Por Guillermo Villalobos
"En mi humor influía la desazón generalizada que iba carcomiendo la esperanza peronista. Los oficialistas, como los contreras, esperaban que algo ocurriera. En mi caso, a esa ansiedad íntima que apenas conseguí aletargar, debía sumársele esa otra, la popular. La ciudad estaba triste. Y su tristeza se extendía a los suburbios y las barriadas fabriles. Había empezado el desabastecimiento.Volvían los apagones de la luz. Faltaba la carne y subía su precio. Se comía pan y azúcar negro. Los salarios estaban congelados desde el año anterior. La inflación era toda una amenaza. La oposición no dejaba pasar una sola oportunidad para poner rumores en circulación."
El que cuenta es el profesor Gómez, personaje de La Lengua del Malon, novela de Guillermo Saccomanno, y se refiere a los momentos previos al golpe militar de l955. Gómez es un homre de clase media que confiesa que "hasta entonces, hasta el 55, hasta el bombardeo, la política me tenía sin cuidado. Enseñaba lengua en un secundario, daba clases de literatura inglesa en el profesorado y empezaba a trabajar en algunas traducciones. Puras pamplinas. El bombardeo me despabiló". Cabe recordar, diría un cronista, que cuando la historia oficial, el diario de los Gainza o el de los Mitre, nos cuentan los sucesos de setiembre de 1955 siempre pone el acento en el asalto a la catedral y el incendio al Jockey Club, responsabilizando al "aluvión zoológico" y se olvida de los de 400 muertos que produjo la llegada de la revolución libertadora. La Iglesia Católica apoyó fervientemente a los golpistas y el Jockey Club premió al almirante Rojas y al general Pedro Eugenio Aramburu nombrándolos socios honorarios.
Las bombas despabilaron a Gómez tanto como los secuestros y asesinatos despertaron a muchos que en l976 apoyaron el golpe militar contra Isabel Perón. El "medio pelo", diría Jauretche, recibió con alivio el reemplazo de Isabel por Videla, aunque ese alivio duró lo que duran 5 pesos en la puerta de un colegio. Hace unos pocos días contaba la Presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, que muchos familiares de desaparecidos le habían confesado que ellos también habían apoyado inicialmente el golpe militar. Recuerdo que poco después del 24 de marzo mi madre me visitó en la cárcel de Devoto y me dijo "menos mal que la sacaron a esta mujer, era un desastre", y el verdadero desastre vino después. También recuerdo que a mediados de 1975 me encontré en la esquina de Centenera y Cobo con Angelito Morresi, un veterano militante de la resistencia peronista, y el tipo, muy preocupado, me dijo: "nene, ustedes están equivocados, la quieren voltear a Isabel y lo que viene es mucho peor que Isabel, no entienden nada". Y yo, militante montonero, le contesté: "con el golpe se van a agudizar las contradicciones internas y el pueblo, conducido por nosotros, va a derrotar a los milicos". Así nos fue. Poco tiempo después desaparecía el sobrino de Angelito, a mí me metían en cana y todo se iba a la mierda.
Las épocas no son las mismas, el 55 no es el 76 y el 76 no es el 2008. Arturo Jauretche decía que para entender al peronismo primero había que ver quiénes eran sus enemigos, los contreras, los gorilas. Hoy, toda esa runfla se ha vuelto a juntar para echar al peronismo y nuevamente han conquistado a gran parte de nuestra bendita clase media. Parece que la Sociedad Rural ha conseguido la vacuna conta la posibilidad de ser pobre, la gran enfermedad de la época, y la clase media quiere ser nuevamente vacunada y está dispuesta a pagar lo que sea. "El matrimonio Kirchner dilapidó su poder y el país va camino de una crisis tan profunda como la de l976, cuando los militares voltearon a Isabel Perón en un contexto de violencia política. Puede haber sangre, aunque esta vez la salida no será violenta sino republicana. La responsable no es Cristina sino Néstor que se comporta como un marido golpeador." Este llamado a la desestabilizacion fue hecho pocos días atrás por una de las más genuinas gorilas que tanto admira la clase media, la mona mayor, Lilita Carrió. La que viaja una semana por todo el país y al regresar a su depto. de barrio norte ya sabe todo lo que está pasando. La misma que puede hablar 20 minutos sin ser interrumpida en el programa de Victor Hugo o de Magdalena. (La mayoría de los periodistas reproduce la línea editorial de las empresas en las que trabaja sin necesidad de que las patronales se las recuerden. Parece que tuvieran un chip clavado en la nuca, como los hombres robot de El Eternauta.) Para mí el peronismo es el proyecto más inteligente que supimos conseguir y es inteligente porque se propone construir una sociedad en la que entremos todos. Y es por eso que otra vez lo desestabilizan, no es por el desastre del Indec ni por el brillo del tren bala, ni mucho menos por los actos de corrupcion de algunos de los funcionarios.
"Se promueve tirar abajo a un gobierno que está construyendo al país prácticamente desde la nada, desde un desastre total. Hay trabas en el camino y es el costo que uno tiene que pagar por amar a la gente". Pocas palabras necesitó Leonardo Favio para poner las cosas en su lugar.
