por Oscar A. Cuervo
Al ver Aquele querido mes de agosto la felicidad me remonta al 2003, cuando vi Blissfully yours. Miguel Gomes lo intentó con A cara que mereces y lo logra con Aquele...: una película que se pare a sí misma, la felicidad de filmar como aventura existencial, el dar a luz (nunca más apropiada la metáfora), el cancionero popular, la idea de que el cine ya no tiene que proponerse ser bigger than life sino just life.
Y se cumple el viejo apotegma justicialista formulado por el general Perón: toda pelìcula filmada en Portugal tiene "eso", debe ser el aire, debe ser la lengua, será la música o qué será, será.
Yo diría que quien esté en potestad de verla antes del fin del Bafici, no se la pierda, y ya seguiremos hablando de este hermoso don.
debe ser el sol. dicen que el sol de portugal es el más lindo de todos...
ResponderEliminarAnónimo, es verdad! El sol brilla de modo distinto en cada ciudad. El de Roma, por ejemplo, es dorado. El de Grecia, amarillo, casi blanco.
ResponderEliminarParece que esta semana voy a reencontrarme con la felicidad: me espera la proyección de Aquele querido mes de agosto.
Saludos!
tomamos el consejo, vamos a darnos una vuelta...
ResponderEliminarSaludos y Gracias !
Me la apunto Oscar, aunque ya en el Hoyts hay funciones agotadas de esta peli.
ResponderEliminarLilián
¿Alguien sabe si van a estrenar comercialmente esta película? Todo el mundo la re pondera. Yo no sé si la podré ver en el bafici, porque priorizo otras (que sé que nunca, nunca las van a estrenar).Pero estaría que a una buena peli la estrenen para que sea un poco más masiva, no?
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