno, la década del 80 fue un bochorno tras otro, como si Dylan estuviera empeñado en demoler su mito... o en erigir un mito bochornoso. Cada disco hacía añorar al disco anterior, sus participaciones en USA for Africa y en la gira de Amnesty resultaron lamentables. Se empezó a vestir de un modo estrafalario, como un decadente crooner de algún casino de Las Vegas. En vivo aparecía habitualmente desconcentrado, arruinando sus viejas gloriosas canciones. ¿Drogado? ¿Burlándose de todos? ¿Era el viejo maestro de la máscara, ahora más oculto que nunca?

Así que al terminar los 80 fue inevitable tener que volver a descubrirlo, cuando con la producción de Daniel Lanois lanzó su exquisito Oh, Mercy (1989). La era del CD hizo que se empezaran a editar oficialmente grabaciones que por años se habían vendido en el mercado pirata. También se editaron CD boxes con sus versiones alternativas, muchas veces superiores a las editadas oficialmente. Hubo que acostumbrarse nuevamente a decir: este es uno de los mejores discos de su carrera. Hubo que decirlo otra vez cuando en 1997 lanzó el extraordinario Time out of mind, después de que una extraña bacteria casi se lo lleva al otro mundo. Al año siguiente compone una canción para la película Un fin de semana de locura. Y gana el Oscar. La canción se llama...



LAS COSAS HAN CAMBIADO

Un hombre afligido con una mente afligida
Nadie frente a mí y nadie detrás
Hay una mujer en mis rodillas, está bebiendo champagne
Tiene la piel blanca, tiene ojos asesinos
Estoy buscando en los cielos teñidos de zafiro
Estoy bien vestido, esperando el último tren
Parado en el patíbulo con la soga al cuello
Esperando en cualquier momento escaparme del infierno
La gente está loca y los tiempos están raros
Estoy encerrado, estoy fuera de rango
Antes me importaba, pero las cosas cambiaron

Estoy yendo cuarenta millas por un camino malo
Si la Biblia está bien, el mundo va a explotar
Yo estuve tratando de ir tan lejos de mí como pude
Algunas cosas son muy calientes para tocarlas
La mente humana apenas puede soportar tanto
No podés ganar en una mano perdedora
Siento como si me enamorara de la primera mujer que encuentro
Poniéndola en una carretilla y llevándola calle abajo
La gente está loca y los tiempos están raros
Estoy encerrado, estoy fuera de rango
Antes me importaba, pero las cosas cambiaron

Yo fácilmente te lastimo, sólo que no lo demuestro
Podés lastimar a alguien y ni siquiera saberlo
Los próximos 60 segundos podrían durar una eternidad
Voy a deprimirme, voy a volar muy alto
Toda la verdad del mundo se agrega a la única gran mentira
Estoy enamorado de una mujer que ni siquiera me atrae
Mr. Jinx y Miss Lucy, ellos saltaron al lago
No estoy tan ansioso para cometer un error
La gente está loca y los tiempos están raros
Estoy encerrado, estoy fuera de rango
Antes me importaba, pero las cosas cambiaron.


Cuando alguien es tan grande como Bob es lógico que genere expectativas desmesuradas todo el tiempo. La gente necesita ilusionarse, pero sobre todo, la gente necesita decepcionarse: así que este tipo al que tanto admiraba al final no resultó ser tan bueno... Dylan se lanzó hace más de 18 años a una gira interminable, The Never Ending Tour, y toca 3 veces por semana en estadios o en clubes locales. Se deleita en volver irreconocibles sus grandes temas o simplemente toca viejas canciones de la tradición del blues y del folk que sólo se guardan en su cabeza. Dice que no sabría qué hacer si dejara de tocar. Ya no es una gran estrella pop, ahora es simplemente el mejor. Esta noche toca en Buenos Aires.

Descubrir a “nuevos Dylans” es una especie de chiste tonto, porque la verdad es que resulta difícil imaginar que la industria del pop pueda hoy alumbrar a un tipo capaz de hacer canciones como esta.

MISSISSIPPI (2002, Love and theft)



Cada paso en el camino nos mantenemos a raya
Tus días están contados, los míos también
El tiempo se apila, luchamos, vamos tirando
Estamos completamente atrapados, no hay donde escapar.

La ciudad no es más que una jungla, más juegos para jugar,
Atrapado en su corazón, estoy intentando fugarme.
Fui educado en el campo, estuve trabajando en la ciudad
Tuve problemas desde el momento en que puse mi maleta en el suelo.

No tengo nada para vos, ni tenía nada antes,
Ni siquiera me queda ya nada para mí.
Cielo lleno de fuego, dolor que cae a cántaros
No hay nada que me puedas vender, nos veremos por ahí.

Todo mi poder de expresión y mis pensamientos más sublimes
Nunca podrían hacerte justicia ni en razones ni en rimas,
Sólo hay una cosa en la que me equivoqué
Me quedé en Mississippi un día de más.

Bueno, el diablo está en el callejón, la mula en el establo,
Decí lo que quieras, ya lo he oído todo.
Pensaba en las cosas que contaba Rosie,
Soñaba con que dormía en la cama de Rosie.

Caminando por entre las hojas que caen de los árboles,
Sintiéndome como un extraño que nadie ve,
Tantas cosas que nunca desharemos
Sé que estás triste, yo también lo estoy.

Algunas personas te ofrecerán la mano, otras no lo harán,
Ayer a la noche te conocía, esta noche ya no.
Necesito algo para distraer mi mente,
Te voy a mirar hasta que mis ojos queden ciegos.

Bueno, llegué hasta aquí siguiendo la estrella del sur,
Crucé ese río sólo para estar con vos.
Sólo hay una cosa en la que me equivoqué,
Me quedé en Mississippi un día de más.

Bueno, mi barco se ha quebrado en astillas y se hunde rápidamente.
Me ahogo en el veneno, no tengo futuro, no tengo pasado,
Pero mi corazón no está cansado, es liviano y es libre
Sólo tengo afecto para los que navegaron conmigo

Todo el mundo se está moviendo, si es que aún no han llegado,
Todo el mundo tiene que moverse hacia algún sitio.
Quedate conmigo, mi amor, quedate de todos modos,
Las cosas deberían ponerse interesantes en cualquier momento.

Mi ropa está mojada, ceñida sobre mi piel,
Pero no tan ceñida como la esquina en la que me retraté.
Sé que la suerte espera el momento de mostrarse generosa,
Así que dame la mano y decime que serás mía.

En fin, el vacío es infinito, frío como la arcilla.
Siempre podés volver, pero no podés volver del todo.
Sólo hay una cosa en la que me equivoqué,
Me quedé en Mississippi un día de más.


L. O.

2 comentarios:

  1. Bob Dylan sabe cómo hacer poesía con la desesperación.
    Mississippi es...increíblemente buena.

    "Te voy a mirar hasta que mis ojos queden ciegos"

    Bellísimo.

    Liliana.

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  2. Meridiana:
    sí, es increíblemente bueno cuando lo ves escrito. y cuando lo escuchás dicho por Bob es algo superior.
    saludos

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