domingo, 15 de junio de 2008

Más días interesantes

Por Oscar A. Cuervo

Habrá que estar muy atentos: vienen días interesantes en los que todos los actores políticos de la Argentina serán puestos a prueba: el gobierno, los partidos de oposición, las empresas de comunicación, los periodistas, la iglesia, las diversas clases sociales. De la resolución del conflicto con los productores rurales y del alineamiento de los diversos sectores puede depender el diseño de la Argentina de los próximos años.

No se trata sólo del vértigo del conflicto trasmitido en tiempo real, sino de todo el tiempo por delante.

Si lo anterior les suena repetido, es porque está repetido: así lo escribí el 25 de marzo de 2008, hace dos siglos. Y bueno: estos siguen siendo días interesantes y aún vale eso de que todos estamos siendo puestos a prueba.

Lo de ayer no fue nada sustancialmente nuevo: sólo que el gobierno empezó a explorar la posibilidad legal y legítima de usar la fuerza para desbloquear las rutas. La derecha, la comisión de enlace y algunos medios tuvieron entonces la posibilidad de usar la palabra "represión", perfectamente funcional a su intento de desestabilizar al gobierno. El conflicto por las retenciones se muestra cada vez más como lo que es: un pretexto para alinear las fuerzas políticas que conduzcan la Argentina que emergerá de esta crisis. A principio del nuevo siglo, cuando el diseño neoliberal trazado por la última dictadura desembocó en el colapso financiero y político que eyectó a cuatro presidentes en el término de pocos días, nadie preveía que el país terminaría siendo gobernado por un proyecto populista. Nadie preveía tampoco las condiciones económicas extraordinariamente favorables para la economía argentina como consecuencia del aumento del precio de los productos agrarios.


Obvio: la derecha no se banca que semejante prosperidad sea administrada por el peronismo y hasta el momento no ha aparecido un liderazgo político que pueda competir electoralmente con los Kirchner. Como es previsible que el precio de los productos agrarios siga subiendo en los próximos años, se trata de empujar al sistema a una nueva crisis de representación del que emerja una conducción política que responda más disciplinadamente al proyecto neoliberal derechista. Lo que irrita del kirchenrismo es que por primera vez en varias décadas un gobierno elegido democráticamente no cede inmediatamente al apriete del establishment (como a su turno lo hicieron Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde).

Nadie sabe cómo puede terminar este proceso, porque aún estamos en zona turbulenta. Lo que sigue estando claro es que los distintos actores están probándose el vestuario para la obra que empezará a representarse en las próximas temporadas.


Para matizar la espera, les dejo un texto de Nicolás Casullo escrito en septiembre de 2007, hace un milenio. El texto forma parte del libro recientemente publicado: Peronismo. Militancia y crítica (1973-2008), (Colihue). El ensayo se titula "Lo llamativo":

"Hagamos un rodeo para llegar pronto. No deja de ser curioso cómo se fue gestando en estos últimos años una atmósfera interpretativa -que agudiza el presente electoral- cada vez más tensa, crispada, entre lo que podría denominarse provisoriamente un mirar peronista de las cosas y un mirar antiperonista de las mismas cosas. Una circunstancia de la patria que parecía más bien disuelta luego del magma provocado por las experiencias menemista y frepasista de los 90, las cuales cada una por su camino (conservadurismo liberal y progresismo liberal) se habían encabalgado sobre lo que se consideró el nuevo ideograma o destino inexorable para la Argentina contemporánea.

"También es bastante notable en estos últimos años cómo se vuelve cada vez más áspera la convivencia entre ideas de izquierda e ideas de derecha en las más insospechadas conversaciones, en relación con innumerables aspectos, cuestiones, "detalles y menudencias" que le dicen, sobre lo comunitario. Extraña contradictio sin duda, en un tiempo donde las usinas más enujdiosas del neoliberalismno reiteran lo anacrónico de seguir "pensando en izquierdas y derechas" para una historia que desde los salmos del mercado habría sepultado vetustas ideologías del siglo XX.

"Asimismo es palpable en el aire, no tanto el aroma a menta sino a viejas e "impresentables" distancias y diferendos de clases en tanto experiencias socioculturales que atraviesan de manera equidistante cuerpos y subjetividades. A tal punto que ciertos mundos de la vida se abisman y encierran en sí mismos como nunca antes, con relación a otros mundos sociales de la vida. ¿Qué democracia para esos dos cosmos tan distantes?