"En mi humor influía la desazón generalizada que iba carcomiendo la esperanza peronista. Los oficialistas, como los contreras, esperaban que algo ocurriera. En mi caso, a esa ansiedad íntima que apenas conseguí aletargar, debía sumársele esa otra, la popular. La ciudad estaba triste. Y su tristeza se extendía a los suburbios y las barriadas fabriles. Había empezado el desabastecimiento.Volvían los apagones de la luz. Faltaba la carne y subía su precio. Se comía pan y azúcar negro. Los salarios estaban congelados desde el año anterior. La inflación era toda una amenaza. La oposición no dejaba pasar una sola oportunidad para poner rumores en circulación."
El que cuenta es el profesor Gómez, personaje de La Lengua del Malon, novela de Guillermo Saccomanno, y se refiere a los momentos previos al golpe militar de l955. Gómez es un homre de clase media que confiesa que "hasta entonces, hasta el 55, hasta el bombardeo, la política me tenía sin cuidado. Enseñaba lengua en un secundario, daba clases de literatura inglesa en el profesorado y empezaba a trabajar en algunas traducciones. Puras pamplinas. El bombardeo me despabiló". Cabe recordar, diría un cronista, que cuando la historia oficial, el diario de los Gainza o el de los Mitre, nos cuentan los sucesos de setiembre de 1955 siempre pone el acento en el asalto a la catedral y el incendio al Jockey Club, responsabilizando al "aluvión zoológico" y se olvida de los de 400 muertos que produjo la llegada de la revolución libertadora. La Iglesia Católica apoyó fervientemente a los golpistas y el Jockey Club premió al almirante Rojas y al general Pedro Eugenio Aramburu nombrándolos socios honorarios.
Las bombas despabilaron a Gómez tanto como los secuestros y asesinatos despertaron a muchos que en l976 apoyaron el golpe militar contra Isabel Perón. El "medio pelo", diría Jauretche, recibió con alivio el reemplazo de Isabel por Videla, aunque ese alivio duró lo que duran 5 pesos en la puerta de un colegio. Hace unos pocos días contaba la Presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, que muchos familiares de desaparecidos le habían confesado que ellos también habían apoyado inicialmente el golpe militar. Recuerdo que poco después del 24 de marzo mi madre me visitó en la cárcel de Devoto y me dijo "menos mal que la sacaron a esta mujer, era un desastre", y el verdadero desastre vino después. También recuerdo que a mediados de 1975 me encontré en la esquina de Centenera y Cobo con Angelito Morresi, un veterano militante de la resistencia peronista, y el tipo, muy preocupado, me dijo: "nene, ustedes están equivocados, la quieren voltear a Isabel y lo que viene es mucho peor que Isabel, no entienden nada". Y yo, militante montonero, le contesté: "con el golpe se van a agudizar las contradicciones internas y el pueblo, conducido por nosotros, va a derrotar a los milicos". Así nos fue. Poco tiempo después desaparecía el sobrino de Angelito, a mí me metían en cana y todo se iba a la mierda.
Las épocas no son las mismas, el 55 no es el 76 y el 76 no es el 2008. Arturo Jauretche decía que para entender al peronismo primero había que ver quiénes eran sus enemigos, los contreras, los gorilas. Hoy, toda esa runfla se ha vuelto a juntar para echar al peronismo y nuevamente han conquistado a gran parte de nuestra bendita clase media. Parece que la Sociedad Rural ha conseguido la vacuna conta la posibilidad de ser pobre, la gran enfermedad de la época, y la clase media quiere ser nuevamente vacunada y está dispuesta a pagar lo que sea. "El matrimonio Kirchner dilapidó su poder y el país va camino de una crisis tan profunda como la de l976, cuando los militares voltearon a Isabel Perón en un contexto de violencia política. Puede haber sangre, aunque esta vez la salida no será violenta sino republicana. La responsable no es Cristina sino Néstor que se comporta como un marido golpeador." Este llamado a la desestabilizacion fue hecho pocos días atrás por una de las más genuinas gorilas que tanto admira la clase media, la mona mayor, Lilita Carrió. La que viaja una semana por todo el país y al regresar a su depto. de barrio norte ya sabe todo lo que está pasando. La misma que puede hablar 20 minutos sin ser interrumpida en el programa de Victor Hugo o de Magdalena. (La mayoría de los periodistas reproduce la línea editorial de las empresas en las que trabaja sin necesidad de que las patronales se las recuerden. Parece que tuvieran un chip clavado en la nuca, como los hombres robot de El Eternauta.) Para mí el peronismo es el proyecto más inteligente que supimos conseguir y es inteligente porque se propone construir una sociedad en la que entremos todos. Y es por eso que otra vez lo desestabilizan, no es por el desastre del Indec ni por el brillo del tren bala, ni mucho menos por los actos de corrupcion de algunos de los funcionarios.
"Se promueve tirar abajo a un gobierno que está construyendo al país prácticamente desde la nada, desde un desastre total. Hay trabas en el camino y es el costo que uno tiene que pagar por amar a la gente". Pocas palabras necesitó Leonardo Favio para poner las cosas en su lugar.
Ojalá este post sirva para despabilar a tanto "anónimo gorila" que anda por ahí...
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