"En igual sentido, resulta curioso que en pleno apogeo de una programática republicana sobre el bello consenso (entre «todos») en lugar del agreste conflicto (entre intereses), no haya hoy tema, problema, hecho o enunciación en el país que no exponga de manera cada vez más cruda y rotunda los conflictos al desnudo, y los modelos más bien opuestos en cuanto a qué país se quiere para los benditos «hijos de cada uno». Curiosas entonces las infinitas violentaciones que habitan la sociedad, por debajo del simulacro idílico de acuerdos gerenciadores de una «única república liberal para todos».


"Lo cierto es que las discrepancias ideológicas, existenciales y espirituales que hoy son activadas tanto por una nueva derecha conservadora como por gobiernos de raíz populista con apoyo de mayorías sociales en el continente (como el actual caso argentino), plantean como nunca antes -a la ciudadanía y electores- climas culturales de fuertes desencuentros. Postidentidades y traumáticos tránsitos de sensibilidades con respecto a juicios y gustos sociales. Fricción de mundo simbólicos. Distintas memorias enemistadas entre sí. Interpretaciones inconciliables, vidriosas, prejuiciosas. En fin, un container cultural (de una modernidad tardía, post) que se erige como decisivo y enrarecido cuerpo político más o menos discernible. Un conglomerado nacional de signos, hechizos, ecos, deja vu, herencias, sombras y artefactos de conciencia que hoy son objeto de disputa y voto, tanto o más que los clásicos datos políticos explícitos como pueden ser las críticas gubernamentales a la prensa, las denuncias de corrupción administrativa, las oposiciones tildadas de metirosas o las culpabilizaciones por la crisis energética."

(obviamente continuará...)

8 comentarios:

  1. Muy inteligente tu analísis, les guardé a mis hijos esa foto que pusiste de "imberbes". Por cierto bordeaste la teoría de Rascovsky del felicidio. Si se me permite hacer una analogía con la música,claro que es un "deja vu", pero no es el albúm de Crosby, Still, Nash & Young. Charly por estos días internado por "loco", lo que su "mami" esperó por mucho tiempo...Una generación que intentó ser eliminada y para desgracia de Neudstad murió viéndola ser gobierno y eficiente por cierto...el mismo tipo que repetía por los "medios" de la época : " Usted sabe donde está su hijo ahora?". El tema es un poco más complejo, es político pero también es sociológico, los chicos "malos de los 70" hoy gobiernan, con las mismas convicciones, los sobrevivientes, los que siguen creyendo que es posible que las ganancias sean mejor repartidas, los que no se rajan en helicóptero, los que nos "fumamos" todos los gobiernos que no nos gustaban pero democráticamente, civilizados, respetuosos defendiendo hasta a los que no habíamos votado. Peronismo?. Qué importa, proyecto de país. Por qué jode tanto el estar mejor y boicotearlo?. Cuestión política o geracional?
    Abraxas

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  2. Fe de erratas: generacional

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  3. Excelente análisis, Oscar.

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  4. es muy importante q el miercoles haya una presencia fisica multitudinaria

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  5. "el gobierno empezó a explorar la posibilidad legal y legítima de usar la fuerza para desbloquear las rutas"

    ¡Una joya del eufememismo! ¡Notable!

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  6. Coincido con rizla. todos a la plaza.

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  7. "Lo que irrita del kirchenrismo es que por primera vez en varias décadas un gobierno elegido democráticamente no cede inmediatamente al apriete del establishment (como a su turno lo hicieron Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde)."

    reducir el término "establishment" a la discusión tinelliana de "grasas versus caretas" es, me parece, una verdadera miopía. para mí los kirchner son tan establishment como puede serlo cualquier otro actor del conflicto.
    pertencen a él, al establishment económico (son los presidentes más ricos de los últimos 30 años, hablamos de gente verdaderamente multimillonaria de la que además se desconoce gesto alguno q tenga q ver con la "solidaridad" q la presidenta reclama a sus adversarios) y pertenecen también claramente al establishment político, ese que se trasviste de militante progre a amigo de los milicos, de ahí a menemista y de ahí a duhaldista y después de encaramarse al poder, el mismo que acusa a sus predecesores y padrinos. de hecho, la llegada de los kirchner al poder no obedece a ningún movimiento popular detrás de ellos, sino a su habilidad para trepar en la enmarañada jungla del poder peronista.

    ahora, si vos querés ver en kirchner y en los intendentes del conurbano "pensamiento de izquierda", bueno, allá vos.
    saludos

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